Sin Lutero no se entiende el mundo moderno
Este año están apareciendo varios libros sobre Lutero y el Protestantismo; es lógico si pensamos que se cumplen 500 años desde la fecha simbólica en que el monje alemán iniciaba su desafío a Roma y que el mundo en que vivimos está profundamente influido por sus consecuencias. Ya me hice eco aquí del libro de la historiadora italiana Angela Pellicciari y hoy traigo la aportación de otro italiano, filósofo y jurista, Danilo Castellano, que en su recientemente publicado “Martín Lutero. El canto del gallo de la Modernidad” (Marcial Pons) aborda el impacto de Lutero sobre la política y las leyes.
Castellano es un académico riguroso y sistemático y eso se nota. Es preciso y ha buceado en el tema, al tiempo que posee una amplia mirada de conjunto que le permite trazar precisas genealogías intelectuales. Se trata de una enorme virtud, pues Lutero, por su propia naturaleza a menudo contradictoria, puede confundir a estudiosos menos atentos. Es mérito de Castellano mostrar a la vez las enormes contradicciones luteranas y la coherencia profunda que es la que le va a dotar de una descendencia en el campo de las ideas que ni el mismo Lutero pudo vislumbrar.
El libro es enjundioso y por ello difícil de resumir, por lo que me contentaré con señalar algunos de los aspectos que me han llamado más la atención, esperando que abran la curiosidad de algunos de los que leen estas líneas y les lleve hacia las páginas de Castellano:
- La revolucionaria noción de conciencia de Lutero, una conciencia que se ha transformado en única fuente del bien y del mal, “esto es, conciencia subjetiva que no es sensibilidad respecto del orden, sino que pretende ser el orden en sí". Noción que, añado, está extendidísima hoy en día, como atestiguan muchos de los debates en torno a la admisión a la comunión de los divorciados y vueltos a casar civilmente pero con un anterior matrimonio canónico valido.
- La visión del gobierno como, siempre y en todo lugar, un mal necesario, muy presente hoy día en algunos ambientes liberales y libertarios, bebe también de Lutero, quien concibe el Estado “como instrumento de castigo para la maldad humana” y necesario solo por causa de ésta.
- La concepción del pueblo cristiano sufre también en Lutero una profunda alteración: para el monje alemán son los “predestinados que dan vida a una comunidad puramente espiritual, privada de jerarquía” y cuyos pastores dependen de ese pueblo. Este poder soberano sobre lo que es “suyo” que se arroga la comunidad, será luego trasladado al plano político secular en el concepto de soberanía popular, “conclusión del despliegue de la “idea” luterana según la cual la comunidad puede autorizar cualquier cosa".
- La libertad va a ser entendida por Lutero como “la liberación total de cualquier dependencia de la razón o de mandatos ajenos". Así, “la libertad evangélica no es libertad según la recta conciencia sino liberación del diktat de la conciencia” y se identifica con la autonomía vital.
- El Estado que, finalmente, “nace de la Reforma es totalitario en un doble sentido: en primer lugar en el sentido de que es la única realidad que absorbe y gobierna todo, y después en el sentido de que invade la conciencia". También podemos rastrear en Lutero la génesis de la razón de Estado: el bien del Estado será siempre e incondicionadamente la suprema ley.
Nos advierte el autor acertadamente del carácter asistemático de Lutero, así como de la influencia que su biografía juega sobre sus teorizaciones o de la deuda de Lutero con corrientes de pensamiento anteriores (como, de modo muy evidente, el nominalismo) pero todo esto no quita que Lutero, a veces de modo consciente, a veces no, suministrase unos materiales fundamentales para el desarrollo de la Modernidad (aquí, insiste Castellano, será Hegel el más genial intérprete de Lutero).
El libro, ya lo hemos señalado, no se agota en estos puntos; la caracterización del luteranismo como revolución gnóstica, por ejemplo, es muy sugerente y confiamos en que en el futuro el autor pueda desarrollarla aún más. El libro también está trufado de excursus que, colaterales al tema principal, enriquecen la obra, como el significativo odio de Lutero hacia Aristóteles, el clericalismo de Maritain o el error de base de las teorías contractualistas.
Estamos pues ante una obra, de extensión fácilmente abarcable (no alcanza las 200 páginas en formato bolsillo) pero muy rica y penetrante, como un buen alimento concentrado, que nos ayuda a comprender mejor lo que significó Lutero y en qué medida la Modernidad es deudora de su, en palabras de Ludwig von Pastor, revolución religiosa.
18 comentarios
"Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituye entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de sus gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios, el pueblo tiene derecho a refirmarla o abolirla...".
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¡Uf, acá hay mucha tela para cortar!
* El Absoutismo monárquico, que no fue otra cosa que una tiranía pretendidamente ejercida en el nombre de Dios.
* El Comunismo.
* El Nazismo.
* El Gran Hermano que a la postre terminó siendo el Estado Liberal Democrático, el cual, de proclamar su prescindencia moral y la libertad irrestricta de los ciudadanos, vemos ahora inmiscuirse e involucrarse agresivamente en tópicos de conciencia como el aborto, la ideología de género o la homofilia.
"Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituye entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de sus gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios, el pueblo tiene derecho a refirmarla o abolirla...".
Claro que se solamente hablaban de los blancos anglo-sajones...
Yo tampoco.
El principio del libre examen de la Escritura, que parte del concepto de conciencia de Lutero, es la fuente de todas las herejías habidas y por haber.
De esos tres solo el propio Jefferson tenía esclavos, y entendía que era una contradicción, que con el tiempo quedaría resuelta.
Para reconocer la igualdad de todas las personas no fue necesario ni reformar la Declaración de Indepencia , ni la Constitución. Solamente interpretarlas literalmente. Y así se hizo.
Por eso Obama ha sido presidente bajo la misma Constitución que hace doscientos años.
Esas "verdades" que para los firmantes eran "evidentes por sí mismas" eran incomprensibles fuera del lugar donde se redactaba el documento. Y no me refiero a los esclavos, sino a la sociedad en la que convivían.
Costó una guerra imponer esas "verdades" y luego unas décadas de inestabilidad política y económica en EEUU.
Sobre el segundo mensaje de Gringo, me mondo con este párrafo:
"Para reconocer la igualdad de todas las personas no fue necesario ni reformar la Declaración de Indepencia , ni la Constitución. Solamente interpretarlas literalmente. Y así se hizo."
El Supremo reconoció que los dueños de los esclavos huidos tenían la facultad de reclamarlos aunque se hubieran refugiado en estados esclavistas. Y la esclavitud acabó después de una cruenta guerra civil con 600.000 muertos... y la reforma de la Constitución mediante enmiendas. También podría hablar de las leyes de Jim Crow, validadas por el Supremo, pero ya me alargo. Y Gringo tampoco lo merece.
Como también es sencillo entender que la legitimidad de los gobiernos no viene de Dios sino del consentimiento de los gobernados.
Es sencillo de entender, pero no aceptar por todos.
Ya sé que está muy bien el leer de todo para adquirir cultura, cultivarse, tener un pensamiento crítico, formar la conciencia, etc. etc. etc.
Pero leer más sobre Lutero... me da pereza; o quizá estoy hasta la coronilla. Prefiero lecturas más edificantes.
A las personas que no conocen a ese tipo sí recomiendo que lean sobre él, para que no se la cuelen.
Vale.
Siempre me interesaron las ideas que aflijen al mundo,a y a la iglesia, para mi, la iglesia, es fundamental para la humanidad, por los tantos los errores hereticos vam contra ella,, es ai en libro memorable,el Padre Leonardo Castellani, habla de Sören Kierkegaard en un libro a Santo Tomas de Aquino,definición Tesis teologica, del mismo padre, racional, y a favor de la humanidad.No es mi opinión, es la de El., y en ese libro habla muy extensamente del ambiente Hegeliano y Luterano que vivió el famoso, fisosofo, atrapado sin salida, manifiesta el Padre que si hubiera conocido a la Iglesia católica se hubiese convertido a Ella. En este momento oro mucho por el Santo Padre, no puede ser que andemos peleados, Jordi un comentarista me hizo comprender la relidad, tienen comentaristas de lujo!!!!!
Que Dios lo bendiga y lo haga con la Iglesia, hay que unirse más que nunca, me ha hecho sentir eso.
Que Dios lo bendiga y lo haga con la Iglesia. Y muchos saludos a su hermosa familia.
Que Dios lo bendiga y lo haga con la iglesia, y que la Santisima Virgen la Guarde en este momento.
En algunas web de extrema derecha como ALERTA DIGITAL piden que el ejército de un golpe de estado y encarcele a Merkel, a la que califican de "puerca".
Los neonazis, que viven del odio y el miedo, en su fueron interno se alegran de los atentados cometidos por extranjeros musulmanes, pues son la oportunidad para poder criminalizar a todos los diferentes y tener una excusa para acabar con el régimen democrático.
PD:tambien recomiendo en la fonda filosofica de Darin McNabb sobre el existencialismo,muy bueno:el ocaso de la religion y el ascenso del protestantismo.Muy interesante
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