La fe viene de la predicación: Las homilías de Benedicto XVI

El sacerdote Pablo Cervera Barranco ha tenido el acierto de recopilar las homilías, o las mini-homilías del “Ángelus”, del papa Benedicto XVI. Me refiero al volumen titulado: “El Año litúrgico predicado por Benedicto XVI. Ciclo C”, edición preparada por Pablo Cervera Barranco, BAC, Madrid 2015, 502 páginas, ISBN 978-84-220-1851-3, 23 euros.

Es un libro que da gusto leer. Y que puede ayudar a todos: a los que han de predicar la homilía y a los que han de alimentarse de esa predicación. Tenemos que ser muy conscientes de la importancia de la predicación. La Palabra que suscita la fe viene de “fuera”, aunque tenga “dentro” de nosotros un anclaje. San Pablo, en la Carta a los Romanos, lo expresa con enorme claridad: “la fe nace del mensaje que se escucha, y la escucha viene a través de la palabra de Cristo” (Rom 10,17).

Para anunciar lo que no proviene de nosotros, sino de Dios, es preciso recibir el envío que faculta para esa misión y que procede de la autoridad de Cristo. Esta potestad se transmite, a través de la Iglesia, mediante el sacramento del Orden.

El mandato misionero de Cristo: “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado” (Mt 28,19-20), no se puede cumplir sin evangelizar, sin predicar, sin anunciar la Palabra.

La homilía no es la única forma de predicación, pero es la más importante, porque tiene su contexto en la liturgia y forma parte de la liturgia.

Benedicto XVI ha sido, como dice Pablo Cervera en la “Introducción”, “un extraordinario modelo”. La predicación del Papa Benedicto, sus homilías, constituyen “una veta muy importante de su pontificado”.

El Año litúrgico es un gran camino de fe. Si somos fieles a las lecturas que la Iglesia nos propone, nada, nada importante, quedará sin decir en el intervalo de un año.

La predicación de Benedicto XVI es, subraya Pablo Cervera, “mistagógica”; es decir, guía hacia la introducción en el misterio de la fe.

El cardenal Angelo Bagnasco no dudó en afirmar: “Como el papa León Magno, también el papa Benedicto pasará a la historia por sus homilías”.

Es muy de agradecer, a la BAC y a D. Pablo Cervera, este precioso libro.

La fe viene de la predicación. Y el papa Benedicto ha tenido el arte, y la gracia, de conseguir que todos estuviésemos pendientes de lo que iba a decir, en la certeza de que merecía la pena la escucha.

Y es que a Dios siempre merece la pena escucharle. El predicador, el ministro de la homilía, solo – y no es poco – tiene que procurar ser un medio adecuado para que esa Palabra llegue hoy a nuestras vidas. Para cambiarlas.

 

Guillermo Juan Morado.

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