Fotos: No

Artículo publicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 25

Ya está funcionando la nueva ley del aborto. Con el calor veraniego ha llegado el inicio de la legalización “como un derecho de la mujer” a decidir sobre el hijo que lleva en sus entrañas. Se están produciendo las primeras escaramuzas: comunidades que dicen no cumplir la ley; médicos declarados en objeción de conciencia; el Tribunal Constitucional que vota no a parar la ley cautelarmente mientras se declara su posible contradicción con la Constitución.

El asunto más importante ha surgido en la comunidad valenciana. Allí han decidido entregar a las mujeres que desean abortar unas fotografías de fetos de doce a catorce semanas, en tres dimensiones, para hacerles reflexionar sobre la decisión que van a tomar. Es lo mismo que las fotografías que presentan los anuncios televisivos sobre los accidentes de tráfico en las carreteras; o las fotos que acompañan los paquetes de cigarrillos cuando se compran en el estanco. Únicamente buscan señalar al conductor que tenga cuidado con el vehículo, porque va su vida en ello, la de sus ocupantes y peatones; y al fumador le informan que cánceres cómo se muestran pueden obtenerse si se quema salud tirando el dinero y salud fumando como un carretero.

Tal medida valenciana ha sido cortada en raíz por las autoridades sanitarias afirmando que va contra la libertad de la mujer y su derecho consagrado por la ley nueva a abortar si es su deseo. Algo que nadie con sentido común es incapaz de entender. Por una parte se desea salvar vidas en la circulación de vehículos y en el uso del tabaco, pero se permite matar a seres humanos gestándose en el interior del seno materno. Realmente la civilización de la muerte de niños inocentes es un atentado, también, para las mentes de personas normales como usted o como yo.

¿A que temen que se les muestre las fotos de fetos de semanas en tres dimensiones?, ¿a que se echen atrás y traigan a la vida concebida en el seno materno?, o ¿existen otras razones económicas que son las que realmente importan, como es toda la “industria de los abortorios”, que ya es legal y que los delitos cometidos antes van a ser archivados como si tal cosa?

Sinceramente, opino que toda la legislación abortista tiene tantos intereses económicos detrás que se está llegando a crear una industria de la muerte de los seres inocentes. Por esto es una incoherencia palpable gastar dinero en defender a las víctimas del tráfico y del tabaco y prohibir que se exhiban fotos de niños en el seno formándose..

Los cristianos, defensores de la vida, esperamos que algún día reine la cordura y se quite toda ley sobre abortos, porque la civilización de la vida y del amor debe triunfar sobre las caras amargadas de los promotores de un derecho a matar a inocentes que no pueden defenderse de ninguna forma. Y son tan personas humanas como cualquiera.

Tomás de la Torre Lendínez

3 comentarios

  
Jonás
Estupendo intento el de la de la Com. Valenciana para mitigar las consecuencias de la repugnante legislación. Gracias por el artículo.
18/07/10 6:37 PM
  
Ana
Una cosa es la manipulación del lenguaje:llaman ser vivo en vez de ser humano pero una imagen vale más que mil palabras y allí se ve lo que hay por esto le tienen terror a esta iniciativa
18/07/10 8:59 PM
  
Inmaculada
Ana, eso dijo la ministra Aído: "es un ser vivo pero no es un ser humano."
Menuda tontería. Si es un ser vivo, pero no humano, ¿de qué raza sería? ¿O de qué reino? Porque tal vez pensara que es un árbol, o una seta. Y si fuera animal, ¿qué sería? ¿tal vez un chimpancé?
Para que veas que no tiene ni pies ni cabeza lo de ser vivo pero no humano.
Y yo diría más: aún cuando no pudiéramos tener una imagen parecida a la del ser humano, en las primeras fases del desarrollo, ese ser lleva en sí todo el código genético que va a seguir teneiendo de por vida y no se produce en él ningún salto cualitativo durante su desarrollo. Por tanto, tiene la misma dignidad que un feto o un nacido.
18/07/10 10:35 PM

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