Polémicas matrimoniales (XXIII): el cardenal Marx nos da una alegría
Hace dos o tres días, se hicieron públicas unas declaraciones del cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Munich y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana muy breves pero no por ello menos interesantes. Además de señalar que en cuestiones de atención pastoral, “el Sínodo no puede prescribir en detalle lo que tenemos que hacer en Alemania”, también afirmó que:
“No somos sólo una filial de Roma. Cada Conferencia Episcopal es responsable de la pastoral en su cultura y tiene como deber anunciar el Evangelio a su manera. No podemos esperar hasta que un sínodo diga cómo debemos abordar aquí la pastoral familiar y matrimonial”.
Quizá sea comprensible que el cardenal Marx, como presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, hable así por aquello de hacer patria, pero conviene que indiquemos que lo que dice, con todo el respeto a la púrpura cardenalicia, es muy matizable.
En primer lugar, aunque las diócesis alemanas no sean una “filial de Roma”, sí que son “filiales” de la única Iglesia Católica, porque “la Iglesia una y única según los Padres precede la creación, y da a luz a las Iglesias particulares como hijas, se expresa en ellas, es madre y no producto de las Iglesias particulares” (Carta Communionis notio de la Congregación para la Doctrina de la Fe, N.9, 1992). Recordemos que “hija” se dice en latín, precisamente, “filia”.
En ese sentido, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el cardenal Ratzinger, ya señaló con total claridad la primacía ontológica y temporal de la Iglesia universal sobre las Iglesias locales (cf. Carta Communionis notio) y San Juan Pablo II recordó que “la Iglesia universal no puede ser concebida como la suma de las Iglesias particulares ni como una federación de Iglesias particulares” (Discurso a los Obispos de los Estados Unidos de América, 16 de septiembre de 1987).
Esa primacía de la Iglesia universal está directamente vinculada a una de las notas esenciales de la Iglesia proclamadas en el credo: la unidad. Sería inconcebible que, como pretenden aparentemente ciertos obispos alemanes, en algunas partes de la Iglesia se mantuviera la doctrina de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio y, en otras, por “razones pastorales” se admitieran “segundos (o terceros o séptimos) matrimonios”. Toda la palabrería sobre pastoral no puede encubrir el hecho de que la unidad fundamental de la Iglesia se quebraría en una situación así (al igual que su santidad, catolicidad y apostolicidad, claro) en lo referente a esas partes de la Iglesia.
Como consecuencia, garantía y signo visible de esa primacía, existe el ministerio papal del obispo de Roma:
“El Sumo Pontífice, obispo de Roma y sucesor de san Pedro, “es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles “(LG 23). “El Pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad” (LG 22; cf. CD 2. 9)” (Catecismo de la Iglesia Católica 882).
Esa potestad papal es “suprema, plena, inmediata y universal para cuidar las almas” (Decreto Christus Dóminus del Concilio Vaticano II, N. 2). El hecho de que su potestad sea inmediata quiere decir que se ejerce sobre cualquier fiel de la Iglesia, esté en la diócesis en que esté, sin necesidad de que su obispo le “traduzca” lo que enseña o manda el Papa. Así pues, aunque el párrafo del cardenal Marx parezca sugerirlo, no es cierto que la pastoral de una diócesis sea competencia exclusiva de su obispo (y menos aún de la conferencia episcopal del país en cuestión). El Papa es “Pastor de toda la Iglesia” y tiene potestad doctrinal y pastoral inmediata sobre todos los fieles de la Iglesia (incluidos los obispos).
Llama la atención, en el mal sentido, la afirmación del cardenal Marx sobre “esperar hasta que un sínodo diga cómo debemos abordar aquí la pastoral familiar y matrimonial”, porque, en relación con el tema de la pastoral de los divorciados, ya se celebró un sínodo en 1980 que condenó las tesis alemanas. Y los obispos alemanes no hicieron ni caso, como reconoció el propio cardenal Marx hace unos meses. El Papa San Juan Pablo II condenó de nuevo esas tesis en su exhortación apostólica postsinodal Familiaris Consortio, en ejercicio de su potestad inmediata sobre toda la Iglesia. Y los obispos alemanes se mantuvieron en sus trece, como muestran sus declaraciones actuales. La Congregación para la Doctrina de la Fe dedicó un documento al tema, pero, aparentemente dio igual. Después de otro sínodo en 2005, el Papa Benedicto XVI volvió a condenar la postura alemana (cf. Sacramentum Caritatis N.29). Creo que es evidente, que no se trata de esperar o no al sínodo, sino de que la Conferencia Episcopal Alemana, o al menos algunos de sus miembros, quieren seguir haciendo lo que les dé la gana, al margen de la Iglesia y por la vía de los hechos consumados.
Curiosamente, para que una norma o decisión de la Conferencia Episcopal sea obligatoria para los obispos miembros de la misma, “es necesaria la intervención de la autoridad suprema de la Iglesia que mediante ley universal o mandato especial confía determinadas cuestiones a la deliberación de la Conferencia Episcopal” (Motu proprio Apostolos Suos de Juan Pablo II de 1998, N. 20). Por lo tanto, más allá de la autoridad de cada obispo sobre su diócesis, las Conferencias no tienen otra autoridad que la que les confiera Roma. Por dar un ejemplo sobre la marcha, sin relación alguna con lo anterior, podríamos decir que las Conferencias Episcopales en esto se parecen a las filiales, cuyos dirigentes tienen la autoridad que les concede la empresa matriz.
En general, las Conferencias Episcopales son algo poco importante en la Iglesia, fundamentalmente una ayuda práctica para los obispos que participan en ellas y que, en algunas cosas, actúan de forma más eficaz conjuntamente, pero no mucho más. “No debe olvidarse el hecho esencial de que las Conferencias Episcopales con sus comisiones y oficios existen para ayudar a los Obispos y no para sustituirlos.” (Motu proprio Apostolos Suos de Juan Pablo II de 1998, N. 18). De hecho, no son de derecho divino y no tienen entidad teológica propia, más allá de ser un ejercicio de la colegialidad episcopal. Así pues, es muy curioso que el cardenal Marx oponga Conferencia Episcopal y Sínodo, porque ambos son expresión de la misma colegialidad episcopal. ¿Qué significa la palabra synodon sino “caminar juntos"? Un sínodo se celebra, precisamente, para concretar en ciertos asuntos “un camino” por el cual puedan caminar juntos todos los obispos con sus fieles, en una unidad que no sólo es geográfica, sino que también abarca al pasado y al futuro de la Iglesia.
¿En qué sentido van a tener autoridad una conferencia episcopal y su presidente si no la tiene un sínodo presidido por el Papa? Claro que, si recordamos que los obispos alemanes llevan veinte años haciendo caso omiso de lo que San Juan Pablo II enseñó en su exhortación posterior al último sínodo de la familia, no es de extrañar que ahora defiendan la preeminencia de las conferencias episcopales. O, mejor dicho, de la suya, que para eso es alemana y, por lo tanto, mejor que las demás.
Las afirmaciones del cardenal Marx, al final, parecen ser una forma más sutil de decir lo mismo que ya dijo el cardenal Kasper sobre los obispos africanos (si bien luego negó haberlo dicho a pesar de que su afirmación estaba grabada): “No nos deben decir lo que tenemos que hacer”. Es decir, la idea de que lo que sucede en Alemania en cuanto a la pastoral es asunto de los obispos locales y de nadie más.
No es eso, sin embargo, lo que enseña la Iglesia:
“Cada obispo tiene, como vicario de Cristo, el oficio pastoral de la Iglesia particular que le ha sido confiada, pero al mismo tiempo tiene colegialmente con todos sus hermanos en el episcopado la solicitud de todas las Iglesias: “Aunque cada obispo es pastor sagrado sólo de la grey que le ha sido confiada, sin embargo, en cuanto legítimo sucesor de los Apóstoles por institución divina y por el mandato de la función apostólica, se hace corresponsable de toda la Iglesia, junto con los demás obispos” (Pío XII, Enc. Fidei donum, 11; cf LG 23; CD 4,36-37; AG 5.6.38)” (Catecismo de la Iglesia Católica 1560).
Los obispos africanos (y cualquier otro obispo católico en comunión de fe y caridad con el Papa) tienen el derecho y el deber de preocuparse por todas las Iglesias locales del mundo, por la “común solicitud del colegio episcopal hacia la Iglesia universal” (Catecismo de la Iglesia Católica 879).
Por otro lado (es triste tener que recordar esto), la ley natural es la misma en Alemania y en Tombuctú. Y la cuestión de la indisolubilidad del matrimonio y, por lo tanto, de la nulidad y la pecaminosidad intrínseca de cualquier unión posterior en vida de los cónyuges, es cuestión de ley natural. No tiene ningún sentido que los obispos alemanes pretendan dar una respuesta diferente a los divorciados en una nueva unión que los obispos senegaleses, por ejemplo. Es más, pretender eso, en realidad, equivale a afirmar que es distinta la ley natural para unos y para otros y, en consecuencia, que unos y otros no son seres humanos en el mismo sentido.
Precisamente en su motu proprio dedicado a las Conferencias Episcopales, Juan Pablo II señaló que “todos los Obispos deben promover y defender la unidad de la fe y la disciplina común a toda la Iglesia, así como favorecer toda actividad común de la Iglesia, especialmente procurando que la fe crezca y la luz de la verdad plena brille para todos los hombres” (Motu proprio Apostolos Suos de Juan Pablo II de 1998, N. 11). Resaltemos que, según la enseñanza de Juan Pablo II, los obispos tienen la obligación no sólo de defender la unidad de fe de la Iglesia, como afirma el cardenal Marx, sino también la disciplina común a toda la Iglesia, de manera que, incluso si no fuera materia de fe (que lo es), los obispos alemanes estarían obligados a promover y defender la disciplina de la Iglesia en relación con los divorciados en una nueva unión. Por eso resulta tan escandalosa su actitud.
Después de tantas cosas que había que matizar con respecto a las pocas líneas de las declaraciones del cardenal Marx, quizá resulte extraño que el título del artículo diga “El cardenal Marx nos da una alegría”. La causa de esta alegría es muy sencilla: las declaraciones del cardenal muestran que los partidarios del “divorcio católico” parecen encontrarse en retirada. Por alguna razón, ha cambiado su percepción del sínodo.
El año pasado, los que pretendían el imposible de “regularizar” la situación de las parejas que viven en adulterio, incluidos algunos cardenales y obispos, estaban encantados con el sínodo. Parecía que, teniendo como aliados la fuerza de la modernidad y un secretario del sínodo no precisamente imparcial, la partida estaba ganada de antemano y el sínodo proclamaría sin dificultad la nueva era de misericordia en la que, por fin, se vencería el pecado del adulterio gracias a la sencilla solución de dejar de considerarlo un pecado e igualarlo al matrimonio, haciéndolo compatible con la comunión eucarística.
Ahora, sin embargo, se curan en salud, dando a entender que no importa nada lo que diga el sínodo, porque ellos van a hacer lo que quieran. Creo que esto podría ser una buena noticia, puesto que muestra que ya no están tan seguros de ganar. Tienen miedo de que el resultado no sea el esperado. Quizá la actitud firme en la fe de algunos cardenales y obispos les haya mostrado que no es tan fácil doblegar a la ortodoxia. O quizá la cuaresma les haya hecho recordar aquello de “cielo y tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán” (que, junto con aquello otro de “cualquiera que repudia a su esposa y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio”, tiene unas consecuencias bastante claras). En cualquier caso, parece que ya no están tan seguros de sí mismos, rumores de derrota comienzan a extenderse por sus filas, sus portaestandartes vacilan y su infantería mira con nerviosismo hacia atrás. Hacen bien en dudar.
77 comentarios
O sea que la famosísima y trilladísima "comunión episcopal", se acata según qué y quienes.
O también podría ser que los obispos alemanes entiendan que la comunión episcopal significa que la Iglesia Universal debe estar en comunión ¡con ellos, los obispos alemanes!.
En todos los casos, delirio puro.
Esto no puede durar mucho tiempo más. Si no intervienen los hombres, Dios lo hará.
En Europa, Sud América y Asia siguen con el tema de dar la comunión a los divorciados, con la excusa mentirosa de que sólo es un tema pastoral. Pero no abordan tan descaradamente como los alemanes el planteamiento homo y bisexual.
Creo que Marx está diciendo, que si el Sínodo no lo hace, ellos no se van a contentar con "pocos cambios" si no que quieren llegar a más y van a llegar a implantar esa ideología homosexual.
Si Marx cree que puede hacerlo, es porque quizás le han dado permiso para ello. De hecho nadie le ha corregido aún. Cuando el lobo se muestra tan descarado será por algo.
No veo la buena noticia.
Saludos.
Primero, por la efusión del Espíritu Santo nace públicamente la Iglesia universal, evidenciado porque los presentes en el Cenáculo comenzaron a hablar todas las lenguas.
Luego, por la prédica de Pedro y el bautismo de 3.000 personas (Hechos 2,41), nació la Iglesia local de Jerusalén.
Así, la narración de Hechos muestra claramente lo enseñado en Communionis Notio: "la Iglesia una y única ... da a luz a las Iglesias particulares como hijas, se expresa en ellas, es madre y no producto de las Iglesias particulares."
Pero de hecho "las Conferencias Episcopales son algo [demasiado] importante en la Iglesia, fundamentalmente [una traba] práctica para los obispos que participan en ellas". Triste pero real, me parece.
Saludos.
Gracias, corregida la errata. He aprovechado para añadir también el sínodo de 2008.
En cuanto a la precedencia de la Iglesia universal, yo diría que es algo tan evidente que su negación sólo puede explicarse por el deseo de negar también otras verdades conexas.
Sí, no dudo que se trate de otro intento de presionar. Pero eso no quita el hecho de que, aparentemente, los partidarios del divorcio católico et alia, hace un año, estaban convencidos de que el sínodo iba a darles la razón en todo pero ahora ya no están tan seguros.
No es mucho, pero es una buena noticia.
"Si Marx cree..."
Lo que intenta mostrar el artículo es que el card. Marx y otros, hace un año, estaban convencidos de que el Sínodo iba a ser una victoria fácil y aplastante de sus posiciones. Pero ahora ya no lo tienen tan claro (si siguieran estando convencidos de ello, nunca relativizarían la importancia del sínodo).
Por otro lado, creo que conviene recordar que, como he mostrado en el artículo, los obispos alemanes llevan como mínimo treinta y cinco años haciendo lo mismo. Con tres papas distintos.
Sí. De nada sirven estos artículos y todo lo que se pueda decir sobre el tema si no usamos el medio más poderoso que tenemos.
En muchos casos, así es. Por desgracia, el espíritu de la época tiende a la hipertrofia de cualquier cosa que tenga un aire a "politizar" la Iglesia y las conferencias se prestan mucho a ello, sobre todo a los ojos de la prensa. Esto coincide con que el defecto más común entre los obispos actuales es la omisión en el ejercicio de la autoridad y de la parresía evangélica y precisamente ese defecto se exacerba en grupo.
Sin embargo, abusus non tollit usum. Creo que es evidente que hay muchas cosas prácticas que se pueden hacer más fácilmente en conferencia que cada obispo por separado.
Y va un ejemplo: en diciembre pasado el diario ABC le hizo un reportaje al Arzobispo de Asunción (Paraguay), quien tengo entendido fue el principal instigador de la remoción de Livieres. Allí este prelado informa sobre las causas que provocaron la destitución del obispo de origen argentino. Básicamente, Livieres fue segregado porque desentonaba. Increíble ¿verdad?, pero lo que sigue es una clarísima confesión de parte. Lo peor del caso es que a mucho nos parece que lo que desentonaba era su excelencia como pastor por sobre la mediocridad ilevantable del resto. Pero desentonaba. Entonces, afuera.
La Democracia ya está en la Iglesia, Y las Conferencias Episcopales son su instrumento.
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–¿Hubo un cisma en la Iglesia por el caso del monseñor (Rogelio) Livieres?
–No, cisma no. Ha habido un momento de crisis por la comunión interna de la Iglesia. Existe una colegialidad episcopal desde el Concilio Vaticano II. Esto se estructura mediante la Conferencia Episcopal Paraguaya, que es la que orienta la acción pastoral de cada diócesis. No la ejecuta, orienta. El propio monseñor Livieres admite que desde sus inicios se encontró en conflicto con sus colegas obispos y esto se fue ahondando. Sicológicamente se fue ahondando también en él. También él se fue cayendo en un aislamiento, creyendo que como obispo podía actuar sin sus colegas, los obispos de la Conferencia Episcopal. Yo creo que en su convicción canónica él pensaba que era la máxima autoridad de su diócesis, y lo es. Pero tiene que vivir la comunión con sus colegas y la comunión con el Papa. Entonces esto ha llevado a una preocupación cada vez más seria de la ruptura de esta comunión hasta que finalmente sabemos cómo la Santa Sede ha intervenido.
–¿Cuál es el verdadero motivo de la sanción?
–El motivo fundamental de esta sanción que sufre él es por no haber vivido la comunión con sus colegas obispos. Esperamos que él como cristiano, como sacerdote, como obispo, pueda realmente meditar y dar un salto cualitativo en la comunión. Qué lindo sería verlo abrazando a cada uno de sus colegas obispos. Y eso esperamos hacerlo, si Dios quiere, en la próxima ordenación sacerdotal de monseñor Guillermo Steckling en Ciudad del Este, el 21 de diciembre. Esperamos ahí encontrarlo a Livieres y darle un abrazo y que el abrazo sea de parte de él también, como una demostración de la aceptación de la colegialidad, la comunión con sus hermanos.
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Fin de la cita.
En una discusión sobre la fe católica, lo normal es agarrarse a lo que enseña la fe católica, que no es barro, sino una roca sólida. Me cuesta creer que no lo entienda. Otra cosa es que no le guste lo que enseña la fe católica, pero eso, como también comprenderá, es irrelevante para una discusión.
Le animo una vez más a que, en lugar de luchar contra Dios, pruebe a hacer su voluntad. Sus mandatos son mandatos de vida.
Por supuesto, es un consejo que vale para todos, incluido yo.
Saludos.
Pobre Mons. Livieres. Como todo el mundo, tiene defectos (su comentario público sobre el Arzobispo de Asunción fue una grandísima imprudencia, por ejemplo), pero desde el punto de vista de la misión episcopal, los defectos de los demás obispos de Paraguay son incomparablemente mayores que los suyos. En ese sentido, quienes "rompieron la comunión" con él fueron los demás obispos paraguayos, porque la Iglesia no es una democracia y las mayorías son irrelevantes.
Por otra parte, las dulzonas declaraciones del Arzobispo, después de haber hecho lo imposible para que echaran a Mons. Livieres, resultan bastante asquerositas, la verdad.
En cualquier caso, todo esto no es algo nuevo, ni creo yo que sea apropiado decir que se trate de "la tiranía más sutil y eficaz que los siglos han visto", porque es algo que, desgraciadamente, ha existido siempre en la Iglesia. Como la heterodoxia no puede vencer en buena lid, utiliza otros medios, ya sean el engaño, la fuerza, las mayorías coyunturales, la apelación a la concupiscencia de los hombres, etc. Estoy a punto de terminar de traducir una vida de San Atanasio y en su época sucedía exactamente lo mismo, pero en vez de las conferencias episcopales, que no existían, se utilizaban los sínodos y concilios provinciales y la autoridad imperial.
La vida cristiana siempre ha sido un combate.
Entiendo que sería un "indulto" a la manera en que se universalizó la comunión en la mano.
Las declaraciones del Card. Marx darían pábulo a esta posibilidad.
O sea que se legalizaría lo que ya se permite de hecho en Alemania, a saber la profanación habitual de la Eucaristía.
El Papa, en cuanto tal, debería parar esa aberración. Pero ni él ni sus antecesores lo han hecho. Ni creo que intentado.
Esa omisión clama al Cielo. No obstante, creo que más grave aún sería que, Sínodo mediante, se intentaran legalizar esos sacrilegios.
Sabrán los canonistas darle el nombre adecuado a eso que yo, que soy un burro total en teología, sólo atino a calificar torpemente como una herejía de locos.
Entiendo que ésa es la "segunda línea de defensa" de los partidarios del "divorcio católico". Al principio, pensaban que el sínodo (que consideraban "su" sínodo) aprobaría sin más ese divorcio para todos los católicos. Como han visto que la cosa no es tan sencilla, ahora parecen pretender que se deje al arbitrio de cada Conferencia Episcopal, algo que en realidad es exactamente lo mismo pero que no suena tan decisivo a los oídos de la gente. Es un cambio principalmente cosmético, pero al menos muestra que están encontrando resistencia.
No creo que sea comparable a la comunión en la mano, porque permitir o no esta última es una cuestión básicamente prudencial (ya que, en principio, es algo admisible y perteneciente a la Tradición de la Iglesia). En cambio, "legalizar" la profanación de la Eucaristía comulgando en situación objetiva de pecado grave es una barbaridad inadmisible y contraria al derecho divino. Como tal, no admite indultos, porque la Iglesia no puede eximir del cumplimiento de la ley natural. Dios no permita que se apruebe esa "herejía de locos", como tú dices.
En cualquier caso, sería una ley que no podría obligar en conciencia a nadie. Es más, no sería una verdadera ley, aunque lo pareciera, porque como enseñaba Santo Tomás, una ley injusta no es ley.
Los Obispos a los que te referías son los paraguayos y no los uruguayos. El único uruguayo que participó allí fue el Coadjutor Mons. Milton Tróccoli, enviado como Visitador por el Vaticano a Ciudad del Este. ;-))
Por lo demás, esta situación de la comunión a los divorciados se viene dando "bajo cuerda", "sin demasiados problemas", desde hace décadas, pero no solo en Alemania.
De modo que lo que se buscaba era más bien consolidar una práctica, haciendo doblemente complicado el tema Sinodal.
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Bruno
Ricardo:
Pobre Mons. Livieres. Como todo el mundo (...) los defectos de los demás obispos de Uruguay son incomparablemente mayores que los suyos. En ese sentido, quienes "rompieron la comunión" con él fueron los demás obispos uruguayos (...)
Corregido el error para-uruguayo, gracias.
Es cierto lo de la comunión "bajo cuerda", pero el reconocimiento eclesiástico de esa práctica, aparte de ser nulo de pleno derecho, añadiría un grado más de maldad a la misma.
Los obispos alemanes se diferencian en que llevan cincuenta años defendiendo públicamente lo indefendible y a pesar de todas las llamadas de atención desde el Vaticano.
Corregido. Tendría que haberme hecho daño a la vista la unión Asución - Uruguay, pero estaba distraído y no me he dado cuenta.
Gracias.
Que por defender la doctrina auténtica, no quede.
Al final "quedará al descubierto lo que encierran los corazones". Y esa sinceración purificará a la Iglesia.
Porque estoy convencido, con convicción de fe, de que el Papa y el Sínodo no dirán otra cosa que lo que enseña el Señor. Con toda la misericordia posible, pero con toda la verdad necesaria.
También de acuerdo conque no obligaría en conciencia, al ser una ley humana que confronta abiertamente con una ley divina.
Pero eso no es consuelo. Que no obligue en conciencia no va a evitar el aquelarre pastoral que se nos vendría encima. Con muchos pidiendo la renuncia del Papa que hubiese firmado tal monstruosidad.
Me lo veo venir.
De todas formas, debemos ser realistas y admitir que eso sería "más" grave, al haberse legalizado una profanación, pero lo que hoy pasa no deja de ser "muy" grave. Porque vemos a toda una Conferencia Episcopal, la alemana, en abierta rebeldía contra el Papa, quien en el colmo de la debilidad pone a su presidente como su estrecho colaborador.
Conferencia Episcopal que para más inri, proclama su derecho a seguir profanando a gusto la Eucaristía.
Difícil es que un desquicio de tales proporciones pueda ser arreglado por hombres.
Pero es que la practica pastoral, hace mucho tiempo que -generalizando-, no recuerda la preceptiva confesión sacramental antes de comulgar, no hay catequesis moral.
Se habla de una Iglesia madre, como si una madre pudiese dejar de ser maestra sin dejar de ser verdadera madre.
Y desde luego, esto no tiene trazas de arreglarse con una táctica de mayorías o amenazas, sino conversión.
Y, ya que estamos, los curas ortodoxos podrán ignorar las indicaciones pastorales torcidas de sus obispos extraviados, Y, a la postre, los fieles que quieran seguir a Cristo no tendrán porqué reconocer autoridad a las indicaciones de sus sacerdotes, si estos se dedican a propalar heterodoxias como lo de la santificación del adulterio si está "regulado por ciertas condiciones".
Si hay desobediencia, que sea para todos, no sólo para los herejes. Naturalmente, esto supone dinamitar la Iglesia católica. Ese es el fin de todo, aunque no tengo claro si Marx lo ve o no. O sea, si es malvado o sólo estúpido.
Quien tiene la autoridad debería de poner orden. Si no lo pone, otros lo pondrán.
Sin embargo, la situación, vista en conjunto, es enormemente preocupante, en mi opinión. Lo resumiría en estos puntos:
1. No veo claro que la oposición que esté surgiendo sea tan fuerte como para frenar el movimiento que hay, dentro de la misma Iglesia, propugnando cambios que suponen una gravísima infidelidad al Señor Jesucristo. ¿Podrá la oposición evitar que el Sínodo se decante en favor de la “praxis misericordiosa” de admitir a la Comunión a los divorciados vueltos a casar?
2. Si en el Sínodo se lograra frenar esta “praxis misericordiosa” que con tanta fuerza se quiere imponer, entonces se buscaría que se dejase el camino libre para que cada Conferencia Episcopal tome sus propias “decisiones pastorales” sobre el tema. Y, llegados a este punto, ¿cuántas Conferencias Episcopales tendrían la fuerza y valentía para decir “no” a una “praxis misericordiosa”, que nuestra sociedad relativista reclama a gritos, y que, dentro de la Iglesia, está favorecida “desde arriba”?
3. ¿Frenaría la Santa Sede todo ese movimiento de cambio, o más bien callaría, dejando actuar a cada Conferencia Episcopal con entera libertad, como propugna el Cardenal Marx?
Pienso que nadie puede tener una respuesta segura a todo esto, pero deseo indicar que me preocupa una frase de la Exhortación apostólica Evangelii gaudium, pues no me parece casual:
“El Concilio Vaticano II expresó que, de modo análogo a las antiguas Iglesias patriarcales, las Conferencias episcopales pueden ‘desarrollar una obra múltiple y fecunda, a fin de que el afecto colegial tenga una aplicación concreta’ (LG 23). Pero este deseo no se realizó plenamente, por cuanto todavía no se ha explicitado suficientemente un estatuto de las Conferencias episcopales que las conciba como sujetos de atribuciones concretas, incluyendo también alguna auténtica autoridad doctrinal. Una excesiva centralización, más que ayudar, complica la vida de la Iglesia y su dinámica misionera”. (Evangelii gaudium, n. 32).
Debemos seguir atentos, luchando con las armas que Dios nos da. Hablando, haciendo pensar, estimulando una respuesta valiente de fe. Y, sobre todo, orando, orando mucho, para que Dios nos ayude en este momento tan difícil. Pero sin perder nunca la confianza: de todo esto Dios sacará bienes.
Es como que el Papa le de autoridad doctrinal a mi portero. No puede.
Va siendo hora de que se haga una extensa lista de las cosas que un Papa no puede hacer, no sea cosa que nos confundamos.
"Otorgar autoridad doctrinal a las conferencias episcopales va más allá del poder de cualquier Papa. En la constitución divina de la Iglesia, el único que puede otorgar autoridad doctrinal auténtica es Cristo".
Eso hay que matizarlo. Las Conferencias Episcopales pueden tener autoridad doctrinal. De dos tipos:
1) la propia autoridad de los obispos que firmen sus documentos doctrinales, como es el caso, por ejemplo, de una pastoral conjunta de los obispos españoles. Es un ejercicio colegial de la autoridad de esos obispos.
2) la autoridad delegada por encargo de la Santa Sede (que puede ser de tipo litúrgico, canónico y también doctrinal). Por ejemplo, las CCEE tienen comisiones para la doctrina de la fe, que a menudo se encargan de la revisión doctrinal de obras de teólogos católicos por encargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Yo diría que lo no se puede hacer es reconocer una autoridad intrínseca propia (doctrinal o de otro tipo) a entes que no son de derecho divino, sino pura fabricación humana.
En cuanto a lo del portero, aunque sea un caso exagerado no lo veo tan evidente. Los legados papales son un caso claro de delegación de autoridad pontificia del más alto nivel.
Sin duda, la situación es grave y debemos rezar y trabajar en la medida de nuestras posibilidades, para defender la fe católica.
Eso si, sin agobiarnos por el mañana, porque el mañana traerá su propio afán.
Saludos.
dbk.de/fileadmin/redaktion/veroeffentlichungen/Sonstige/k_nigsteiner_erkl_rung.pdf
Por otra parte, quería confirmar lo que dice Nachet de que en Alemania hay algunos obispos sanos, y muchos fieles también. Como ejemplo lo siguiente:
kath.net/news/49638
(Lo siento, no me deja poner las tres uves dobles de rigor)
Un saludo muy cordial.
En el caso de las Conferencias Episcopales, éstas no pueden ser extensión de cada obispo, siendo que están conformadas por muchos. Tampoco del Colegio Episcopal, que por definición es universal. Tampoco de la Santa Sede. Ergo no pueden recibir ni a título originario ni delegado autoridad doctrinaria.
Buen artículo. Si te animas a traducirlo, lo publicamos :)
Con respecto a los buenos obispos, no estoy completamente seguro de entender bien la frase, pero creo comprender que incluso los obispos de Ratisbona, Passau y Eichstätt se mostraron a favor de los planes de Marx en Hildesheim. ¿Es así?
La objeción de "estar conformadas por muchos" carece de fuerza. De hecho, el magisterio de Juan Pablo II establece exactamente lo contrario de lo que dices:
"21. El ejercicio conjunto del ministerio episcopal incluye también la función doctrinal. El Código de Derecho Canónico establece la norma fundamental al respecto: « Los Obispos que se hallan en comunión con la Cabeza y los miembros del Colegio, tanto individualmente como reunidos en Conferencias Episcopales o en concilios particulares, aunque no son infalibles en su enseñanza, son doctores y maestros de los fieles encomendados a su cuidado; y los fieles están obligados a adherirse con asentimiento religioso a este magisterio auténtico de sus Obispos ».(79) Además de esta norma general, el mismo Código establece, en concreto, algunas competencias doctrinales de las Conferencias de los Obispos, como son el « procurar la edición de catecismos para su territorio, previa aprobación de la Sede Apostólica »,(80) y la aprobación de las publicaciones de los libros de la Sagrada Escritura y de sus traducciones.(81)
La voz concorde de los Obispos de un determinado territorio cuando, en comunión con el Romano Pontífice, proclaman conjuntamente la verdad católica en materia de fe y de moral puede llegar a su pueblo con mayor eficacia y hacer más fácil la adhesión de sus fieles con asentimiento religioso del espíritu a tal magisterio. Ejerciendo fielmente su función doctrinal, los Obispos sirven a la Palabra de Dios, a la que está sometida su enseñanza, la escuchan con devoción, santamente la custodian y fielmente la explican, de modo que sus fieles la reciban del mejor modo posible.(82) Dado que la doctrina de la fe es un bien común de toda la Iglesia y un vínculo de su comunión, los Obispos, reunidos en la Conferencia Episcopal, procuran sobre todo seguir el magisterio de la Iglesia universal y hacerlo llegar oportunamente al pueblo a ellos confiado.
22. Al afrontar nuevas cuestiones y al hacer que el mensaje de Cristo ilumine y guíe la conciencia de los hombres para resolver los nuevos problemas que aparecen con los cambios sociales, los Obispos reunidos en la Conferencia Episcopal ejercen juntos su labor doctrinal bien conscientes de los límites de sus pronunciamientos, que no tienen las características de un magisterio universal, aun siendo oficial y auténtico y estando en comunión con la Sede Apostólica. [...]
Dando por supuesto que el magisterio auténtico de los Obispos, es decir, aquel que realizan revestidos de la autoridad de Cristo, debe estar siempre en comunión con la Cabeza del Colegio y con sus miembros,(83) si las declaraciones doctrinales de las Conferencias Episcopales son aprobadas por unanimidad, pueden sin duda ser publicadas en nombre de la Conferencia misma, y los fieles deben adherirse con religioso asentimiento del ánimo a este magisterio auténtico de sus propios Obispos. Sin embargo, si falta dicha unanimidad, la sola mayoría de los Obispos de una Conferencia Episcopal no puede publicar una eventual declaración como magisterio auténtico de la misma al que se deben adherir todos los fieles del territorio, salvo que obtenga la revisión (recognitio) de la Sede Apostólica, que no la dará si la mayoría no es cualificada. La intervención de la Sede Apostólica es análoga a la exigida por el derecho para que la Conferencia Episcopal pueda emanar decretos generales.(84) La revisión (recognitio) de la Santa Sede sirve además para garantizar que, al afrontar las nuevas cuestiones planteadas por los rápidos cambios sociales y culturales característicos del tiempo presente, la respuesta doctrinal favorezca la comunión y no prejuzgue, sino que prepare, posibles intervenciones del magisterio universal.
23. La naturaleza misma de la función doctrinal de los Obispos pide que, si la ejercen unidos en la Conferencia Episcopal, se realice en la reunión plenaria. Organismos más reducidos —el consejo permanente, una comisión u otros oficios— no tienen autoridad para realizar actos de magisterio auténtico ni en nombre propio, ni en nombre de la Conferencia, ni tan poco por encargo de la misma.
[...]
Art. 1. – Para que las declaraciones doctrinales de la Conferencia de los Obispos a las que se refiere el n. 22 de la presente Carta constituyan un magisterio auténtico y puedan ser publicadas en nombre de la Conferencia misma, es necesario que sean aprobadas por la unanimidad de los miembros Obispos o que, aprobadas en la reunión plenaria al menos por dos tercios de los Prelados que pertenecen a la Conferencia con voto deliberativo, obtenga la revisión (recognitio) de la Sede Apostólica."
(Motu proprio Apostolos Suos)
DIcho eso, en el texto se observa claramente que los dos únicos tipos de autoridad que tiene la Conferencia son:
- La propia de los obispos que la forman y siempre que cada uno de esos obispos den su placet.
- La delegada de la Santa Sede para temas específicos
Es decir, no añade ningún tipo de autoridad a la suma de sus partes, a no ser que la Santa Sede le encargue algo como tal Conferencia.
A mi entender, es algo muy similar a un sínodo o concilio regional de los que ha habido siempre en la Iglesia, pero permanente en lugar de puntual.
Estos abusos son coétaneos con el nacimiento de las conferencias episcopales. Que han tenido por consecuencia directa silenciar a los buenos obispos y en casos extremos, llevar a resistir el nombramiento contra el Papa (caso del P. Wagner en Austria) o lograr la deposición por falta de comunión con la Conferencia (obispo Livieres).
Si decimos que una persona moral tiene la misma autoridad de quienes la integran, bastando una disidencia para enervar cualquier autoridad, estamos hablando de nada. Un solo obispo no firma y al garete cualquier autoridad doctrinal. Ergo, no hay tal autoridad.
En cuanto a las delegaciones de la Santa Sede, es cierto que se puede delegar ciertas cosas específicas hasta a un portero. De hecho, papas y obispos indignos consintieron delegar o hacer que delegaban autoridad a Constantino y sus sucesores, que se jactaban de ser "obispos exteriores". Lo mismo se hizo en Bizancio, y tenemos al malhadado divorcio ortodoxo como herencia de esas indignidades.
Y también Calígula nombró cónsul a un caballo.
Apesta.
Ésas son cuestiones de oportunidad y mayor o menor acierto, de las que podemos hablar en un post ad hoc si queréis, porque es un tema interesante. Sin embargo, hasta donde puedo ver, no afectan al hecho de que los obispos pueden enseñar individualmente o conjuntamente como Conferencia Episcopal o sínodo provincial y de que las Conferencias pueden recibir autoridad delegada de la Santa Sede en diversos temas (uno muy evidente es el de las traducciones litúrgicas y bíblicas, que tiene un componente doctrinal importante).
Yo creo que la analogía de "sínodos provinciales permanentes" es buena para entender las características y limitaciones de una conferencia episcopal.
¿Conviene que existan esos sínodos provinciales permanentes? La experiencia en, efecto, ha sido bastante mala, porque tienden a subrayar precisamente los defectos episcopales propios de nuestra época. Yo, desde luego, no les tengo ninguna simpatía, pero entiendo que hay cosas que los obispos deben hacerlas juntas (textos litúrgicos, normas administrativas, calendarios, etc.)
Por otra parte, conviene recordar que los concilios provinciales han hecho cosas muy buenas, pero también ha habido multitud de ellos heréticos, cismáticos o, simplemente, desastrosos.
Una conferencia episcopal es un monstruo burocrático permanente expresamente diseñado para aplastar disidencias, conformar un aparatchik clerical, homogeneizar ilegítimamente a los obispos y bullear a los buenos. Además de mantener una cohorte de laicos paniaguados que se ganan el pan en menesteres de una ineficacia conmovedora, como gestionar radios o señales televisivas y gastar en publicidad de baja estofa.
Ah, y para hacer política.
Apesta.
Es totalmente cierto, también suena muy mal que la Verdad, sea sujeta, a las votaciones, y que gane la mayoria.Apostasìa y cobardia.
Les Diría que en el momento de la EUCARISTIA, oren por todo el Cuerpo Místico, y por la Iglesia de Nuestra Patria.
En ese pan consagrado se une la tierra con el cielo, estamos todos juntos..
Exhorto a todos los argentinos que oren, y a los Obispos también,después de todo mi oración, nació del sentimiento de Impotencia, de ahí sale el valor.Orar por el Cuerpo Místico en la EUCARISTIA.
A tenor de lo que tu muy bien expones los obispos alemanes llevan mas de veinte años toreando a cualquier Papa, sea este Juan Pablo, Ratzinger, y ahora parecen querer decir que también con este, con Francisco. Se le entiende muy bien al orondo Marx, si si vosotros decid que luego aquí nosostros haremos lo que nos da la gana lo que hemos hecho siempre.
Y digo yo ¿de quien es culpa que unos obispos lleven mas de veinte años toreando a los papas en gravisimas cuestiones doctrinales? PUES DE LOS PROPIOS PAPAS, que tienen obligación de hacer valer su autoridad magisterial para evitar escandalo.
A mi esto me recuerda cuando años antes cuando surgía un tema de abusos, se decía que era mejor no denunciarlo para evitar que su conocimiento provocase un escádalo. Y ahora es justo al reves, cuando la situación es insostenible, y es mucho peor dejar que se pudran las cosas.
también me recuerda a Churchil, cuando le dijo a Chambelain, por evitar la guerra habeis caido en la infamia y al final tendreís infamia y guerra.
¿A que espera este Papa, para destituir a este obispo como hizo con Livieres por mucho menos y sin motivo moral real? La pelota esta en el tejado del Pontífice y tiene una gravísima responsabilidad. Si fuese consecuente, este Marx no debería durarle ni cinco minutos. Cada segundo que lo permita es un agravio a Livieres, y un mal ejemplo para todos los católicos, y es permitir el escándalo. ¿porque hay que ser claros y tajantes solo en la cuestion de abusos, porque no en las centrales de la FE? ¿o es que eso no vende mediáticamente? Da la impresión de que estamos al mundo cuando deberíamos estar a otra cosa. No quisiera estar en los zapatos del Papa, creo que tiene gravísimas responsabilidades, y no se si es consciente de que aunque a todos se nos acaba el tiempo, a el por su edad, mas que a los demás.
Como texto aislado es compartible, el contexto, los antecedentes, mueven a inquietud. Detalle puede ser los días y horarios de los cursos prematrimoniales. La comunión a adúlteros no es detalle.
“No podemos esperar hasta que un sínodo diga cómo debemos abordar aquí la pastoral familiar y matrimonial”.
Frase ambigua, tal vez por defecto en la traducción.
Respecto a abordar dicha pastoral, tanto puede entenderse que algo (¿?) urge y no se puede esperar hasta el sínodo, como entenderse que no es competencia del sínodo el como abordar.
Sólo hay que fijarse en el desmadre,divisiones y subdivisiones de las Iglesias Protestantes.
Los casos de "los divorciados" quequieren volver a la Comunión,deberian tratarse de forma individual , donde la Penitencia y constricción del pecado fuera el principio para volver a ser radmitidos.
Lo verdaderamente doloroso para toda la Iglesia es que este tipo de declaraciones o globos sondas
lanzados por la conferencia episcopal alemana
producen en la comunidad catolica ,odios,rencores e insultos.Quees lo que de ninguna forma se puede permitir en base a la caridad fraterna.
No estareia mal encerrar al sinodo a pan,agua y oracion como un pseudoconclave y que con... Un corazón contrito y humillado recibieran la inspiración del Espiritu Santo.
Razon: Porque el Papa Juan Pablo II -- en su largo pontificado -- y despues el Papa Benedicto XVI, y ahora el Papa Francisco -- los creo obispos y cardenales y los ponen en lugares de poder y liderazgo. Cuando yo era estudiante de teologia en los anos 80, yo, un don nadie teologico, sabia que Walter Kasper era un heterodoxo que si fuese transportado al siglo IV seria un hereje mas entre Arrio y Nestorio. Como es que el cardenal y despues Papa Ratzinger no lo sabia? Como es que el Papa Wojtyla no lo sabia? Como es que le dieron el episcopado y la biretta roja cardenalicia??????!!!!!!!! Como es que el Papa Pancho ahora le da posiciones poder a Marx y a Kasper y a Wuerl? Como es que nombra a obispos que lo que deberian es ser forzados a tomar clases del catecismo basico?
Sólo que no digo "heterodoxo", que es un eufemismo, sino más directamente "hereje".
Supongo que quienes conocían a Judas Iscariote, quien en jerarquía era más que un Cardenal de los de ahora, se preguntarían otro tanto. Porque se sabía que era ladrón.
O los apóstoles cuando pretendían hacer bajar fuego del Cielo para "limpiar" la faz de la Tierra.
Estoy empezando a entender que el dolor por nuestra Madre Iglesia mancillada, y la perplejidad que te confunde y que te acosa, son las nuevas formas de la Cruz que nos toca llevar a quienes amamos a la Esposa de Cristo.
No es pecado sentir ese dolor punzante, donde la inteligencia no recibe respuestas satisfactorias; es una prueba. Sí en cambio entiendo que es pecado tratar de liberarse de esa cruz tachando a la Madre de Prostituta, de Babilonia, y saltándose de la Barca, como han hecho los lefebristas.
"Alma por alma, cuido la mía".
Dios proveerá la solución a esta crisis, o bien vendrá la Parusía.
Al margen de lo asqueroso de los detalles de como fue echado Mons Livieres, El Vaticano y El Papa demostraron que SI QUIEREN (con razón o no) pueden poner a un obispo "de patitas en la calle" rápido, directo y sin burocracias.
Pues queda claro que si Kasper, Marx y demás Obispos hablan lo que hablan y difunden lo que difunden desde los puestos y cargos que tienen, es con autorización del Vaticano y El Papa (este Papa, los anteriores, ETC) porque si no tuvieran la autorización, actuarían rápido directo y sin burocracias como con Mons Livieres y los pondrían de patitas en la calle.
Creo que ni los progres más duros creían en el fondo que la doctrina podía cambiar, es más, sus planteamientos los han revestido para disfrazarlos de salidas pastorales. Pero ellos sabían que la Doctrina no iba a cambiar. Sin embrago, como saben que cuentan con impunidad e inmunidad al interior de La Iglesia, su misión de crear la mayor confusión posible para que no se pueda distinguir la verdad de Cristo, la están cumpliendo muy bien.
El tema, el problema no es este Sinodo, ni que se reafirme la Doctrina y demás. El tema es que si estos ejemplares siguen ocupando los cargos que ocupan, con los espacios de evangelización que esos puestos les da, van a seguir causando el daño y la confusión que vienen causando.
Con el caso Livieres (y en parte el caso Burke), Franciscanos de la Inmaculada y demás, queda claro que si al Papa le baja "el dedo" a un Obispo u Orden, el Vaticano está en condiciones de actuar RÁPIDO, DIRECTO Y SIN BUROCRACIAS y poner a ese Obispo "de patitas en la calle".
Si el Papa y el vaticano SE ZURRAN en esto y no hacen lo que deben con los ejemplares en mención ¿Como se puede pedir a las Iglesias Locales o Conferencias Episcopales u Órdenes Religiosas que sancionen a Curas y Monjas como Págola o Forcades por ejemplo?
Creo que el Combate no acaba en el Sínodo, recién comenzará.
Y el problema de Raíz no está ni en los Obispos Progres (hacen su función como la Cizaña) ni Págola Forcades o demás (también hacen su función como la Cizaña) ni en las Conferencias Episcopales, Ordinarios del Lugar, Superiores de Órdenes, ETC (que viven del Impacto de lo que hace y como va Roma) EL PROBLEMA, LA RAIZ está en que El Papa (este los anteriores también, como mejor les guste) NO HACE ABSOLUTAMENTE NADA para extirpar LAS FALSAS DOCTRINAS de La Iglesia que le ha sido encomendada.
Si se sigue pasando esto por agua tibia, Y NO SE COMIENZA A PEDIR A PEDRO QUE ACTÚE COMO TAL, seguiremos dando círculos sobre lo mismo por años hasta que Cristo mismo tenga que intervenir directamente.
Si amamos el Papado y somos fieles a Pedro, hay que pedirle a Pedro que actúe como tal, PORQUE POR ENCIMA DE LA FIDELIDAD A PEDRO ESTÁ LA FIDELIDAD A CRISTO MISMO, con mucha más razón, cuando Pedro no actúa como tal, no solo por acción sino POR OMISIÓN.
Yo me pregunto, ¿como puede el Papa hablar dia si y dia no a los católicos de que hagamos esto o lo otro para ser buenos cristianos, cuando el tiene cosas tan importantes de su exclusiva responsabilidad por hacer y resolver? En España decimos que se predica con el ejemplo, que es lo que convence, no con las palabras. ¿O es que el Papa despues de criticar tanto el fariseismo al final ha caido en el haced lo que os digo, pero no hagais lo que yo hago?.
Siendo las cosas así, demandaría una profunda fé católica y/o gran humildad el no sentir aires de superioridad para con el Romano Pontífice, ni hablar de los materialmente miserables obispos africanos. Sin embargo, el estudio de teología en Alemania aleja de la fé católica, más que cualquier club ateo o masón declarado, y no lleva precisamente a la humildad sino a la soberbia, así que descartemos lo de la humildad. Pues, sintiendose así superior en todo al Romano Pontífice y a los demás episcopados, se ha de esperar acaso, que el representante de los obispos alemanes les suplicaría humildemente, esperaría pacientemente y aceptaría cualquier decisción que estos vayan a tomar, aunque sea contraria a su agenda? No sueñen, hermanos.
Pero ojo, quien se alegre ya, confiando en que los obispos alemanes van a dejar el bote de la Iglesia así no más, está muy equivocado y se alegra demasiado temprano. Si hubieran querido eso, ya lo hubieran hecho hace 45 años. No se quedaron dentro de la Iglesia Católica, porque les haya importado la comunión de los santos, la ortodoxia de la fé o porque están preocupados por la salvación de sus almas o las de sus feligreses. Se quedaron dentro de la Iglesia Católica, en comunión FORMAL con la Santa Sede, porque todos los contratos históricos que les aseguran sus pingues ingresos y privilegios materiales, están relacionados y acordados con la Santa Sede. De manera que por decenios no han tenido ningún problema con cultivar herejías, abusos sacramentales y un pronunciado espíritu cismático, propio de una iglesia nacional, pero siempre han sabido cuidarse de der suspendidos o excomulgados por Roma, pues el martirio con ellos no va. Su púrpura es la del césar, no la de la sangre de los mártires.
Eso significa, que van a proseguir con su agenda y a la vez mover todas las palancas de su inmenso poder financiero, en caso que fuese necesario, para evitar que la Santa Sede tome alguna medida contra ellos. Para ello consideran plenamente válido el chantaje poco velado a todas aquellas diócesis de la Iglesia universal. que de alguna manera dependan del dinero de los obispos alemanes y sus organizaciones caritativas. El antecesor del Cardenal Marx en la presidencia de la CEA, el Arzobispo Zollitsch, ya lo había insinuado en una entrevista al semanario "ZEIT", dias antes de la última visita de Bendicto XVI. a Alemania en el 2011. No solamente dijo entonces, que estaba confiado en que iba a haber avances en el asunto de los divorciados recasados - todavía "durante mi tiempo de vida" (tiene 76 años), sino que, al ser preguntado por la influencia de los católicos alemanes en Roma, puntualizó:
"Zollitsch: Para decirlo polémicamente, si se me permite: En todo lugar, donde se piensa que se necesita dinero, los alemanes cuentan mucho. Cuando el Santo Padre viajó a Chipre, recibí una carta del arzobispo de allá, preguntando si no podríamos contribuir con algo para cubrir los costos. Hay más ejemplos parecidos.
ZEIT: Los alemanes como pagadores?
Zollitsch: También reconocemos algo positivo en ello: Las obras alemanas de ayuda hacen mucho para la Iglesia universal, como Misereor, Missio, Adveniat y Renovabis y la Caritas. La formación sacerdotal en Latinoamérica, mire Ud. el Perú, en realidad es financiada por Alemania. También el 60 % de los sacerdotes de Sudáfrica son financiados desde Alemania. Los católicos alemanes lo hacen posible sobre todo por su impuesto eclesial. Esto es absolutamente reconocido en Roma.
ZEIT: No están los alemanes simultáneamente bajo sospecha de rebelión?
Zollitsch: Claro que en Roma también hay otros, que inmediatamente huelen apostasía, cuando en Alemania discutimos un poco mas controversamente. Ahí tengo que decir entonces: Por nuestra múltiple experiencia de discusión - no por ende en el contexto ecuménico - discutimos de otra manera sobre cuestiones de fé, de lo que es el caso en Italia. Pero esa apertura para discusiones, que hay en Alemania, no es entendida muy fácilmente en Roma." (zeit.de/2011/36/Interview-Zollitsch)
Su confianza en que iba a haber próximos "avances en el asunto de los divorciados recasados" en aquel entonces le valió a Zollitsch la inmediata reprobación pública del Nuncio apostólico en Alemania, Jean-Claude Perisset (kath.net/news/32906) y el distanciamiento del Cardenal Meisner (kath.net/news/32907). Hoy por ello podría ser recomendado por Roma como "Arzobispo de rodillas".
Después de la ducha fría que recibió de Benedicto XVI. durante su visita a Alemania, el Arzobispo Zollitsch declaró en Diciembre del 2012 respecto a la cuestión de los divorciados recasados: "Estamos tratando el tema a nivel de la Conferencia Episcopal. Quiero, que encontremos un camino común para toda Alemania". A Roma y la Iglesia universal en ese entonces ya no mencionó para nada (kath.net/news/39334). Dos meses antes ya había sostenido, que en el Concilio Vaticano II el principio de la "colegialidad" hubiese quedado a medio camino y los derechos de las Iglesias locales todavía no estuviesen plenamente "desarollados". Siempre que estuviese en Roma, resaltaría la importancia y perspectiva propia de las Iglesias locales (kath.net/news/38231).
El Cardenal Marx continúa plenamente en la línea de su antecesor en la CEA, pero disponiendo de más poder y autoridad, siendo parte del consejo de los 8 cardenales. En diciembre del 2014 sostuvo, que no quería debilitar el papado, pero que «centralismo es signo de debilidad», Tambien destacó que "el Papa Francisco quiere más colegialidad", por lo cual "habría que seguir discutiendo teológicamente" el futuro rol de las conferencias episcopales y se estaría revisando, «cuales competencias tienen que mantenerse indispensablemente en Roma» (kath.net/news/48745).
En todo esto ya podemos ver la doble agenda alemana para los sínodos del 2014 y 2015:
Plan A) Transformar la Iglesia universal, con ayuda del nuevo Papa según los deseos de los obispos alemanes, marginando a todos los que persisten en los postulados juanpablistas y ratzingerianos. Esto se intentó con gran ímpetu y muchas maquinaciones escondidas en el 2014. Sin embargo la oposición de los ingratos africanos, polacos y Burke, Müller, etc. frenó el intento de revolución inmediata en materia doctrinal y pastoral.
Plan B) Si no se lograría introducir los cambios deseados en toda la Iglesia universal, al menos se tiene que conseguir de parte de Roma la licencia de hacer las cosas en Alemania según el propio gusto, y todo oficialmente. Esta salida ya ha sido preparada por la frase de la "Evangelii Gaudium", en la que se habla de otorgarle a las conferencias episcopales "alguna auténtica autoridad doctrinal". "Auténtica autoridad doctrinal" sin embargo es algo proveniente del derecho divino, que solo poseen los obispos individualmente para sus respectivas diócesis y para la Iglesia universal el Papa y el Colegio Episcopal de todo el orbe convocado en un Concilio Ecuménico. Todo lo demás son solo autoridades derivadas, concedidas o delegadas de las anteriores, pero no "auténticas" en si. Las conferencias episcopales pueden ser, en teoría al menos, un instrumento útil de coordinación de los obispos en un área con muchos problemas y cuestiones comunes que demandan respuestas comunes, pero no más. En la práctica, aún eso solo funciona en donde el deseo de testimoniar la fé católica sin tapujos, de anunciar el Evangelio íntegro a tiempo y destiempo, son la base común de todos los obispos. Eso quizá se da en Kasachstán, en algunos países africanos y posiblemente hasta en Polonia, pero muy raras veces en occidente. Allí mas bién sirven para aumentar la mediocridad, sofocando y estrangulando a los pocos obispos que quieren ser verdaderos pastores según el corazón de Jesús.
Si el Papa quiere dialogar con alguien, que tenga dialogos sobre el divorcio, nuevas nupcias y la recepcion de la Eucaristia, con Santo Tomas Moro y con San Juan Fisher, y que invite a todos los obispos alemanes con el... Si quiere "dialogar" sobre personas atraidas al mismo sexo, que tenga dialogos con San Carlos Lwanga y sus companeros, martires de Uganda ... y el Papa tendra mucha informacion sobre este tema. y si quiere mas, que tenga un dialogo con la doctora Santa Catalina de Siena, que en su "Dialogo" no dice lo siguiente .. (Capitulo CXXIV) . Vale la pena reproducir mucho del capitulo y bregar con el idioma original -- y ver cuidadosamente lo que Jesus le dice a la privilegiada Santa Catalina sobre este tema....
Come ne’ predecti ministri regna el peccato contra natura, e d’una bella visione che questa anima ebbe sopra questa materia.
—Io ti fo a sapere, carissima figliuola, che tanta puritá Io richeggio a voi e a loro in questo sacramento, quanta è possibile a uomo in questa vita; in quanto da la parte vostra e loro ve ne dovete ingegnare d’acquistarla continuamente. Voi dovete pensare che, se possibile fusse che la natura angelica si purificasse, a questo misterio sarebbe bisogno che ella si purificasse; ma non è possibile, perché non ha bisogno d’essere purificata, perché in loro non può cadere veleno di peccato. Questo ti dico perché tu vega quanta puritá Io richeggio da voi e da loro in questo sacramento, e singularmente da loro. Ma el contrario mi fanno, però che tucti inmondi vanno a questo misterio; e non tanto della immondizia e fragilitá, a la quale sète inchinevoli naturalmente per fragile natura vostra (benché la ragione, quando el libero arbitrio vuole, fa stare queta la sua rebellione); ma e’ miseri non tanto che raffrenino questa fragilitá, ma essi fanno peggio, commectendo quel maledecto peccato contra natura. E come ciechi e stolti, obfuscato el lume de l’intellecto loro, non cognoscono la puzza e la miseria nella quale eglino sonno: che non tanto che ella puta a me, che so’ somma e etterna puritá (ed emmi tanto abominevole che per questo solo peccato profondâro cinque cittá per divino mio giudicio, non volendo piú sostener la divina giustizia, tanto mi dispiacque questo abominevole peccato); ma non tanto a me, come decto t’ho, ma a le demonia (le quali dimonia e’ miseri s’hanno facto signori) lo’ dispiace. Non che lo’ dispiaccia el male perché lo’ piaccia alcuno bene, ma perché la natura loro fu natura angelica, e però la natura loro schifa di vedere o di stare a vedere commectere quello enorme peccato actualmente. Hagli bene inanzi gictata la saecta avelenata del veleno della concupiscenzia, ma, giognendo a l’acto del peccato, egli si va via per la cagione e per lo modo che decto t’ho.
Que se dirian el obispo Bruno Forte, otros obispos que votaron con el y el Papa "dialogando" con Santa Catalina sobre este tema de personas atraidas (y que caen) ese el pecado "contra natura"? Que no daria yo por escuchar ese dialogo!!!
Pero valor hermanos... paciencia ... tomen consuelo en las palabras de otro grande de la Iglesia ...San Antonio Maria Claret, obispo y prelado participante en el Concilio Vaticano I (1870 AD)... Segun como San Antonio mismo nos dice en sus escritos biograficos, escucho tantos disparates y aun herejias (estas son sus propias palabras) durante la discusion sobre el Primado del Papa, que sufrio un ataque de apoplejia Imaginense eso!!! Escuchar tantos disparates de sus hermanos obispos que la presion arterial se le puso por las nubes!!!
Yo rezo por obispos que sean menos "irenicos" y mas obispos como San Nicolas de Myra (el verdadero Santa Claus) que durante una sesion del concilio de Nicea (325 AD), se paro, atravezo el aula donde Arius explicaba sus disparates sobre la naturaleza de Cristo. Pero San Nicolas no era ni gordo, ni vestido de rojo, ni decia jo-jo-jo. El santo obispo no se pudo contener y se convirtio en un Rocky Balboa del siglo IV, propinandole al hereje de Alejandria una "trompada" que me imagino y espero su quijada recordara aun despues de la resurrecion de la carne y el juicio final que nos espera a todos al fin de los tiempos.
La enseñanza sexual en los colegios, la televisión basura, y la radio basura, internet, con la pornografia, Una vez hablarón de esto una persona de izquierda, a quién escucho, y miembros de academias de ciencias etc y la Iglesia NADA.
Hay que ponerse orar en serio,siguo creyendo en la OMNIPOTENCIA dE DIOS en la EUCARISTIA, oro por la Salvación de todas las almas, pero orar por la Salvación de las almas de los obispos es insolito.
Y en las Iglesias brilla por su ausencia, la palabra castidad, y el que come y bebe , de esté pan indignamente, se condenará.
En nuestra patria hay desastres ecológicos, por todos lados, parece un castigo divino, muchos se reirán, pero un familiar me dijo que hay que hacer mucha penitencia.A los obispos que crean,FE,conversión,oración, en la EUCARISTIA, esta el que une el cielo con la tierra.
En el mundo,examinalo todo y toma los bueno,San pablo.
El caso de la misericordia aplicada a los Franciscanos de la Inmaculada es a mi juicio el más injusto y lacerante. Clama al Cielo.
Eso no es de ahora pero la cosa va rápidamente a peor, y últimamente te atragantas con lo que ves.
Ante esa actitud ningún diálogo es posible. El cisma está servido y la pelota en manos de la Santa Sede. ¿se atreverá Roma a la remoción de los cardenales y obispos en la línea de Marx? Es lo que toca hacer. Por mi parte lo veo muy difícil. Así que seguiremos asistiendo a este baile de la confusión hasta no sé cuándo. Ya sabe, los euros alemanes son muy importantes para unos y para todos.
Bendiciones.
La iglesia africana, en cambio dice...
¿Y esto no es ya un inicio evidente de cisma?
Qué dice Pedro y punto. Qué dice Pedro.
Que no se juegue más con nosotros por favor, ni con la Iglesia, ¡ que es de Cristo!
Lleváis desde octubre especulando sobre un asunto que tiene que resolver la Jerarquía no los cristianos de base.
Si no se ha dicho cual es la solución es porque aun no han resuelto que hacer. Todos tenemos los medios para enterarnos pero lo que pasa en realidad no lo sabemos bien.
Deberíamos ser más prudentes y esperar porque la Iglesia no esta dejada de la mano de Dios ni del Papa de Roma.
No creo que la iglesia alemana ande manga por hombro. Están buscando una solución aceptable a un problema de muchos bautizados allí y en todo el mundo. Me parece que tanto alarmar y comentar por libre es hacer una publicidad negativa. Todos sabemos cual es la doctrina y la jerarquía no va a dinamitar la Iglesia. Confiemos en Dios que es quién hará.
Más orar y menos criticar. Hay muchos que se creen cruzados en defensa de la Iglesia. Es Dios quien tiene un plan que nadie sabe. Si quiere que haya cambios los habrá. La iglesia no es una cosa estática es un cuerpo vivo y cambiante según conviene para la salvación de la humanidad. Como está formada por hombres siempre habrá problemas y politiqueos de algunos pero no seamos más papistas que el Papa y esperemos a ver...
Yo no he visto ninguna falta de autoridad del Papa en estos temas ni en ningún otro, no soy quien para juzgar la autoridad del Papa y, por otra parte, solamente veo un gran celo y amor por la Iglesia en todo lo que hace y dice, eso le da autoridad, además sabemos que la autoridad es del Espíritu Santo que esta con el.
Una cosa es que haya teólogos y maestros que nos ayuden a discernir y otra el común de los fieles que no deja de insistir en lo ya explicado. Y una cosa es preguntar y otra enredar. No lo pongo en mayúsculas, lo digo de corazón porque damos una imagen los católicos con estas polémicas que muy edificantes no son. No creo que haya mala fe por parte de nadie, solamente digo que seamos más prudentes, discretos y confiados en el Señor que es quien gobierna su Iglesia.
Entre tanto han salido un par de cosas bastante interesantes también, una es una crítica de una joven estudiante alemana, que escribe una serie titulada "cartas desde Siena" (te imaginas el por qué del título, supongo):
kath.net/news/49684
(ninguna de las cartas de la serie tiene desperdicio: los enlaces a las demás están a la izquierda)
La otra cosa que ha salido es un extracto de una carta del Cardenal Paul Josef Cordes al Tagespost (diario católico alemán) criticando la declaración de Hildesheim del Cardenal Marx. A mí me parece impresionante:
kath.net/news/49704
Si te interesa también la traducción de estas dos cosas, dímelo, a lo mejor puedo sacar algo de tiempo también.
Por cierto, no sé cuántos o cuáles obispos votaron qué en Hildesheim, pero esos que citas, en mi modesta opinión, son muy buenos obispos, y no son los únicos, hay algunos más. Incluso (y no me critiques demasiado por lo que voy a decir) el Cardenal Marx tiene sus días buenos :)
Un saludo muy cordial.
Me alegro de saludarte. Nos vendría muy bien que lo tradujeras.Quizá yo empezaría por lo del cardenal Cordes, que es impresionante.
Lo de las cartas de Siena tengo que consultarlo primero, pero supongo que también estaría muy bien.
Te lo agradeceríamos mucho.
De hecho, estamos buscando a alguien que, de forma regular (por ejemplo, una o dos veces a la semana), nos traduzca lo que más le haya gustado de Kath.net., porque siempre tienen material estupendo. Si consiguiéramos al traductor-voluntario, hablaríamos con el portal para decírselo y pedirles permiso, aunque supongo que no habría problema por su parte. ¿Conoces a alguien que pudiera hacerlo?
Estoy seguro de que hay buenos obispos en Alemania. El de Passau, además, es valiente (por ejemplo, fue el único en criticar públicamente los disparates de Mons. Bonny, si no recuerdo mal). El problema es que el conjunto asume como normal cosas que son verdaderas barbaridades y siempre es más fácil presionar hacia peor que hacia mejor.
El Fiel se debe formar, también tenemos nuestras responsabilidades y derechos.
Es muy importante la formación, siempre, aconsejo que léan los blog de Infocatólica.
Pero siempre Nuestro Señor, está en los Santos Padres, en la Tradición VIVA, la Fe como la vivierón los Santos,el Magisterio extrarordinario y ordinario, en la Sagrada Escritura, leo la Biblia de Monseñor Straumbiger, el Catecismo Universal de la Iglesia, que según mi director es superior a cualquier escrito de Maestro Espiritual,claro Es CRISTO.
Dirigido a los obispos hay un documento no magisterial de Juan Pablo II, que habla de la cobardia, se llama (Levantaos y Vamos), una frase, que siempre contemplo en la Santa Misa, los apostóles, con miedo,dormidos,Santiago,San Juan y San Pedro, y el Señor con terrible Cara de Pedernal, como dicen las escrituras, dice Levantaos y Vamos, padre hacer tu voluntad, el Dios de terrible Majestad, serenidad, VALOR hasta la Cruz, es un ejemplo para todos, el grito de guerra de los Santos, es Señor que se haga tu Voluntad.
El cardenal Sarah, manifiesta que no quierén ser colonizados, de nuevo con las ideologias, nosotros tampoco, deberían pensar, que todo esté bodrio, (Viven en la Palmera, al alejarse de los confesionarios, no conocen la realidad, mi lugar de trabajo, es como un confesionario, y me entero de todo, sin leer ni escuchar cosas que me descerebren.)
Estamos Colonizados, y siempre primero Dios y después los hombres,
"la figura de esté mundo pasa", y se alza en nosotros el encuentro con el Señor de Terrible Majestad, seguiré confiando siempre en EL, en quién se puede confiar..........Siempre aconsejo a todos,leer La Sagrada Escritura, el Catecismo Universal de la Iglesia, y paso el aviso la Veritatis Splendor.Que los obispos, todos tenemos,momentos de cobardía, se pongan a orar, y guién a los fieles a la salvación,y no a la perdición, y que defiendan la Patria, que está rota por todos lados.
(¿ - ?) pronunciarse, tan sueltos de cuerpo, contra el Evangelio, los mártires del matrimonio cristiano (Thomas Moro, Fisher) y documentos de papas italiano (Pablo VI), polaco (Juan Pablo II), y...hasta: ALEMÁN (Benedicto XVI - Ratzinger).
La soberbia germánica viene desde la Edad Media, cuando se reproducia el irónico refrán: "Doctor romanus, asinus germanus".
Se vieron humilditos en los 20 años posteriores al desguase casi universal, que causaron a las órdenes del "Füher", pero se les suben fácilmente los humos a la cabeza. Diga lo que diga Roma, ellos se fían en Tübingen y sus Wissenschaftler.
Es verdad que no se ha de generalizar. Pero, las excepciones no suelen ser las que salen a la luz.
Rahner, Küng, Häring, Hünnermann, Sus Eminencias Lehmann, Kasper y Marx no han cesado de "torear" a Roma...
Es, pues, muy de agradecer este valiente artículo en respuesta lúcida y valiosa a un potente (también euros de por medio) "Panzer" nibelungo.
religiosamente, todo lo que he comentado, porque en ello está el Espiritu Santo, que os va a enseñar todo lo que paso y todo lo que va a venir.
Es un momento cumbre en la historia de la humanidad que se repite, y repite en cada Misa. El mundo gira, la Cruz permanece la Santisma Misa,San Bruno.Siempre caminando podemos contemplar cualquier paso, del Señor en su SANTISIMA PASIÓN, porque en alguna parte del globo se está celebrando una misa.
El tuvo miedo!!!Pero arenga Levantaos y Vamos, la Cara de Pedernal, de acuerdo a las escrituras, y enfrentar con valentia inaudita, todos sus sufrimientos fisicos y morales.VARÖN de los dolores acostumbrado a los sufrimientos.El conocimiento de Nuestro Señor Jesucristo es el bién más grande, que tiene una persona Y/o un creyente.
Como no voy a confiar en semejante Lider,DIOS.
Detrás de todo, que nadie nos quite ese conocimiento.
Lo que ha habido es una cacicada permitida por Bergoglio. Punto. En vez de sustituir a un puñado de sinverguenzas, ha destituido al bueno, porque sabían que les iba a causar menos problemas. Probablemente pensaban que Livieres se iba a achantar como un borrego, y se iba a ir sin decir nada, pero Livieres ha hablado alto y claro, no como sus jefes de la Curia que se han saltado hasta el procedimiento para destituirle. Te recuerdo que Livieres ha dicho, "El Papa tendra que dar cuena a Dios que no a mi, por este acto" es una acusación muy fuerte de un hombre bueno, injustamente tratado. Es la diferencia entre los que son y los que hablan, entre los que dicen algo y los que lo hacen de verdad.
Si Marx, el Obispo de Amberes Bélgica, Kasper y demás obispos herejes hablan las herejías y las atrocidades doctrinales que hablan y siguen por ahí impunemente, es porque quien tiene la autoridad de corregir, NO ESTÁ CORRIGIENDO.
Y lo que es peor, si el “Arzobispo Primado” Karl Rodig de la “Iglesia católica ecuménica de Cristo" (IGLESIA GAY) fue invitado a la misa inaugural y ha disertar en charlas del Sínodo de la familia 2014 (hecho que todos han callado), algo muy asqueroso está pasando y quien tiene la Autoridad Suprema para poner coto a estas cosas está pecando de omisión.
La Fe Católica no es una Fe Ilusoria en la que todo se tiene que ver color de Rosa y en la que todo lo vemos bien y positivo por el hecho de tener que verlo así. Hay que primeramente rezar sí.. y ante todo. Pero como se hace aquí en Infocatolica, hay que combatir el error venga de donde venga. Y si nos toca en este momento histórico combatir con errores (y horrores) de Omisión, que vienen de quien NO deberían venir, ¿Que hacemos? ¿Callamos? ¿Seguimos dorando la píldora? ¿Seguimos señalando los errores de Obispos, religiosos, Curas Monjas, Seglares, y no decimos ni pío de las terribles negligencias de quien tiene TODA LA AUTORIDAD para poner coto ha esto?
No todo está podrido en Dinamarca -sea cual sea la posición de Dinamarca en el mapa católico y en internet.
Despedida cordial.
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