Eppur si muove - Leyes intrínsecamente perversas
A lo largo de los siglos el ser humano ha venido desarrollando una labor tendente a regular la convivencia entre iguales. Así, mientras que en las sociedades más primitivas el orden establecido se limitaba, sencillamente, al ejercicio del poder por quien lo ostentaba sustentándose el mismo más en la fuerza que en la misma razón, con el paso de los siglos la civilización se ha ido civilizando.
Así, por ejemplo, tengo entendido que con la Ley de las XII Tablas (mediados del siglo V a.C.) se limitó el especial caso de la venganza privada y se impuso el tan conocido “Ojo por ojo, diente por diente” (Ley del Talión) que, aunque pueda ser considerado una salvajada visto desde el nuestro ahora era, más que nada, un hacer que viniese a menos la toma de la justicia “por su mano” en exceso a aquello que se hubiera soportado como delictivo.
La sociedad había alcanzado, con aquel simple cambio, un modo de ser que podríamos considerar correcto aunque, claro, muy lejos de lo que hoy día se considera “civilizado”.
Sin embargo, el ser humano, cierto ser humano, ha conseguido lo que era casi imposible: volver a aquella etapa en la que matar al hijo era un derecho del padre aunque, ahora, llevado por el feminismo radical, lo es de la madre y, además, considerado un “avance” de la humanidad.
Y es que, al fin y al cabo, hay normas que son, por decirlo pronto, intrínsecamente perversas y tal evidencia tiene, por supuesto, consecuencias de cara al obligado cumplimiento de las mismas.
¿Qué son, por tanto, las leyes intrínsecamente perversas?
Resumiendo lo que podría ser la teoría de tales normas podemos decir que las mismas son las que son inmorales y contrarias al orden natural que fue impuesto por Dios y, además, escrito en el corazón del hombre.
Así, pues, toda normal que es contraria a lo dicho supra podemos considerarla como perversa, en sí misma considerada.
¿Tiene consecuencias, para el creyente, que una norma sea intrínsecamente perversa?
Las tiene porque no puede ser considerada como buena una ley si, en su esencia y base se manifiesta contraria a la voluntad de Dios y a su Ley. Entonces, en tal caso, no hay obligación de cumplirla.
Es bien cierto que, como nos estamos refiriendo a la ley del aborto y a la misma se le puede aplicar a la perfección el título de intrínsecamente perversa debe quedar como norma no acatable por quien se considera cristiano y, por lo tanto, hijo de Dios.
Y la podemos definir de tal forma porque matar a un ser humano que, en el seno materno, espera ver la luz del día, sólo puede considerarse perverso y contrario a toda consideración de mínima humanidad.
Seguramente adoptar tal actitud de acuerdo a la fe que se dice que se tiene puede traer consecuencias negativas para quien quiera ser fiel a lo que cree pero, en estos tiempos de relativismo, hacer algo que no sea actuar de acuerdo a la doctrina de la Iglesia católica en este concreto aspecto es no cumplir con nuestra obligación espiritual.
No puede, por lo tanto, tener cabida en la actuación de un cristiano, algo que no sea la puesta en vigencia de la objeción de conciencia a la hora de aplicar la ley del aborto y, por lo tanto, cualquier persona relacionada con la medicina debería negarse a llevarla a cabo si su fe cristiana así se lo dicta, que se lo dicta.
Es más, si el poder establecido entiende que la objeción de conciencia no puede ser puesta en práctica en este caso sólo cabe la insumisión ciudadana para que, al menos, se sepa que no es posible contar con la anuencia de los cristianos en la matanza de inocentes, de otros santos inocentes.
A este respecto, una vez se preguntó Jesucristo “¿Cuándo venga el Hijo del Hombre, encontrará fe en la tierra?” (Lucas 18:8)
Pues según qué leyes y según qué personas que, pudiéndose oponer a las mismas no lo hacen, no sé yo si encontrará algo de fe o no, aunque la respuesta a la pregunta del Hijo de Dios ya se la puede imaginar cualquiera.
Por otra parte, no me gustaría, para finalizar, no traer a colación que en una pregunta hecha por Peter Seewald a Joseph Ratzinger (cuando, como suele decirse, era conocido por su propio nombre) y que se recoge en el libro “Dios y el mundo”, relativa al cumplimiento de la Ley, dice Benedicto XVI que “La comunidad con Cristo significa que estamos allí donde se cumple la ley; donde ha encontrado su lugar adecuado; donde, en sentido literal, está guardada, es decir, conservada y al mismo tiempo transformada”.
¿Se guarda la Ley de Dios con el aborto?
Eleuterio Fernández Guzmán
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Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).
5 comentarios
"A Dios queremos en nuestras leyes, en las escuelas y en el hogar"
Eso que cantan algunas viejitas, es justo lo contrario de lo que han dicho nuestras élites: No queremos a Dios en nuestras leyes, mientras más lejos mejor.
Por otro lado, tampoco es nada nuevo, es lo que ha hecho el pueblo de Dios desde que eran 12 tribus en el desierto.
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EFG
Es bien cierto que, a lo largo de la historia del pueblo elegido por Dios hubo muchas ocasiones que traicionó su confianza y muchas veces que quiso irse con "otros" dioses. Sin embargo, siempre hubo y hay la posibilidad de volver al Padre con arrepentimiento y pidiendo perdón.
Yo creo que por eso los caminos del Señor los torcemos a voluntad propia porque sabemos que siempre podemos volver a enderezarlos al tener un Padre misericordioso.
El mandamiento de la Caridad contiene toda la Ley y su cumplimiento.
¿Acaso el nefando derecho al aborto no es un Signo de los Tiempos?
El Pueblo de Dios en el Antiguo Testamento no era todavía la Iglesia de Dios. Carecían de la Gracia, de los Sacramentos, de la intercesión de María Santísima, etc ... Por eso el castigo que merecemos será mucho peor y mayor -abarcará la Tierra entera-.
¡Como venga Jesús nos vamos a enterar ...!
¿Catastrofismo? ¿Fatalismo? ¿Pesimismo? NO
En fin, el que busque esperanza en estos tiempos, que lea el Apocalipsis -es de gran actualidad, de veras- pues bienaventurado el lea y oiga las palabras de esta Profecía de CRISTO, muerto y resucitado, El que es, El que era y El que ha de venir.
Y vistos los tiempos involucionistas que corren, prefiero la Ley del Talión a la la Dictadura del relativismo deicida y homicida.
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EFG
Al menos con la Ley del Talión la madre no podría hacer nada al hijo porque nada le habría hecho el nasciturus.
¿Alguien sabe qué dice La Sharia respecto de los casos de las mujeres que abortan por su cuenta y cómo aplican esta Ley?
Veo pocas manifestaciones en la calle -ninguna, mejor dicho- de los musulmanes en contra de esta nueva Ley, y anda que son unos cuantos en España y no me parece mal -lo digo sinceramente-.
¿No sé por qué será? ¿alguien lo sabe?
Y ya que no hay nadie en la autopista de este foro me aprovecho y añado más cosas:
-la madre que aborta, aunque aborte NO POR ESO deja de ser madre de su hijo, en este mundo y en el otro.
-y lo mismo pasa con un sacerdote que NUNCA deja de serlo, aunque renuncie o lo inhabiliten.
-y lo mismo un bautizado, que SIEMPRE será Hijo de Dios, aunque apostate.
-y lo mismo hombre y mujer unidos en matrimonio por la Iglesia, salvo casos de nulidad especiales, que siempre serán marido y mujer, aunque se divorcien o vuelvan a casar.
Pues como diría Eleuterio "las cosas son lo que son y no otra cosa". Hay unas leyes programadas en la naturaleza, otras son de los hombre y otras de Dios. Y las de Dios -creador de todo, por cierto- son perfectas y se aplican según Su voluntad, no la de los hombres.
Por eso con la Apostasía -sea de corazón o legal-, aunque se pierde la Gracia y se renuncia al Cielo -tiemblo sólo de pensarlo- NO elimina la capacidad innata de la impronta de la Fe, que aunque medio muerta y sin poder hacer actos meritorios de caridad, permanece en el hombre maltrecha para acusarle el resto de sus días en su conciencia, en esta vida y eternamente en la otra.
¡Si no de qué tanto odio que vemos contra Dios y tanto sufrimiento que hay en el Infierno!
¿Acaso inmensidad del Odio de esta generación de hombres pródigos no es una lucha esquizofrénica que siente un alma corporal y su entendimiento espiritual tratando de liberarse del álito sobrenatural que le acusa cada mañana ...? Y es que la voz de la Verdad que anida en el hombre no se puede apagar ni con fiestas ni vino ni sexo ni muerte ni escapando a las cumbres más Altas. Y allá donde se huya de Dios -el único Dios- sea hombre bautizado o no, le acompañará como su sombra su desgracia, a unos por no poder conocerlo plenamente y a otros por haberlo conocido -aún peor-.
¿Y acaso el que odia no amó también alguna vez? ¿Acaso elegimos nosotros a nuestros padres y nuestros padres eligieron a los suyos y así sucesivamente hasta Adán y Eva?
Y ADAN y EVA: ¿qué padres tuvieron? ¿Acaso un mono y una diablesa como dice la cosmogonía del Budismo Tibetano de Su Santidad Tenzin, nuevo paradigma y pilar del Nuevo Orden Mundial?
Y es que ni Darwin fue original con su "teoría" ...
Y dentro de poco nos vendrán con el cuento de que fueron unos dioses-extraterrestres los que crearon la especie humana ... (a no tardar mucho)
Y aunque el MUNDO prefiera a Satanás como "padre" y lo establezca como un nuevo dogma, no dejará de ser un padre espiritual adoptivo -y vaya si tiene hijos-.
Y bla bla bla, que habría para llenar un libro.
***Y lamento toda la extensión de este texto. Seguramente volverán a la carga algunos diciendo que alucino. En fin, ¿hay para menos ... ?
hace tiempo una vecina, muy alegre me dijo que su hija estaba embarazada de su segundo hijo y que le hacia mucha ilusión, yo la felicité.
Al cabo de un tiempo me la encontré muy triste, y le pregunté el motivo y me dijo que su hija había perdido el bebé, como es de suponer le pregunté que habia pasado... y me dijo que le habian hecho la prueba de la amiocentesis y por error médico el bebé murió.......Me saltaron las lagrimas...porqué no pueden dejar al feto en paz!!.....sino es por aborto es por amiocentesis y sino por alcohol, y sino por alguna irresponsabilidad...al final terminan matando al niño.
Yo recuerdo hace años que cuando una mujer se quedaba embarazada, por no lastimar al niño se privaban de muchas cosas, y se cuidaban tanto..... ahora parece que lleven un paquete en vez de un niño que lo pueden zarandear a su antojo.
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EFG
Es bien cierto que no sólo en el aborto se produce la muerte del nasciturus sino que, por errores o la cuestión que sea, quien iba a nacer no nace.
Y, efectivamente, muchas personas creen que el hijo que llevan dentro es una parte de ellas, como una especie de apéndice del que pueden disponer a su antojo.
Y luego dicen que somos los creyentes los que estamos locos........
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