(Efe) El objetivo de la visita, primera la primera que realiza al país católico el sínodo entero de esa confesión, que durará tres días, es dar un empuje al diálogo católico-ortodoxo, estancado desde la guerra (1991-1995) en la que Croacia se independizó de la antigua Yugoslavia y que enfrentó a serbios y croatas. Irinej y los miembros del sínodo ortodoxo serbio fueron recibidos por cientos de fieles ante la iglesia de la Santa Transfiguración del Señor, en el centro de Zagreb.
El motivo formal de la visita del patriarca Irinej a Zagreb es la inauguración del nuevo edificio de la Escuela secundaria ortodoxa y la consagración del templo del Santo Sava, en el marco de la escuela y del centro pastoral. Sin embargo, se consideran claves los encuentros del Sínodo ortodoxo serbio con la Conferencia Episcopal de la Iglesia católica croata y las reuniones del patriarca con el presidente de Croacia, Ivo Josipovic; con el primer ministro, Zoran Milanovic, y con el cardenal croata Ivo Bozanic, que tendrán lugar mañana.
Los serbios, de confesión cristiana ortodoxa, son la mayor minoría nacional de Croacia, con algo más de 200.000 personas, lo que representa el 4,5 por ciento de la población total de este país de mayoría católica, aunque antes de la guerra esta comunidad tenía unos 600.000 miembros.