(InfoCatólica) Mons. Osamu Mizobe ha ordenado a los miembros del Camino Neocatecumenal en la diócesis de Takamatsu que suspendan sus actividades. El prelado ha escrito una carta pastoral, publicada en Ucanews, en la que explica algunos detalles de la reunión que tuvo lugar en Roma en diciembre pasado, en la cual se abordó el conflicto entre los obispos japoneses y el Camino.
Mons. Mizobe asegura que el problema con el Camino Neocatecumenal no se da sólo en Japón. En ese sentido, recuerda que la archidiócesis de Clifton en Inglaterra prohibió todas las actividades del Camino y también señala el hecho de que la Conferencia de los obispos de Palestina han publicado un documento pidiendo al Camino que practique un auto-control de sus actividades.
Envío de delegado papal
Tras la reunión en Roma, el Nuncio del Papa en Japón mantuvo un encuentro con el arzobispo de Tokyo y los obispos que estuvieron en el Vaticano. Entonces se les comunicó que era bastante probable de que un enviado especial del Santo Padre fuera enviado a Japón. Hasta entonces, sin embargo, según Mons. Mizobe, se llegó al acuerdo de que en relación a las actividades del Camino cada obispo era libre de proceder como estimara oportuno para su diócesis.
Según el obispo de Takamatsu, en la reunión de Roma los prelados japoneses pusieron especial énfasis en que el conflicto tiene que ver con las leyes disciplinarias de las diócesis y, por tanto, depende de la jurisdicción de los obispos de las mismas. “Enfatizamos que el hecho de que el Camino Neocatecumenal haya sido aprobado por Roma no implica automáticamente que una diócesis local deba aceptarlos”, explica Mons. Mizobe. El prelado asegura que insistieron en el hecho de que la persona que mejor entiende la situación de una iglesia local es su obispo y que cualquier decisión que se quiera tomar en Roma debe empezar con una discusión con los obispos de las iglesias locales.
El Papa estuvo presente en la reunión
Según Mons. Mizobe, las opiniones de los cardenales asistentes a la reunión fueron diversas, de manera que consideraron que la reunión fue más una expresión de la opinión personal de los presentes en la misma que una discusión sobre el fondo de la cuestión. Cabe destacar que uno de los presentes fue el propio Benedicto XVI.
El obispo de Takamatsu reconoce que quedó muy claro que la decisión de la Conferencia Episcopal de Japón de suspender las actividades del Camino era un "gran problema para el Vaticano". Además asegura que el Papa Benedicto XVI dijo que estaba pensado positivamente sobre la posibilidad de enviar un delegado especial a Japón.
Mons. Mizobe asegura que no tiene duda alguna de que el Papa enviará a su delegado a su diócesis, pero dice que dicho envío es una muestra de cuán grande es la fisura para la diócesis causada por la presencia del Camino Neocatecumenal.
El obispo termina su carta comunicando su decisión respecto a las actividades del Camino en su diócesis:
No es admisible para ninguna organización o movimiento hacer lo posible para impedir que el Obispo actúe en su diócesis. Es importante que todos nosotros nos enfrentemos seriamente a los sucesos que se han producido en nuestra diócesis en los últimos 20 años y siguen produciéndose. No es el momento de que uno se dedique solamente a los intereses de su grupo, sino más bien la hora de pensar en formas de servir a la diócesis. En nuestra diócesis, reunida en torno a nuestro obispo, nos encontramos en un punto crucial en el cambino hacia un "Renacimiento y Unidad" auténticos.
La conclusión a la que he llegado es que, hasta que hayamos recibido los resultados de la visita del enviado especial del Santo Padre, os pido que suspendáis todas las actividades del Camino Neocatecumenal en la diócesis. La decisión ha sido aprobada tanto por el Consejo Presbiteral como por el Consejo Pastoral de la diócesis. No es una decisión que signifique que el diálogo ha finalizado, sino más bien una oportunidad para que todos reflexionemos.
Cuando un proceso se desvía, se dice que uno debería volver al punto de partida. Creo que "AHORA" es un buen momento para que volvamos al punto de partida. Esta decisión no significa que los miembros del Camino Neocatecumenal estén excluidos de la diócesis. Mi deseo es que usemos este tiempo de reflexión para hacer que el verdadero diálogo sea posible. Respeto a los miembros del Camino Neocatecumenal y espero que participen activamente en las actividades de la diócesis. También deseo que la gente de la diócesis participe activamente en el proceso de tres años que hemos comenzado para revitalizar nuestra diócesis. No hay ninguna persona de esta diócesis que pueda estar exenta de participar en este proceso.