De Cesar Vidal he aprendido que cuando en la Iglesia le hacemos al tonto lo hacemos en grande
Me perdonan la franqueza pero no me cabe la menor duda. Así lo muestra el comentario que le ha hecho Cesar Vidal a un lector en su propio blog:
“Amigo Alfredo, sus argumentos son tan absolutamente endebles - hay que ser un católico-romano muy cerril para verlos como sólidos - que vuelve usted a lo mismo como si esto fuera una noria. Me da cierto cargo de conciencia discutir de Patrística con usted porque es como golpear a un niño, pero puesto que usted lo quiere… sea. No tiene usted ni idea de lo que habla y se limita a recoger aquí y allá lo que sólo pueden considerar como argumento los ya convencidos por sus prejuicios. Por mi parte, le adelanto que mi Diccionario de patrística en su versión italiana fue publicado por la Editrice Vaticana lo que indica que algo del tema sé hasta el punto de que pueda ser aceptado por gente que está en mis antípodas teológicas. En ese mismo Diccionario señalaba como Ignacio no creía en un primado romano a pesar de su estima por la iglesia de Roma y era pieza fundamental en la evolución hacia el episcopado monárquico.”
Y desde Facebook le responde a otra persona:
“Por cierto. conozco bien a los Padres. Mi libro es tan bueno que la edición italiana la publicó la Editrice Vaticana. Pues bien entre lo que decían ellos y lo que decía la iglesia católica hay una distancia inmensa.”
En esta ocasión no voy a entrar a discutir si realmente San Ignacio de Antioquía creía en el primado romano, porque es una mera afirmación gratuita de Vidal, y además ese tema lo traté en otro artículo. Lo que no puedo entender es cómo hemos pasado de tener un Index librorum prohibitorum (índice de libros prohibidos) a publicar en la propia Librería Editorial Vaticana obras a protestantes como las de Cesar Vidal, autor de libros como “El mito de María” para Chick Publications.
Sí, ya sé que hubo un tiempo en que Cesar Vidal aparentó ser “buena onda” con la Iglesia Católica. Muchos habrán pensado que era buena idea colocar sus libros en nuestras librerías católicas, y por qué no, en la página web de la Congregación para el clero (ver Cesar Vidal, Diccionario de Patrística - Clerus.org). Ahora resulta que Cesar Vidal se aprovecha de ello para dar a entender que nuestros propios pastores están de acuerdo con sus ideas, una de ella, que los primeros cristianos no creían en el primado romano y que el episcopado no es una institución divina, como enseña la fe católica, sino una evolución transformista del dogma católico de hechura meramente humana.
¡ Aplausos! ¿Y qué veremos luego? ¿Será que le publicamos a Grau su Catolicismo Romano y a Hislop Las Dos Babilonias? ¿Qué mejor forma para demostrar que somos de mente abierta no?
——————————————————————————-
Continua en:
Esto es el Diccionario de Patrística de Cesar Vidal publicado por la Editrice Vaticana
———————————————————-
Nota: Te recuerdo que ya está disponible nuestro Curso Online de Apologética Católica. Si te interesa inscribirte, haz clic AQUI.
20 comentarios
Pero no quiero seguir pegándole a un niño...
------------------
JM: Y el problema es que su Diccionario de Patrística es una obra mediocre, porque no hace sino tomar algunas cosas de Quasten y negar otras gratuitamente que como protestante no puede aceptar. Porque de donde saca que Ignacio no crea en el primado Romano? De hecho de sus textos se entiende todo lo contrario al reconocer a Roma como "la Iglesia que preside en la capital del territorio de los romanos; digna ella de Dios, digna de todo decoro, digna de toda bienaventuranza, digna de alabanza, digna de alcanzar cuanto desee, digna de toda santidad; y puesta a la cabeza de la caridad". Otra cosa es que no sea tan explícito sobre un tema del que no pretendía tratar siendo que sólo se conservan de él siete cartas escritas camino al martirio, en las cuales sólo da consejos a las iglesias destinatarias sin pretender redactar un tratado de dogmática.
yo agregaría a este catálogo de tristísimas noticias, el hecho de que ahora sea el mismo Pontífice el que parecería desalentar explícitamente toda acción apologética en el trato con nuestros hermanos separados. Lee por favor su último discurso en la conclusión de la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos.
Por eso es importante el trabajo que hacen páginas como Infocatólica y Apologética Católica para rescatar a los que se puedan, a pesar de los horrores como que la Editrice Vaticana (de quien me confío y se supone es garantía de fidelidad al comprar el Catecismo) también publique a Cesar Vidal.
----------------------
JM: Cuando veo la desastrosa situación de mi país me digo que es lo que nos tenemos bien merecido por habernos dejado manipular por el populismo chavista. Por supuesto, yo nunca voté por Chavez, pero pagamos todos por igual. Así pasa en la Iglesia, la falta de sentido común de algunos, la pagamos todos los católicos.
Por ejemplo: hace unos días compré un libro sobre el Concilio de Trento en una cadena católica de librerías, y ni figura nada en el libro ni tampoco me pudieron dar indicación alguna sobre la ortodoxia o heterodoxia del libro (que aún no he podido empezar a leer).
Muchas gracias por las anotaciones y un saludo.
César Vidal no hace daño, ni alcanza tanta importancia. Sus inconsistencias, peteras, rabietas y pedanterías aburren enseguida, mucho antes de perjudicar la fe. El problema es que en la Iglesia hace mucho que se hundió el criterio y la formación cultural (no digo ya intelectual). O los han hundido, quién sabe. Resultaba patético hace diez o quince años ver a sacerdotes con clergyman hacer cola para comprar castañas como "La huella del cristianismo en la civilización occidental" o como se llame semejante truño de César Vidal y otros por el estilo. Más que por malos nos pedirán cuentas por tontos. Y por haber dedicado un solo minuto de una vida preciosa a un soufflé que cree ser un pensador genial y total.
En Aciprensa se observa que, en la historia del dogma de la Inmaculada Concepción, "Santo Tomás de Aquino se pronunció a favor de la doctrina en su tratado sobre las «Sentencias» (en I Sent. c. 44, q. 1 ad 3); sin embargo, en su “Summa Theologica” llegó a la conclusión opuesta". También recoge la opinión de la patrística, doctores y teólogos.
Cuando en la Constitución Ineffabilis Deus del 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX estableció el dogma de la Inmaculada Concepción, después de un proceso final de progreso teológico en la historia de la Iglesia sobre una verdad mariológica, se está afirmando en el 1854 d.C. que María fue preservada del pecado original, de forma verdadera e histórica, en el momento de su concepción, en el 15 a.C., y que para todo el futuro de la Iglesia, es decir, hasta el momento escatológico del fin del mundo, esto debe ser considerado como verdad divinamente revelada por siempre jamás.
Esto es diferente del mundo protestante, donde la homosexualidad y el sacerdocio femenino, por ejemplo, estaban prohibidos desde el siglo XVI, pero luego dejó de ser "pecado de infierno" en el siglo XXI por una simple votación.
Es decir, que el infierno protestante se va vaciando o llenando (más bien vaciando) según decidan unas elecciones y votaciones congresuales aquí en la Tierra... eso si no te separas y fundas una Comunidad con mandamientos propios. Bravo.
Hasta hoy limitome a comprar textos del magistério pontifício, instrucciones de los dicasterios romanos, escritos de los padres y doctores de la Iglesia, de los santos, y obras católicas clásicas; una u otra vez una obra muy cautelosamente escrutinada. Cuando, más raramente, me alejo de ese mi canon, es casi cierto que eché plata al basurero y, luego, papeles al fuego para que nadie se contamine.
Pero, el problema lo tenemos los católicos, tan tontos, buenos, ingenuos, como se quiera llamar; se lo ponemos fácil a personas como Vidal, claro que los hay mucho más amarillistas. Se lo ponemos fácil, en general, a todo el que quiera atacar, o burlarse de la Iglesia católica. Los de la Cope fueron tontos al fiarse de ese tipo evangélico; pero, no son los únicos que caen en ese error.
A ver si aprendemos los católicos, en general, a valorarnos más, y a no ponerlo tan fácil, a los enemigos de la Iglesia. Hay que ser más astutos.
----------------------
JM: Yo personalmente no creo que ese sea el problema.
Un saludo.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.