Sí, Dios existe
En estos días está muy viva la discusión sobre si Dios existe o no. Desde luego una cuestión tan seria no se puede resolver poniendo propaganda en los autobuses. Eso es una frivolidad.
La pregunta sobre Dios es inevitable. Alguien ha dicho que es lo que nos distingue de los animales. Nos distingue de los animales la capacidad de percibir la realidad en cuanto tal, esa capacidad de vernos existiendo como desde fuera, el poder sorprendernos ante el hecho misterioso de existir. Esa vinculación a lo real, a la realidad en cuanto tal, es lo que nos lleva sin remedio a preguntarnos por qué existimos, por qué el ser y no la nada. Más familiarmente podemos decir que los hombres tenemos necesidad de saber si existe Dios para saber del todo qué y quiénes somos nosotros. Como no sabemos del todo quiénes somos sin saber quiénes son nuestros padres, tampoco sabemos del todo qué es el hombre sin saber si ha sido creado con sabiduría y amor por un Dios personal que cuida de nosotros, o bien somos el fruto casual de una evolución que nadie sabe cómo ha empezado ni cómo ni por qué ha llegado a donde ha llegado. Si no existe Dios, eso quiere decir que detrás de nosotros no hay nadie, estamos aquí sin razón ninguna, por pura chiripa, en la soledad más absoluta. El llegar a ser de una manera o de otra pertenece a nuestra identidad y marca esencialmente nuestra existencia.
En estos momentos, en la formación y en la vida de los cristianos es muy importante clarificar y fortalecer la convicción de que en el origen de todo existe un Ser personal que nos pensó y nos trajo al mundo de lo existente como fruto de su sabiduría y de su amor, por el simple deseo de multiplicar en nosotros el gusto y la belleza de ser y de vivir. Si leéis el capítulo primero de la carta de San Pablo a los Colosenses veréis esta misma afirmación pero más completa, más hermosa. Dios creó un mundo y creó la humanidad para que pudiera existir Jesucristo como joya del mundo, como coronación de todo y justificación de toda su obra. Pero dejemos esto y volvamos a la cuestión estricta de la existencia de Dios.
Hay un primer camino para indagar si Dios existe o no. Es el camino discursivo, racional, filosófico. La cuestión de Dios ha sido la gran cuestión de todos los grandes filósofos y de todas las grandes filosofías. En este camino racional no se puede intentar opinar sobre Dios directamente. A Dios nadie lo ha visto, ni para afirmarlo ni para negarlo. Lo que decimos es que este mundo, nosotros mismos, de cuya existencia no podemos dudar, no seríamos posibles si no existiera ese primer Ser espiritual e infinito que llamamos Dios. ¿Cómo explicamos esto?
Un primer argumento es el del orden. Lo existente, el mundo, la materia, el universo, los seres vivos, nuestro organismo, nuestra mente, todo lo existente, es tan maravilloso que no se puede comprender que haya comenzado a existir sin que alguien, dotado de inteligencia y con el poder de hacer existir a lo que El quiera, lo haya pensado previamente y lo haya querido así. Basta pensar en la complejidad de nuestro organismo, es imposible que por puro azar, se haya formado el ojo, y a la vez haya aparecido la luz, tan hechos el uno para la otra. Alguien ha tenido que pensar en el conjunto y hacer que fuera así.
Otro argumento es el de la contingencia. Es sencillo. Todo lo que existe a nuestro alcance es contingente, quiere decir que podría no existir. Nada ni nadie tiene como nota suya el tener que existir, todo podría no existir. Y surge la pregunta, si todo podía no existir, ¿quién decidió o cómo se decidió que lo que podía no existir comenzara a existir?. Antes de todo lo contingente, tiene que haber un Ser necesario, un Ser que no pueda no existir, capaz de decidir a favor de la existencia de todos los demás. Ese primer Ser, necesario, que no puede no existir es el Amor, es nuestro Dios, Ser infinito que es puro Amor.
Y otro argumento parecido es el de la imposibilidad de la nada. Me explico. Es evidente que si alguna vez no hubo nada de nada nunca hubiera habido nada. Si ahora existe un universo y existimos nosotros, quiere decir que nunca hubo nada, porque de la pura nada nunca hubiera salido nada. No importa cómo nos digan los científicos que se han ido formando las cosas, con evolución o sin evolución, con explosión inicial o sin explosión. Si hubo una explosión inicial ¿qué es lo que explotó? ¿de dónde provenía esa concentración de energía que comenzó a desplegarse hasta constituir el universo? Porque está claro, de la nada no puede salir nada. En la pura nada no hay nada que pueda explotar ni pueda poner en marcha proceso alguno. Siempre el Ser estuvo presente. Un Ser en forma infinita, ilimitada, afirmándose por Sí mismo, llenando el vacío de la nada, sosteniendo la frágil existencia de todos los existentes. Ese Ser que se afirma por sí mismo es Dios, ese Ser supremo del cual luego Jesús nos dirá que es Padre, Hijo y Espíritu, Amor infinito en Sí mismo y para todos los existentes.
Otro argumento, un poco más complicado, se puede componer a partir de la estructura de nuestro propio ser como seres libres. Si estamos hechos para vivir y amamos la vida y el ser de manera ilimitada, es signo de que la vida y el ser existen ilimitadamente, porque si no nosotros seríamos seres imposibles, no existiríamos. La evolución no da lugar a un ente que está hecho con referencia esencial a algo que no existe. Si aparece el ojo es porque hay luz. Si vivimos para amar al bien infinito es que ese Bien infinito existe. No puedo estar hecho para algo que no existe, a imagen y semejanza de la nada. Eso de “ser para la nada” es contradictorio. Si fuéramos para la nada seríamos nada. La nada no puede configurar al ser. Lo que es, es en relación con los demás seres. Y si el hombre está hecho para la vida ilimitadamente, quiere decir que esa vida ilimitada existe, hay un Ser concreto que existe ilimitadamente. Ese Ser ilimitado, infinito, es nuestro Dios, el Ser que es Amor, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
La otra vía complementaria la podemos llamar histórica, religiosa, cristiana. La explico resumidamente. Los hombres vivimos unos de otros. Todos recibimos la aportación de todos los demás. Toda la humanidad formamos como una unidad en la que todos vivimos de las aportaciones de todos. En la historia de la humanidad hay un hombre excepcional que se presenta como testigo e Hijo de Dios y es reconocido por sus discípulos como Hijo de Dios. Me refiero, claro está a Jesús. Por honestidad con nosotros mismos, para vivir plenamente en la realidad humana, los hombres estamos obligados a plantearnos el “enigma Jesús”.
Prescindir del testimonio de Jesús es deslealtad con uno mismo, falta de humanidad. Este hombre, de cuya existencia no se puede dudar, que se presenta como testigo de Dios (“he venido al mundo para dar testimonio de la Verdad”), es digno de fe o es un iluminado medio loco. De su vida y de su muerte se deduce que es digno de fe, luego también lo es en lo que nos dice de Dios. El nos dice que somos hijos de Dios, que Dios es nuestro Padre, un Padre bueno, misericordioso, que nos perdona, que quiere hacernos participar de su vida gloriosa eternamente. Aquí podríamos leer la maravilla del Sermón de la montaña. El sabe de lo que habla, puede hablar de Dios porque viene de Dios, vuelve a Dios a preparar nuestra morada. Lo que dice Jesús sobre Dios aclara, confirma y perfecciona lo que nosotros podemos barruntar sobre El con nuestra cabecita. Y lo que nosotros podemos saber de Dios por nuestra cuenta, queda confirmado, ampliado enriquecido con lo que Jesús nos dijo de una vez para siempre.
Esta cuestión de la existencia de Dios no es indiferente. En torno a la afirmación y al conocimiento de Dios organizamos nuestra visión del mundo y toda la composición de nuestra vida interior. Podemos decir que somos consecuencia, reproducción en pequeño del Dios (o del ídolo) que adoramos. Si adoramos al dinero nos hacemos dinero, nada; si adoramos al Dios infinito y santo nos hacemos santos e infinitos. No es Dios fruto de los deseos del hombre, como decía Feuerbach, sino que los hombres somos fruto del Dios que adoramos. Pensadlo un poco.
64 comentarios
Monseñor, yo creo que a los que no creen no hay razones que les convenzan, sólo la gracia de Dios puede hacerles entender; lo mismo pienso sobre la influencia en los jóvenes del estudio de la teoría de la evolución.
Suelo pedir a Dios por mis alumnos pequeños, que lo que oigan en contra del cristianismo cuando estudien, no les afecte en su fe; y van a oír mucho.
Orden: creo que no aprecia la verdadera capacidad del mecanismo de la evolución, informese. Por otra parte, el argumento que da es el del diseño inteligente, teoría no científica.
Contingencia: bueno, dios también es contingente y por no existir no pasa absolutamente nada.
Imposibilidad de la nada: ¿de donde ha sacado que existió la nada?
Estructura de nuestro propio ser ser como seres libres: es un argumento que se vuelve en contra, los dioses no son mas que creaciones de las mentes de los hombres.
Histórico: y ¿enigma Mahoma?, ¿enigma Buda?, ¿enigma Zoroastro?, ¿enigma Bahá'u'lláh?
Llegar a la existencia del Dios de los filósofos, me parece bastante asequible para el hombre de recta intención. Otra cosa es admitir la existencia de un Dios Amor, Trinitario, que envía a la Segunda Persona, al Hijo, al Verbo, al Logos, para encarnarse y , nacido de mujer, se hace cercano a los hombres y nos muestra la imagen del Dios invisible, al tiempo que es para nosotros Camino, Verdad y Vida, así como nuestro Redentor. Aquí entra la revelación y la fe, que es gracia de Dios concedida a los hombres para que lleguen al conocimiento de la Verdad.
Los católicos tenemos muy asumido que el hombre es creado a imagen y semejanza de Dios. Pero lo que saben de verdad de estas cosas (ilustrados, ejercitados y experimentados), nos han dicho que es el alma del hombre la que fue creada a imagen y semejanza de Dios; y ésto es tan sumamente razonable que no admite más discursión.
Ahora bien, qué el hombre corriente de nuestro tiempo ( la mayoría de los teólog@s más terrenales que un manojo de ajos) material hasta las entrañas, pretenda "investigar" la Dios, es demasié....Entre el hombre que vemos y conocemos, y su alma, hay mucho camino por medio. Sin duda, ésa es la primera parte del Camino, que la Iglesia, como maestra, nos ha de enseñar a andar.
Dejando claro lo más evidente, hay que decir, que dentro de los parámetros que tenemos a nuestro alcance, hay más similitud entre una cucararacha de cenagero y el hombre terrenal, que entre éste y Dios.
Los cristianos no tenemos un Dios vurgal, de madera pintada, de piedra, de oro ni cosa, que de alguna manera podamos medir, valorar o cotejar. Nuestro Dios no tene ninguna clase de medida ni dimensión como enseñan los Grandes Doctores de la Iglesia. Así que hasta que no "demos" para más, sólo podemos AFIRMARLO (dejarse de pretensiones inútiles) y amar sus manifestaciones como: su infinita bondad, su infinita misericordia, su eternidad, etc... a fin de acercarnos y uninos a Él. Y luego después, ya veremos. Primero habríamos cambiado mucho. De éstos ejeccios devotos, se derivan muchos beneficios, sin duda.
Qué nos importa, qué cuatro zoquetes, vayan diciendo, de una manera otra que Dios no existe; nosotros a lo nuestro, a los beneficios; y la buena disposición para compartirlos con el que se siente con nosotros a la mesa. Perdamos cuidado, la Luz del mundo no se puede oscurecer con la ocurrencia de nadie: y a Dios no se puede enganar. ¡De ninguna de las maneras!
las vías de Tomas de Aquino. Como yo soy más físico que metafísico prefiero analizar la primera vía, que es la que
los ateos de turno creen más fácil de refutar, por la razón
de que en tiempos del doctor de la Iglesia no se conocía nada sobre física ni sobre el funcionamiento del universo.
Rastreando la web sobre el asunto he encontrado la típica
página web donde se refutan los argumentos de STA
de una forma más ordenada, por lo que me resulta más fácil contestar sin meterme en un embrollo ininteligible.
Indico el sitio web consultado después de mis contra-refutaciones ( a las refutaciones ).
CONTRAREFUTACIÓN A 2.1 : El tercer párrafo es absolutamente falso. Cualquier estudiante avanzado de bachiller de ciencias sabe que para que dos masas en el universo no interactúen gravitatoriamente deben estar separados una distancia infinita. El agente que las coloque de forma que interactúen entre ellas, deberá aportar la energía potencial necesaria para la nueva situación en el espacio, y ésta energía potencial al convertirse en energia cinética será la que origine el movimiento. Por lo tanta si que es necesario que algo las mueva, por lo que STA tenía razón.
CONTRAREFUTACIÓN A 2.2 : La premisa 2 de STA es cierta. Suponiendo un cuerpo en movimiento esto implica que contiene una cierta energía cinética. Pero si esta energía ha existido siempre el tiempo transcurrido es infinito. Pero sabemos que por el segundo principio de termodinámica la energía mecánica útil tiende a convertirse, por un proceso de degradación entrópica, en una energía degradada (calor), y en última instancia en una energía incapaz de realizar ningún trabajo (radiación electromagnética de larga longitud de onda, ruido de fondo etc). Por lo tanto la energía cinética contenida tiene una existencia temporal finita y le fue comunicada en algún momento (Big-Bang?). Nuevamente STA tenía razón.
Espero no haber aburrido demasiado.
http://www.driverop.com.ar/viastomistas.php
Refutaciones a las 5 vías tomistas para la existencia de Dios.
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En este documento se presentan todas las objeciones y refutaciones a las llamadas "Cinco Vías de Santo Tomás de Aquino para probar la Existencia de Dios".
Introducción.
Los argumentos aquí presentados son el resultado de la recolección que hice de diferentes textos de distintos autores, puestos todos aquí de manera ordenada (al menos esa era la intención) en función de usarlo como referencia para cada persona que quiera debatir estas vías.
Los autores de estas refutaciones son:
• Moredan.
• Juan Polaino.
• Jorge Méndez.
• Ladislao Vadas.
• Arthur Schopenhauer.
• Imanuel Kant.
• David Hume.
• Theodore Drange.
• Richard Dawkins.
• Yo mismo (DriverOp).
Si se reconoce algún argumento de alguien no citado aquí como autor, agradecería que me lo hicieran saber para darle el crédito adecuado.
Índice.
1. Primera vía - argumento del "Primer Motor Inmóvil".
2. Segunda vía - argumento de "Las Causas Eficientes".
3. Tercera vía - a partir de lo contingente y de lo necesario, el "Argumento Cosmológico".
4. Cuarta vía - La jerarquía de las cosas, argumento "De los Grados".
5. Quinta vía - ordenamiento de las cosas, el argumento "Teleológico".
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Primera vía.
1.- Primera vía - argumento del "Primer Motor Inmóvil".
1.1.- Enunciación.
La primera y más clara es la que se deduce del movimiento. Pues es cierto, y lo perciben los sentidos, que en este mundo hay movimiento. Y todo lo que se mueve es movido por otro. De hecho nada se mueve a no ser que en cuanto potencia esté orientado a aquello para lo que se mueve. Por su parte, quien mueve está en acto. Pues mover no es más que pasar de la potencia al acto. La potencia no puede pasar a acto más que por quien está en acto. Ejemplo: el fuego, en acto caliente, hace que la madera, en potencia caliente, pase a caliente en acto. De este modo la mueve y cambia. Pero no es posible que una cosa sea lo mismo simultáneamente en potencia y en acto; sólo lo puede ser respecto a algo distinto. Ejemplo: Lo que es caliente en acto, no puede ser al mismo tiempo caliente en potencia, pero sí puede ser en potencia frío. Igualmente, es imposible que algo mueva y sea movido al mismo tiempo, o que se mueva a sí mismo. Todo lo que se mueve necesita ser movido por otro. Pero si lo que es movido por otro se mueve, necesita ser movido por otro, y éste por otro. Este proceder no se puede llevar indefinidamente, porque no se llegaría al primero que mueve, y así no habría motor alguno pues los motores intermedios no mueven más que por ser movidos por el primer motor. Ejemplo: Un bastón no mueve nada si no es movido por la mano. Por lo tanto, es necesario llegar a aquel primer motor al que nadie mueve. En éste, todos reconocen a Dios. (cita)
1.2.- Simplificación.
1. Todo lo que se mueve es movido por otro.
2. Para cada cosa movida es necesario un motor de esa cosa.
3. No se puede seguir indefinidamente.
4. Es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie.
5. Éste es el que todos conocen por Dios.
2.- Refutaciones.
2.1.- La premisa 1 es falsa.
La física moderna reconoce la espontaneidad en el movimiento en los sistemas materiales, es decir la no causalidad y rechaza la máxima escolástica que dice: "Todo lo que se mueve es movido por otro".
Algunas cosas son movidas, pero otras se mueven sin que otra cosa las haya movido. En la época de Santo Tomás no se conocían las leyes de la gravitación ni apenas nada de cinemática, por eso él suponía que todo lo que se mueve ha sido movido por otro. Hoy sabemos que eso no es cierto.
Si se colocan dos objetos masivos de igual masa en un espacio vacío completamente inmoviles uno respecto del otro suficientemente cercanos para que la gravedad producida por ellos ejerzan influencia vemos que uno tiende a moverse en dirección del otro sin necesidad de nada que los mueva.
2.2.- La premisa 2 es falsa.
Como ya hemos mencionado antes, algunas cosas se mueven al ser afectadas por una fuerza, y esa fuerza puede ser gravitatoria, electromagnética, nuclear débil o nuclear fuerte, que son las cuatro fuerzas elementales conocidas.
Nada hay inmóvil en el universo. El universo está en constante movimiento, ésta es su naturaleza desde el inicio del tiempo, también lo es su propio dinamismo.
Y soy católico por habeme encontrado con Jesucristo, es decir: con Su Iglesia.
La nada. La nada es un concepto. La nada es una especie de negrura, un abismo que horroriza al ego. La nada no es nada, es algo, porque ha sido creada en nuestra mente. Los budistas hablamos del vacio, pero no es un concepto, sino una experiencia imposible de poner en palabras. ¿Es la nada? No, es menos que eso. Es la realidad que existe por debajo de todo lo que existe.
Un maestro zen llamo a eso el cero infinito, y lo pueso como el denominador de un quebrado que llamo realidad. El numerador de ese quebrado era una flor. O un gato. O un arbol. O una roca. O....
Pero no lo llamó Dios. ¿Es que los budistas no creemos en Dios? Eso dicen, pero no es verdad. O no es toda la verdad. Los budistas zen no creemos en Dios, es cierto. Pero es porque la creeencia nos estorba cuando queremos verle. O verlo. No sabemos.
Pues yo lo veo muy claro y ruego a Dios que se lo haga ver a todos.
Existe Dios, Jesús vino a mostrarnos al Padre, gracias a eso conocemos como ha de ser nuestra vida que se orienta hacia Dios y hacia los hermanos y sin ese amor a los hermanos mentimos si decimos que amamos a Dios.
No somos cristianos si nuestra meditación se orienta a hallar nuestro bienestar y qué hacer para que nada afecte nuestro egoísmo, seremos cualquier otra cosa pero no cristianos.
Esa es nuestra visión de Dios y hemos de estar atentos para que no nos la mezclen con otras.
Tengo una noticia para los ateos y librepensantes (ridículo apelativo): DIOS SI EXISTE. El creerlo o no es una cuestión de fe, y yo la tengo porque me da la gana. El que no lo crea es cosa suya. Son muy "guanacos" estos incrédulos.
Podrá no ser el Dios que definimos los cristianos, y ya reconocemos nosotros mismos que es indefinible, pero el Ser Supremo existe de cualquier manera como se conciba.
Escribe Fr. Luís de León.
Noche serena
Cuando contemplo el cielo
de innumerables luces adornado,
y miro hacia el suelo,
de noche rodeado,
en sueño y en olvido sepultado,
el amor y la pena
despiertan en mi pecho un ansia ardiente;
despiden larga vena
los ojos hechos fuente;
la lengua dice al fin con voz doliente:
«Morada de grandeza,
templo de claridad y de hermosura:
mi alma que a tu alteza
nació, ¿qué desventura
la tiene en esta cárcel, baja, oscura?
«¿Qué mortal desatino
de la verdad aleja así el sentido,
que de tu bien divino
olvidado, perdido,
sigue la vana sombra, el bien fingido?
«El hombre está entregado
al sueño, de su suerte no cuidando,
y con paso callado
el cielo, vueltas dando,
las horas del vivir le va hurtando.
«¡Ay!, despertad, mortales!
Mirad con atención en vuestro daño.
¿Las almas inmortales,
hechas a bien tamaño,
podrán vivir de sombra y sólo engaño?
«¡Ay!, levantad los ojos
a aquella celestial eterna esfera:
burlaréis los antojos
de aquesta lisonjera
vida, con cuanto teme y cuanto espera.
«¿Es más que un breve punto
el bajo y torpe suelo, comparado
con aquel gran trasunto,
do vive mejorado
lo que es, lo que será, lo que ha pasado?
«Quien mira el gran concierto
de aquellos resplandores eternales,
su movimiento cierto,
sus pasos desiguales,
y en proporción concorde tan iguales:
«la luna cómo mueve
la plateada rueda, y va en pos de ella
la luz do el saber llueve,
y la graciosa estrella
de Amor la sigue reluciente y bella;
«y cómo otro camino
prosigue el sanguinoso Marte airado,
y el Júpiter benigno,
de bienes mil cercado,
serena el cielo con su rayo amado.
«Rodéase en la cumbre
Saturno, padre de los siglos de oro;
tras él la muchedumbre
del reluciente coro
su luz va repartiendo y su tesoro.»
¿Quién es el que esto mira,
y precia la bajeza de la tierra,
y no gime y suspira
por romper lo que encierra
el alma, y de estos bienes la destierra?
Aquí vive el contento,
aquí reina la paz; aquí, asentado
en rico y alto asiento
está el Amor sagrado,
de glorias y deleites rodeado.
Inmensa hermosura
aquí se muestra toda, y resplandece
clarísima luz pura
que jamás anochece:
eterna primavera aquí florece.
¡Oh, campos verdaderos!
¡Oh, prados con verdad, frescos y amenos!
¡Riquísimos mineros!
¡Oh, deleitosos senos!
¡Repuestos valles, de mil bienes llenos!
Verdaderamente el autor estaba impregnado de Dios y Cristo era su luminaria pero él también hablaba desde su percepción humana.
¿Por qué se ha adelantado (o atrasado) un segundo la rotación de la tierra? ¿Tal es la exactitud con que discurre el concierto del cielo del que formamos parte, que hay que medirlo con un reloj atómico?
De veras siento como necedad decir que no existe Dios. Escribo aquí por aporte pero, ¿a quien se le ocurre (ya el Big Bang ha periclitado), que las galaxias han salido de casualidad de donde nada había? ¿Y el pensamiento humano con el que lanzamos a veces, rebuznos sobre los misterios?
Vamos con Jesús que Él sí que sabía el camino y Él mismo lo es. Y es la Verdad, y es la Vida.
El relato del Génesis a pesar de su rusticidad propia de su tiempo es más lógico y más cierto (a pesar de su parte simbólica en datos no en su meollo) que todas las teorías que se han expelido hasta ahora.
Solo hay una pregunta inteligente en relación a este tema
¿Quien creó a Dios? Ahí se nos va la cabeza y todo son elucubraciones.
Hemos explorado todos los callejones y al final acaba uno con el tipo (lo digo con respeto) que dijo YO SOY.
Una distinta opinión es respetable también. Y la necedad no hace todo un necio.
Cacaseno
Padre, no te conozco TE AMO.
Otro Luis no se si te ayudará un comentario de Cacaseno, hoy 26 a las 10.59 en este blog, fecha 2 de enero, el que dices que era un crucigrama.
http://es.wikipedia.org/wiki/Existencia_de_Dios
Para los que puedan leerla, la entrada en inglés parece más completa:
http://en.wikipedia.org/wiki/Existence_of_God
De hecho, me encantan las hagiografías.
La salud es un bien, la enfermedad es un mal.
La paz es un bien, la guerra es un mal.
la apacibilidad es un bien, la violencia es un mal.
poder hacer el bien y hacer el mal son dos tipos de comportamientos que existen en el mundo.
No resulta lógico y sería absurdo que el bien se quede sin premio y el mal sin castigo.
¿Si la muerte física es el final y no existe vida después, quedan sin castigo los crimenes horribles de Nerón, Hitler, Stalin ?
¿Y sin premio la entrega de la vida a los demás, de tantos santos ilustres ?.
La lógica no permite pensar eso.
Es NECESARIO pues aceptar la existencia de un Juez, capaz de juzgar según los actos humanos.
A ese JUEZ, creador de todas la cosas, le llamamos Dios.
José Luis lo has explicado muy bien haber si reflexionan, no es tan difícil de entender.
Virgilio no te afecte la existencia de tantos dioses, esos que nombras ya ha quedado muy claro que no existen.
Los científicos serán buenos en su campo de trabajo pero sus opiniones no se tienen que tomar como guía para demostrar la existencia Dios; cualquier niño puede ayudar en eso más que los sabios.
Necesitamos castigos para portarnos bien.
Amar por amor a Dios no es el camino, el camino es amar por amor a los demás.
No creo en ese Dios que predican.
Si existe Dios no es como lo pintan.
Y respecto al tema propuesto. Yo creo que echando un vistazo a todo lo que hay a nuestro alrededor, observando las maravillas de la naturaleza, mirando esos paisajes, es muy difícil no creer en Dios.
Si nos fijamos en la perfeccion del organismo del ser humano, de los animales, de las plantas...e incluso ya no de los seres vivos, sino simplemente una piedra...Un profesor nos dijo una vez en clase, que no entendía como había algunos ciéntificos que negaran la existencia de Dios observando la geometría tan perfecta
de los piedras preciosas. Es imposible que sea pura casualidad!.
Por eso yo creo que la mayoría de las personas, simplemente razonándolo, creen en Dios, al menos en Dios Creador.
Yo creo en Dios desde que tengo uso de razón, en Jesús, ese amigo en quien puedes confiar siempre, pase lo que pase, así me lo transmitieron mis padres, mi familia...con el tiempo ese primer acercamiento y conocimiento ha ido aumentando, (aunque por circunstancias de la vida, con algún alejamiento o parón muy grande... Él ha sabido venir a buscarme) y también porque como ha dicho José Luís lo he sentido de manera muy especial en muchos acontecimientos de la vida, algunas veces en situaciones cotidianas y otras en situaciones muy especiales.
Y al igual que se puede razonar la existencia de ese Dios creador. También si te acercas al Evangelio, ves un hilo conductor coherente, razonable, incomparable con el que puedas encontrar en otras cosas. Jesucristo nos une con Dios Padre.
En la naturaleza todo tiene un orden, el orden que ha establecido Dios. Todos los miembros de la naturaleza hacen lo que tienen que hacer según ese orden. Las plantas crecen, echán flores, dan frutos, los animales hacen lo que tienen que hacer, ( los pájaros cantan, por ejemplo)... Pero a nosotros, a los seres humanos, nos ha hecho seres racionales y nos ha dado la libertad. Para que libremente le elijamos a Él.
Juvenal. Si por el hecho de la creación nos vemos capacitados y obligados a afirmar la existencia de un ser primero y necesario, existe el Dios tal como de esta relación se desprende, un Dios personal, inteligente, todopoderoso, infinito, etc.etc. Pero sobre todo es el testimonio de Jesús quien nos aclara el rostro y la manera de ser del Dios existente, del Dios único, el Dios presentido por todas las religiones pero aclarado solo por Jesús, el Hijo bajado del Cielo. A continuacion dices cosas muy peregrinas que no se sostienen. Contingente? Precisamente la razón pide la existencia de un Ser necesario, no contingente. etc.etc.
Pepelu, todo lo que dices y aportas es muy interesante, Yo no queria liar tanto las cosas, pero es un complemento importante.
Pedro, no conviene mezclar unas cosas con otras. Para casi todos los que intervienen está claro que la misma estructura de nuestra razón reclama la existencia de un Ser supremo, infinito, origen de todos los demás. De lo contrario no se entiende nada y habría que renunciar a razonar. Negar el estatuto de laq razón en el tema de Dios es negarlo para todo. El agnosticismo desconfía de la efectividad de la razón. Si somos agnosticos para afiramr a Dios tendríamos que serlo para todo lo demás. Otra cosa es como se compagina la existencia de un Dios bueno y justo con la existencia del mal, y del sufrimiento de los inocentes. Lo podemos examinar detenidamente otro día. No hay que pretender aclarar todos los misterios de la existencia con nuestra cabecita.
De momento, yo digo, 1º, somos seres finitos, débiles, pequeños. Ya es un verdadero milagro de poder y de sabiduría que existamos, que duremos tanto tiempo, bien mirado somos una maravilla. Pero en nuestra finitud entra la ignorancia, la enfermedad, la muerte. (por lo menos la finitud de nuestra vida temporal) 2º, muchos males son causa de nuestros errores y de nuestras malicias, de nuestros pecados. No es justo atribuirselos a Dios. Ni es serio querer que Dios evite todas las ocasiones de mal. Hay que partir de que para ser interlocutores de Dios hay que ser inteligentes y libres. La libertad es grande pero tiene sus riesgos. 3º, Y principal, Dios ha querido asumir el dolor, hacerse vícitima del mal y de la injusticia, para rescatarnos del mal por el amor crecido y mantenido a pesar de todo mal, fisico y moral. De esta manera el mal, la misma muerte, en Cristo y por Cristo, han quedado convertidos en camino de afirmación, de crecimiento, de redención, de purificación, de amor.
Dos cosas, es verdad que la vida de los santos, los que viven creyendo en Dios de todo corazón, son un arguemnto a favor de su existencia y de su bondad. En primer lugar la vida de Jesús. Creer en Dios humaniza, da paz, nos hace "buenos". Un dia alguien dijo a Sta. Teresa de Clacuta, "yo no haría esto por todo el oro del mundo" Y la monja respondió sonriendo "Yo tampoco". Su fe en el Dios bueno, su amor a Jesus, le enseñaba y le movía a amar y a servir.
Segunda cosa, Esta experiencia interior a la fe, el gusto de creer, la paz qye se encuentra después de haber creido, es el mejor signo de que creyendo hemos acertado. Es como un matrimonio. Cuando dos enamorados se deciden a casarse no saben del todo si van a acertar. Solo después, cuando viven y gustan de su amor, encuentran la plena confirmacion del acierto de su decisión. El creyente, cuanto más profundamente se acerca a Dios, más siente el gozo de su cercanía, el bien y la felicidad de su presencia.
Ese "gusto interior de la fe" es la mejor prueba para los creyentes de la verdad y de la bondad del Dios de Jesús. Pero no nos vale para los que no creen. Hay que proponerles otrtas razones que les animen a dar el paso de la fe, porque luego la fe misma les convencerá. Buenas noches amigos. El Buen Dios nos ayude a vivir siempre en su presencia.
"Bienaventurados los límpios de corazón, porque verán a Dios"
"Credo, Domine, adiuva incredulitatem meam"
Científicamente no se puede demostrar la existencia o no existencia de Dios; o lo que llamamos Dios. Filosóficamente hay una razón de origen que no podemos limitar, y el vacío antes de la creación no lo podemos explicar, como las minúsculas hormiguitas que salen en mi casa no pueden comprender lo que es un océano.
Nuestra inteligencia, nos permite saber que no hay un efecto sin causa. Todo movimiento (Eros) proviene de la inercia del Tanatos. Se pude discutir, todo lo que se quiera de lo bien o mal que interpretemos a Dios. Jesús que siempre supo lo que decía lo dejó bien claro y en Las Santas Escrituras se lee: a Dios nadie le ha visto jamás, Jesucristo su hijo nos lo ha dado a conocer.
Yo me voy detrás de Jesucristo, y lo demás lo dejo en manos de otro, así le llamemos Dios, Alá, Jehová o Javier.
Yo me fío de Jesús, y lo demás no me inquieta.
Lo irregular que suceda en el seno de la Iglesia Cristiana, es cosa de hombres; lo bueno y la excelencia es cosa de Dios.
Así que yo ya no me caliento la cabeza
Con Jesús de la mano y confiando en Él.
Saludos cordiales en Cristo.
Rafael.
Ferretti mi objetivo es aclarar las cosas, nada más, tengo debilidad por ello.
Otra aclaración: se ha investigado mucho sobre la existencia de Jesús y está más clara su vida que la de muchos personajes de la antigüedad y esta opinión no es mía sino de los investigadores. Se puede creer en Él o no, considerarlo Dios o no, pero no negar su existencia.
Dejarse llevar por opiniones parciales y conocimientos insuficientes sobre una materia es lo que a mí me lleva a puntualizar.
Mire,Ferretti vaya Ud.por su camino y procure mirar al horizonte.Deje en paz a los que intentamos luchar cada día, con tanta " carga " que de todo discuten.Si, Dios existe a pesar de Ud.y de otros que prefieren lo contrario.¿ Qué le importa al no creyente si creemos ó no ?.Yo no creo en los comunistas y por eso no voy a estar todo el tiempo soplando gaitas.
Tranquilo Sr.no somos proselitistas ni inquisidores.La Fe, ( dijo Juan Pablo II ),se propone pero no se impone.Jesús,QUE SI HAY DOCUMENTOS,nos propuso un modo de vida y habló de Dios Padre.A pesar de Ud.
Me entero perfectamente. Lo que digo yo del tema de la investigación, es investigación, puesto que se refiere a las opiniones de investigadores y lo que dice usted de la electricidad y fármacos es opinión suya porque está basada en sus opiniones y si es investigación, si no le importa, cuéntenoslo.
No sé si se ha dado cuenta que voy con mucho cuidado de no hacer referencia a su no creencia y no le doy importancia a sus críticas hacia mi fe.
Ya le he dicho cuál es mi intención, pero usted parece creer que yo voy a criticarle, nada más alejado de mi forma de ser.
Yo tengo muy claro en lo que creo y ninguna razón en contra que me digan me hará cambiar y esa es mi fe que no impongo a nadie, sólo puede hablar de que a mí me parece muy bien.
Yo que siempre había mantenido una posición teórica basada en la razón; yo que había hecho de la prueba dialéctica, del criterio epistemológico, un enorme tinglado cuyos cimientos consideraba sólidos; yo que no había admitido otras pruebas distintas de las de tipo matemático o de la ciencia experimental, denunciando desde la filosofía la emponzoñada trampa metafísica, negando la necesidad de una “causa primera no causada”, un “ser necesario y no contingente”, un “primer motor inmóvil”...
¡Ay! Qué cerca me encuentro de no ser, de la nada... Así es como he definido desde siempre la existencia del hombre: Como un conjunto de componentes químicos que se interrelacionan, evolucionan y cambian. Hubo un tiempo en que me atormentó la idea de un principio de las cosas, pero me repugnaba la idea de un diseño preestablecido. Ningún género de conocimiento es más exacto que la ciencia, por lo que me abstuve de preocuparme más de lo necesario en otras cuestiones falaces que en nada ayudaban a mi descubrimiento de la realidad.
Debo encontrarme sin duda en esas horas de lucidez que preceden al fin. Vivo ya de prestado, enchufado a unas máquinas que extienden sus tentáculos sobre mi cuerpo, inmisericordes. La habitación es apenas un cuarto aséptico, inundado de luz azul parpadeante. Sin ventanas, sin rostros.
He aprendido a convivir con la soledad, convirtiéndola en mi más fiel compañera y amiga. Ella ha crecido conmigo, presta a olvidar la infancia, solícita en la adolescencia. Los años fueron cayendo fructíferos, intensos en conocimientos y esfuerzo. Cuando por fin perdí la fe, logrando desembarazarme de los prejuicios, de ese error trágico vestido con ropajes irreales, un vacío infinito ocupó el lugar donde poco antes luchaba con Dios. Entonces la soledad se me presentó adulta, mujer completa. Y la amé en silencio, haciéndola acreedora de mis desvelos. Ahora, esa soledad que creía segura, está anegando sin piedad los últimos resquicios de mi alma. Se ha convertido en algo autónomo, vibrante, gigantesco. Ahora, cuando la muerte acecha en el páramo de la conciencia, noto que está terminando de devorarme, tratando de acabar con los restos de esperanza que aún pudiera quedarme..
He aquí la soledad plena, la que sustituye a Dios; dicen que la partida de Dios no se compensa con la llegada de nada, que es inútil rellenar su vacío con sentimientos y vivencias; la pérdida es absoluta. Pero la soledad me ha acompañado espléndida a lo largo de los años, ayudándome a simplificar, aplicando un reduccionismo eficaz cuyas opciones son simples: no hace falta explicar a Dios, pues en la esencia divina está el no requerir explicación, o bien, hay una regresión infinita donde un Meta-Dios crea a Dios y así sucesivamente. De nada me sirven ahora las sesudas hipótesis que he defendido apasionado ante la cruda imagen de los catéteres inyectando esperanza en mis venas. No hay regresión posible en la muerte y necesito hallar una explicación antes de que se me acabe el tiempo, para enterrar esta infinita soledad que quiere matarme del todo.
No sé que extraños pensamientos me asaltan en las horas postreras. Resuenan golpeando en las sienes conjeturas ya olvidadas, y ya no sé qué es filosofía o metafísica, qué religión, superstición, mitología, qué sistema, lenguaje o Dios. Intento fijar las ideas, recordando mis autores favoritos, abundando en pasajes románticos en los que la muerte aparecía liberadora de mi sufrimiento..Pero sólo me viene a la memoria aquella reflexión de Unamuno:
“Y si no muero ,¿Qué será de mí? Y si muero, ya nada tiene sentido.”
No quiero morir del todo. No soporto la idea, tan cercana, de que mi existencia no haya tenido sentido, ni tampoco que se reduzca a una cita en la Historia, o un bonito epitafio en mi lápida. Ni siquiera me importará el dolor de aquellos que han compartido su vida conmigo. ¿Acaso puedo atribuirme sentimientos o acciones después de muerto? Unamuno lo comprendió a tiempo: si morimos del todo, no es que la vida no tenga sentido, sino que el acto concreto que en este momento realizo, no tiene trascendencia ni importancia alguna, pues es necesario que la tenga siempre. De otro modo, no la tiene YA.
He estado muerto en vida: ese es el vacuo destino que yo he forjado con mi libertad. No hay soledad más profunda y áspera para el hombre que morir del todo.
Por lo demás, me remito a las palabras del agnóstico astrónomo Jastrow, director del observatorio Mount Wilson, en EE.UU.: "“No es cuestión de otro año ni de otra década, ni de descubrir una nueva teoría, hoy parece que la ciencia nunca será capaz de levantar el velo que cubre el misterio de la creación. Vemos que la evidencia astronómica lleva a una visión bíblica del mundo. Los detalles difieren, pero lo esencial de las exposiciones de la Biblia y la astronomía coinciden…Para el científico que ha basado su vida en la fe del poder de la razón, la historia acaba como un mal sueño. Ha escalado las montañas de la ignorancia, está a punto de conquistar el pico más alto y, cuando se alza sobre la roca final, es recibido por un grupo de teólogos que estaban allí sentados desde hace siglos”.
El verdadero problema de quienes defienden el absurdo ateísmo (porque sí, es absurdo) es que ignoran la creencia real en Dios que profesamos los católicos.
Esto se refleja perfectamente en la frase que se desliza por ahí, cuando se dice que las explicaciones científicas desbancan a Dios -algún posteador lo ha escrito, no recuerdo si ha sido usted mismo-. Sepa que nuestro Dios no es el "tapa-agujeros" que ustedes están empeñados en achacarnos.
Milenio y medio antes de que a la gloriosa ciencia occidental se le ocurriese dar con que el espacio tiempo es relativo, san Pedro nos dice aquello de que "sabed que, para Dios, mil años son un día y un día son mil años". Y san Agustín enuncia que el Universo se creó CON el tiempo y no EN el tiempo. O sea, que el Universo contiene el tiempo y que, fuera de él, no hay tiempo. O sea.
Por cierto, las cifras de científicos ateos y agnósticos que se dan son falsas. Pasa del 50% el porcentaje de matemáticos creyentes, quizá por su carácter menos especulativo. Qué decir de los bioquímicos y las investigaciones sobre ADN (véase el caso de Collins, nada menos).
Respecto de la evolución, puede tomar ejemplo de Alfred Hoyle (ateo convicto y confeso), quien demandó antes de morir una explicación que tuviese en cuenta la mínima probabilidad de los procesos evolutivos por azar. Y qué decir de Anthony Flew, converso de marca mayor a la idea de Dios, discípulo de Bertrand Rusell y ateo mayor del reino, quien ha llamado imbécil -elípticamente, eso sí- a su admirador Richard Dawkins, porque Dios se ha convertido para él en una hipótesis cientñifica, así como suena. Otra cosa es el concepto de Dios que tenga este hombre. Pero sin esa inteligencia ordenadora superior, todo le resulta absurdo. Y, créame, además de cientifico, el señor Flew argumenta de modo formidable. Flew, huelga recordarlo, se ha pasado décadas dando conferencias sobre ateísmo.
La evolución por azar es un absurdo que se está viniendo abajo estrepitosamente. El hecho de que sus defensores tengan las posaderas bien asentadas en los sillones de la Academia no arregla el problema, sólo lo dilata en el tiempo. Su inquisitorial actitud no servirá, a la larga.
En fin, esto sería larguísmo y no es plan, usted lo comprenderá. Pero no vaya por ahí contando milongas y aprenda de todos esos ateos que, por honradez personal y profesional, ya están demandando otros paradigmas explicativos. Este no vale, amigo.
Ah, y Dios, por supuesto, existe, ya se dará cuenta...espero que no demasiado tarde.
Me llama la atención el orgullo intelectual que muestran algunos y cómo niegan el intelecto al que no piensa como ellos. Es gracioso que su gran capacidad mental de la que presumen no dé para captar lo que hay en la mente de los demás, que es tan racional como la de ellos. No les importa mofarse de los demás ya que no ven más allá de lo que pueden tocar.
Para los que les pueda interesar un libro
sobre la evolución del ateísmo en occidente con bases desde la filosofía de Descartes hasta Heidegger y la reacción teológica ante ello "Dios que viene al hombre" Joseph Moingt, no sigue las vías metáfísicas demostrativas y observa cómo ese Dios que proclaman como muerto es el Dios visto por los filósofos no el cristiano.
Unos seguimos una tradición que ha llegado a nosotros y otros niegan con ahinco algo que no saben si existe o no.
Se puede exponer lo que se piensa a favor o en contra de la idea de Dios, dirigir la vida de acuerdo con una u otra elección, pero no tiene sentido atacar lo que piensan otros como irracional porque se carecen de pruebas en uno u otro sentido. Ni la ciencia ni el testimonio de los científicos aportan ninguna prueba que concluya lo que nadie sabe.
Manuel tus deseos de fe y ruego por otras personas me parecen muy loables y en consonancia con tu concepto de la vida, no injurias a nadie con ello aunque para otros no tenga ningún valor.
Alguien ha dicho:a la hora de la muerte se verá.Yo prefiero creer en vida y así me va mejor.Léase en la Biblia que dice que estemos preparados pues a la hora que menos se espera, llega el ladrón y entra en tu casa.El Señor Jesús lo dice continuamente:" estad al acecho ".No necesito más argumentos.O.K.?
¿ Porque existe algo y no existe nada ?.
De la nada, nada puede proceder.
Ese algo existente para nuestra razón, es el ser en si.
El ser en si, que no ha sido creado por si mismo es un ser contingente, pues ha recibido la existencia de alguien.
Es lógico pensar en un ser en si ( ente primero ) necesario, que ha dado la existencia a los demás entes.
A ese ser necesario, que posee en si la existencia, le llamamos Dios.
Casuario, lo hace muy bien. Hay que detenerse a analizar qué es eso del "azar". Además qué azar puede haber si previamente no existe algo? Y cómo ese "algo" llega a la existencia desde la no existencia? Esa es la cuestión.
En relación con afirmar o no la existencia del SER PRIMORDIAL es inútil entretenerse en contar cómo parece que fueron las cosas al principio. La cuestión no es el "cómo" de los procesos posibles, sino la primera existencia y la fuerza existencial de esa realidad inicial que luego se complica y se desarrolla de una manera o de otra. La pregunta sigue siendo "por qué el ser y no la nada", por qué existe lo que existe y no triunfa más bien la nada? Porque el Ser infinito se afirma por sí mismo, y no como idea sino como existente real, porque si no no podría tener efectos reales como el mundo y como nosotros mismos. En fin, mucho para pensar, y para invocar, y para agradecer.
Saludos. El buen Dios os bendiga.
"El nombre es lo de menos, tambien es lo de menos que paso antes y que pasará despues. No hay antes y despues, solo aqui ahora, este preciso instante. Menos que el parpadeo de un ojo. Pero este instante es eterno. Es eterno porque está fuera del tiempo, no porque dure un tiempo infinito. Eternidad es ausencia de tiempo. Este momento es eterno y este momento es el unico.
Respuesta: Hay antes y despues. Es verdad que solo podemos vivir (experimentar) el presente pero no por eso deja de existir el pasado y el futuro. Hubo una Segunda Guerra Mundial a pesar de que no la vivi (experimente). Este instante no es eterno porque todo lo que vive esta sujeto al tiempo.
"La nada. La nada es un concepto. La nada es una especie de negrura, un abismo que horroriza al ego. La nada no es nada, es algo, porque ha sido creada en nuestra mente. Los budistas hablamos del vacio, pero no es un concepto, sino una experiencia imposible de poner en palabras. ¿Es la nada? No, es menos que eso. Es la realidad que existe por debajo de todo lo que existe."
Respuesta: Por debajo de todo lo que existe esta el mundo subatomico y cuantico. La nada es la ausencia de algo. La nada es solo un concepto y no es real porque sabemos por la ciencia que la ausencia de algo es imposible. De esta manera sabemos que la nada es un concepto y no una realidad.
"Un maestro zen llamo a eso el cero infinito, y lo pueso como el denominador de un quebrado que llamo realidad. El numerador de ese quebrado era una flor. O un gato. O un arbol. O una roca. O...."
Respuesta: El cero infinito es una forma poetica del Zen para expresar la no dualidad. El maestro Zen dice que la no dualidad es la raiz de todo y se halla en cualquier cosa. Debo pensar entonces que para los Budistas la no dualidad es Dios?
"Pero no lo llamó Dios. ¿Es que los budistas no creemos en Dios? Eso dicen, pero no es verdad. O no es toda la verdad. Los budistas zen no creemos en Dios, es cierto. Pero es porque la creeencia nos estorba cuando queremos verle. O verlo. No sabemos"
Respuesta: Hay verdades accesibles a nuestros sentidos y comprobados por tales. Hay otras verdades que no pueden ser comprobadas por nuestros sentidos como la fisica cuantica. No por eso deja de ser realidad (es y esta sobre comprobada). El hombre tiene acceso a otras verdades, las reveladas. Por quien? Por el vacio (por un concepto?). Un ser fuera de nuestra realidad nos revela lo que no podemos descubrir por nosotros mismos y que es tan realidad como la verificada por nuestros sentidos. Ese que revela eses verdades es Dios.
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