Por un instante, deja ver su rostro
Normalmente, el mal se presenta escondido, vestido de ángel de luz o agazapado tras justificaciones, excusas y engaños. En ocasiones, sin embargo, revela durante un instante su verdadero rostro, que es escalofriante.
En Estados Unidos, durante las últimas semanas ese rostro escalofriante se ha revelado en varias ocasiones. Hace un mes, el Gobernador de Virginia, Ralph Northam, declaró que estaba a favor de que los abortos se realizaran hasta el momento mismo del nacimiento y que, si en esas circunstancias un niño nacía vivo, se le dejaría morir a no ser que la madre quisiera conservarlo. Posteriormente, como preparación para un posible cambio de postura del Tribunal Supremo sobre el aborto, el Estado de Nueva York aprobó una ley que blindaba el aborto durante todo el embarazo, hasta su último día, con las justificaciones habituales de grave enfermedad del niño y la salud de la madre, y los estadounidenses contemplaron estupefactos las grandes sonrisas, alegrías y aplausos de los políticos que aprobaban la nueva ley. Otros estados han imitado ya o se preparan para imitar la ley neoyorquina.
Hoy, en el Senado norteamericano se ha rechazado un proyecto de ley que exigía algo que a cualquier persona decente del universo debería parecerle obvio: que a un niño nacido vivo se le proporcionaran los cuidados médicos que necesitase.
El proyecto de ley de Protección de los Supervivientes a un Aborto que Nacen Vivos, presentado por el Senador Ben Sasse, establecía que cualquier profesional de la salud que estuviera presente debería “emplear el mismo grado de profesionalidad, cuidado y diligencia para preservar la vida y la salud del niño que emplearía un profesional de la salud razonablemente diligente y cuidadoso en cualquier otro niño nacido vivo con la misma edad”. Asimismo, el profesional debería “asegurarse de que el niño nacido vivo fuera trasladado inmediatamente a un hospital e ingresado en él”.
Un profesional médico que no ofreciese esos cuidados al niño podría recibir una pena de cárcel (como sucedería si no prestase auxilio a cualquier otro niño), pero no se contemplaban penas para la madre. Se ampliaría así una ley firmada por el presidente Bush en 2002, que reconocía teóricamente los derechos de los niños nacidos, pero sin establecer penas para los médicos que no respetasen esos derechos ni imponer obligaciones concretas de proporcionarles cuidados médicos.
Para seguir tramitando el proyecto se necesitaba el voto de 60 senadores, pero solo se han conseguido 53. Es decir, 44 senadores han votado en contra de que un niño nacido vivo tenga derecho a recibir cuidados médicos (incluidos, por cierto, los principales candidatos a la presidencia en 2020). Tres senadores demócratas han votado a favor de la ley (Dios se lo recompense) y tres senadores republicanos no han estado presentes con diversas excusas .
El mismo Trump, que está muy lejos de ser una hermanita de la caridad, dijo que “este voto sería recordado como uno de los más escandalosos en la historia del Congreso de los Estados Unidos” y que “la postura del Partido Demócrata sobre el aborto es tan extrema que no les importa ejecutar bebés después del nacimiento”. Asimismo, una nueva encuesta muestra que, en el último mes, ha bajado sustancialmente el número de norteamericanos que se declaran a favor del aborto, horrorizados sin duda por todos estos entusiasmos que parece despertar el infanticidio en los políticos.
El mal se revela a cara descubierta. Aquí ya nadie puede alegar dudas sobre si se trata de un niño o no, porque el niño ha nacido como cualquier otro. Ya nadie puede presentar excusas sobre los derechos de la mujer, porque la mujer ya ha dado a luz. Así queda claro que los principales promotores de esas dudas y esas excusas, en realidad, no creían en ellas. Ya no hay margen para el autoengaño, ya no tienen cabida las tácticas para desviar la atención: lo que está en juego es el puro y simple deseo de matar a nuestros hijos cuando nos molestan.
El ídolo sediento de sangre deja ver su rostro repugnante. Y muchos que lo adoran apartan la vista por un momento para no verlo y mañana seguirán afanándose en servirlo. Quiera Dios que algunos recapaciten. Miserere nobis, Domine, miserere nobis.
72 comentarios
La única esperanza que nos queda estriba, precisamente, en que nos ahoguemos en nuestra propia ignominia.
"Una buena norma tiene muchas menos posibilidades de mejorar que una mala de empeorar"
Hay muchísimas maneras de equivocarse y una sola de acertar. Si a uno no le importa la verdad, tiene mil opciones, mientras que el que ama la verdad solo tiene una. Los idolillos van cambiando: lucha de clases, materialismo, raza, relativismo, demagogia, género, ecología, derecho a decidir y un larguísimo etcétera, pero Dios solo hay uno.
Todavía en los países donde se trata de legalizar el aborto siguen mintiendo. Y todavía hay gente ingenua que les cree. O que no lo ve grave...ay Dios...
Cada vez más claro que cuanto más se aleja el hombre de Dios, más se oscurecen las conciencias y más se deshumaniza la sociedad.
O volvemos a Dios o estamos fritos
¿ Qué pasa que es propiedad de la madre o qué?
La conformación de mayorías parlamentarias suficientes está siendo el brazo ejecutor de los más débiles aún no nacidos. La democracia, cuando pierde los principios sobre los que se debería asentar pasa a ser una tiranía de las mayorías. ¿ Quien quiere democracias asesinas ? ¿ Quien quiere participar, al menos con sus impuestos, en que el estado sufrague el asesinato del nasciturus ?
Vamos al fondo de la cuestión: la democracia que no se basa en la ley natural termina convirtiéndose en asesina de personas, en lobo para el hombre.
Jaime Mayor está al frente de una buenísima iniciativa "One of us". Se trata de aglutinar a la mayor cantidad de librepensadores que propaguen por Europa el derecho a la disensión de la corrección política que todo lo invade y asfixia.
Pues bien, todavía habrá algún obispo o cardenal que diga que no es necesario excomulgar a esa escoria putrefacta de la Iglesia.
En el texto he puesto un enlace a una foto de la firma de la ley hiperabortista de Nueva York por el sonriente Andrew Cuomo, otro de esos "católicos".
Al final se manifiesta el verdadero motivo del aborto: la VOLUNTAD de matar.
1. Por esas misteriosas maneras en que trabaja el cerebro humano y los infinitos datos sensoriales que recoge y almacena, al leer el último párrafo ha cruzado mi mente una ráfaga repugnante de olor a sangre.
2. Ante la impotencia del pueblo (gente de buena voluntad en general y católicos en particular) resuena en mi mente la palabra "escrache". Uno piensa que con abogados y políticos se puede establecer orden y paz. Pero no, el optimista (e ingenuo) Juan XXIII se lo creyó, mas la historia nos está demostrando lo contrario: el hombre por sí mismo no es capaz de volar a tales alturas. Escrache es lo que en algunos países de Sudamérica ha venido haciendo la gente como única arma al alcance de sus manos para exigir (y lograr) cambios por acciones insoportables en el mundo político.
Creo que han incurrido en excomunión latae sententiae, por herejía. En el caso de Cuomo, dadas sus declaraciones (apología del infanticidio, aunque no lo llame así), es evidente que sí.
Todos los "intentos" de explicación que quisieron darme me parecieron RIDÍCULOS y me sonaron a MIEDO A LOS PODEROSOS.
Es que son dos cuestiones diferentes:
a) Si los políticos que votan a favor del aborto sufren excomunión latae sententiae según el Código de Derecho Canónico: la respuesta es no.
b) Si debería modificarse el Código para que los políticos que votan a favor del aborto sufriesen excomunión latae sententiae: la respuesta probablemente es sí.
En cualquier caso, de lo que no cabe duda es de que es un pecado mortal, así que, quien lo hace, en principio va de cabeza al infierno, que es algo mucho más importante que la excomunión. Pero yo no recuerdo que, en toda mi vida, un obispo le haya dicho eso públicamente a los políticos "católicos". Bueno, no recuerdo que se lo haya dicho a nadie (excepto una vez el Papa a los mafiosos, que esos ya se sabe que son como Hitler, aunque por cada muerte producida por la mafia se realicen mil abortos de niños inocentes).
Me parece ABSURDO y casi ESCANDALOSO.
Justamente, como tú dices, el pecado mortal es mucho peor en realidad. Pero la excomunión sería un grito DESESPERADO de la Iglesia diciéndole a un hijo suyo "¡ Te estás yendo al infierno !"
Y ese grito NO SE DÁ y me huele mal porqué no se dá.
Es que, si ni siquiera se les dice que van a ir al infierno, ¿qué sentido tiene excomulgarlos? Sería como dejar libres a los asesinos en lugar de ir a prisión, pero obligarles a llevar un traje a rayas.
Tampoco se dice que un Estado que permite oficialmente que se mate a cientos de miles a sus ciudadanos más inocentes pierde su legitimidad o que el aborto legalizado sería un motivo más que suficiente para realizar una guerra justa o un levantamiento contra el sistema político (porque, de otro modo, no existen las guerras justas ni sería posible nunca derrocar a los gobernantes). Son cosas evidentes, pero nunca se dicen.
La realidad es que un gran número de clérigos, incluidos especialmente los obispos, y de fieles católicos no se creen buena parte de la fe católica.
Es igual que esos ilusos que dicen que la pederastia nunca se legalizará cuando la deriva de inmoralidad que llevamos indica claramente que sí. Si algo hemos aprendido en poco tiempo es que cualquier cosa se puede justificar.Bueno, en Canadá se legalizó la zoofilia, así que tus vaticinios no están muy lejos de tomar forma concreta (lamentable y tristemente).
Forestier:
Muchas abortistas contrarias por su ideología a la propiedad privada, son precisamente las que consideran que el niño en el seno de su madre, es de su total propiedad privada. Es que en este caso, el mal como total ausencia del bien, es también totalmente contradictorio y mentiroso.Esta frase es muy buena, ya nomás me la apropio; pienso plagiarte a mansalva Forestier.
Bruno:
En cualquier caso, de lo que no cabe duda es de que es un pecado mortal, así que, quien lo hace, en principio va de cabeza al infierno, que es algo mucho más importante que la excomunión.En cierto modo también es como si quedaran excomulgados porque si en tal condición llegasen a hacerlo, estarían "tragando su propia condenación" (claro que esto también corre para cualquier pecado mortal, no solo por consentir y propiciar el aborto). Así que si quieren comulgar (no creo que les importe mucho), primero tendrían que arrepentirse de lo hecho, y públicamente. Y me parece que con los tiempos que corren, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un político reconozca la abominación que acaba de cometer.
Lo de que Canadá legalizó la zoofilia es un bulo. Seamos cuidadosos con lo que repetimos, porque desacredita a lo importante.
Por otro lado, en la mayoría de los estados de occidente la tendencia es hacia el animalismo -que me revienta bastante- por los que en lo que a hace tema se refiere, la zoofilia, mas bien se la considera delito por imposibilidad de consentimiento -lo que es un buen resultado de todas maneras.
Si un político apoya el aborto o infanticidio por componenda o cobardía estoy de acuerdo en que está en pecado mortal pero no incurre en excomunión. Pero si está CONVENCIDO de la bondad de la medida, a pesar de lo que afirma la Iglesia reiteradamente estando informado de ello, y además hace apología, incurre en evidente herejía y por tanto está excomulgado latae sententiae (canon 1364). El caso de Cuomo cae clarísimamente dentro, al igual que el de muchos demócratas “católicos”, porque sus argumentos justificativos son claramente heréticos y los sostienen con contumacia, puesto que son muy conscientes de las protestas.
Sí que se ha legalizado la zoofilia en Canadá —por jurisprudencia del TS—, siempre y cuando no haya ni penetración ni maltrato al animal.
(No puedo poner el enlace a la noticia, no me deja, lo considera spam incluso quitando protocolo, etc.)
"Con todo, os envié a todos mis siervos los profetas repetidas veces, diciendo: "No hagáis ahora esta cosa abominable que yo aborrezco. Pero no escucharon ni inclinaron su oído para apartarse de su maldad, para dejar de quemar sacrificios a otros dioses." (Jer 44,4-5)
youtu.be/0MRkqVSrRDo
Señor Jesús, mediante el Inmaculado Corazón de María levanta en España y en cada nación a un líder acogido a Ti. Allana su camino para que Tu ley impere sobre su pueblo, derrama Tu gracia sobre él para que no se aleje de Ti en ningún instante sino que Te busque como un niño a su padre e ilumínale para que detecte las fuentes del mal y evite las trampas del Enemigo. Ven Señor Jesús, en atención a Tus elegidos rescata a la humanidad Tu hija.
Bruno, si sería legitimo levantarse en armas contra un régimen que mata niños, siempre claro que hubiera un núcleo de resistencia alternativo y viable; pero mientras no lo haya el régimen en si mismo es legitimo, aunque parte de sus leyes y normas no lo sean. Si no fuera legitimo estaría justificado no pagar impuestos ni obedecer ninguna norma ni ley (no solo las malas sino cualquier ley o norma que no mande cosas que no hubiera que hacer de todas formas). De hecho las leyes de España o Estados Unidos no serían verdaderas leyes, aunque manden cosas buenas o prohíban cosas malas (habría que evitar esas cosas malas y hacer las buenas por que lo manda la ley moral no porque lo mande una ley que no es ley). No habría que mostrar respeto ninguno por ninguno de los cargos que ostentan sus dirigentes; ni habría motivo alguno para condenar a los que quieren separarse de un país así (aunque no sea por ese motivo, ni pretendan corregirlo. Si España es ilegitima no tiene nada de malo que Cataluña pretenda independizarse aunque el régimen resultante fuera igualmente ilegitimo). Las autoridades del país no serían autoridades verdaderas y no tendrían legitimidad para juzgar a nadie ni para castigarlo, fuere por lo que fuere, ya sea un asesino en serie, un corrupto o un pederasta, porque uno de los elementos fundamentales de un juicio justo (y, por lo tanto, de una condena justa) es que las autoridades que detienen, juzgan, condenan y castigan sean legitimas (no que todas sus acciones sean legitimas; sino que sean autoridades legitimas). Es injusto ser juzgado por quien no tiene autoridad publica, como nos dice Santo Tomas.
el aborto, salvo riesgo para la vida de la madre, debe estar penalizado cuanto antes.¿O sea que si hay peligro de vida para la madre te parecería razonable el aborto?
Si solo una ínfima parte de la sociedad está contr el aborto, la rebelión careceria de ñosibilidad de éxito, que es basica apra la legitimidad de una guerra según el Catecismo.
Es un tema fascinante. Creo, sin embargo, que la objeción que planteas es más bien de verbis, sobre el significado que se da a la palabra legitimidad.
"Bruno, sí sería legitimo levantarse en armas contra un régimen que mata niños, siempre claro que hubiera un núcleo de resistencia alternativo y viable; pero mientras no lo haya el régimen en si mismo es legitimo, aunque parte de sus leyes y normas no lo sean"·
Estás mezclando dos cosas: la legitimidad de la rebelión y la legitimidad del régimen en sí mismo.
Como sabemos, para que sea legítima la rebelión es necesario que haya posibilidad de éxito (como para toda guerra justa). Eso es una condición necesaria pero circunstancial. Además de ella, es necesario que el régimen contra el que uno se rebela haya perdido sustancialmente su legitimidad. De otro modo, uno podría rebelarse por cualquier razón o sin ninguna razón, y eso es evidentemente absurdo.
"Si no fuera legitimo estaría justificado no pagar impuestos ni obedecer ninguna norma ni ley (no solo las malas sino cualquier ley o norma que no mande cosas que no hubiera que hacer de todas formas)..."
No, eso no se sigue, porque no se trata de una cuestión digital, sino analógica. Puede existir una autoridad de facto aunque no sea legítima y deben obedecerse sus órdenes en lo que se refiere al bien común (no las órdenes injustas, por supuesto, como señalas). Un ejemplo claro es un país invadido. Esa autoridad no es legítima, pero sus órdenes, por ejemplo, sobre las normas de tráfico deben ser obedecidas, porque así lo exige el bien común.
Otro ejemplo muy claro: los carlistas del siglo XIX en las épocas entre guerras en las que no había rebelión militar seguían considerando ilegítima la autoridad isabelina (o republicana) y legítimo al rey D. Carlos o D. Juan, pero no por eso dejaban de obedecer, en lo posible, a la autoridad de facto. De otro modo, la "legitimidad proscrita" pasaría de ser un oximoron a una contradicción in terminis. Lo mismo podrían decir los non-jurors o los jacobitas ingleses. O cualquier monárquico durante las repúblicas españolas. Obedecer a una autoridad de facto no conlleva reconocerla como legítima.
"ni habría motivo alguno para condenar a los que quieren separarse de un país así (aunque no sea por ese motivo, ni pretendan corregirlo. Si España es ilegitima no tiene nada de malo que Cataluña pretenda independizarse aunque el régimen resultante fuera igualmente ilegitimo)"
Eso evidentemente no es correcto. Nadie tiene derecho moralmente hablando a implantar un nuevo régimen ilegítimo. En cambio, si en Cataluña no se fueran a asesinar niños, es decir, si el nuevo régimen fuera legítimo, yo habría felicitado a los catalanes independentistas y considerado que tenían toda la razón del mundo para realizar su rebelión contra un régimen ilegítimo.
"Es injusto ser juzgado por quien no tiene autoridad publica, como nos dice Santo Tomas"
Es que, como decía, la autoridad pública se puede tener de facto, aunque no sea legítima. Es lo que sucede, por definición, en todas las tiranías, demagogias u oligarquías.
La cuestión fundamental es que para que una rebelión sea moralmente aceptable, además de las posibilidades de éxito, debe haber una carencia objetiva y sustancial de legitimidad en el régimen contra el que uno se rebela. Es decir, que su autoridad se haya convertido en opresión. Eso no quita que pueda ejercer de facto (y por lo tanto, de forma parcialmente legítima) algunos aspectos de esa autoridad, pero esa carencia sustancial tiene que existir, porque de otro modo se haría posible una rebelión frívola, por cualquier razón o ninguna.
CIC 2271 "Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral."
Sin embargo en determinados casos, como la extracción del útero canceroso en estado de embarazo que conduce a la muerte de la madre, la Iglesia enseña que es lícito realizar la intervención quirúrgica para salvar su vida (aplicación del principio del doble efecto, los más versados en el tomismo pueden profundizar en esto mucho mejor que yo).
"3) Sobre la tierra no habrá nunca, en la practica, ningún régimen que no obligue, a veces, a hacer cosas malas y/o no tenga algunas normas injustas; entonces la legitimidad ¿es un asunto de grado? ¿Que sentido entonces tiene decir que una autoridad es legitima? "
Bueno, es que no es lo mismo que una comunidad autónoma te obligue a pagar plusvalía por la compra y luego venta de una casa en la que, de hecho, perdiste dinero (cosa que me ha sucedido a mí), que un Estado que permite y subvenciona el asesinato de cientos de miles de niños inocentes. Ambas cosas son injustas, pero la diferencia es abismal. Creo que es evidente que hay actos que dañan sustancialmente la legitimidad de un Estado y otros que solo lo hacen accidentalmente.
"Una autoridad legitima no esta legitimada a aprobar normas injustas, pero ¿pierde un poco de su legitimidad al hacerlo?"
Claro, pero, como decía, esa pérdida puede ser accidental o esencial. De forma similar a los pecados veniales y mortales.
"Si una ley para ser ley no tiene que ser buena y justa sino además estar promulgada por la autoridad, entonces tiene que haber una diferencia clara y evidente entre que autoridades tienen esa capacidad o no"
Que tiene que haber una diferencia clara y evidente lo dices tú, pero la realidad es que a menudo no la hay. Tú mismo conoces miles de casos históricos o actuales. Las cuestiones políticas no siempre están claras. En la ONU se pelean constantemente los países por quién es la autoridad legítima sobre un territorio. Las posturas sobre esos temas concretos son discutidísimas, precisamente porque eso no necesariamente es "claro y evidente".
"Que sea acorde con la ley moral es condición necesaria pero no suficiente para que una ley sea justa (que sea ley). Luego, que importa que sea "mas o menos" legitima una autoridad"
Pues importa para muchas cosas. La primera, para lo que estamos discutiendo aquí, para saber si sería moralmente legítima (en las circunstancias adecuadas) una rebelión contra ella. Para saber si uno tiene que soportar esa autoridad u honrarla en todo y colaborar activamente con ella, etc.
"La cosa es si una autoridad puede hacer ley una ley. Y esta claro que el estado español o el estadounidense pueden hacer ley una ley y pueden hacer juicios de verdad y no falsos juicios"
Sí, pero para eso no es necesario que una autoridad sea legítima. Siempre ha habido autoridades de facto (invasoras, revolucionarias, provisionales, despóticas, demagógicas, oligárquicas, etc.); nada hay de raro en ello.
"Pero hay que justificarla porque es contra la autoridad legitima"
Eso es una barbaridad, creo yo. En principio, si la autoridad es legítima, no hay que rebelarse contra ella, sino obedecerla. La justificación de la rebelión está, precisamente, en la ilegitimidad del poder ejercido, que se ha convertido en opresión.
Dice el Catecismo, por ejemplo: "1903 La autoridad sólo se ejerce legítimamente si busca el bien común del grupo en cuestión y si, para alcanzarlo, emplea medios moralmente lícitos. Si los dirigentes proclamasen leyes injustas o tomasen medidas contrarias al orden moral, estas disposiciones no pueden obligar en conciencia. “En semejante situación, la propia autoridad se desmorona por completo y se origina una iniquidad espantosa” (PT 51)."
Una autoridad que actúa de manera sustancial y gravemente inmoral o contra el bien común "se desmorona por completo" y no se "ejerce legítimamente". Es decir, pierde sustancialmente su legitimidad. Será una autoridad de facto mientras no se den las circunstancias necesarias para derrocarla, pero no dejará de ser ilegítima.
La legitimidad, tal como tú pareces concebirla, es algo puramente formal. Pero esa legitimidad puramente formal (además de ser contraria a lo que enseña la Iglesia: 1902 La autoridad no saca de sí misma su legitimidad moral.) no puede ser el fundamento de la calificación moral de algo tan grave como una rebelión.
"La autoridad tiene que ser algo que se vea, que sea visible, no una cuestión complicadisima a dilucidar y discutir"
Eso, por supuesto, es un falso dilema. Entre "que se vea" y "Una cuestión complicadísima" hay mil opciones. Entre ellas, la de todos los temas morales que en el mundo han sido, que no son ni algo "visible" ni "una cuestión complicadísima", sino algo que hay que discernir, como sucede con absolutamente todos los actos morales del ser humano. Nada hay de extraño en eso. Exigir una claridad diáfana y que no exija pensar es un requisito arbitrario que no tiene nada que ver con la realidad.
"Por eso no tiene sentido discutir si Felipe VI es legitimo rey de España. Pues claro que lo es. Asumió el trono de acuerdo a las leyes vigentes, aceptado por toda la comunidad internacional y sucediendo a su padre, el cual lo ejercía del mismo modo. Y sin que nadie reclame el trono en su contra. Con las leyes pasa lo mismo"
Bueno, eso no basta decirlo para que sea cierto, entre otras cosas porque, de nuevo, te basas en un concepto meramente formal de la legitimidad. Hasta donde yo puedo ver, un rey que acepta que se sacrifique a sus súbditos más inocentes por cientos de miles no es un rey legítimo. Ya lo decía San Isidoro de Sevilla (citando un lugar común de la filosofía cristiana que provenía de San Agustín y del derecho romano): Rex eris si recte facies; si non facias, non eris. Que se incorporó en el Fuero Juzgo así: "Rey serás si fecieres derecho, et si non fecieres derecho non serás rey".
Quédese quien quiera con la comunidad internacional y la legitimidad formal, que yo me quedaré con San Isidoro, San Agustín, el Fuero Juzgo, la legitimidad moral objetiva y la defensa de los inocentes.
El caso que mencionas no es de aborto para salvar la vida de la madre, porque no hay aborto provocado. Se da a la madre el tratamiento que necesita, incluso si un efecto secundario de ese tratamiento puede ocasionar la muerte del niño, pero esa muerte del niño siempre es algo que se sufre, se tolera, no algo que se busca intencionadamente como en el aborto provocado.
Es una distinción fundamental.
Es la misma diferencia que existe, por ejemplo, entre matar a alguien de una puñalada y que muera en la mesa de operaciones durante una grave operación de transplante de corazón. En la operación no se buscaba matar al paciente, sino que esa muerte se sufrió sin buscarla.
Para descubrir lo que es justo por naturaleza no se precisa, como cree el convencionalismo, de un reglamento artificial global que sirva de inspiración. Porque lo justo no es producto de una ordenanza ideal y utópica de carácter administrativo. Se necesita del derecho natural, porque lo justo es leído por el gobernante. A fin de cuentas, legislar es leer lo justo escrito en el orden creado, como enseña el pensamiento clásico.
Y
La ley natural es, respecto al derecho, su brújula moral. Por eso el derecho, para el pensamiento tradicional, es regla moral viva de la elucidación de lo justo, en sus conclusiones y sus determinaciones, como diría Vallet.
Y
Ius est ars boni et aequi, el derecho es el arte de lo bueno y de lo justo: no es la técnica con que un Estado nominalista pretende “crear” lo justo... No hay potestad humana capaz de transmutar, por falsa misericordia, lo injusto en justo, ni hacer que lo malo sea bueno por su sola autoridad, como pretende Hobbes.
Hay patologías que se muestran pasado un tiempo del nacimiento (v.gr. cuando el niño debe empezar a hablar y no lo hace, etc. etc.). Otras en la pubertad, en la adolescencia, en la juventud, en la madurez (enfermedades mentales, por ejemplo) que se traducen en suicidios, adicciones que merman o inhiben la voluntad, etc, etc. Y para terminar, las más diversas y comunes enfermedades degenerativas. ¿Por qué no extender la ley de la selva (la ley del más fuerte), y acabamos con todo ello (nosotros incluidos, por supuesto)?.
..."En ocasiones, sin embargo, revela durante un instante su verdadero rostro, que es escalofriante".
"Pero al final estamos en lo mismo, Estados Unidos o España no son estados legítimos. ¿Que estado legitimo queda hoy día entonces?"
Supongo que ves que eso no es un argumento, sino simplemente que no te gustan las conclusiones. En ningún sitio está escrito que todos los Estados o muchos Estados tengan que ser legítimos. Esa expectativa es comprensible, pero yo diría que viene más de la rutina y la comodidad que de la razón: estamos cómodos viviendo así y, mientras podamos seguir viviendo cómodamente, nos tragamos cualquier cosa (siempre que los muertos sean otros, claro, si nos quisieran matar a nosotros, pondríamos el grito en el cielo).
Lo raro no es que haya muchos Estados ilegítimos, lo raro es que los católicos no se den cuenta de que un Estado que mata literalmente a sus ciudadanos más inocentes e indefensos por cientos de miles o por millones es ilegítimo. Si incumplir el deber más básico que tiene un Estado, que es defender a sus ciudadanos más inocentes e indefensos, no convierte una autoridad en ilegítima es que no existen las autoridades ilegítimas, por tiránicas, asesinas, horrorosas, incompetentes, inmorales o caóticas que sean. Digámoslo con claridad: las horrorosas masacres de Mao en la Revolución Cultural y el Gran Salto Adelante o de Pol Pot y sus Jemeres Rojos no son tan graves como lo que sucede todos los días en nuestros países. Por infinitamente menos, nuestros antepasados (al menos, los míos) se echaron al monte.
Me temo que la clave de todo este tema es nuestra tibieza. Dios tenga piedad de nosotros el Día del Juicio.
Por eso, creo que reformulada la pregunta podria ser: y segun el standar que estableces, que Estado de los existentes actualmente seria legitimo?
Porque que hecho de cometer semejantes injusticias deje profundamente "alterada" la legitimidad del Estado, es razonable. Pero que la abola totalmente es un absurdo.
Es una cosa que habria que razonar hilando fino. Por eso, unas cuantas particulas a lo aristotelico-tomistas que fueran categorizando la cuestion ayudarian a pensarlo bien
A) La Republica Feminista de Catalunya
B) el Vaticano
C) Ninguno
D) El consejo de Redaccion de InfoCatolica
¡Bien por las mujeres que defienden a sus maridos!
"Claro, es que lo que dice pepe jacobo no me parece ni una expectativa personal ni un argumento, es una pregunta directa para mostrar el absurdo que de premisas falsas heredan sus conclusiones"
Si fuera eso, entonces sería un argumento. Lo que he mostrado es que no hay absurdo ninguno, porque no está escrito en ningún sitio que todos los Estados tengan que ser legítimos, ni casi todos, ni muchos. Es como si dijéramos que todos los jueces tienen que ser honrados: pues habrá épocas en que muchos lo sean y otras en las que no lo sea casi ninguno. El hecho de que haya muchos jueces malvados o Estados ilegítimos es triste, pero no un absurdo.
Es decir, lo único que ha hecho Pepe Jacobo es decir que no le gustan las conclusiones de los argumentos que he dado, pero eso no es un argumento.
"Por eso, creo que reformulada la pregunta podria ser: y segun el standar que estableces, que Estado de los existentes actualmente seria legitimo?"
Yo no he "establecido" un estándar. He dicho algo evidente: si el Estado tiene deberes (y eso es obvio) y si el incumplimiento grave, sustancial, expreso y continuado de los más básicos de esos deberes lo convierte en ilegítimo (lo que también es obvio, porque de otro modo nunca podría ser ilegítimo), entonces no cabe duda alguna de que el hecho de asesinar a cientos de miles o a millones de sus ciudadanos más indefensos todos los años y abiertamente es uno de esos incumplimientos sustanciales y gravísimos de sus deberes que lo convierten en ilegítimo.
Dicho de otra forma: si el régimen tiránico, asesino y genocida de los Jemeres Rojos (que acabó con aproximadamente un cuarto de sus ciudadanos) era ilegítimo, no cabe duda de que el nuestro también lo es. Y ambas cosas deberían ser igualmente evidentes para nosotros.
Antes de pasar a cualquier otra cuestión (como qué Estados concretos son legítimos o no) hay que aceptar o rebatir este principio básico y, a mi entender, evidente. Si no, lo que estamos haciendo es desviar la cuestión.
"Porque que hecho de cometer semejantes injusticias deje profundamente "alterada" la legitimidad del Estado, es razonable. Pero que la abola totalmente es un absurdo"
Es que las categorías que hay que usar son "sustancialmente" y "accidentalmente", creo yo, que son más precisas. "Profundamente" es muy vago y "totalmente" no lo ha dicho nadie, por la sencilla razón de que no es una cuestión digital. Los Jemeres Rojos eran un régimen ilegítimo, tiránico y genocida, pero eso no implica que no hubiera que obedecer sus normas de tráfico si uno estaba en Camboya, por ejemplo. El bien común requiere una autoridad, aunque sea solamente de facto.
El Estado en la tradicion de pensamiento clasico es pensado mediante la conceptupalizacion de un cuerpo organico, que se desarrollara y funcionara semejantemente. Pero entenderlo y pensarlo como "corpus" solo es una herramienta, metafisicamente hablando no tiene ni pies ni cabeza la sustancia y el accidente referidos a lo que es un modo de gobierno pluriforme.
Yo diria (sin haber pensado mucho la cuestion) que hay que pensarlo dentro del marco conceptual de la Etica, con su amplio analisis de causas, fines, modos, etc...
Con tu premisa podria estar de acuerdo a primer golpe de vista, pero como es evidente que la conclusion de la misma es la C,es decir: "Todos los Estados existentes adolecen de Legitimidad en todas las esferas en las que un Estado puede tenerlas" es falsa, pues entonces habria que repensarse tu premisa y ver que falta, sobra, hay que recolocar... (a los que les guste la filosofia politica, a mi no)
""Sustancia" y "accidente" no esta mal usarlos pero solo si es de forma analoga, porque propiamente hablando el Estado adolece de ambas."
Es que no los he usado para el Estado, sino para la legitimidad de la autoridad, que es de lo que estamos hablando.
"Yo diria (sin haber pensado mucho la cuestion) que hay que pensarlo dentro del marco conceptual de la Etica, con su amplio analisis de causas, fines, modos, etc..."
Pues eso he hecho, aunque, por supuesto, es un tema en que confluyen varios ámbitos.
"pero como es evidente que la conclusion de la misma es la C,es decir: "Todos los Estados existentes adolecen de Legitimidad en todas las esferas en las que un Estado puede tenerlas""
Lejos de concluirse eso, he dicho expresamente lo contrario no se cuántas veces. No sé ya cómo decirlo. Se ve que hoy estoy poco hábil para expresarme.
"habria que repensarse tu premisa y ver que falta, sobra, hay que recolocar... (a los que les guste la filosofia politica, a mi no)"
Eso siempre es bueno. Por eso pido argumentos sobre el tema.
En cualquier caso, estos temas de filosofía política son mucho más interesantes con algo para picar y unas cocacolas o cervezas. :)
Saludos.
"El cantining que se dice en ingles"
Casi me caigo al suelo de risa.
Yo.... la verdad.... es que ultimamente estoy poco motivada para la discusion, no se, me falta un algo....creo que el efecto Francisco o se ha didipado o que me he acostumbrado a el.
Ni siquiera discutirle a los hippieprogres y a los frikitradis me motiva...
Me falta un txakoli....
Un día me vino con aquello de "El dios Pan ha muerto" y otro me cantó la palinodia, eso sí, siempre con txakolí.
¿Cómo pretendes tener señoras como yo en tu parroquia? Las parroquias serían tan divertidas que no se podrían aguantar y sería más famosa que el P. Ángel...siempre y cuando las parroquianas fueran como tú, que las demás se me asustan.
Les dice que: las tengan como ministros de Dios (cuando ejecuten castigos justos claro), que les estén sujetos en razón de conciencia, que les den tributos, impuestos, respeto y honra. No se me ocurre que hay mas que eso que se le deba dar a un estado legitimo. Si eso no es considerarlas autoridades legitimas, no se que es la legitimidad, que aporta o que deberes extra implica. A lo mejor solo es un sentimiento o una opinión. Y el imperio romano acababa de ejecutar un crimen peor que el del aborto: había ejecutado al Hijo de Dios. Además perseguía a la Iglesia. Y bueno, además, fomentaba la esclavitud, permitía el aborto y el infanticidio (y el vender a los propios hijos como esclavos), había invadido un montón de territorios sin tener causa justa de guerra. Vamos que no veo como puede ser que el Imperio Romano fuera legitimo y el Reino de España o los Estados Unidos de América no.
Creo que legitimo es un termino mas restringido de lo que hoy día usamos. Cuando alguien accede al trono privando de su puesto al legitimo heredero o apartando al legitimo ocupante, entonces es ilegitimo. Si uno roba unas elecciones es un presidente ilegitimo. Es la ilegitimidad de origen. Pero la de ejercicio es harina de otro costal. Debe declararla una institución superior, no es algo que simplemente uno decida. O quizás valga también una rebelión generalizada. Pero no es algo que uno decida en su casa. Cuando lo de la DUI en la practica lo que hizo Rajoy fue declarar ilegitimas las autoridades catalanas; lo hizo de acuerdo a un procedimiento instituido y siendo el una autoridad superior. Cuando un duque actuaba en contra del reino el rey podía privarle de su ducado, y liberar a los feudatarios del duque de sus obligaciones. Cuando un rey o un emperador actuaban contra el derecho y/o la Iglesia, el Papa podía quitarle la autoridad y liberar a sus súbditos de su obediencia. Siempre una institución superior. Yo diría que salvo en casos de ilegitimidad de origen clara (una invasión, una usurpación, el robo de las elecciones), la única autoridad que puede liberarnos de la obediencia a una autoridad es la Iglesia.
Si te pones a examinar hay muy, muy pocos casos de rebeliones contra gobiernos injustos con éxito. Es una circunstancia del todo excepcional que lo normal es que no nos toque elegir a nosotros. Nuestra guerra civil es de las pocas y le Iglesia indico claramente lo que hacer.
La situación normal es que hay que obedecer y honrar a las autoridades establecidas; resistirse a las normas injustas y nunca obedecer un mandato contra la ley de Dios; y eso vale igual para todos los regímenes por fuertes que sean sus diferencias porque incluso el régimen mas cristiano alguna vez ordenara cosas injustas o las cometerá.
El gobierno siempre sigue ahí, que los católicos también sigan es más complicado.
Gracias por tu respuesta.
Me temo que, aparte de que olvidas contestar a mis argumentos (esto empieza a parecerse a un diálogo de besugos), sigues metido en una postura puramente formalista, que es insostenible.
"Pero la de ejercicio es harina de otro costal. Debe declararla una institución superior, no es algo que simplemente uno decida. O quizás valga también una rebelión generalizada. Pero no es algo que uno decida en su casa"
No. Esto no tiene sentido tal como lo planteas. Cuando una autoridad superior declara que una autoridad es ilegítima, es porque esa autoridad ya era ilegítima antes. De otro modo, esa autoridad superior podría declarar ilegítimo un gobierno por capricho, porque el Presidente no le cae bien o por cualquier otra razón frívola. Si esto sucediera, los ciudadanos de ese país tendría el derecho y el deber de considerar esa declaración como injusta y no hacerle ni caso, porque la declaración de ilegitimidad no puede crear la ilegitimidad, solo reconocerla.
Eso es indudable. Y de ello se deduce inmediatamente que, aunque no lo declare una autoridad superior o antes de que lo haga, hay gobiernos y regímenes que ya son ilegítimos. Y los ciudadanos pueden reconocer eso en conciencia y actuar en consecuencia.
Se parece en ese sentido, a la herejía. Solo la legítima autoridad eclesial puede hacer una declaración autoritativa de herejía. Pero antes de esa declaración o aunque esa declaración no se produzca, un cristiano bien formado puede y debe identificar a los herejes, impedir que se acerquen a sus hijos, no apoyarles en nada, combatir sus enseñanzas y, en la medida de sus posibilidades, luchar por que sean declarados herejes. Igual sucede con un gobierno ilegítimo: hay que proclamar a tiempo y a destiempo que nuestros gobiernos son ilegítimos.
"Esta claro que hay veces que hay que luchar contra un gobierno injusto. Si la injusticia es clara (especialmente si se ataca la Iglesia) y hay una oportunidad, esta bien aprovecharla, como este caso. Pero una vez pasó la rebelión, el gobierno siguió allí."
Esto niega lo que has dicho antes. Si está claro que hay que luchar contra un gobierno injusto, te desafío a que encuentres un gobierno más injusto que el que asesina a niños todos los años por cientos de miles. Prácticamente cualquier otra injusticia es minúscula al lado de esta.
Aparte de eso, has hablado mucho de la legitimidad de origen, pero de la que estamos hablando es de la de ejercicio (que es incomparablemente más importante). No desviemos la atención metiéndonos a discutir mucho la otra.
"Nuestra guerra civil es de las pocas y le Iglesia indico claramente lo que hacer"
No. El ejército y un montón de gente se rebeló y mucho después la Iglesia (y no toda) bendijo esa iniciativa. Pero la iniciativa ciertamente no fue de la Iglesia.
"Cuando un rey o un emperador actuaban contra el derecho y/o la Iglesia, el Papa podía quitarle la autoridad y liberar a sus súbditos de su obediencia. Siempre una institución superior. Yo diría que salvo en casos de ilegitimidad de origen clara (una invasión, una usurpación, el robo de las elecciones), la única autoridad que puede liberarnos de la obediencia a una autoridad es la Iglesia."
Hace siglos y siglos que la Iglesia no hace eso. Pero, insisto, en cualquier caso la Iglesia solo declaraba algo ya existente y que los ciudadanos pueden y deben detectar mediante el discernimiento.
Discernimiento que, por otra parte, parece que no quieres ni siquiera intentar (como si la figura del Papa fuera algo mágico que recibe una inspiración infalible del Espíritu Santo sobre estas cosas que no está al alcance de los demás mortales). Repito mi pregunta: si crees que hay gobiernos ilegítimos, y parece que así es, ¿cómo se puede afirmar que matar a niños por cientos de miles no es causa de ilegitimidad? ¿Qué otra cosa más grave hace falta para que un gobierno sea ilegítimo? ¿Que primero los torture? Ah, se me olvidaba, es que en muchos casos los torturan primero, descuartizándolos o quemándolos con productos químicos en el seno de sus madres. Si eso no hace ilegítimo un gobierno o un régimen, no existe ninguna causa en el mundo que pueda hacerlo ilegítimo.
Pues moralmente no hay diferencia alguna con lo que sucede en nuestro país.
Yo lo siento si es horrible, lo siento si es muy incómodo reconocerlo, lo siento si lo más fácil es no pensar en ello, pero creo que no hay duda de que debemos pensar en ello constantemente. Las mayores atrocidades de la historia no son casi nada al lado de lo que sucede en España todos los días. Todos. En la democrática, avanzada, social, milenaria y progresista España. ¡Puaj!
Las costumbres de los esquimales de dejar a los ancianos en un montículo de hielo para que se los comiera un oso son parecidas a la aguja hipodérmica que hoy puede acabar con su vida. Pocas cosas hacían los bárbaros que no sean de práctica actual, con lo que me imagino que el concepto que teníamos de esos pueblos habrá variado sustancialmente.
En lo único que hemos variado es en salvar de la muerte a convictos con gravísimos crímenes que son, por lo visto aquellos a los que les concedemos derecho a vivir con un argumento que no se sostiene: la dignidad ontológica de todo ser humano. ¿Y dónde esta esa dignidad, que está sostenida solo en el ser, en el caso de los niños no nacidos y los enfermos?. La dignidad ontológica es la propia del ser así que para matar a los nonatos y a los ancianos hay que quitarles esa dignidad, la de no ser humanos, y eso es metafísicamente imposible. Todos los sistemas intentan quitar la dignidad ontológica al grupo que pretende aniquilar, lo hicieron los comunistas con los kulak y los nazis con gitanos y judíos. Y nosotros hacemos lo mismo con los nonatos y los ancianos ¿qué diferencia hay?
"El hechizo pasó y veo a los seres humanos. ¿Por qué me endurecí tanto? ¡Cuánto sufrió esa gente, cómo los trataron! Pero yo decía: no son seres humanos, son kulaks (…..)
Vasili Grossman, "Todo fluye", 1961.
En el caso de los niños-feto no se les puede quitar la dignidad moral porque no han hecho nada, así que se pasa directamente a quitarles la ontológica: no son seres humanos.
Por una razón inexplicable los criminales, que carecen de dignidad moral, hagan lo que hagan nunca pierden su dignidad ontológica, tal cosa nunca se pone en cuestión.
Y realmente la pérdida de la dignidad ontológica es metafísicamente imposible porque pertenece al ser y desde su concepción hasta su muerte un ser humano lo es.
¿Por qué es tan importante la dignidad ontológica para un depravado y no lo es para una inocente criatura en el seno de su madre?.
La pena de muerte no estaba basada en la pérdida de la dignidad ontológica sino en la de la dignidad moral. Ésta puede perderla una persona en concreto, pero difícilmente todo un colectivo. No se ejecutaba al reo porque no fuera un ser humano sino por sus crímenes, que es lo que se llama expiación, no se le negaba que fuera un ser humano sino que, por ser tal, se responsabilizara de sus crímenes.
La justicia queda dañada si la dignidad moral no se tiene en cuenta.
El concepto de expiación por los pecados también está sujeto a la Ley de Dios, la humana no lo tiene en consideración. Sin embargo no está ni mínimamente explicado por qué un ser humano independiente de su madre, como es un feto, puede ser eliminado por la voluntad de ésta y eso es legal, en cambio si le obligaran a abortar sería ilegal aunque las consecuencias para el no nacido fueran las mismas. ¿Puedes decirme de qué le sirve eso al feto al que le privan de la vida? Para él que sea su madre o que sea un gobierno es igual, el caso es que le impiden su desarrollo matándolo aprovechándose de que no se puede defender. Que un judío no sea un ser humano, según los nazis, es lo mismo que un feto-incluso cuando ya es un bebé como han aprobado en Nueva York-tampoco lo sea. Necesariamente esto nos lleva a replantearnos los crímenes atribuidos a los totalitarismos, que han perdido las últimas décadas gran parte de su horror.
Ningún joven acostumbrado al aborto se va a horrorizar porque un régimen totalitario obligue a nadie a hacerlo, para eso el aborto tendría que ser considerado como malo per se, si no es así ya no causa ningún efecto. La voluntad humana como sustituta de la moral no funciona porque la moral tiene que ser objetiva, no se puede establecer de manera que lo que es bueno para uno sea malo para otro y se nota porque ya los jóvenes no reconocen los actos de bondad y lo atribuyen a pura voluntariedad si no a un acto de masoquismo: si pudiendo asistir a los carnavales prefieres acompañar a un enfermo será porque eres masoca y prefieres el sufrimiento a la fiesta. Esa es su conclusión.
1) La autoridad es de por si un bien y es icono de Dios ordenador y providente, por deformada que esté. Rebelarse contra ella es en si mismo un mal.
2) Eso no significa que la rebelión no esté justificada nunca, lejos de mí ese pensamiento. Uno no se rebela contra la autoridad como tal, se rebela contra una ley y unos mandatos injustos. Si la autoridad desistiese creíblemente de ellos (aunque fuese forzado) su situación es restaurada. Es decir se puede justificar por doble efecto: si no no busca como tal destruir una autoridad sino impedir que esta perpetre un crimen (o una serie de ellos o se ponga en situación tal que creiblemente vaya a perpetrarlos) y la única opción es una desobediencia generalizada, el enfrentamiento incluso violento contra ella y, quizás, el establecimiento de una autoridad paralela (porque siempre tiene que haber una autoridad), pues entonces puede estar justificado si el bien buscado de acabar con esas leyes injustas es claramente superior al mal no buscado pero obtenido indirectamente de acabar con una autoridad.
Según pienso, nunca estaría justificado, por ejemplo un movimiento independentista en Cataluña en el caso que has dicho. Si se diera el caso (totalmente fantasioso) de que Cataluña fuera claramente antiabortista, los catalanes harían bien en resistirse a ley del aborto siempre que pudieran y si eso derivase en una escalada de enfrentamientos etc que conllevase la suspensión temporal de la autoridad del estado español sobre Cataluña o bien que la propia Generalitat lo declarase así, solo se podría hacer para repeler la ley del aborto (y quizás otras igualmente injustas) no por buscar la independica per se. Si el estado español aboliese esas leyes o garantizase de forma creible a los lideres de la revuelta que Cataluña podrá desconectarse de esas leyes, entonces deberían regresar al redil. Por supuesto una situación así podría derivar en una independencia de facto que finalmente se convirtiese en una independencia de iure, pero sería un efecto indirecto e infeliz no buscado. Creo que la independencia de los Estados Unidos sigue mas o menos este esquema, con alguna deformación (y si, hecho por los masones y por cosas de dinero pero bueno, como ejemplo me vale).
3) Puede que parezca que al final en la practica estoy diciendo lo mismo pero mas retorcido pero la doctrina del doble efecto salva el principio de que la autoridad es buena y nos impide caer intelectualmente en el anarquismo.
4) Por supuesto estas cosas solo se pueden ver claramente en sitios concretos de la historia por los actores y nunca van a poder verlo todo y considerarlo todo por lo que nunca habrá ejemplos perfectos.
5) Es digno de considerar que la autoridad que cometió el crimen mas grande de la historia (y si, matar al Hijo de Dios es infinitamente peor que matar millones de niños por nacer, por terrible que sea esto) (y bueno también cometía muchos mas crímenes que podemos comparar con los de los estados actuales sin que desmerezca) fue aceptada por legitima por la Iglesia primitiva; que jamás se planteó luchar contra ella y que cuando tuvieron la oportunidad salieron corriendo, por indicación, además del mismo Jesucristo.
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