La historia del aborto en Italia: Aldo Moro, la DC y el «compromiso histórico»
El aborto fue despenalizado en España por el PSOE en 1985. Siete años antes el Parlamento italiano había aprobado la ley 194 que abría las puertas al aborto en el país transalpino, un evento cargado de significado y que aún hoy en día resulta relevante analizar.
La tramitación de la ley 194 en Italia se hizo en circunstancias trágicas: el líder democristiano Aldo Moro había sido secuestrado por las Brigadas Rojas en marzo de 1978. El 9 de mayo de aquel año, después de 55 días de secuestro, su cuerpo sin vida fue encontrado en el interior de un coche.
Aldo Moro no era precisamente un miembro del ala más derechista de la Democracia Cristiana, sino el gran estratega del llamado «compromiso histórico» con el poderoso Partido Comunista Italiano, dirigido entonces por Enrico Berlinguer. Y fue precisamente Moro quien, en el Consejo Nacional de la DC en 1975 había abogado por relegar la cuestión del aborto al «ámbito de la conciencia» para, de este modo, facilitar el pacto con el Partido Comunista. De este modo la Democracia Cristiana italiana, de acuerdo con lo pactado por Moro, abandonó la batalla en defensa de la vida y asumió el aborto.
Fue precisamente durante el secuestro de Aldo Moro, el 15 de abril de 1978, cuando la ley 194 fue aprobada por 308 votos a favor contra 275 en contra. Fueron decisivos, junto a los votos comunistas, socialistas, liberales, socialdemócratas y republicanos, los votos de una parte de la DC a favor del aborto. De hecho, a la luz del resultado final, se puede afirmar que sin los democristianos que se pasaron al campo abortista la ley no hubiera sido aprobada en el Congreso.
En el Senado se repitió la historia, esta vez con 160 votos a favor y 148 en contra, y de nuevo fueron determinantes los votos democristianos que se pasaron al bando abortista.
Aprobada en ambas cámaras, el 22 de mayo de 1978 la ley era publicada en el equivalente italiano del BOE (la Gazzetta Ufficiale), promulgándose con la firma del presidente de la República, Giovanni Leone, del presidente del Gobierno, Giulio Andreotti y los ministros Tina Anselmi, Francesco Bonifacio, Tommaso Morlino y Filippo Maria Pandolfi. Todos ellos democristianos.
Fue Andreotti el primero en defenderse de las críticas por haber promulgado la ley argumentando que aquello era un «acto debido». A lo que sus críticos respondieron que así era desde el punto de vista del positivismo jurídico, pero no desde las enseñanzas y la moral cristianas que, supuestamente, la DC afirmaba defender. La posibilidad de realizar un gesto como el que hiciera en 1990 el rey Balduino de Bélgica ni siquiera se llegó a plantear.
Pero la verdad es que Andreotti hizo más: su gobierno asumió la defensa de la ley 194 ante el Tribunal Constitucional y a pesar de poder presentar objeciones, defendió la legitimidad constitucional de la ley.
El 20 de mayo de 1978 en el editorial de La Civiltà Cattolica se podía leer este contundente texto: «Ciertamente, la terrible e impactante historia del Excmo. Moro y del despiadado asesinato de su escolta han atraído la atención de todos con tanta fuerza que los otros problemas han pasado a un segundo plano; pero si uno reflexiona más profundamente, se observa que lo que sucede en el Senado en estos días con la aprobación final de la legalización del aborto es más grave, desde un punto de vista general y en lo que respecta al futuro, no solo inmediato, sino también lejano, de nuestro país que lo ocurrido el 16 de marzo en via Fani. Allí se cometió un crimen horrendo, pero el principio del derecho a la vida y a la libertad no se vieron afectados y ese crimen fue condenado unánimemente; en el Parlamento, por el contrario, por primera vez en la historia de nuestro país, se ve menoscabado el principio del derecho a la vida, que es el principio fundamental en el que se basa no solo la vida social sino también el ordenamiento jurídico italiano.» (cuaderno 3.070 del 20 de mayo de 1978, p. 313).
Poco después se lanzaban varias iniciativas para forzar un referéndum encaminado a derogar la ley del aborto en Italia. Explicaba recientemente el historiador Roberto de Mattei cómo, en 1979, participó en una reunión con Mons. Luigi Maverna, entonces secretario de la Conferencia Episcopal Italiana, para pedirle su apoyo, aunque fuera tácito e indirecto, a la recogida de firmas para intentar forzar un referéndum abrogativo sobre la recién aprobada ley 194 que estaba organizando Alleanza Cattolica. La respuesta fue contundente: la Conferencia Episcopal no daría nunca, ni ahora ni en el futuro, su apoyo a ninguna iniciativa para promover un referéndum contra el aborto. Cuando, tristes y estupefactos, los asistentes a la reunión le plantearon diversas objeciones, Mons. Maverna les respondió con un «Haced lo que queráis», mientras se encogía de hombros. La Conferencia Episcopal Italiana, en aquel momento presidida por el cardenal Poma, apoyaba el «compromiso histórico» y no quería ponerlo en peligro… aunque eso costara la vida de cientos de miles de niños. El referéndum, sostenían, era divisivo y planteaba la política como un enfrentamiento entre dos campos, en vez de apostar por el diálogo. La argumentación de Mons. Silvestrini, secretario del Consejo para Asuntos Públicos de la Iglesia,a quien De Mattei visitó acompañado de Giovanni Cantoni y Agostino Sanfratello, fue especialmente rebuscada: un referéndum contra el aborto habría constituido una perjudicial «contra-catequesis», les explicó, en el sentido de que, por reacción al antiabortismo de los católicos, los abortistas redoblarían su propaganda abortista empeorando así la situación.
Explica De Mattei que, cuando le señalaron a Mons. Silvestrini que la ofensiva abortista era total y que no se puede dejar de proclamar la verdad ni de hacer el bien por miedo a las reacciones de los enemigos del bien y la verdad, Mons. Silvestrini recordó la derrota en el referéndum contra el divorcio. A lo que le contestaron que precisamente se había perdido porque la Iglesia se había puesto de perfil. Entonces dejó caer la bomba final, inapelable: el Partido (la Democracia Cristiana) está en contra del referéndum antiabortista. Algo, por otro lado, muy lógico, pues habían sido los dirigentes de la Democracia Cristiana quienes habían sido la clave para la aprobación de la ley 194.
Una triste y penosa historia por la que, en estos tiempos en que somos tan aficionados a pedir perdón, nadie ha pedido disculpas, y que es bueno recordar y extraer enseñanzas. Luego se dijo que Andreotti, ya apartado de la primera línea política, había declarado que de lo único que se arrepentía era de haber firmado la ley del aborto… aunque ahora hay discusión sobre si realmente lo dijo o se trata de una «leyenda urbana». Quien sí dijo, y acertó, fue Augusto del Noce, quien había pasado por las filas de la Democracia Cristiana y sabía bien de qué hablaba, cuando afirmó que el objetivo de la masonería en Italia, la secularización del país, en el que había fracasado durante décadas, lo consiguió la Democracia Cristiana. Conviene no olvidarlo.
79 comentarios
Porque son peores que el caballo de Atila. Pero eso si, con unos exquisitos y beaturrones modos.
Saludos cordiales.
De wikipedia: "Nixon dijo en una entrevista en mayo de 1974 con el partidario Baruch Korff que si él había seguido las políticas liberales que él pensó que los medios preferían, "Watergate habría sido un blip"
El aborto es una imposición al mundo de la cúpula del poder real.
Lo que da ganas de llorar no es la exhortación de Pío XII de 1948, sino el penoso estado de la DC 30 años después.
El artículo es muy bueno pero creo, lo digo sinceramente, que le falta un elemento importante en el análisis: Pablo VI.
Afirmó el parlamentario Tina Anselmi de la Democracia Cristiana que fue el pontífice quien exhortó a los ministros de dicho partido a permanecer en sus puestos aunque hubiesen firmado la ley.
Por otro lado, es imposible aceptar que la Conferencia Episcopal Italiana actuaba al margen del Papa.
Y es bien conocida la amistad del Papa con Aldo Moro.
Por último, la diplomacia pro-comunista impulsada por Casaroli con el impulso de Pablo VI.
Con estos mimbres no parece razonable acusar a un partido de descristianizar un país y canonizar a quien compartió e impulsó todo aquello.
Muchas cosas dejan perplejo a quien no quiera ponerse una venda.
Para que tu tesis sea creíble, deberías señalar las causas por las cuales la DC habría virado radicalmente su vocación fundacional. Pero mucho me temo que no lo vas a poder hacer.
Hay una explicación mucho más creíble, intuitiva y entendible - léase "verdadera"- : la democracia es tóxica para la fe católica.
¿Porqué? Es muy simple: la democracia postula que la soberanía política debe ser asumida por el pueblo sin rendir cuentas a Dios. Lo cual es inadmisible para un católico porque se trata, lisa y llanamente, de una herejía.
Entonces, un partido pretendidamente católico que se mete en un sistema basado en una herejía, a la cual no sólo tolera sino que además, la cohonesta con su participación activa y pública, termina... como terminó la DC italiana.
Y todas las DC del mundo.
¿Viste que simple?
Ellos aplastaban a la oposición. Intelectualmente es más sencillo que dialogar y pactar.
Digo el catecismo de la Iglesia católica. El de las sectas fascistas sedevacantistas supongo será distinto.
Los cristianos pueden ser ovejas, pero no borregos.
La democracia es la expresión política del liberalismo.
Tanto del liberalismo de derecha como del de izquierda, por los marxistas también se consideran demócratas.
Lo que sí es una herejía es negar la Realeza de Cristo en el ámbito social.
Y la democracia pivota sobre eso, por lo cual termina resultando tóxica para la fe católica.
¿O la realeza de Cristo se limita al no al aborto, no al divorcio, no al matrimonio gay?.
En la Italia fascista estaban prohibidas esas cosas ¿qué pasa que debemos entender que bajo Mussolini se vivía mejor o se respetaba más el reinado social de Cristo que en la Italia actual?.
Quienes tienen que reconocer la realeza de Cristo son las personas, no los Estados.
Si en una democracia hay una mayoría de cristianos se aprobarán leyes cristianas.
Lo que NO pueden esperar es imponer en una nación la existencia de un Dios en el que sólo cree una parte,y puede que ni siquiera mayoritaria, y condicionar las leyes de ese país.
Eso es lo que pasa en Irán que es el ejemplo que han puesto.
Como bien se puede ver aquí, la conjunción de intereses oscuros fue muy clara para que se aprobara la Ley de Aborto de 1978 en Italia. Las respuestas posibles, a mi juicio son menos que las preguntas.
¿Por qué se aprobó cuándo Moro, mucho más moderado en sus posturas, estaba secuestrado e iba a ser asesinado por las Brigadas? ¿Por qué fue precisamente la Democracia Cristiana la que abanderó todo esto, con el silencio (cómplice) de la Conferencia Episcopal? Y, lo más importante de todo, ¿por qué se arrepintió Andreotti tiempo después? ¿acaso le obligaron a hacerlo? ¿o lo hizo por su propia voluntad?
Gringo, te equivocas. Hoy se impone otro dios a la fuerza y en contra de la sociedad. Se llama Leviatán y fue anunciado por Hobbes en su obra. Que se vista con paños democraticos no deja de ser un atrezzo y cuando el pueblo se opone se le castiga hasta que vote lo correcto y lo que quieren los que de verdad mandan.
Saludos cordiales.
Dentro de unos días la Iglesia va a consumar una vergüenza histórica, al beatificar al capellán de facto de los Montoneros, Mons. Angelelli.
Pero me parece que las beatificaciones indebidas vienen de bastante antes...
SIN FAMILIA, SIN HIJOS, SIN FUTURO.
Y ésto es sólo la añadidura, lo que se ve, que lo que no se ve es más grave todavía: España se está quedando sin fe católica.
El estilo de pactos del Duce se ve en que en cuanto pudo abolió los sindicatos y partidos católicos, encarceló a sus lideres como Alcide de Gaspieri y amordazó a la Acción Católica italiana.
Cualquier católico medianamente formado sabe que Pío XI tuvo que escribir la encíclica Non abbiamo bisogno como protesta, y que también el Papa echó en cara al gobierno fascista sus vergonzosas leyes raciales contra los judíos.
Aqui mismo en Infocatólica se han publicado artículos al respecto. Por ejemplo "Las tensiones entre la Iglesia y el fascismo (1931-1938)".
Los fascistas italianos mataron, encarcelaron y exiliaron a miles de opositores internos y en el exterior llevaron a cabo una política criminal de agresión, como participar en la guerra civil española bombardeando a la población civil en Barcelona o hundiendo buques con submarinos, o la ilegal invasión de Etiopía que era una nación cristiana y soberana y donde los italianos cometieron toda clase de tropelías matando a medio millón de personas, haciendo un cálculo conservador.
Pero bueno, siempre habrá gente que considere que Mussolini era un dialogante y mucho mejor gobernante que los demócratas.
A veces una dictadura puede ser mucho mas moral que una democracia. Eso no significa que debamos pretender una dictadura. Lo que hay que buscar es una democracia moral.
Por ejemplo, el aborto no es un derecho, es un asesinato. Y si tu dices que eres muy demócrata pero eres abortista, entonces te conviertes en genocida moral, por emplear el término moderno de la palabra genocida.
Si eres demócrata de verdad de verdad, no puedes defender el aborto. Otra cosa es que tu defiendas la uniones gays, que aunque sean imorales no constituyen un asesinato y no son un mal definitivo.
Abortar, con los conocimientos que se tienen hoy en día sobre el feto, es el mayor crimen que se puede cometer contra la criatura humana mas indefensa. Una canallada. Si eres abortista abstente de dar lecciones morales por aquí.
Con los conocimientos científicos que tenemos sabemos que hasta la décima semana de gestación no empieza a desarrollarse algo parecido al cerebro.
Hasta el cuarto mes no aparecen el córtex ni los lóbulos y es a partir de la semana 28 que empieza a funcionar de verdad la sinapsis.
Pero ya sabemos que los hay empeñados en que si una mujer se toma una píldora y elimina con el sangrado menstrual un cigoto de tres días, debemos llamarla "asesina".
En la historia que se sepa sólo hubo dos líderes políticos que tuvieran hilo directo con Dios, Moisés y Josué (y por cierto fueron dos genocidas ).
Así que por muy católico que siga ser un dictador nadie garantiza que el gobernar esté cumpliendo con la verdad.
Palas, a mí el aborto no me gusta, pero tampoco lo igualo al asesinato.
Basta repasar el código penal franquista para ver que incluso en el antiguo régimen el aborto se castigaba más levemente que el infanticidio, porque hasta los franquistas entendían que un embrión no es un niño.
Pero aquí en I infocatolica son tan dados a la exageración y el tremendismo, que blogueros como Bruno describen el aborto como equivalente a que alguien "fuera con un cuchillo matando niños por la calle".
En cuanto a Franco, permíteme que me ría.
¿Es inmoral? SÍ. ¿Debe ser castigado con pena de cárcel? En algunos casos.
No todo lo inmoral es delito.
El adulterio no me gusta. Es inmoral porque supone traicionar la confianza que alguien deposita en ti. Pero eso no significa que debamos lapidar o encarcelar a los adúlteros.
Tomarse una píldora y eliminar un cigoto no me parece un infanticidio.
Practicar el aborto por nacimiento parcial y estrangular a un feto de ocho meses de gestación sí me parece un crímen.
Creo que es bien fácil de entender.
PD: yo también me río de Franco. En otro sentido.
Un niño es un ser humano en fase de niño.
Y ni siquiera el código penal de 1973 castigaba igual el aborto que el infanticidio.
Incluso se hablaba de aborto honoris causa, con penas leves para la mujer que abortaba por aquello del qué dirán, porque era madre soltera.
Sin embargo podían caerle de doce a veinte años de prisión a un médico por hacerle una ligadura de trompas a una mujer que se lo solicitara (art. 418).
Una locura.
Hay una moralidad cristiana, y por supuesto también la hay en otras religiones, pero no hay una moralidad jurídica.
Y lo de invadir Naciones soberanas porque sí lo habian hecho potencias coloniales anteriores, tanto del Antiguo Régimen como liberales.
No pretendo defender lo indefendible: el régimen fascista de Mussolini.
Pretendo decir que si nos ponemos a habalr de crímenes, todos tienen cadaveres ens ela armario. Que a veces aprece que los fascistas inventaron los crímenes, cuando en gran parte copiaron lo que habian hecho otros.
Pero incluso en los códigos penales "cristianos" el aborto no era tan grave como el infanticidio, por lo que hacen algunos de calificar el aborto de "asesinato de niños" es una exageración.
Y aquí no hablamos de moral sino de leyes, de la despenalización del aborto en algunos casos en la legislación italiana.
Imagínate que eres un médico que practica abortos, como mínimo te tienes que plantear la moralidad de lo que estás haciendo aunque sea legal porque no se puede actuar toda la vida haciendo "cosas desagradables" sin saber nada más, tal cosa degrada a un ser humano de tal forma que no puede ni mirarse al espejo.
Un médico que acaba de salvar a alguien haciendo un difícil trasplante y otro que acaba de matar a alguien practicando un aborto ¿representan igualmente la moralidad de la medicina? Para Hipócrates no, por eso ya no se puede hacer el Juramento Hipocrático.
En tu caso hablar de contradicciones no tiene sentido.
Es que es muy fácil, el embrión que gesta una mujer evidentemente es un embrión de la especie humana, es un ser humano en fase embrionaria es decir que no está formado del todo, y por eso el aborto en determinados plazos no puede ser equivalente a un asesinato, porque al quitarle la vida al embrión lo que haces es eliminar un ser que no tiene cerebro, ni siente ni padece.
Yo puedo hablar de todas vuestras contradicciones que son infinitas.
Pedro Fernández Barbadillo, colaborador de esta web y de Actuall y con blog en Periodista Digital, ha sido fichado por Vox para el Senado por Valladolid.
Le recordaría con mucho gusto que en su blog Bokabulario dijo apoyar la independencia de Cataluña para que los independentistas dejaran de molestar.
O que en el mismo blog escribió que en España los gitanos fueran rumanos o nacionales no pagan impuestos.(19-07-2011).
Será contradictorio ser demócrata y cristiano pero ser español y alentar el independentismo también. Y ser cristiano y calumniar a una etnia.
El verdadero problema que tiene la Iglesia es que los buenos como tú la abandonaron y los malos nos hemos quedado dentro. En cuanto alguien es listo, coherente y misericordioso, cual es tu caso, va y abandona la Iglesia. ¡mecachis! En cuanto acabéis con la Iglesia se acabó el mal en el mundo,
Qué manía tienes por darte aludida siempre.
La Iglesia no es mala. Nunca he dicho que lo sea. Malos son algunos de sus miembros.
El racismo no es ninguna zarandaja. Es un problema muy grande en nuestra sociedad. Y un pecado de los gordos.
Por otra parte, según antiguos tratados de educación que ya no se respetan, nombrar a terceros cuando no están presentes es una falta de educación. En el caso de que haya una disputa entre dos blogueros tal cosa estaría justificada, pero aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para meter con calzador las opiniones de unos en el blog de los otros, que hablan de otra cosa, es una característica de dos personas únicamente y tú eres una de ellas. Pudiera hacerse tal cosa solo en el caso de que los temas fueran coincidentes, pero nunca si están hablando de otra cosa: "fulanito sobre esto opina esto o lo otro". Se han dado dado casos de temas coincidentes, pero no siempre, y el de la Democracia Cristiana en Italia no es uno de ellos. Recuerdo visiones distintas de Halloween, por ejemplo, lo que dio paso a la controversia, lógicamente.
Que el fascista sea un prójimo, pues vale. Pero las ideologías no son personas y no tiene un cristiano que amarlas a todas.
El fascismo está condenado por la Iglesia mientras que la Biblia obliga a acoger al inmigrante.
No se puede ser condescendiente con el fascismo retorciendo el significado del amor al prójimo.
Nadie tiene culpa de dónde nace o del color de su piel, pero las afinidades políticas son una opción personal.
El fascista lo es porque quiere. El inmigrante a veces viaja por su voluntad y otras no tiene más remedio.
Poner en el mismo plano el amor al inmigrante que el amor al fascista es de un cinismo supino.
El fascismo es una ideología que se define en negativo. El fascista es antiliberal, anticomunista, antisemita, anti inmigración. El fascismo es una ideología basada en el odio.
Inmigrante es simplemente el que vive a tu lado pero ha nacido fuera.
¿Cómo pueden ambos merecer el mismo amor?.
Ambos merecen el mismo amor y el que no entiendas eso es una de las razones por las que no puedes ser cristiano. Y lo mismo que de los fascistas digo de los comunistas. En ningún momento he dicho yo que haya que amar al comunismo o al fascismo, de la misma manera que tampoco digo que haya que amar al islam. Lo que he dicho es esto: "El prójimo es el inmigrante, pero también el fascista" y ambos son personas, no religiones ni ideologías, aunque una gran parte de los inmigrantes sean musulmanes.
El pakistaní que tiene la tienda al lado de mi casa es una persona y por lo tanto mi prójimo, pero si en el piso de arriba viviera un fascista igualmente lo sería. ¿O acaso tendría que negarle el saludo, no recogerle ningún paquete, desear que su casa ardiera pidiendo que eso no afectara a la mía? Mi trato con ambos debería ser igual independientemente de que el pakistaní pudiera ser un terrorista o el fascista pudiera atentar contra el bien común.
No hay ningún rastro en el Evangelio de que Jesús odiara a los zelotes, siendo el zelotismo una forma de integrismo semi político semi religioso. Nos ha dejado la execrable palabra "sicario", pero Jesús acogió por lo menos a uno de ellos: "Simón el Zelote" sin que tengamos noticias de ninguna traición por su parte. Los judíos de Budapest tampoco hicieron ascos a Giorgio Perlasca, que como todo el mundo sabe fue un fascista que salvó judíos. Tanto Simón, el apóstol, como Perlasca son personas y el pakistaní de la tienda de al lado también, no sé su nombre porque no me lo ha dicho pero, desde luego, él si que sabe el mío porque suele recogernos los paquetes que nos envían cuando nosotros no estamos ya que somos sus clientes.
Estás usando los mismos argumentos de Francisco de México "yo no odio al judío ni al nazi".
Que un fascista pueda ser buena persona en distintas circunstancias, vale. Y un comunista. Y un anarquista.
Pero otra cosa son las ideologías.
Y no, no es igual de grave odiar a un inmigrante que odiar a un fascista.
El negro nació negro. El facha lo es por elección. Y cuando se odia al facha en realidad se odian sus ideas no su propia naturaleza.
Por cierto ¿ahora te fias de los musulmanes? ¿Ya se te pasó la rabia por los atentados en Barcelona y ya no piensas lo que decía tu abuelo de los moros que en cuanto te dabas la vuelta te cortaban el cuello?.
Mi abuelo dijo eso en el contexto de la Guerra de Marruecos en 1922, cuando las kábilas enviaban a sus espías a vender en los mercados, y en el contexto de una guerra fiarse del enemigo es una estupidez.
Es decir que tú crees que Jesucristo no incluyó a todas las personas en la categoría de prójimo y que excluyó a algunas, pero yo no veo que el mandamiento tenga ninguna excepción por lo tanto, individualmente, es tan grave odiar a un inmigrante como a un fascista. Ahora bien, ese mandamiento no tiene plural, es decir que tampoco obliga a amar a los emigrantes, porque hay una imposibilidad metafísica para amar a aquellos a los que no llegas. Eso es típico de la izquierda, incluir a todos para no amar a nadie, tu amor a los emigrantes no te cuesta nada personalmente, esperas que el estado solucione la cosa, no tú, y, si es posible que la llegada de esa gente no tenga repercusión ni en tu salario ni el porvenir de tus hijas.
Para un cristiano solo puede ser prójimo aquel que está cerca y al que puedas ayudar personalmente, como hizo el Samaritano. Lo que tú esperas es que el Samaritano haga escraches para que dejen llegar a los emigrantes y, ante una necesidad, tome el móvil y llame al SAMUR o la Cruz Roja. Pero el Samaritano no hizo ninguna de estas cosas: le curó, le montó en su burro, lo llevó a la posada y pagó su estancia, es decir le dio un trato personal imposible de ser repetido hasta el infinito. Y eso significa "amar al prójimo". El ser partidario de que vengan todos los emigrantes del mundo puede ser un punto de vista político muy respetable pero no cumple el mandamiento de Jesús.
De lo que tú y yo decimos no se puede deducir el comportamiento personal que es lo que a Jesucristo le interesaba: "Por sus frutos los conoceréis" y solo Él sabe cómo te comportas tú y cómo me comporto yo. Jesucristo esperaba que el cambio de los corazones cambiara la sociedad, no que las leyes la cambiaran dejando inútiles los comportamientos personales.
Los cristianos tenemos que reconocer la impotencia, lo único que puedo hacer por las víctimas del Domingo de Pascua es rezar porque están demasiado lejos para que pueda ayudarlas a pesar de que la mayoría son cristianos.
Solo puedes ser asesino si eres fascista, en cualquier otro caso no. Ya ves que considera que un atentado como el de Barcelona no debe provocar rabia, solo un mohín de rechazo. El único atentado con verdadera saña fue el de Nueva Zelanda, eso es motivo de gran indignación porque el tipo era fascista. Es muy fácil saber lo que piensa gringo porque lo dice claramente.
Hasta cree que el Evangelio propone odiar a los fascistas, solo a los fascistas y nada más que a los fascista y que están exentos del amor al prójimo porque no son prójimo, es decir algo así como subhumanos.
En cualquier caso siguiendo vuestro juego, supongo que también amáis a los marxistas e islamistas. Porque total como amais a todos. Aunque intuyo que amar a los fascistas os resulta pelín más fácil.
Nosotros no hablamos de abstracciones, hablamos de personas. Si tuviera que elegir entre un cristiano o un musulmán, sin saber nada de él, elegiría al cristiano; si los conociera elegiría al más digno de los dos (dignidad moral).
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