Respuesta a Alejandro Bermúdez: Cómo sí hacer apologética
Aunque mi último post lo había titulado: “Dios si castiga: conclusiones” he decido cambiarle el nombre y titularle: “Dios si castiga: primeras conclusiones” . La razón es obvia, y es que de aquí en adelante voy a seguir profundizando en el tema, principalmente para analizar la serie de podcast que Alejandro Bermúdez está publicando para responder a mis argumentos.
El podcast que analizaré ahora se titula “Como no hacer apologética” y puede escucharlo completo aquí:
Podcast: Como no hacer apologética – Alejandro Bermúdez
Nota: El lector puede ver que no tengo inconveniente alguno que se escuchen completas las argumentaciones de Alejandro. Lamento que la audiencia de Alejandro no pueda hacer lo mismo, ya que Alejandro no les indica donde puede leer las mías.
Entrando ahora a analizar su primera entrega, lo primero que se puede notar es que Alejandro no lo dedica a argumentar sobre el tema en cuestión, sino a hacer una introducción en la que analiza el método que yo he utilizado a lo largo de mis intervenciones. Pues bien, en esta ocasión voy a dedicar yo este, para precisamente fundamentar el método apologético que he venido utilizando.
Citas versus Razón teológica
No es casualidad que Alejandro empiece por aquí, ya que uno de los puntos fuertes de mi argumentación es precisamente que yo puedo fundamentarla con un centenar y seguramente muchos más textos de la Biblia, la Iglesia primitiva, los santos y padres de la Iglesia, el Magisterio, los Papas, manuales de teología, libros de espiritualidad e incluso hasta las revelaciones privadas aprobadas por la Iglesia, mientras que Alejandro no ha podido encontrar ni un solo texto magisterial que afirme lo que sostiene, ósea, que Dios no castiga. Y como no ha podido encontrarlo quita credibilidad a esta metodología de manera de eliminar una de mis cartas más fuertes, utilizando algunos recursos falaces que para algunos de los lectores que no tienen experiencia en debates pueden pasarles desapercibidos. Pues bien aquí vamos:
Es importante argumentar en base a la Biblia y al Magisterio de la Iglesia
Argumentar citando la Biblia y el Magisterio de la Iglesia no es un método incorrecto. Puede comprobarlo al investigar la forma en que han debatido los santos y padres de la Iglesia a lo largo de la historia cristiana. Algunos han citado tan profusamente la Sagrada Escritura, que se dice que si hubiésemos extraviado la Biblia entera, solamente con las citas presentes en sus escritos, podríamos recuperarla. Además también es importante citar al Magisterio que es el intérprete auténtico de la Revelación. Lamentablemente, y esto hay que reconocerlo, una gran parte del pueblo católico carece de los conocimientos bíblicos para argumentar de esa manera, y cuando se suele encontrar con un protestante con buen conocimiento bíblico que cita la Biblia de manera fluida, se siente apabullado y es hasta natural que cree cierta antipatía por quienes argumentan de esa manera.
El problema de los protestantes no es que argumenten utilizando la Biblia, sino que lo hagan rechazando la Sagrada Tradición y además el Magisterio, que es quien tiene la última palabra en la recta interpretación de la Revelación. Es cierto que por esta causa los protestantes terminan por hacer un mal uso de la citas bíblicas, pero también es cierto que el mal uso de ellas no descalifica de por sí su buen uso. Asociar una con la otra no es sino caer en el error que se conoce como la falacia de la falsa analogía. En este tipo de falacia se apoya una conclusión sobre la base de una similitud que parece evidente dejando de lado diferencias importantes, ocultándose el hecho de que esa comparación es incorrecta desde un punto de vista lógico.
A este respecto, cuando al dialogar con un amigo protestante él me llega argumentando con la Biblia, yo no rechazo sus textos con la excusa de que él está citando, sino que recurro a la misma Biblia que él ya acepta como palabra de Dios para mostrarle cómo ese texto interpretado en su contexto y en armonía con la totalidad de la Revelación se debe interpretar de otra manera.
Es importante también la razón teológica
Y es aquí donde Alejandro tiene razón y es importante también razonar teológicamente, pero sin caer en el error de la dialéctica de los contrarios, en donde se enfrentan extremos aparentemente contrapuestos, para optar por uno, rechazando el otro. No es el et-et, sino el aut-aut. No se trata pues de sólo citar sin razonar, pero tampoco de razonar prescindiendo de citar adecuadamente cuando sea necesario.
Y si se revisan detalladamente mis intervenciones, podrá comprobar que no es cierto que yo me haya limitado a citar textos sin reflexionar y razonar sobre ellos, y por eso reitero que estoy dispuesto con todo gusto a seguir haciéndolo a medida que avance en estas intervenciones. Pondré un ejemplo que todavía ha de estar fresco en la mente de las personas que han seguido este debate: Si recuerdan bien mi primera intervención, yo comencé citando a Benedicto XVI en un texto donde él afirmó con palabras textuales, que debido a que en el mundo ha habido cristianos incoherentes, Dios ha tenido que recurrir con frecuencia al castigo[1]. Alejandro respondió señalando que esa y otras citas estaban fuera de contexto porque allí el Papa se refería al Dios del Antiguo Testamento, que según su propia opinión si se había revelado como “castigador”. A esto yo me dispuse a razonar sobre el texto y le demostré que era su razonamiento teológico el que estaba equivocado, porque se hacía obvio que el Papa no se refería allí a personas del Antiguo Testamento, ya que estaba hablando de “cristianos” y de los “pueblos que habían recibido el anuncio del evangelio". Pregunto: ¿Quién ha sido allí quien aplicó la razón teológica a esos textos del Papa?
Muchos ejemplos más el lector podrá encontrar si repasa las intervenciones.
Cómo sí no se debe citar
Pero lo que sí es un método incorrecto de citar, y lo digo con todo respeto y fraternalmente, es el que utiliza Alejandro, tanto en sus primeras intervenciones como en las siguientes, en donde parafraseando atribuye y coloca en la boca de los Papas palabras textuales que nunca dijeron.
Pondré sólo dos ejemplos y dejaré el lector la tarea de encontrar más porque es básicamente el método de Alejandro utiliza. En su segundo podcast Alejandro sostuvo: “como dice el Papa Juan Pablo II, en Dives in misericordia, es decir, en Rico en misericordia, los pasajes en los cuales Dios castiga e incluso pone a prueba, no son comprensibles a la luz del Nuevo Testamento, eso es lo que dice, no son comprensibles.”. Un lector que no haya leído el documento, y seguramente será el caso de la mayoría ya que es bastante largo y excede las cincuenta páginas, no notará que realmente eso allí no lo “dice” el Papa, sino que es la “interpretación” personal de Alejandro. En su momento le indiqué que eso no sólo eso no es lo que dice allí el Papa, sino que en todo el documento ni siquiera aparece la palabra “castigo” ni una sola vez, ni para afirmar positivamente que Dios castigue, ni para negarlo. Con esto no quiero decir que me niegue de plano a aceptar que la idea pueda estar implícita en alguna parte, pero sí requiero que primero cite textualmente, y luego de allí proceda a interpretar y razonar, y no como ha hecho, a citar luego de haber “razonado” dejándonos con unas citas parafraseadas y adulteradas.
Un evento similar ocurrió ya no en su podcast sino en la propia página de Facebook de Alejandro, donde publicó un Ángelus del Papa Juan Pablo II donde supuestamente decía que Dios no castigaba. Como este era un documento más corto muchos de sus lectores si se animaron a leerlo y expresaron su perplejidad al no encontrar por ninguna parte lo que le atribuía Alejandro. Luego de esto comenzaron a pedirle que les explicara en qué parte Juan Pablo II decía eso. Entre algunos de esos comentarios decían:
Julio: “¿En qué parte del mensaje lo dice? No lo encuentro por ninguna parte.”
Claudia: “Julio, yo tengo el mismo estupor que vos. Dónde dice semejante cosa? Hacen decir al Santo Padre cosas que no ha dicho. Es terrible.”
Raúl: “Alejandro perdona en que parte dice que Dios no castiga??”
Sulding: “….Y en este Ángelus yo no veo que haga referencia al castigo.”
(Esta conversación se encuentra actualmente publicada en el facebook de Alejandro, por lo que el lector que desee puede leerla completa y en su contexto)
A esto Alejandro respondió a uno de ellos: “Si no la ves, entonces no tienes de qué dudar. Quédate con la posición de Arráiz. El que no lo ve no va a entender.” .
Pregunto yo: ¿A esto se llama aplicar la “razón teológica”? Y si revisan las respuestas que ha dado Alejandro en el twitter a objeciones similares verá que básicamente ha respondido de la misma manera. Por eso le reitero a Alejandro: con todo gusto estoy dispuesto a ir texto por texto, documento por documento y analizar el contexto de cada uno. Pero lo que no puedo aceptar como un argumento válido, es que afirme gratuitamente que el Papa dijo algo en un documento, y no pretenda demostrarlo utilizando la misma razón teológica que él reconoce como tan necesaria, y que luego, cuando yo sí le cito textualmente a los Papas afirmando lo que él niega, diga que el problema es que yo cito sin aplicar la razón teológica.
Qué no es razón teológica
Y aquí llegamos a otro punto muy importante, pues si bien es importante razonar teológicamente, eso no quiere decir que todo razonamiento teológico sea acertado. En el caso de los razonamientos de Alejandro sucede precisamente eso pues toda su argumentación sigue cayendo en el error de la dialéctica de los contrarios, al ver como excluyentes la misericordia divina y su justicia, de allí que seguramente en sus propias entregas, citará textos como la Dives in misericordia o el Catecismo de la Iglesia, que ponen de relieve el amor de Dios, y tratara de dar a entender que como por naturaleza Dios es pura misericordia, entonces eso de alguna manera demuestra que no castiga, y eso, aunque ya se explicado no pocas veces, que la misericordia de Dios no excluye su justicia ni viceversa. Pero como decía el Papa Benedicto XVI en su libro Luz del Mundo, esto es parte de la particular ofuscación del pensamiento que ha perdido la conciencia de que el castigo puede ser un acto de amor.
Por qué también es importante clarificar que se entiende por castigo
Alejandro también se queja de que yo he recurrido al diccionario de la Real Academia Española para clarificar el significado de la palabra “castigo” y lo ha entendido como una manera de cercarle y no permitirle capacidad de maniobra. La razón de haberlo hecho es que como seres humanos que somos no nos comunicamos por medio de las lenguas arcanas ni del pensamiento puro, sino que nos atenemos al lenguaje humano y tenemos que clarificar el significado de las palabras. Si yo digo que “Dios castiga” o él dice que “Dios no castiga” lo primero es aclarar que entiende cada uno por ello.
El problema es que a estas alturas Alejandro no lo ha explicado, lo único que ha dicho de manera muy general es que él entiende que el castigo crea una justicia conmutativa y asume que por eso Dios no puede castigar. Parte así de un presupuesto falso, porque si bien el castigo es la imposición de una pena a quien ha cometido una falta, no necesariamente se sigue que esta pena tenga que ser “conmutativa”. La justicia conmutativa, que es la que regula el recto orden entre un individuo y otro individuo, no se puede aplicar en sentido estricto a Dios, porque entre Creador y criatura no puede haber igualdad de relaciones. La criatura, a causa de su absoluta dependencia del Creador, no puede obligarle por si misma mediante una prestación suya a que Dios le corresponda con otra. Pero en el caso de Dios no se habla de que cuando castigue aplique una justicia conmutativa, sino una justicia distributiva, ya que él al proceder como juez equitativo corresponde recompensar el bien (justicia remunerativa) y castigar el mal (justicia vindicativa).
Pongamos más ejemplos tomados del Nuevo Testamento para comprender mejor cómo entender el castigo temporal como un acto de justicia correctiva y vindicativa. Cuando el ángel Gabriel se aparece a Zacarías para anunciarle que su anciana esposa quedaría en cinta de Juan el Bautista, él duda de sus palabras y le responde: “¿Qué garantía me das de eso? Pues yo soy anciano y mi mujer de edad avanzada” (Lucas 1,19), a lo que él ángel le responde: “Yo soy Gabriel, que sirvo a Dios en su presencia: me ha enviado a hablarte, a darte esta Buena Noticia. Pero mira, quedarás mudo y sin poder hablar hasta que eso se cumpla, por no haber creído mis palabras que se cumplirán a su debido tiempo.” (Lucas 1,19-20).
Analicemos este acontecimiento y apliquemos el razonamiento teológico como exige Alejandro: Zacarías comete una falta (duda del mensajero de Dios), y por medio del ángel Dios le impone una pena temporal (quedará mudo durante un tiempo). Este suceso del evangelio ejemplifica bien cómo el castigo temporal no necesariamente puede ser la consecuencia natural de una acción cometida (como lo sería la pena ontológica de un borracho que sufre cirrosis por beber alcohol en exceso). También ejemplifica bien como pude tener carácter correctivo y vindicativo a la vez. Obsérvese que efectivamente se trata de un castigo, porque se impone una pena a una falta. ¿Es también una corrección? Sí, nadie ha negado que el castigo temporal tenga un carácter medicinal, lo que negamos es que toda corrección sea un castigo. Y esto la Biblia lo dice bien claro y usa la palabra castigo de la misma forma en que lo hemos venido haciendo: “El Señor nos castiga como a hijos con el fin de que no seamos condenados junto con este mundo” (1 Corintios 11,32) “Porque el Señor al que ama, le castiga; y a cualquiera que recibe por hijo suyo, le azota y le prueba con adversidades.” (Hebreos 12,5). Por supuesto, para explicar esto la solución no es cambiarle el significado a la palabra castigo, para empecinarse en negar que Dios castigue.
Alejandro a estos textos y otros bien explícitos donde se dice que Dios castiga, alega que en ellos lo que se puede probar es que hay “alguna relación” entre Dios y el castigo, no más. Yo invito a revisar todos los textos suministrados, y comprobar específicamente que relación hay precisamente entre Dios y el castigo, mientras nos preparamos para seguir profundizando en esto más adelante.
Con esto finalizo de momento para no alargarlo mucho, en mis próximos post me dedicaré a analizar las siguientes respuestas de Alejandro. Dios les bendiga.
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Extractos del libro: ¿Dios castiga?: Un debate entre hermanos católicos para comprender mejor nuestra fe
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NOTAS
[1] Refresco la cita del Papa Benedicto XVI: “Si contemplamos la historia, nos vemos obligados a constatar a menudo la frialdad y la rebelión de cristianos incoherentes. Como consecuencia de esto, Dios, aun sin faltar jamás a su promesa de salvación, ha tenido que recurrir con frecuencia al castigo.”
(Homilía de S.S. Benedicto XVI, Inauguración de la XII Asamblea Ordinaria del Sínodo de Obispos, 5 de Octubre del 2008 )
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108 comentarios
Gracias José Miguel, muy aclaratoria y sustentada exposición.
Cierto que el argumento de razón es importante en Teología. Pero está al servicio de la verdad revelada. Además, quien no es teólogo profesional, o es consciente de sus límites, puede remitirse a la opinión de autores probados citándolos textualmente. Y lo cierto es que se puede afirmar que el sentir común de los teólogos serios –con Santo Tomás- es que Dios en su justicia vindicativa castiga con penas temporales los pecados de los hombres.
Dudo mucho de que A.B. pueda argumentar consistentemente en el ámbito de la razón teológica. Porque se nota que no maneja nociones metafísicas imprescindibles para poder comprender el tratado De Deo Uno. En la absoluta simplicidad divina, Justicia y Misericordia, se distinguen sólo con distinción de razón, no real. Es más, si considerásemos la Misericordia de Dios sólo con perspectiva humana -sin el uso de analogía, remoción y eminencia- también deberíamos decir que Dios no “misericordea”, pues nuestra misericordia es imperfecta, suele ir acompañada de sentimientos desordenados… y en Dios no hay lugar para sentimentalismos o sensiblerías.
Saludos.
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JM: Le aconsejo leer todas las intervenciones del tema antes de formarse una opinión. Incluso en este mismo tema puse un ejemplo bien claro de que el castigo temporal no se limita sólo a la consecuencia natural de nuestras acciones. Por favor lea que le hará bien.
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JM: He tenido que editarle una que otra palabra, por pasarse un poquito a la hora de decir la cosas.
* Bermúdez se ha equivocado teológicamente al defender la tesis de que Dios no castiga. Esa es una tesis no católica.
* Pero Bermúdez además ha faltado a la ética cuando ha recibido la respetuosa corrección fraterna de José Miguel y, en vez de acogerla como lo que es, se ha plantado como frente a un enemigo a derribar.
Tenía conceptuado a Bermúdez como a un brillante apologeta mediático. Mi concepto va a cambiar ahora, porque entiendo que su equivocada postura no es un simple error teológico (le puede pasar a cualquiera), sino que se trata de una claudicación ante el "mundo". Y me baso para sostener esta sospecha en dos ideas: una, es que el tópico del "Dios no castiga" es mundano al 100%. Otra, la injustificada arremedida "ad hominem". Porque si alguien trata a la propia tropa como enemigos, ¿no es que quizás ese alguien ya es un poco enemigo en la realidad?
Alejandro Bermúez el director de ACIprensa me bloqueó de su página del facebook por publicar este comentario.
Ustedes deben entender una cosa, la publicidad no tiene nada que ver con la verdad. Ser figura pública es una cosa, y decir la verdad es otra. La Verdad no es inherente a una "publicidad", eso sería caer en ún "argumentum ad baculum". El hecho de Alejandro Bermúdez sea persona pública y ...trabaje para ACIPrensa y para EWTN, no lo hace veraz e intachable. Durante años he venido viendo su trabajo, y últimamente ha hecho afirmaciones totalmente contrarias al Magisterio, cosas como por ejemplo:----EDITADO----- No me voy a detener en todos sus errores públicos, bien sean por ignorancia o bien por imprudencia, pues creo que ya eso lo han hecho otras personas, pero sí debemos entender y aceptar que Alejandro Bermúdez no es perfecto, es humano y se puede equivocar al igual que todos nosotros, pero sobre todo como Cristiano puede retractarse y corregirse públicamente. Nosotros como cristianos católicos tenemos el sumo deber de acudir siempre a las fuentes, es decir, las Sagradas Escrituras, los documentos Patrísticos, los escritos de los Santos, los documentos Conciliares, pues como nos enseña Santo Tomás de Aquino: "La Fe objetiva obliga a la subjetiva". Todos, todos estamos obligados a obedecer la Doctrina de Jesucristo como nos fue dada y no aceptar bajo ninguna circunstancia las "innovaciones modernistas de la teología", que muchos opinen y gocen de renombre en el mundo es una cosa, pero cumplir con la Doctrina como nos la dejó Jesús es en base a lo que seremos juzgados, todos, sin distinción alguna. De manera tal, mucho lamento decir que lo que dice Alejandro Bermúdez no es otra cosa que "su fe subjetiva", y si eso es lo que él cree y piensa pues está en su pleno derecho según el libre albedrío, pero no puede usar su investidura pública para anestesiar a vox populi a alguien que tenga una opinión contraria a la suya, porque Alejandro Bermúdez no es precisamente la Voz de la Iglesia, es simplemente un vocero como todos nosotros, la Voz de la Verdad es precisamente Dios mismo, El Evangelo Viviente, el Eterno Dios Uno y Trino. Nosotros todos debemos siempre tener presene qu así como hoy podemos ser luz del mundo y sal de la Tierra, mañana podemos ser apóstatas de la Fe, nadie, nadie nunca debe sentirse seguro en esta vida transitoria; sólo cuando logremos entrar por la puerta estrecha es cuando podemos cantar Victoria alabando a Dios cara a cara. Fíjense en la humildad de San Pablo al decirnos estas palabras en la Carta a los Gálatas 1,8 : "Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema!". Si el mismo San Pablo que es Apostol de Jesucristo supo incluirse en esta duda y presunción de querer predicar un evangelio disinto, pues con mayor razón no debe sentirse seguro en sus afirmaciones Alejandro Bermúdez. Mucho lo siento, pero es la verdad. José Miguel Arraiz dice la verdad no en perjucio público de Alenadro Bermúdez, sino por corregir una malinformación. Debemos entender que cuando se es figura pública y se tiene plataforma abierta para decir y enseñar, si hay algún error, pues se transladará evidentemne a los más sencillos, por eso me parece muy oportuno de parte del Señor Alejandro Bermúdez el retractarse y explicarse mejor, de lo contrario será causa de condenación suya y la de millones de bautizados. Todo por la Verdad, y nadie falsea a Cristo aun cuando sea figura pública o goce de investidura canónica y eclesiástica. Retráctese Sr. Bermúdez, de lo contrario en carne viva verá que Dios si castiga.
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JM: He tenido que editar nuevamente otro pedacito de su comentario donde hacía referencia a algunos puntos que no estaban relacionados con el tema del post, y que aunque son muy interesantes, tenemos por regla no salir del tema.
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Quisiera repetir esta frase de "M" porque está para el bronce. Especialmente cuando asistimos a reiterados intentos de muchos hoy en día, que pretenden hacernos creer que el Papa Francisco prioriza la misericordia por sobre la justicia de Dios.
A esos yo les preguntaría: Cuando el Papa hace mención -y vaya si lo hace- al Infierno, ¿no está acaso haciendo alusión inequívoca a la Justicia divina?
La realidad es como "M" bien señala: no hay Misericordia sin Justicia, así como no hay Justicia sin Misericordia.
Pero necesita ser entendida rectamente.
No es que Dios mande un castigo. Sino que el castigo es algo intrínseco a la culpa.
Por eso el castigo es obra del hombre, no de Dios. Dios se limita a manifestar la situación del hombre impenitente. Como el catedrático se limita a manifestar que el alumno no es apto. El catedrático no suspende, es el alumno el que se suspende a sí mismo al no estar bien preparado. Se supone que el catedrático obra con justicia.Dios permite el castigo, por necesario; pero no lo quiere. Lo mismo que no quiere el pecado .
Lo evidente es lo siguiente:
a) Dios quiere que todos los hombres se salven .
b) Para ello nos ayuda de mil maneras.
c) Pero respeta nuestra libertad, y el que quiere rechazar a Dios, puede hacerlo.
d) El que así lo hace, elige el infierno, en contra de lo que Dios hubiera querido: «Dios no quiere la muerte (eterna) del pecador, sino que se convierta y viva (para siempre)» .
e) El infierno es consecuencia del pecado.
15,3. El temor a Dios debe ser filial, no servil: más que miedo es respeto amoroso. El temor de hijo, que teme ofender, no amar lo suficiente. El que teme no amar bastante, es una forma superior de amor . Del libro para Salvarte 15. Igual dice que Dios castiga pero después aclara.
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JM: Ya Alejandro Bermúdez ha citado tambien al padre Jorge Loring en apoyo a su tesis. Yo no le he mencionado por varias razones:
1) No es relevante: Porque por más respetado que sea como sacerdote, su opinión no es magisterio.
2) No es relevante: Porque aunque también se podría citar en favor de la tesis contraria, ya que por ejemplo:
2.1)No niega que Dios pueda castigar en este vida pecados graves como la blasfemia: ejemplo de ello tenemos el mismo libro que cita donde agrega: "Dios castiga mucho la blasfemia. A veces, también en esta vida."
2.2) Contradice la tesis de Alejandro Bermúdez cuando este sostiene que Dios nunca hace nace nada contra quienes obran mal o incluso blasfeman. Sin embargo, él en su blog coloca varios ejemplos donde hace entender lo contrario: AQUI.
3) Además tampoco está con vida para clarificar lo dicho.
De cualquier modo, es un argumento falaz decir que "me lo he echado", porque entonces hay que responder si acaso la parte contraria se ha "echado" la Biblia, el Magisterio y la Tradición.
Un poco de seriedad por favor...
Saludos cordiales
Éste señor me hace sentir vergüenza ajena. No puedo, ni nadie debiera, apuntar a sus íntimos motivos que le hacen actuar con tan fea y ruda beligerancia para que así actúe. Yo sus motivos no lo sé. Eso sí, cualquiera con lo más mínimo de sentido común puede juzgar el error la soberbia y la garrafal falta de docencia. Él solito se va enterrando.
Y que no se olvide no es falta de caridad a estas alturas si le recuerdo que Dios en su misericordia le castigará tarde o temprano SI NO SE ARREPIENTE, (pues por seguro no lo hace por ignorancia). Y Dios nos proteja a él y a nosotros pecadores así como a los que por esta situación u otra le ponen en tan frágil pedestal.
José Miguel Arraiz, gracias por el servicio que a él y nosotros haces. Bendiciones.
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JM: Es que aquí he sido yo quien he citado el significado de la palabra castigo, según la Biblia, el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, el Magisterio y la Tradición.
Ahora, el asunto no es evaluar una situación hipotética donde el Papa contradiga que Dios no castiga, porque ya estamos en una situación no hipotética, donde varios Papas y recientemente han reiterado explícitamente que Dios sí castiga, así que lo que procede es que se haga usted la misma pregunta :)
Pero supongamos por un momento que el Papa actual dijese en un futuro no muy lejano que Dios no castiga, pues ¿no puedo utilizar el mismo método de Alejandro y argüir que aunque el Papa diga una cosa lo que quiso decir fue otra y eso lo podemos comprobar usando la razón teológica?
Si hoy tuviera que empezar a realizar esa labor en defensa de la fe católica, no me cabe la menor duda de que tomaría a José Miguel Arraiz como maestro. Que alguien, sea quien sea, tenga el valor de decir que José Miguel no sabe hacer apologética católica, es señal de que desconoce por completo en qué consiste semejante labor.
En relación a este debate sobre el castigo de Dios, él ha hecho exactamente aquello que todo buen católico, sea apologeta o no, debe hacer. A saber, citar la Escritura, la Tradición y el Magisterio. Además, nunca ha faltado al respeto a nadie.
Es por ello que como director de Infocatólica solo puedo agradecerle la labor que está haciendo y le animo a seguir adelante, en la certeza de que la verdad sobre la fe católica, que él defiende, prevalecerá.
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JM: Muchas gracias Luis F.
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JM: Y de cuando acá he usado yo sólo el diccionario? No le sirve además la Biblia:
"No rechaces, hijo mío, el castigo del Señor, no te enfades por su reprensión" Proverbios 3,11
"Quien ama a su hijo lo castiga con frecuencia para poder alegrarse más tarde" Eclesiático 30,1
"pues el Señor castiga a quien ama y azota a los hijos que reconoce" Hebreos 12,6
"Queridos, no os toméis la venganza, dad lugar al castigo de Dios; pues está escrito: Mía es la venganza, yo retribuiré, dice el Señor" Romanos 12,19
"¿Habéis olvidado la exhortación que os dirigen como a hijos? Hijo mío, no desdeñes el castigo del Señor ni te desanimes si te reprende" Hebreos 12,5
No le convence el diccionario, no le vale la Biblia, no le convence los Papas, no le convencen los escritos de los santos y padres de la Iglesia. No puedo hacer mucho la verdad.
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JM: Yo nunca he negado que el castigo puede tener carácter corretivo, pero una cosa es decir que el castigo puede ser correctivo, a decir que toda corrección es castigo. Castigo y corrección no son sinónimos. Puede verificarlo en el uso que le da el Diccionario. la Biblia y el Magisterio, pero le digo, si eso no le convence yo ya cumplí con explicarle.
Eso sí, en el original, inspirado por el Espíritu Santo, no se puede cambiar. Así que vosotros veréis.
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JM: Su razonamiento es tremendamente falaz. ¿Quiere decir usted que por que en ese texto se utiliza un hebraísmo que pretende por medio de una hipérbole dejar una enseñanza, lo mismo aplica para todos los textos donde se habla de que Dios castiga? ¿Es en serio? Mi amigo, no se trata de replicar cualquier cosa para salir del paso.
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JM: No es cierto que la palabra "castigo" haya cambiado su significado y menos que en la edad media significada lo que dice. Comprobarlo es tan simple como acudir a cualquier texto cristiano de la edad media. Por ejemplo, la obra de espiritualidad cristiana más importante y más leída después de la Biblia, que es Imitación de Cristo, de Tomas de Kempis, escrita precisamente en la edad media, utiliza la palabra castigo tal cual como la utiliza la Biblia y el Magisterio actualmente. Por ejemplo:
"Gracias te hago, Señor, por que no dejaste sin castigo mis males, mas me afligiste con azotes de amor, hiriéndome con dolores y angustias de dentro y de fuera. No hay quien me consuele debajo del cielo sino tú, Dios mío, Médico celestial de las ánimas, que hieres y sanas, y pones en graves tormentos, y sacas y libras de ellos. Sea tu corrección sobre mí, y tu castigo me enseñará"
"Vanidad es, pues, buscar riquezas perecederas y esperar en ellas. También es vanidad desear honras y ensalzarse vanamente. Vanidad es seguir el apetito de la carne y desear aquello por donde después te sea necesario ser castigado gravemente."
"Queremos que los otros sean castigados con rigor, y nosotros no queremos ser corregidos.
parécenos mal"
"En lo mismo que más peca el hombre será más gravemente castigado."
Y hay no pocas obras cristianas de la edad media que pueden ser verificadas a razón de un clic, por lo que no veo como su argumento pueda prosperar.
• «Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.» (Jn 3, 19-21).
Sin duda alguna «Apologética para el Mundo» por José Miguel Arraiz, es una obra que está hecha según Dios. Para bien de todas las almas.
El castigo por el pecado es por un lado, un mal físico, no moral, porque no es un pecado él mismo, y por otro lado es justo, y por tanto, bueno.
Bajo el primer aspecto es querido indirectamente por Dios, al querer directamente, bajo el segundo aspecto, el bien que es la justa pena por el pecado con el consiguiente restablecimiento del orden de la justicia.
Nunca es por tanto meramente "permitido" por Dios, porque no es un pecado, como ya se dijo, y es solamente el pecado aquello que Dios solo puede permitir sin querer ni causar de ningún modo.
Dios no es Espectador sino Juez, y el Juez juzga, absuelve y condena. Nosotros no tenemos autoridad sobre nosotros mismos ni para juzgarnos, ni para absolvernos, ni para condenarnos. "Ni yo me juzgo a mí mismo", dice San Pablo, "mi Juez es el Señor".
Saludos cordiales
"Y nadie duda que usted sea un gran apologista en lo absoluto"
Pues hay un gran problema, Alejandro Bermúdez no solo lo duda, sino que, muy suelto de huesos, ha afirmado que José Miguel e Infocatólica le hacen un enorme daño a la apologética en este punto en particular Y EN GENERAL. Escucha de nuevo su último audio y lo escucharás.
Claro no menciona nombres pero no hay que ser un genio para saber a quienes se refiere.
Y como dice Ricardo de Argentina: "Si alguien trata a la propia tropa como enemigos, ¿no es que quizás ese alguien ya es un poco enemigo en la realidad?"
Porque solo una persona PROFUNDAMENTE OBTUSA tendría la cara de palo (así lo decimos en Perú y Bermúdez lo entenderá cuando se lo cuenten) de afirmar tamaña estupidez, que al igual que su postura sobre Dios no Castiga, tiene sustento solo en su imaginación.
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JM: Es cuestión de mero sentido común darse cuenta de que si la palabra se utilizaba con el mismo sentido en el AT (6000 años antes de Cristo) a como se usa ahora (2000 años después), en la Edad media que es un período intermedio tuvo el mismo significado, pero como es capaz que ni esto le convence, le he dado un ejemplo tomado de la edad media, y precisamente el más representativo porque es el escrito de espiritualidad cristiana más influyente después de la Biblia. Hay muchas pero muchas maneras de verificar que la palabra "castigo" no fue ni ha sido sinónimo de enseñanza, pero si quiere investigar más le exhorto a hacerlo. Buscar la verdad siempre lleva a buen puerto.
"...Enseña la Sagrada Escritura [Rom. 13, 2-4.] que la autoridad humana, dentro de su competencia, no es—en el cumplimiento de la pena— sino la ejecutora de la divina justicia. Dei enim minister est, vindex in iram ei, qui malum agit.
Este elemento religioso de la ejecución de la pena encuentra su expresión y su realización en la persona del reo, en cuanto él se humilla bajo la mano de Dios que castiga sirviéndose de los hombres;..." (Pío XII).
¿Es claro que Dios castiga y no sólo corrige por medio de causas segundas? ¿Se entiende que la palabra "castigo" subraya el fin retributivo aunque no niega el medicinal, mientras que el término "corrección" enfatiza unilateralmente el aspecto medicinal pero oscurece el retributivo?
Saludos.
Y después de muchas páginas sigue sin estar muy claro con todas esas complicadas distintinciones: retributivos, conmutativos, remunerativos y distributivos y no se cuantos tipos de castigos más...
Si no soy capaz de explicar algo en lenguaje que entienda un chico de 9 años (que quiere amar a Dios y no quiere ser castigado) es que yo mismo no lo tengo claro. Y así me pasa con párrafos así...
""""" el castigo crea una justicia conmutativa y asume que por eso Dios no puede castigar. Parte así de un presupuesto falso, porque si bien el castigo es la imposición de una pena a quien ha cometido una falta, no necesariamente se sigue que esta pena tenga que ser “conmutativa”. La justicia conmutativa, que es la que regula el recto orden entre un individuo y otro individuo, no se puede aplicar en sentido estricto a Dios, porque entre Creador y criatura no puede haber igualdad de relaciones. La criatura, a causa de su absoluta dependencia del Creador, no puede obligarle por si misma mediante una prestación suya a que Dios le corresponda con otra. Pero en el caso de Dios no se habla de que cuando castigue aplique una justicia conmutativa, sino una justicia distributiva, ya que él al proceder como juez equitativo corresponde recompensar el bien (justicia remunerativa) y castigar el mal (justicia distributiva)."""
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JM: Si quiere una definición simple para un niño de ocho años basta que recurra al diccionario, pero realmente no creo que sea necesario. Cuando yo a mis hijas les digo que están castigadas, lo enienden a la mar de bien.
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JM: Yo entiendo perfectamente la cuestión semántica, el que no lo hace es usted que coloca un significado y no se percata que confirma mi punto. "Imponer una sanción" es precisamente la definición que le da el Diccionario, sólo que en vez de sanción utiliza "pena". Por supuesto, que en ambos idiomas se utilizan diversas acepciones para clarificar los matices con los que se puede utilizar dicha palabra. Precisamente por eso se utiliza como acepción "amonestar", "enmendar", que son los mismos que da el Diccionario de la RAE hoy día y en español y que cité en mi primer post:
castigo.
(De castigar).
1. m. Pena que se impone a quien ha cometido un delito o falta.
2. m. Enmienda, corrección de una obra o de un escrito.
3. m. Chile. Acción y efecto de castigar (‖ aminorar gastos).
4. m. ant. Reprensión, aviso, consejo, amonestación o corrección.
5. m. ant. Ejemplo, advertencia, enseñanza.
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JM: Desde el comienzo he dicho que el castigo puede tener un carácter tanto medicinal como vindicativo.
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JM: No es que haya un castigo "puro" y un castigo que no sea "puro", es que el castigo implica la imposición de una pena por haber cometido una falta. Otra cosa es ya si este castigo tiene carácter medicinal, punitivo, vindicativo, etc. etc.
Y mejor descanse por hoy que sólo redunda sobre lo mismo y la finalidad de la sección de comentarios no es que sea monopolizada por una sola persona, y para eso existe un límite de comentarios por día que rebasó hace mucho.
Y "M" le replica con precisión: "castigo" tiene una connotación retributiva: pagar por las culpas, mientras que "corrección" tiene una connotación medicinal.
Ni el castigo implica corrección, ni la corrección implica el castigo. Son conceptos independientes. En Dios los castigos están orientados a la corrección de los castigados en el tiempo de la Misericordia, de la Esperanza. Pero no es así cuando se acaba ese tiempo, entonces sobreviene el castigo sin esperanza. "Abandonad toda esperanza los que aquí entréis" puso el Dante a las puertas del Infierno.
Así como hay un Orden Natural, así también hay un Orden Sobrenatural, y el Infierno y sus castigos eternos forman parte de ese Orden. Creado por Dios, claro. Así que los malabarismos ideados para hacer creer que "Dios no castiga" no son más que sofismas bizantinos.
Así se entiende porqué los cristianos bendecimos a Dios cuando nos castiga en este mundo, durante el tiempo de su Misericordia.
Cuando se da fuera de la Biblia... [si es que se da]... ¿cómo sabemos que es un castigo, y que es de Dios?
No hay forma fiable de saberlo. Nadie tiene autoridad para decir "esto ha sido un castigo de Dios". Podría haber sido mil otras cosas:
- mala suerte
- cosas que pasan en un mundo caído y punto (como la torre que mató a unos galileos que no eran especialmente pecadores: "ni ellos pecaron ni sus padres")
- un drama o duelo cósmico (lo que le pasó al justo Job; sus amigos le decían "Dios te castiga" y no era cierto).
- no es un castigo, sino sólo una enseñanza de Dios, pero me duele y fastidia... ¿lo hago yo un castigo?
Y si no hay forma de saber si una desgracia o dolor viene de Dios -puesto que éste no se aparece tirando rayos, sino que aparentan ser "cosas que pasan"- ¿qué capacidad educativa tiene?
Si no sabemos si es de Dios, no es realmente educativo acerca de Dios o su plan para nosotros.
De hecho, es fácil sospechar que Dios ha puesto una esposa o un profesor en tu camino... y no tiene apenas peligros. Llegar a la conclusión de que los ha puesto como "castigo" para mí, sí los tiene, y es indemostrable.
Se quema mi casa por causa desconocida; no tengo seguro de incendios (aunque sí de muchas otras cosas).
¿Debo pensar que Dios me castiga por mi imprudencia o tacañería? ¿O por algunos pecados míos en general, vete a saber cuáles y de cuándo, que a mí me parecieron menores, quizá de hace 20 años? ¿O el apestado que pecó es alguien de mi familia? ¿Lo echo a suertes como la tripulación de Jonás?
Tanta incerteza es una malísima maestra: ¿es esto un "correctivo educativo" si nadie me ha dicho que lo era?
Pero Jesús previene contra esa actitud (ver castigos en las desgracias, como la torre que mató a los galileos) y también lo hace el Libro de Job (esos amigos que rastreaban "algo habrás hecho"... y se equivocaban).
Por lo tanto, salvo acto sobrenatural, NUNCA podemos -siendo prudentes, incluso 100% ortodoxos y admitiendo que Dios castiga en la Biblia- saber si castiga fuera de la Biblia, y cuándo, y cómo, y porqué, y si es "vindicativo" o "educativo", y como no sabemos ni si ha sido Dios... no nos resulta educativo [al menos, hasta que veamos todo el tapiz de la creación y el hilo de nuestra vida en el Más Allá.]
Así que hablar del castigo de Dios, fuera de la Biblia:
1) No es realmente educativo, ni útil para el hombre
2) Fácilmente se convierte en obsesión enfermiza o superstición o idolatría (temerariamente hacer "de Dios" cosas que no lo son, y guiarnos por ellas)
3) Crea una cultura "del látigo" que encanta a los impíos que no creen en Dios, a quienes les encanta presentarlo como un loco arbitrario con látigo, hasta convertirlo en un personaje odioso... todo lo contrario de lo que Cristo pretende.
No es tan fácil dejar de creer en Dios, como han constatado muchos que querían ser ateos... al Demonio le resulta mucho más fácil conseguir que creas que Dios es, de alguna manera, un sádico con látigo, y que todo lo que haces y eres es pecado, que eres basura, mereces lo que te pasa, etc, etc...
Por todo esto, aunque sea muy ortodoxo señalar tal pasaje y decir "ves, aquí Dios castiga porque lo dice la Biblia", fuera de la Biblia no tiene apenas ninguna utilidad, y sí muchos peligros hablar de los "castigos de Dios". ¡¡No hay forma de saber si es castigo y si es de Dios!
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JM: Admite que Dios castiga en la Biblia, tanto en el AT como en el NT, pero no admite que pueda castigar fuera de ella, porque no hay certeza para identificar cuando algo es un castigo divino. Repito lo que ya expliqué sobre esto en las entregas anteriores, y es que de una cosa no se sigue la otra, esto es: que no se pueda saber salvo por una particular revelación, si determinado sufrimiento es producto de un castigo divino (pena jurídica) o de la consecuencia natural por el propio pecado (pena ontológica), el de otros, o una mera cuestión accidental, no quiere decir que Dios tenga que actuar distinto a como se le ve actuando en la Escritura. No hay que olvidar, que cuando muchas de las personas de las que menciona la Biblia fueron castigadas, no todas contaban con esa especial revelación que les pudiera indicar el motivo de su castigo, pero aún así lo fueron.
En los siguientes puntos que objeta comete varios errores:
1) No es cierto que el castigo divino no sea educativo ni útil para el hombre, más bien por la Escritura sabemos lo contrario: "Castigando la culpa educas al hombre, y roes como polilla sus tesoros. El hombre no es más que un soplo." (Salmo 39,12)
2) No es cierto que el saber que Dios castiga crea una cultura enfermiza e idolátrica. En todas las obras de espiritualidad los santos siempre han anhelado ser castigados por el Señor cuando lo han necesitado, porque lo han entendido como un acto de amor: "Si a los enemigos de tus hijos, reos de muerte, los castigaste con tanto miramiento e indulgencia, dándoles tiempo y ocasión de arrepentirse de sus culpas" (Sabiduría 12,20)
3) No es cierto que cree una cultura "del látigo", porque si bien los cristianos sabemos que Dios puede castigar, también seguimos al Señor no por miedo al castigo sino por amor: "No hay temor en el amor; sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo" (1 Juan 4,18)
Si quien recibe una pena temporal no se quiere corregir, es decir, si rechaza voluntariamente cambiar de vida, la imposición de la sanción carecería de sentido. No carecería de sentido, en cambio, si la pena temporal tuviera como finalidad principal restaurar el orden violado por la falta, y además, como fin secundario, la corrección del culpable.
No es sólo un problema semántico. Es teológico. Dios conoce desde su eternidad si el hombre se va a corregir, o no, cuando castiga; y si no se corrige, el castigo tiene sentido en el orden de la Providencia, como manifestación de la Justicia divina, a pesar del rechazo humano a la Misericordia.
Algo análogo, no idénitico, sucede con la pena impuesta a un homicida. Se le impone la pena para reestablecer el desorden del delito. Si la cárcel le sirve al criminal para arrepentirse, ¡Deo gratias! Pero si no se quiere arrepentir, la pena impuesta sigue siendo legítima, para manifestar a la sociedad que el orden violado por el crimen ha sido de alguna manera compensado y restaurado con el castigo.
Saludos.
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JM: Estimado Edgar, tu comentario me da ocasión para puntualizar varias cosas:
1) Aquellos que trabajamos en el ministerio apologético tenemos claro que estos debates no sólo no hay que eludirlos, sino que inclusive son necesarios, porque precisamente en este tipo de controversias es donde se aclaran muchas cosas. Todos los santos padres pensaron igual y cuando se encontraron con ideas que consideraban erróneas, no les faltaba energía para combatirlas ni rehuyeron el debate.
2) Recuerda además que no tienes derecho a juzgar injustamente la forma en que hacemos las cosas, diciendo que no es la "más cristiana". En lo que a mi respuesta, me he limitado a fundamentar mi posición con respeto, así que no permito que se me acuse de algo que no he hecho. Por tanto te digo, si no entiendes la necesidad de estos debates, por lo menos no los enturbies juzgando las intenciones o la forma en que los conducimos.
Un cristiano que vive una vida de gracia santificante en el Espiritu, anhelando la virtud para conformarse a Cristo,de ningun modo entiende el castigo de Dios como lo entiende el hombre natural,sujeto al egoismo,que esta deseando ver a Dios como un tirano lleno de bajas pasiones humanas,para poder seguir viviendo como hijo de la justificacion,de la excusa,de la irresponsabilidad y del libertinaje.El cristiano puede reconocer que todo lo que hace Dios en su vida es bueno y es justo y cuando no lo puede ver con claridad en un principio,sabe que puede confiar totalmente en EL y que si EL lo estima conveniente,se lo acabara dando a entender.Un cristiano con vida interior,puede reconocer muy bien la mano de Dios en su vida en diferentes momentos y circunstancias y de hecho,Dios se lo comunica al alma mediante mociones infusas,con toda certeza(espiritual).
Creo que lo dije una vez,la palabra castigo y la palabra sumision,no se entienden en el mundo sujeto al pecado,ni en parte del cristiano(quizas porque siga sujeto),por una sencilla razon; el orgullo y la humidad son antagonistas,excluyentes,opuestos,adversarios y no pueden ocupar el mismo espacio.
El orgullo no soporta el castigo,porque no reconoce ni lo bueno ni lo justo.Y no lo puede ver porque lo que es mejor y lo mas justo para el hombre en el que vive,es que muera el.
La Paz de Cristo.
JM: Y lo mismo que le acabo de decir a Edgar se lo digo usted, y no aceptaré más comentarios en ese sentido que no sirvan para contribuir al tema. Lo lamento.
Si ante una desgracia no oramos y le buscamos el diálogo con Dios, nunca llegaremos a encontrar esa posible relación entre castigo y corrección de nuestros pecados. Si nos equivocamos, cosa que dudo en un buen proceder, NO nos hace ningún daño atribuir las calamidades de la vida, a un castigo por ser pecadores. Nos hace bien canalizarlo de esa manera y pensar-saber que se pueden aplicar a nuestra justificación(Justicia) eterna.
Hasta humanamente nos sirve esta postura, aunque nunca podamos confirmarla en este mundo, pero si podamos ofrecerla por nuestros pecados o por los de otros, para la Salvación.
me ha parecido extraordinaria la manera como algunas mujeres en sus comentarios, aplican la Lógica, aquí en IC. No me parece común que diversas mujeres sean tan 'racionales'. Pero resulta ser que son varias las que se agrupan en IC.
Ahora me extiendo manifestando que la Apologética de Miguel, es magníficamente racional y contundente. Casi no deja posibilidad de rebate y hay o yo también, de repente nos dejamos llevar por actitudes más bien femeninas de sentimentalismos, que no caben en estos razonamientos.
El hecho de decir que falta Caridad en algunos razonamientos, suena a sentimental. NO veo que Miguel haya tenido ninguna mala actitud ante su oponente en ningún momento. Corríjame alguien si me equivoco.
En alguna ocasión, LF puntualizó algo que yo no hice, y no me gustó, pero no quiere decir que el no tuviera razón, sino que al puntualizar enfáticamente mi omisión, cerró camino a una posible 'puerta abierta' que yo había dejado y él la percibió. Una cosa es 'no me gusta' y otra 'me falta al respeto y caridad cristianas'. Son cosas muy diferentes, aunque instantáneamente nos parezca que no.
Sigan siendo 'Faro de Luz' para los que queremos seguir al Señor, a pesar de todos los obstáculos que pueda haber, y de nuestras caídas(estas son íntimas y solo Dios o sus sacerdotes, tienen derecho a saber).
"Debes tenerlos, sin duda" (11 de mayo a la(s) 17:46) Luego publiqué
"5 Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos: "Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, y cuando te reprenda, no te desalientes.
6 Porque el Señor corrige al que ama y castiga a todo aquel que recibe por hijo".
7 Si ustedes tienen que sufrir es para su corrección; porque Dios los trata como a hijos, y ¿hay algún hijo que no sea corregido por su padre?
8 Si Dios no los corrigiera, como lo hace con todos, ustedes serían bastardos y no hijos.
9 Después de todo, nuestros padres carnales nos corregían, y no por eso dejábamos de respetarlos. Con mayor razón, entonces, debemos someternos al Padre de nuestro espíritu, para poseer la Vida.
10 Porque nuestros padres sólo nos corrigen por un breve tiempo y de acuerdo con su criterio. Dios, en cambio, nos corrige para nuestro bien, a fin de comunicarnos su santidad.
11 Es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; pero más tarde, produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados por ella" Heb, 12,6
No hubo respuesta. Mala cosa.
lo que veo esta sucediendo es que se polarice a los católicos que siguen a ambos
Digo:
Los católicos deben seguir la verdad, la diga quien la diga. Y en este debate, está muy claro quien cita la Escritura, la Tradición y el Magisterio de forma profusa y quién hace otra cosa.
Dices:
Sería mucho mejor que un tercero con autoridad en la Iglesia, llámese un sacerdote, un obispo, en su defecto otro apologeta que ambos seleccionen.
Digo:
Ya hay obispos que están pendientes de lo que está ocurriendo, pero dudo mucho que vayan a manifestarse públicamente. No están para estas cosas.
1)¿ Es un castigo el aborto?
2)¿ Dios castiga a los seres humanos con el aborto espontáneo?
3)¿Los seres humanos castigan a otros seres humanos con el aborto provocado?
4)¿Dios castiga a los seres humanos (con el aborto espontáneo) porque éllos, previamente, han castigado a ótros seres humamos (con el aborto provocado).
En el momento de la concepción Dios crea el alma singular del ser humano. (...O bien Dios ya la creó en el sexto día de la creación considerando que estemos ya en el séptimo día y por tanto Dios: descansa). El alma singular quedará envuelta de pensamientos y sentimientos (incluso tendencias), también de vitalidad y se irá formando un cuerpo cada vez más completo hasta el parto.
He manifestado en varias ocasiones que estoy en contra del aborto por dos motivos (y no sólo uno):
1)Porque es un pecado mortal que atenta contra el quinto Mandamiento.
2)Porque origina una causa que puede provocar un efecto muy similar con su correspondiente sufrimiento.
Lo importante es crecer en Sabiduría y en Amor y hace falta aprender, obrar y Amar. Para ello o seguimos los consejos de Dios o, desde la libertad, estamos expuestos a los sufrimientos. Es decir, que aprenderemos bien mediante el discernimiento o bien mediante el sufrimiento y éste puede ser incluso eterno si negamos a Dios. Ayudar a los demás significa Amar. Si Dios brilla en nuestro corazón, resplandecerá ante la mirada de los demás y quizás podamos a ayudar a acercarLo más a los demás.
Debemos pues intentarlo por nosotros mismos y también por Amor a Dios y a los demás y para ello contamos con el Gran Ejemplo de Jesús, de la Sagrada Familia y de todos los santos.
Ánimo y un abrazo.
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JM: A la pregunta que propone reflexionar, sobre si el aborto puede ser un castigo de Dios, hay que responder enfáticamente que no.
Como explican los teólogos (véase por ejemplo Ott, Teología dogmática), el mal físico (dolor, la enfermedad, la muerte) no la pretende Dios perse, es decir, por afecto al mal en cuanto a fin, pero si puede pretenderlas per accidens, es decir, permitirlas como medios para conseguir un fin superior de orden físico (por ejemplo, para la conservación de una vida superior) o de orden moral (para el castigo o purificación moral).
Pero el mal moral, es decir, el pecado, que es esencialmente una negación de Dios, no lo puede querer Dios ni perse, ni per accidens, osea, ni como fin ni como medio. El aborto provocado es un pecado gravísimo que no puede querer Dios en ningún modo.
Alejandro Bermúdez no solo ha citado mal a San JPII al ponerle palabras en la boca no dichas. En su twitter hace lo mismo cuando escribió:
Teólogo Inos Biffi en diario VATICANO @oss_romano hereje xq dice q DIOS NO CASTIGA?
http://www.parrocchiacolombella.it/articoli-rassegna-stampa/2253-liberta-e-dramma-del-perdono
La página donde escribe este teólogo está en italiano, pero sostiene lo contrario a la tesis de Bermúdez, que traducido dice:
“Si es apropiado hablar de un castigo de Dios, es impropio atribuir a él los mismos sentimientos que nos motivan, cuando nos está castigando. Tales sentimientos sólo Dios los conoce. Nunca debemos olvidar lo que Santo Tomás escribe: "Cuanto más sepamos lo que Dios no es, eso no es lo que es" (Summa Theologiae, I, 3, Introducción).
¿Dios castiga a los pecadores en el tiempo? ¿Los castiga también a lo largo del curso de la historia? Si y cuando esto sucede, Él lo sabe: en cualquier caso, la intención de la pena y el castigo sólo puede ser el de arrepentimiento: en efecto, "Dios no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva" (Ezequiel , 33, 11). Lo que, sin embargo, se debe definir el castigo de lo que está bien y que está castigado sólo es conocida por el Juez crucificado. En este sentido cada nuestro juicio está fuera de lugar y absolutamente temerario y presuntuoso.
Si usted predica el Evangelio, debemos predicar la justicia divina, llame a la supervisión, así como alimentar el temor al juicio; Sin embargo, recordando que fuimos creados y predestinados desde la eternidad por un Dios misericordioso, que le gusta el banquete celestial, cuando se trata de celebrar la conversión de un pecador.”
Ver Números 22 y ss
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JM: gracias Daniel.
2.Sobre la traducción de Biffi.
"Che cosa, comunque, debba essere definito castigo, quale ne sia la ragione e chi sia castigato è noto esclusivamente al Giudice crocifisso.Al riguardo ogni nostro giudizio è fuori posto e assolutamente avventato e presuntuoso."
Yo traduciría así:
Qué cosa, no obstante, deba ser definida como castigo, cuál sea la razón [del castigo] y quién sea [el] castigado, es conocido exclusivamente por parte del Juez crucificado. En relación a todo juicio nuestro [o de nuestra parte], está fuera de lugar y es absolutamente imprudente y presuntuoso.
Saludos.
A la corrección fraternal de José Miguel, por la que debería darle gracias a Dios y a José Miguel, para sacarlo del error doctrinal en que estaba, acepte también otra por su falta de humildad, ya que esto es ya es el ego que no le deja aceptar que el tema está Clark.
¿Acaso A.B. pretende reeditar el marcionismo, expurgando el N.T. de los numerosos pasajes en los que Dios castiga a los pecadores? ¿Cristo fue "cruel" al expulsar a los mercaderes del templo látigo en mano? Houston, tenemos un problema...
Saludos.
Por otra parte si vemos a Dios como un Padre. Podemos entender que el castigo forma parte de su amor, de forma contraria un padre que no corrige o no castiga de forma oportuna a un hijo es un mal padre, un alcahueta o un esclavo sentimental a merced del chantaje de su "amado". Tal vez por eso muchos andan por hay haciendo el mal y diciendo que Dios no castiga ya que el es puro "amor".
Es lamentable la verborrea de Alejandro Bermúdez, que en mucha ocasiones usa la descalificación de quien difiere de su pensar como defensa comunicacional.
Si tomamos la interpretacion de Bermudez en que realmente X Papa escribio que Dios no castiga, como verdad, inmediatamente nos damos cuenta que Bermudez y quien sea que haya dicho eso, incluso si baja un angel del cielo y lo dice, estan equivocados:
Separar a Dios en como se mostro en el viejo testamento, diferenciarlo y dejarlo lejano, obsoleto, por Cristo, es un gravisimo error.
Por que ?
En Dios no hay contradiccion, en el pasado (AT) no "fue de una manera" para luego hacerse ""mas bueno"" y "ser diferente", eso es una terrible catarata de mentiras.
Y por que no?
Facil, Dios es perfecto desde siempre. Se mostro perfectamente en Sodoma y Gomorra, se mostro perfectamente en el Evangelio, cuando camino entre nosotros, todo es obra de Dios, perfecto e inmutable. Dios no cambia de parecer y dice:
"Pucha, me enoje demasiado y se me fue la mano en lo de Sodoma y Gomorra, mejor entonces seamos un rato de "amor y paz" " ... esto parece una interpretacion hippie del 70 de un dios que no es el nuestro y si no es el nuestro, viene del maligno.
Citando al Padre Santiago Martin:
"Dios es amor, si, pero primero no nos ha enseñado que es amor (Refiriendose al AT), nos ha enseñado que es el todopoderoso, que es el Señor, que es Juez.
[...]
Cuando olvidamos que Dios es juez, empezamos a considerar que Dios es siervo.
[...]
Una interpretacion demagogica, perniciosa, dañina, malvada, aunque sea con buena intencion del concepto de misericordia, es porque esto se ha olvidado."
Mis cinco centavos.
".....permitirlas como medios para conseguir un fin superior ........o de orden moral (para el castigo o purificación moral)".
Luego sí que es un castigo el aborto espontáneo, para el alma abortada que debe aprender que: no poder nacer es un sufrimiento y ...." a quien a hierro mata a hierro termina".
¿Qué sentido tiene el aborto espontáneo? ¿Si Dios crea el alma "en el momento de la concepción" si sabe que no va a nacer? ...Además hay que añadir que no habrá Bautismo y que muchos abortos espontáneos se producen y un buen porcentaje ni siquiera se detectan?
"En cuanto a los niños muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, .......,nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo" (CIC 1261)
¿Con ello no se está contemplando otra posibilidad....un camino de salvación?
¿O seguimos con el limbo medio abierto o medio cerrado?
¿En cualquier caso es un castigo de Dios el limbo?
Mucho hay que reflexionar. Pero lo principal es que Dios es Amor. Infinita Sabiduría, Ecuanimidad y Justicia y con esta óptica enfocamos bien todo. Nunca debemos darle al castigo un carácter negativo porque entonces cruzamos la línea del BIEN y nos situamos en el mal. El castigo es necesario y por ello es necesario aplicarlo para el BIEN. Sin embargo, si se aplica para el mal el que castiga peca y no aplica un castigo justo sino un acto de ira y peca.
Dios nunca peca, los hombres sí que pecamos.
Hay mucho que reflexionar y meditar.
Gracias José Miguel por abrirnos, con este tema, a la reflexión. Las palabras nos pueden confundir pero el ESPÍRITU DE DIOS: ¡No!. Debemos intentar captar el ESPÍRITU de lo que decimos más que la exactitud de las palabras con que transmitimos. Debemos Amar de Verdad y hacer siempre el BIEN y debemos ser humildes:
" quien a Dios tiene nada le falta"
Ánimo y un abrazo.
Papa Francisco - Confrontándonos, discutiendo y rezando se resuelven los problemas en la Iglesia
Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE, dice el Señor.
Para mí Dios no castiga...
LF:
¿Te imaginas que yo digo que para mí la fe católica es lo que yo creo... no lo que me demuestran con la Escritura, la Tradición y el Magisterio?
En serio, amigos y hermanos en la fe, esto es más serio de lo que parece. ¿En qué creemos? ¿en lo que nos da la gana o en lo que la Iglesia enseña?
Pablo VI señala en la "Lumen Ecclesiae":
"Es la primera vez que un concilio ecuménico recomienda a un teólogo, y éste es Santo Tomás".
San Juan Pablo II, Discurso del 28 de Setiembre de 1991 al III Congreso de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino sobre el tema "Ética y sociedad contemporánea".
"Ya sabéis que el Concilio Vaticano II se refirió a Tomás como guía segura para el trabajo en la teología dogmática (Optatam Totius, 16). Pero su mérito no es menor en el campo de la teología moral. En efecto, en la Summa Theologiae el tratado de la moral ocupa un lugar central. Con esa obra él dio comienzo a una nueva era en la teología moral, puesto que logró incorporar el pensamiento ético clásico a una nueva antropología cristiana y logró inculturar la moral en una visión teológica. Este gran servicio a la moral aún no ha sido valorado suficientemente."
Así que tú haz lo que te apetezca, pero los católicos debemos hacer caso al Concilio y los Papas, y tomar a Santo Tomás como guía segura.
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JM: La verdad todavía no se, porque tengo dificultades en hacer un epub de calidad. Pero la versión para Kindle que distribuye Amazon.com del libro puede ser leída perfectamente en dispositivos android (de hecho, así lo leo yo en mi celular) y en mi tabla.
Cuando uno, ya ilustrado por decenas de textos Magisteriales y bíblicos de completa claridad, se empecina pertinazmente en negar ese Magisterio, claro que se le puede llamar hereje.
Es más, hay obligación de hacérselo notar y denunciar para a otros pequeñines del error.
Alejandro está proclamando y enseñando la herejía.
Nos muestra a un Dios cruel y arbitrario, que permite el horror y el daño sin justicia alguna.
Así de simple.
"La justicia es intrínseca a la Caridad". libertatis Constientia. Ratzinger. CDF
Hasta que no se entienda eso, seguiremos conviviendo con esta herejía actual del Dios cruel ajeno al sufrimiento humano, o por debajo de él, impotente, que solo lo acompaña pero no posee soberanía alguna.
A Dios la Creación se le ha debido de escapar de las manos. ...
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JM: No nos pongamos por favor a acusar a nadie de herejía. Yo he hecho esa acusación ni pretendo tomar ese juicio en mis manos.
Ratzinger:Una conversación con Peter Seewald:
P. 89 ¿qué significa realmente castigo en el lenguaje divino? ¿Es algo que se le impone a alguien por hacer su propia voluntad?
No, el castigo es la situación en la que entra ser humano cuando se aleja de su auténtica esencia.
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JM: Efectívamente y sobre esto profundizaré en mis próximos post sin caer en el error de la dialéctica de los contrarios. No es Dios quien arbitrariamente castiga sin que haya ningún acto libre del hombre para merecerlo, sino que es el hombre quien lo provoca. El castigo de Dios es pues un acto de justicia distributiva vindicativa.
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Que el orgullo y la. soberbia matan.
Espero pueda responder a mis dudas.
Saludos cordiales
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JM: Se confunde por no tomarse el tiempo de leer todas las intervenciones que aclaran esta duda. No decimos que todo mal presente en el mundo ha de atribuirse al castigo de Dios. En el caso de Job está muy claro, a él Dios no le castiga, a diferencia de otros casos que se han mencionado.
"para Jesús es una blasfemia pensar que la discapacidad o la enfermedad es un castigo de Dios."
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JM: Ante todo, cito lo que escribí en mi primera entrega, para que entre con contexto porque pareciera que no lo ha leído:
"Que Dios castigue es una cosa, y otra muy distinta, asumir que las enfermedades, los desastres naturales, o los accidentes sean castigo de Dios. Una cosa no implica necesariamente la otra, aunque Dios pueda recurrir a alguno de esos acontecimientos para castigar en determinada circunstancia si su voluntad así lo determina. En el evangelio por ejemplo, a Jesús le preguntan sobre si la ceguera de una persona era un castigo del pecado de él o sus padres, y Jesús responde que de ninguno: “Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos: «Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?» Respondió Jesús: «Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios” (Juan 9,1-3). En otro texto sin embargo, se ve que la enfermedad que llevó a Herodes a la muerte si fue un castigo por su pecado (Hechos 12,21-23). Simplemente no creo que sino es por una especial revelación, se pueda saber si determinada enfermedad es castigo de Dios o simplemente un hecho de otra naturaleza."
Y es efectivamente lo que dice allí el Papa cuando se dirige a personas discapacitadas. Hay que evitar caer en el error de los fariseos de acusar a todo el que esté enfermo cómo que lo está porque es pecador, lo cual es un error gravísimo y una injusticia por basarse en una presunción temeraria, y es precisamente lo que Dios cuestiona a los amigos de Job que interpretaron que sus desgracias eran producto de su pecado. Pero eso es una cosa, como dije al principio, y otra negar que Dios pueda castigar.
Yo soy católico y soy de Mazatlán Sinaloa, estudié dos años en un instituto de teología y llevo 6 años como miembro del Movimiento Misionero "Apóstoles de la Palabra"(Pertenezco al departamento de los "Promotores y Defensores de la Fe"). Aquí es donde he estudiado esta rama de la teología: "La materia de Apologética"
Sobre el tema de que si Dios castiga o no, es una respuesta muy sencilla.
Todos sabemos que existen muchos pasajes en la Biblia tanto como en el A.T Y N.T. que dice literalmente que Dios castiga, tanto como lo han dicho algunos santos, el magisterio y algunos Papas.
La expresión "Dios castiga" no se debe interpretar como lo entendemos en nuestra cultura latina. Esta expresión viene especialmente de la cultura hebrea (judaisante), que son ellos la fuente y los que hacen resaltar más esta expresión en los escritos sagrados "Un Dios que castiga como un Padre". Recordemos lo que nos narra el Génesis, que Dios puso dos caminos uno que lleva al bien y otro que lleva al mal, y les dijo: puden comer de todos los arboles del jardín, menos del arbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que coman de él, moriran. Y nos dio libertad, para qué? para poner aprueba a su creación, para saber que tanto el ser humano ama a Dios y así establece un plan de salvación para la humanidad.
De por sí, ya Dios ha puesto, ha establecido, el fuego del mal y el agua de salvación (esto un ejemplo). Esas dos cosas ya estan establecidas desde un principio JUNTO CON SUS CONSECUENCIAS, CADA CAMINO O CADA ARBOL. El hombre decide hacia donde va; hacia el bien o hacia el mal, (hacia el fuego o el agua)
Dios nos hizo libres, entonces cuando uno peca, no es Dios quien literalmente va a castigar al hombre de una manera como lo entendemos en nuestra cultura latina, todo esto se interpreta desde la perspectiva de quien escribió e hizo resaltar la expresión "Dios castiga" en las santas escrituras, y claro, los santos, el magisterio y los Papas que han mencionado literalmente esto.. pues también se han basado en esta fuente. Porque de por sí Dios ya estableció o puso dos cosas donde el hombre pude decidir hacia donde dirigirse. Si el hombre peca, es decir, si dirige al fuego, se quema y OBTIENE SUS CONSECUENCIAS; cuando el hombre obedece a Dios, es decir se dirige a el agua, OBTIENE SUS CONSECUENCIAS de bienestar, paz y salvación.
Entonces, la expresión "Dios castiga" signifíca que, Él, aprovecha las consecuencias cuando nosotros tocamos el fuego, para allí, corregirnos y reprendernos, aprovechando las consecuencias de nuestros actos. Nos toca y nos hace reflexionar mediante el sufrimiento de las consecuencias que nosotros mismos obtuvimos por nuestro camino decidido, y lo hace porque nos ama (Ap 3,19).
Gracias! Bendiciones!
En Cristo y Maria
Hno Jesús MAP.
¡Hasta qué punto lamentable de pobreza formativa han llegado católicos en principio bien formados para llegar a afirmar un disparaté tal como que Dios no nos castiga! Me parece realmente sorprendente. Felicito a José Miguel Arráiz por su evidente buena formación y por su amor y respeto a la Biblia, la Tradición y el Magisterio. Además todo ello en un tono de gran respeto hacia Alejandro Bermúdez a quien pierde su falta de humildad.
Ut in omnibus glorificetur Deus.
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Paola, ¿No te das cuenta del horror de dios que anuncias así?
- Es un dios que, sin causa que lo motive (sea el pecado original o posterior), permite el horror y el dolor en sus hijos. ¿Quién haría semejante crueldad? ("Hijo mio, te voy a infectar de SIDA porque sí, para que tengas una prueba" )
- O peor aún, es un dios sujeto a unos horrores que deben existir antecediendo al mismo Dios! Ese "dios" no es ya omnipotente, no es su voluntad la que se hace, sino que es un engendro de dios, sujeto a cosas por encima de él mismo.
Eso exactamente es lo que se dice al afirmar sentimentaloidemente que "Dios no castiga".
Quizás lo que suceda no sea tanto que están mal formados, sino peor, de-formados por la influencia del “mundo”.
Porque el “mundo” rechaza la idea de “castigo” en su correcta acepción de retribución por la culpa cometida. Y la rechaza porque ello implica la existencia de un ORDEN, tanto sea un orden natural como un orden sobrenatural. Ambos órdenes son tajantemente rechazados por el “mundo”, el cual no acepta su existencia porque esos órdenes, creados directamente por Dios, comprometen la aberrante concepción de “libertad” que promueve el omnipresente liberalismo.
¿Serían tan amables de aceptar la opinión de un Teólogo de alto nivel que humildemente ambos acepten su opinión?.
Que tal José Antonio Sayes por ejemplo
Sigan debatiendo, esto no es una guerra, es una búsqueda de Dios desde nuestra pequeñez.
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JM: Me parece muy bien la forma en que entiende el beneficio de este tipo de debates.
Sería excelente que más teólogos de alto nivel participaran, aunque ya en la sección de comentarios lo ha hecho, y alguien que es un teólogo de nivel altísimo, al punto de que en comparación con él somos pesos plumas.. Me refiero al padre José María Iraburu, más de 30 años de una prestigiosa trayectoria como doctor teología no es cosa pequeña.
Y ya saben que ha dicho, y si no búsquenlo.
Jesucristo,
Madre de Dios
Virgen Santísima,
Santísima Trinidad.
Cabe recordar, que los Papas saben muy bien que Dios castiga, en la doctrina de los Santos Padres y doctores de la Iglesia Católica.
Sería también importante, ¿qué es lo que tenemos que hacer para no atraer el castigo de Dios a nosotros?
Es fácil, la Iglesia Católica nos lo va enseñando, pues está al servicio de la Palabra de Dios.
Ayer leí "la palabra castigo no debería estar en el diccionario", y responde otro, "No debiera existir, ni tampoco estas otras; "Traición", 'egoísmo', 'lujuria' 'pecado', y se podría añadir otras muchas más.
Necesitamos poner más atención a todo lo que el Señor y la Iglesia Católica, y los Papas nos enseñan, oración, penitencia, sacrificios, obras de caridad, y todo lo que corresponde a una vida de pureza y santidad.
Pues hablar del castigo, pero trabajando siempre buscando nuestra reconciliación con Dios, la caridad tal como quiere el Altísimo.
Suele haber catequesis de adulto, asociaciones de Adoración Nocturna, Adoración perpetua, tenemos todos al alcance la devoción del Santo Rosario, tenemos un sin fin de facilidades que nos ayuda a vivir conforme a la Voluntad de Dios y no buscarnos el castigo de Dios como ya he referido.
No hace mucho alguien me preguntaba "dime que opinas del castigo", yo le dije, "mira, te doy esta dirección de Apologética para el mundo, porque ahí te lo enseñan mucho mejor. Y me vuelve a escribir, prefiero que me lo digas tu. Así que dejé la conversación no le volví a responder, porque es que hay muchos que se desinteresa por la sana doctrina y prefieren opiniones personales, y la cosa no es así. Si está leyendo esto, ya lo sabes. Que no voy a responderte. Pues para mí, la verdad de la Iglesia Católica es tan sencilla de comprender, que no necesito debatirla. Pues para comprenderlo, tenemos que estar bien dispuesto al Espíritu Santo, que es quien nos capacita para comprenderlo.
Dice:
“No se va a encontrar un texto que diga que Dios no castiga…Se trata de comprender que es lo que el texto está diciendo por ejemplo cuando señala que Dios no es autor ni tampoco es el agente, la causa directa del mal…Dios no es autor ni causa directa del mal, y esa afirmación se contradice con la afirmación de que Dios castiga”
Por allí va todo el argumento que deja caer un error bastante grueso, y ya lo abordaré en detalle en mis próximos artículos, pero dejo la pregunta en el aire: ¿Se debe entender que el "castigo" es un "mal"? ¿Que dice la teología respecto a esto? ¿Qué enseña la Iglesia respecto a esto esto?
El mal no lo creo Dios, eso es claro, pero de esta forma ultiliza las consecuencias del pecado para corregir o castigar, pero el en si no las genero y eso creo que es la confusion.
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JM: El problema es que parte del mismo error de otras personas, al pensar que Dios solamente castiga por medio de la pena ontológica, o lo que es lo mismo, permitiendo que las propias consecuencias del acto afecten a la persona. En este mismo post coloqué un ejemplo tomado del Nuevo Testamento para dar entender que no necesariamente es así. Cuando Zacarías por ejemplo, duda del mensajero divino y este le castiga dejando le mudo hasta el nacimiento de Juan el Bautista, ¿Usted cree que la incredulidad de alguna manera afecta las cuerdas vocales?
Puede aplicar el mismo ejercicio a los otros castigos mencionados del NT mencionados a lo largo de todas estas entregas.
Saludos.
JM
A esto último que nos brindas, de palabras de Alejandro: "…Dios no es autor ni causa directa del mal, y esa afirmación se contradice con la afirmación de que Dios castiga”.
Pues, se contesta precisamente con tus propias argumentaciones Arráiz que has dado en tus primeras series, y en esta última que dices así: "...que la misericordia de Dios no excluye su justicia ni viceversa".
ARRÁIZ, MUCHA SENSATEZ TU EXPRESIÓN.
1ª Por más que Dios no intente el mal físico per se o como fin, en atención a que no se deleita en el mal de sus criaturas como mal, y lejos de aborrecer, ama todo lo que creó, es indudable que puede elegirlo o quererlo, como medio proporcionado para realizar algún fin bueno. La razón es que, en este caso, la volición del mal físico por parte de Dios, tiene por término y como fin el bien que presupone la existencia del mal físico como medio, o hablando con más propiedad, como condición hipotética de la existencia del bien intentado por Dios; y digo hipotética, porque la existencia y realización de determinados bienes, como resultante de tales o cuales males físicos, se halla en relación con el grado de perfección relativa que Dios quiso comunicar a este mundo, y que pudiera ser superior en otro de los posibles.
2ª Por lo que hace al mal moral, Dios no lo intenta o quiere, ni como medio, ni como fin; porque, además de repugnar a la santidad infinita de Dios, el mal moral envuelve la subversión del orden necesario que toda criatura, y más que todas, la criatura inteligente y libre, dice a Dios como último fin de la creación. Empero esto no impide que Dios permita su existencia; porque esta permisión no envuelve una aprobación del mismo, y por otra parte, ninguna obligación tiene Dios de impedir su existencia. Más todavía: dada la existencia de seres inteligentes y libres, puede decirse conveniente y como natural la permisión del mal moral por parte de Dios. Porque la verdad es que a Dios, como gobernador supremo y universal del mundo, le corresponde permitir que cada ser obre en conformidad a las condiciones propias de su naturaleza. La voluntad humana es de su naturaleza defectible, flexible en orden al bien y al mal, y libre y responsable en sus actos. Luego a Dios, como previsor universal del mundo y especial del hombre, sólo le corresponde dar a éste los medios y auxilios necesarios para obrar el bien moral, pero no el matar ni anular su libertad, imponiéndole la necesidad física de obrar bien.
Esto sin contar que la realización del mal moral sirve también: a) para manifestar que el hombre, cuando obra el bien, lo hace libremente, y es acreedor al premio: b) para revelar la paciencia y longanimidad del mismo Dios: c) para manifestar su misericordia perdonando y su justicia castigando.
3ª Infiérese de lo dicho hasta aquí: 1º que ni la existencia del mal físico, ni la del mal moral, envuelven repugnancia o contradicción absoluta con la providencia y la bondad de Dios: 2º que hasta podemos señalar razones plausibles, y fines racionales y justos para su existencia: 3º que Dios, absolutamente hablando, pudiera impedir la existencia del mal físico y moral, bien sea con la producción de otro [357] mundo, bien sea con la diferente disposición de este: 4º que aunque podemos señalar algunos fines probables de la permisión del mal moral, ignoramos la causa final de esta permisión por parte de Dios, en atención a que no sabemos con certeza cuál sea el fin principal y los motivos divinos de esta permisión, debiendo, por lo tanto, decir con la Escritura: ¿Quis cognovit sensum Domini, aut quis consiliarius ejus fuit? Con mayor razón es aplicable esta reflexión a nuestra ignorancia con respecto a los fines particulares, a que se subordina la existencia del mal físico y moral en el ser A o B.
Que la volición del mal físico, en el sentido expuesto, no se opone a la bondad divina, se prueba además porque, en la hipótesis contraria, Dios no podría querer y realizar ciertos bienes y perfecciones de un orden superior. A poco que se reflexione, se reconocerá, sin duda, que la ausencia absoluta y completa del mal físico llevaría consigo la ausencia de la paciencia, la fortaleza, la magnanimidad, la constancia, y para decirlo de una vez, de los rasgos más bellos y sublimes de la virtud en todas sus múltiples manifestaciones. Más todavía: la ausencia de todo mal físico llevaría consigo la muerte [356] o la atonía absoluta de la sociedad humana, con sus artes, ciencias e industria, que vienen a ser la lucha perseverante de la humanidad contra el mal físico.
www.filosofia.org/zgo/zgfe2604.htm
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JM: jejejeje, se ha adelantado mi amigo, muy bien y muchas gracias.
¡De cuantas enfermedades o malestares fisicos se va a librar el que viva en los frutos del Espiritu!(Galatas;5;22).
En cuanto a que si el castigo es un mal,no lo puede ser si viene de la justicia,ni tampoco del Amor.Seria un mal si viene de la venganza rencorosa,por razones obvias=egoistas.
Por otro lado,en sentido espiritual,un incredulo no puede hablar la Palabra de Dios,conscientemente.
Y Dios puede dejar mudo a un creyente,no por afectarle las cuerdas vocales,sino cortandole el hilo de la inspiracion profetica.
"El Señor dio y el Señor quito,¡bendito sea el Nombre del Señor!"(Job 1;21).
La Paz de Cristo
pd;Con esto no quiero decir que ese castigo a Zacarias no pasara fisicamente,¡Dios me libre!.
El que todo lo creo,¿no podra lo menos?.
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JM: Alejandro Bermúdez acepta que cada quien puede sufrir una pena ontológica producto del abuso de su libre albedrío. Ese no es precisamente su error.
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JM: Algunas observaciones:
1.- Para que Dios perdone, hay que estar arrepentido.
2.- Aunque Dios pueda perdonar el pecado, queda la pena temporal, de allí viene la penitencia, que no es sino un castigo expiatorio.
Negar lo primero, o lo que es lo mismo, suponer que Dios perdona incluso a los pecadores pertinaces, es un error, y negar lo segundo es también otro error que implica negar toda la doctrina católica de las indulgencias.
3.- Cuando se utiliza la palabra "venganza" hay que entenderla respecto a lo que en verdad significa para no terminar tratando a Dios como un hombre y hacer uso superficial de los términos. Su significado es "satisfacción que se toma del agravio o daño recibidos.", y Dios como juez universal y soberano le corresponde precisamente hacer justicia, o dicho de otro modo "tomar venganza" sin dejar por eso de ser misericordioso y sin estar obligado a aplicar meramente una justicia conmutativa.
Precisamente por eso, es que lo censurable es que el hombre tome la justicia por su mano, porque ella corresponde a Dios o a las autoridades que ha establecido para ello. Si no se entiende esto, se puede terminar por opinar al modo humano como lo hace negando que a Dios le corresponda tomar venganza, o lo que es lo mismo, hacer justicia. De allí que la Biblia explique:
"no tomen la justicia por cuenta vuestra, queridos míos, dejad lugar a la Cólera, pues dice la Escritura: Mía es la venganza: yo daré el pago merecido, dice el Señor." (Romanos 12,19)
Ahora bien, ¿de dónde saca A.B. tal tesis? Ciertamente que no de la Revelación ni de la Tradición. Yo creo (y perdón José Miguel si soy reiterativo) que la saca del "mundo", porque en ese contexto cultural es verdad que se considera al castigo como un mal.
Uno como el anverso del otro,
ambos, así, justificados
Para desentrañar su esencia
Para atribuirlas a Dios
Para un debate engañoso
Escurriendo el excelso privilegio del dogma
Resbalando como herejía
Quien las sostiene no es justificado ni condenado
El ojo que ve el castigo
La fe que ve la corrección
Tornase el castigo en corrección,
mas no la corrección en castigo
Las alturas las descubre,
un tránsito las reconoce
Necesario el castigo para el pecador
Alabada la corrección por el creyente
Miren, mi area de conocimiento es la semiotica, el significado de las palabras.
Una cosa es castigar, otra es castigo, castigo es la pena que se impone por un delito o falta, en cambio castigar es ejecutar un castigo, darle un castigo a otro.
Y corregir, es prevenir de a otro de las consecuencias nefastas de sus malas acciones.
Dios no es el que ejecuta o impone el castigo (que es lo que significa castigar), sino más bien es el hombre quien se hace merecedor del castigo si sus obras son contrarias a la ley de Dios. (el juicio final 1083-1041 y tambien el pecado original Nº397al 401 del catecismo).
Dios permite el castigo, existe este castigo, (el infierno 1033-1036) mas Dios no lo ejecuta ni lo impone. (Numero 1037) Dios en cambio corrige, esto es, advierte de las consecuencias de sus obras, en este caso, del pecado y la consecuencia de insistir en él: el castigo del infierno, (numeros 1036 y 1034) y muestra al hombre sus consecuencias incluso durante su vida.
No se puede afirmar que Dios ejecuta los castigos, que impone el infierno o el purgatorio, que Él nos da un castigo cualquiera o que el lo manda sobre nosotros, eso va contra nuestra fe
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JM: Este comentario ya lo respondí hace dos post. Me repito:
A esto hay que aclarar:
Primero: Las citas que hace del Catecismo parafraseadas no corresponden a lo que les atribuye, por ejemplo, cuando dice: “Dios permite el castigo, existe este castigo, (el infierno 1033-1036) mas Dios no lo ejecuta ni lo impone. (Numero 1037)” , se cita el Numeral 1037 que realmente dice esto:
CEC 1037 “Salvo que elijamos libremente amarle no podemos estar unidos con Dios. Pero no podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra El, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos: "Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él" (1 Jn 3, 15). Nuestro Señor nos advierte que estaremos separados de El si no omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los pequeños que son sus hermanos (cf. Mt 25, 31-46). Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de El para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra "infierno".
Este texto que habla del castigo eterno (no del castigo temporal) no niega que a Dios corresponda juzgar e dictar sentencia e imponer el castigo, como otra parte del mismo Catecismo reconoce: “CEC 1051 Al morir cada hombre recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular por Cristo, juez de vivos y de muertos”. Tampoco niega que Dios pueda enviar castigos temporales al pecador para su conversión, como sostiene el Concilio de Trento.
El mismo ejercicio puede hacerse con las otras citas del Catecismo con el mismo resultado.
En resumen, mala práctica parafrasear y descontextualizar el Catecismo para contradecir un Concilio Ecuménico, el Magisterio y el propio Catecismo.
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JM: Ángel significa "mensajero". El ángel actúa bajo las ordenes de Dios. De la misma manera el evangelio dice que un ángel hiere a Herodes cuando blasfema.
De todas maneras creo que esto nos ha servido a todos, ya que algunos hemos profundizado nuestros conocimientos respecto del tema.
Gracias y sigue adelante con tu valiosa labor apologética.
Saludos en Cristo Jesús,
Lorena
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JM: Las buenas intenciones no dan derecho a caer en juicio temerario, y precisamente al citar a San Juan Pablo II usted misma se contesta: "No puede haber verdad sin caridad ni caridad sin verdad.". Por eso yo sostengo la verdad sin faltar a la caridad y el respeto en ninguna parte, y si usted hace una acusación así a la ligera, por lo menos debería poder demostrarlo. Respecto a la necesidad de citar correctamente, ya me he explicado bastante bien en este post. Saludos.
Ahora veamos esta oración, siempre me ha gustado:
Señor mío, Jesucristo
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío;
por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia,
propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia
que me fuera impuesta.
Amén
Si nos fijamos en esta sencilla oración, nuestros pecados, el querer abusar de la Misericordia de Dios, el apego a la mundanidad, diría que estamos obligando a Dios que nos castigue. El hombre desafía a Dios; no renuncia a las obras malas, y finalmente, termina siendo castigado.
Esta oración en Aci Prensa queda así:
Señor mio, Jesucristo,
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío,
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido;
propongo firmemente nunca más pecar,
apartarme de todas las ocaciones de ofenderos,
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos,
en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita,
que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me dareis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio,
hasta el fin de mi vida.
Amén.
Es muy peligroso manipular las oraciones en la propia medida. Pues con tanto engaño al prójimo, no se le puede ayudar en la fe de la Iglesia Católica, y esto es una conducta sectaria.
En la oración original no falta;
«...también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.»
Todo es consecuencia de las inclinaciones terrenales, mundanas, ya no hay temor de Dios. Es hacer todo lo que quiere hasta la llegada de la muerte, y ahí el alma se encuentra con una realidad distinta de que se había dejado llevar. El demonio hace creer a los herejes que no son herejes, sin embargo, llega a manipular a su medida cualquier cosa.
Saludos.
A las citas que se comparte aquí, le acompaña también una clara explicación de la exposición. Por ejemplo, el Papa Benedicto XVI, también cuando hablaba de los Santos Padres, confirmaba sus enseñanzas con la abundancia de citas patrísticas. Y no digamos San Alfonso María de Ligorio. También aquí hay muchas referencias del Magisterio de la Iglesia Católica y de los Papas.
Lo que sucede, podría ser que no hayas leído los estudios anteriores, es importante hacerlo y lo comprenderás.
Si estás animadas podrás leer en el Catecismo de la Iglesia Católica.
La verdad y la caridad están unidas en estos trabajos de José Miguel Arraiz. Pero si endurecemos nuestro corazón, no podemos encontrar esa caridad. Si miramos también cuando los Papas hablaba les pasaba como a Jesucristo, y a todos los santos cuando demostraban la doctrina de la fe y de la salvación, no todos lo comprendía.
Cuando se falta a la verdad y a la caridad, es cuando alguien quiere defender sus opiniones personales como si fuera doctrina, pero no doctrina de la Iglesia Católica.
• Benedicto XVI: «No es el castigo lo que debe ser eliminado, sino el pecado, aquel rechazo de Dios y del amor que lleva en sí mismo el castigo» (Tomado de... Infocatólica 19/05/2011)
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Benedicto XVI: «No es el castigo lo que debe ser eliminado, sino el pecado, aquel rechazo de Dios y del amor que lleva en sí mismo el castigo»
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Es el Pecado la CAUSA del Castigo. Como en el Paraíso, así es todos los días y será hasta la Parusía. Habiendo pecado, Dios castiga para que haciendo uso de nuestra Libertad, nos corrijamos. Y nos castiga de manera finita, para evitarnos el Castigo Infinito. Del cual nos ha advertido sobradamente.
El castigo duele y el pecado nos gusta. Ambos obviamente, casi por su misma definición. Es de cajón entonces que en una sociedad donde se ha impuesto como norma la "autenticidad" (traducido: hacer lo que me gusta), la palabra "castigo" sea malsonante.
Se comprende que quien quiera ir a evangelizar a la sociedad actual quiera mostrar a un Dios "simpático", que resulte atractivo según las categorías culturales que se impusieron a las masas de Occidente después de la IIGM.
Y en ese tren podría llegar a cometerse el error de querer mostrar un Dios deformado faltando a la verdad. Por ejemplo, un Dios que no castigara, que sólo bendijera. Como hacen algunas confesiones protestantes.
Pero eso es un craso error: Dios es infinitamente amable tal como es, por lo cual no hay necesidad de "aderezarlo" y mucho menos, faltando a la verdad.
JM: Por favor no envíen comentarios tan extensos. Porque aunque algunos sean muy buenos, el reglamento del blog estipula el tamaño máximo de los comentarios y no es la idea tener prácticamente un post comentando otro post.
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JM: Hay una excelente explicación que pienso compartir en un post separado del p. Luis Burdalue en el tomo primero de sus dominicas que lo explica en detalle, no negando por supuesto que Dios castigue, sino como lo ha explicado el magisterio siempre.
De las aflicciones de los justos y la prosperidad de los pecadores
Una explicación más breve publicada AQUI responde también acertadamente esa pregunta:
La justicia de Dios no exige que el pecado sea siempre castigado en este mundo, mucho menos que la virtud sea siempre recompensada; al contrario la vida presente suele ser un período de libertad y prueba:
a) Si Dios recompensase la virtud inmediatamente en esta vida, quitaría a los justos el mérito de la perseverancia, el valor de la confianza en él; desterraría del mundo los méritos de virtud heroica y de la paciencia; haría del hombre como un esclavo y mercenario. Si castigase el pecado luego que se comete, quitaría a los pecadores el tiempo y los medios de hacer penitencia. Esta manera de actuar sería demasiado rigurosa con respecto a un ser tan débil y variable como es el hombre.
b) Muchas veces una acción que los hombres creen meritoria, es realmente digna de castigo, porque fue hecha por un motivo deshonesto; muchas veces un pecado que parece merecer castigos es perdonable, por que fue cometido bajo circunstancias atenuantes que desconocemos; Dios sería pues obligado a recompensar falsas virtudes y castigar pecados excusables, por conformarse con las ideas humanas sobre la justicia.
c) Los sufrimientos de los inocentes son muchas veces efecto de un mal general en que se hallan envueltos; la prosperidad de los pecadores es una consecuencia de sus talentos naturales y de las circunstancias en que se encuentran; se necesitaría que Dios hiciese continuamente milagros, para librar a los primeros de una desgracia general y para quitar a los segundos el fruto de sus talentos. Este plan de la Providencia no seria sabio.
d) Las pruebas temporales de los justos y la prosperidad pasajera de los pecadores no son una injusticia, ni un desorden que exige reparación; al contrario está en el orden que los primeros merezcan por la paciencia la recompensa eterna prometida, y que los segundos tengan tiempo para evitar con la penitencia el castigo eterno.
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JM: No hace falta apoyarse en el Catecismo para afirmar que Dios es amor y misericordia, el error no es ese, sino suponer que eso de alguna manera excluya que Dios castigue, asumiendo incorrectamente que el castigo es un mal, cuando no lo es. Allí está el error clave de todo su razonamiento, y que analizaré en detalle en mi próxima entrega.
Si ya tiene varias intervenciones sobre el tema y estará obviamente enterado de las de José Miguel Arraiz, no entiendo porque ese empeño en señalarlo como "mi interlocutor" u otras referencias parecidas que reflejan falta de delicadeza cristiana (¿querra ningunearlo?) casi como si quisiera decir: "mi adversario". Cuando vemos que Arraiz lo ha señalado con su nombre y hasta ha suministrado la dirección de su página.
Me apuntaba a que Dios no castiga (Él personalmente) Si, en su Omnipotencia dispone sobre el particular. Tiene servidores, sus mensajeros, sus potestades etc. que lo hacen (si fuera el caso -con todo, lo ignoro). Y que la noción de castigo se identifica mas con la figura del pecador (aun considerándose cristiano) Que al contrario, desde la subjetividad del que conoce el Amor de Dios, el castigo terrenal se vería mas como corrección, que tendería a valorar el hecho sancionatorio como una razón de amor, sea que provenga de Dios, sea del padre biológico.
Anotaba en otro post, que el hombre, como dice el Deuteronomio, escoge el mismo su camino: la vida o la muerte. En consecuencia, al final de los tiempos, el castigo no sería mas que consecuencia de su dejadez. Y el infierno sería el sitio de reclusión final. Pero coincido con los que afirman que Dios castiga, en el sentido de que todo está dispuesto por Dios.
Pero Alejandro Bermudez ¿que alega? Si dice que Dios no castiga ¿como explica el infierno, los castigos señalados por la Biblia?
JM: Ya he dicho que comentarios en esta línea ya no voy a aceptar. No insista.
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