Toledo, una puerta entreabierta
Un lector dejó en el blog, el otro día, un largo comentario en el artículo “Astorga, con la puerta en las narices”, que trataba sobre las catedrales cerradas para quien quiere rezar en ellas y que sólo se abren a los turistas de pago. Me ha parecido interesante reproducirlo como artículo independiente.
Este lector nos cuenta la solución a la que ha llegado Toledo, intentando resolver el problema. Existe acceso libre a la capilla del Santísimo, donde se celebran las Eucaristías de diario, y se puede acceder al resto de la Catedral para visitarla pagando la entrada. Sin duda, esta solución salva lo esencial del tema: nunca se cierra la puerta a nadie que quiera ir a rezar ante el Santísimo, que es lo que distingue esencialmente una iglesia católica de un templo protestante.
Yo preferiría, la verdad, que la Catedral estuviese abierta totalmente de forma gratuita, pero eso lleva a este lector a plantear un tema que me parece importante, el quinto mandamiento de la Iglesia, que recordaré para los desmemoriados: ayudar a la Iglesia en sus necesidades.
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En Toledo, se ha separado con una vallita la capilla del Santísimo (la del Sagrario) del resto de la Catedral. Desde la parte destinada al culto (gratuita) se puede ver gran parte de la catedral, aunque para recorrerla hay que entrar por otra puerta y pagar la entrada, que incluye la visita a la Custodia, a la Sacristía, a la Sala Capitular, al Coro, al Altar Mayor y a las decenas de capillas menores.
Si todo ese arte, que lleva sus gastos, estuviese en museos, necesitarían por lo menos 3 o 4 edificios para albergarlo y te cobrarían no 7 euros que cuesta la catedral, sino 30 por lo menos. Si se va a rezar, te indican el lugar, que además es donde se celebra la Eucaristía. En el resto de la Catedral no hay Misa, excepto el domingo la Misa mayor y ahí claro que se puede pasar gratis.
Antes, la catedral después de la última misa de la mañana hasta la primera de la tarde estaba cerrada. Ahora está abierta, pero pagando (excepto la capilla del Santísimo con entrada independiente y gratis siempre), pues quien va a esas horas es a hacer turismo. Con esto se deben haber multiplicado por 3 el número de vigilantes y personal que hay ahora al estar más horas abierta (es decir, más puestos de trabajo) y ayuda a muchos gastos y proyectos de la diócesis y de misiones. Me parece que está bien ideado.
¿Nosotros estamos dispuestos a hacer de vigilantes gratis 8 horas al día de lunes a viernes y algún día de fin de semana? ¿O a limpiar con otros 4 todo el suelo de la catedral? Y si se contrata a alguien, ¿quién lo paga? ¿El obispo con su sueldo? Si de verdad diésemos el diezmo (el 10% de nuestro sueldo) seguro que entraríamos gratis a todas las catedrales. Mientras esto no se haga, comprendo que te cobren, pero es que ese dinero deberíamos haberlo dado voluntariamente, y como casi nadie lo hace, pues te lo cobran como entrada.
¿O es que no nos da el dinero Dios para administrarlo, en lugar de creer que es nuestro y de nadie más? Ya sabéis, eso de dar gratis lo que se recibe gratis, que a veces parece que nos merecemos tener trabajo, y ahí también tendrá algo que ver Dios para que lo tengamos, en lugar de estar en el paro o malviviendo. Lo mínimo es devolverle un poquito, quedarnos con el otro 90%, que es mucho, seguro. Que nadie nos morimos de hambre hoy por hoy…
¿Cuántos católicos han entendido de verdad lo de ayudar a la Iglesia en sus necesidades, tanto de dinero como de tiempo dedicado gratis? Con la X de la declaración de la renta sólo se consigue el 20% de lo necesario, y con los cepillos a lo mejor menos de ese porcentaje ¿Cuántos echan un billete, aunque sea de 5 euros? ¿Cuándo fue la última vez que echamos un billete en una colecta ordinaria (no me refiero al Domund o algo extraordinario)? ¿Cuántos se han suscrito mensualmente a su diócesis, parroquia, etc. a raíz del cambio de modelo de financiación de la Iglesia? El IPC también sube para la Iglesia ¿Damos cada año un 3% o 4% más que el anterior a la Iglesia o llevamos tiempo echando lo mismo?
En proporción al gasto, por ejemplo, de gasolina del coche o de salir a tomar algo por ahí, ¿cuántas veces supera a lo que damos a la parroquia? Porque a donde voy a veces a Misa, que es un cestillo, se ven pocas monedas de euro, muchas de céntimos y de casualidad un billete de 5 euros. Tenemos que convertirnos del todo, y eso incluye el bolsillo, pero hasta que cueste, no para dar el cambio del pan.
Perdón por el cacho ladrillo, es una reflexión que llevo haciéndome desde hace un par de años.
JLC
7 comentarios
Pues va a ser eso,Bruno. Que el dinero de los muy, muy, muy católicos es de ellos y de nadie más.
Paguemos la conservación, apertura, mantenimiento y limpieza de las catedrales con "nuestro" dinero: sería un buen destino.
Y otra idea. Entra en el blog de Reme, surtido de ideas. ¿Y qué tal otro diezmito o menos, un 0,000000005 de ese dinero que estan nuestro, nuestro, nuestro y nada más que nuestro para, por ejemplo, vacunar a los bebés hijos de presas? Y otras muchas causas nobles o, simplemente, dignas. Porque """nos da el dinero Dios para administrarlo, en lugar de creer que es nuestro Y DE NADIE MÁS """
Luego dice que preferiría que fuera totalmente gratis, cuando ¡no hay nada gratis! (ni siquiera esclavizando a alguien), para después recordar a los demás el quinto mandamiento de la Iglesia, cuando usted no se rasca el bolsillo un poco para dárselo a los que mantienen la catedral de Astorga.
No hay una solución única para todos los casos.
Veo que este tema le afecta bastante y pierde un poco la calma. Como éste no es un asunto "de fide", creo que los católicos podemos diferir legítimamente sobre él sin necesidad de enfadarnos.
Está claro que no hay una solución única para todos los casos, pero también es cierto que no todas las soluciones tienen porqué ser buenas y que unas pueden ser mejor que otras. Yo pienso sinceramente que la solución de Toledo es mejor, porque evita lo que creo que es inadmisible: que si uno quiere ir a rezar junto a su Señor en el Sagrario le cobren por ello (con todas las buenas intenciones del mundo, pero le cobran). Ése fue justamente mi caso en Astorga y creo que es normal que no me gustase nada.
Como ya le dije, si no quise comprar una entrada en Astorga fue porque no me pareció bien que me cobrasen para entrar. Si me lo hubieran pedido, hubiera estado encantado de colaborar generosamente.
Si piensa que esa solución de Toledo es peor o no es apropiada para Astorga, por cualquier razón, dígalo. Para eso es este blog, para discutir los temas.
Mi intención no es condenar a nadie, sino animar a hacer las cosas de forma que se obtenga el mayor bien para católicos y no católicos. Estoy convencido de que tener las catedrales e iglesias lo más abiertas posible y sin cobrar la entrada es un bien muy importante para los católicos y para la evangelización, así que lo defiendo como puedo.
Cuando digo que preferiría que la entrada en las Catedrales fuese totalmente gratis (es decir, que creo que la solución de Toledo es mejor pero tampoco es la que más me gusta) ya soy consciente de que no hay nada totalmente gratis más que el amor de Dios. Soy consciente de que las Catedrales tienen muchos gastos, pero creo que lo lógico sería que los fieles cristianos, voluntariamente y con generosidad, sufragasen los gastos que no cubra el Estado.
Un saludo cordial.
En cuanto a la primera parte de tu comentario, "dinero de los muy, muy, muy católicos es de ellos y de nadie más", no sé muy bien porqué singularizas a los "muy católicos". En mi experiencia, la tendencia a apegarse al dinero es común a todos los seres humanos. Y, también en mi experiencia, el único que puede curarnos de ese apego al dinero es Cristo, que se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza.
En cuanto a lo del blog de Remedios, creo que, en lo fundamental, te daría la razón. Lo esencial es buscar el bien de esos niños pequeños, que suele ser estar con sus madres, incluso aunque otros se puedan aprovechar de ello, etc. Por supuesto, en cosas secundarias se podrían hacer las cosas mejor: evitar abusos, ver en cada caso lo que es mejor para el niño, que esas ayudas puedan estar también disponibles para los que no están en la cárcel, etc. Pero, repito, creo que en lo fundamental tienes razón (aunque también creo que lo de los "niños pijos" sobraba).
Saludos.
Supongo que con la nueva medida de contribuir en el IRPF, te comprometes más, pero no dejas por ello de ver a algunos curas como meros funcionarios del Estado.
En cualquier caso, estoy con Bruno. No se debe pagar por asistir a la Ecuristia o rezar en el Sagrario. De manera que la solución de Toledo es la más apropiada.
Tampoco me parece descabellado, ni fuera de la doctrina católica lo que indica M, suscripción directa en las parroquias que te den un recibo para deducir en la renta. Si se puede deducir un 15% de las donaciones, el Estado devolvería a los contribuyentes casi lo que aporta ahora, 127 millones de euros. Total, la Iglesia no tendría problemas económicos innecesarios, pudiendo hacer un bien inimaginable con los ingresos extra, y a los políticos les saldría el tiro anticatólico por la culata.
Luego tampoco estaría de más calcular cuánto costaría el mantenimiento del patrimonio artístico y los servicios sanitarios y educativos y publicarlo exhaustivamente, exigiendo al gobierno que se retrate.
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