Sobre la pedofilia en la Iglesia - Bruno Mastroianni
Supongo que irá amainando la campaña, tengo ganas de cambiar de tema, estamos ya en Semana Santa. Hace tres días os trasladaba mi deseo de compartir algunos buenos análisis con vosotros. Hoy otro, de Bruno Mastroianni, del que tuve noticias vía Alberto Tarifa. No sé de quién es la traducción Aporta orden y visión de conjunto. Espero que os sea útil.
Os dejo con el artículo. Como es largo y no voy a añadir nada más, no lo pongo en estilo cita.
El debate sobre este tema ha alcanzado tales niveles que requiere reordenar los elementos principales para comprender lo que está pasando.
Teniendo en cuenta los datos y los hechos sobre la pedofilia estamos ante una alarma injustificada. La Iglesia está poniendo los medios de una manera efectiva desde hace tiempo para mejorar la situación.
Los números en los EE.UU.: 54 condenas en 42 años
El recuento de los casos de abuso infantil por parte del clero no es para menospreciar, pero sí para entenderla en su dimensión correcta. Massimo Introvigne, en un artículo publicado en Avvenire ha mostrado algunos datos de EE.UU.. Según el estudio del año 2004 del John Jay College of Criminal Justice, los sacerdotes acusados de efectiva pedofilia en 42 años fueron 958, 18 por año. Las condenas fueron 54, poco más de una al año (los sacerdotes y religiosos en los Estados Unidos son alrededor de 109.000). Durante el mismo período hubo 6.000 condenas a profesores de gimnasia y entrenadores, declarados culpable de ese delito por tribunales de los EE.UU.
94 casos sospechosos en Alemania sobre un total de 210.000; los problemas de Irlanda son del sistema educativo
En un artículo del periodista Andrea Tornielli, informa de que en Alemania desde 1995 se notificaron 210.000 casos de delitos contra menores. Los casos sospechosos dentro de la Iglesia católica fueron 94 (1 sobre 2000). En Irlanda, el Informe Ryan del año 2009 ha recogido los testimonios de 1090 personas con casos de violencia (no sólo sexuales, sino sobre todo física y psicológica) en el sistema escolar de la isla desde 1914 hasta 2000. Tras un examen minucioso de cientos de casos de violencia, los religiosos acusados de abuso sexual a niños fueron 23, si bien los datos no son completos porque en dos escuelas no se especifica el número. En las escuelas de niñas fueron acusados sólo 3 seglares empleadas. En varias escuelas los abusos fueron cometidos por el personal o por visitantes externos o por alumnos mayores y no por parte de sacerdotes (resumen de Diego Contreras). Cómo señala Introvigne en su artículo, el informe muestra más que la pedofilia en la Iglesia, una clara situación de abandono, violencia física y depravación que han caracterizado los métodos educativos de todo el sistema escolar.
300 casos en todo el mundo, alrededor de 400.000 sacerdotes
Mons. Scicluna, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, afirmó en una entrevista que desde 2001 hasta 2010, la congregación ha trabajado en cerca de 3000 casos de sacerdotes diocesanos y religiosos relacionados con crímenes cometidos durante los últimos cincuenta años. Sólo en el 10 % de los casos se ha tratado de actos de pedofilia, es decir 300 en todo el mundo. El número total de sacerdotes diocesanos y religiosos en el mundo es de 400.000.
Los documentos con disposiciones explícitas
En los discursos sobre la pedofilia, se citan a menudo documentos, dando una información errónea sobre instrucciones para la cobertura de los casos de pedofilia. De hecho, todos los documentos tienen carácter oficial y son públicos y la actitud de condena es clara y fuerte. Los malentendidos surgen de malas traducciones e imprecisiones debidas al hecho de que los documentos están escritos en latín y no hay traducciones oficiales en otros idiomas.
El primer documento de referencia es la instrucción “Crimen Sollicitationis” (texto en latín) un texto de 1922, nuevamente propuesto por Juan XXIII en 1962. La Instrucción trata del delito de incitación a actos indecentes por confesores. El documento, que se refiere principalmente a otros abusos, hace directa mención a la pedofilia llamándola “crimen pessimus”. Es explícita en el documento la obligación de denunciar los delitos (traducción no oficial al italiano de las medidas más explícitas). El segundo documento es el “De delictis gravioribus” (texto en latín , en italiano), firmado por Joseph Ratzinger y el cardenal Tarcisio Bertone, en 2001, que fue escrito para actuar el motu proprio “Sacramentorum Sanctitatis tutela” (texto en latín, en italiano en una traducción no oficial) del Papa Juan Pablo II que, para evitar los encubrimientos y corruptelas locales, asigna la competencia sobre cuestiones de pedofilia a la Congregación para la Doctrina de la Fe.. Si ha habido encubrimientos y omisiones, se deben a una falta de lealtad a las disposiciones del Papa y del Magisterio.
El celibato no tiene nada que ver con la pedofilia
También se ha hablado estos días de un vínculo entre el celibato y la pedofilia. El psiquiatra Manfred Lutz, uno de los más importantes expertos en el tema, explicó en una reciente entrevista cómo esta conexión no existe. Es más, los expertos dicen que las personas que viven la abstinencia sexual tienen menos riesgo de cometer abusos que los casados . En el mencionado artículo de Introvigne se hace referencia a los estudios de Jekins, que ha recogido como la mayor parte de casos de abusos sobre niños se han dado en mayor medida entre las diversas denominaciones protestantes, donde los pastores pueden casarse. Incluso la cifra ya citada de los 6.000 casos de abuso en los Estados Unidos en el mismo periodo, fueron cometidos en su mayoría por personas casadas. Por lo tanto una relación entre el celibato y la pedofilia no parece que exista.
La acción clara y decidida de Benedicto XVI
El Papa Benedicto XVI, primero como Prefecto de la Doctrina de la Fe y luego como Papa es sin duda el que más se ha comprometido en la corrección de este flagelo en la Iglesia. En ese ámbito se circunscribe la reciente carta a los católicos irlandeses. En ella hay una condena clara del fenómeno y una enérgica llamada de atención a los obispos para que asuman sus propias responsabilidades para reparar y para garantizar que no vuelva a suceder en el futuro. La misma claridad y determinación ha mostrado el Papa durante su viaje a los EE.UU. (aquí una relación de textos con intervenciones suyas sobre la pedofilia) y a Australia (aquí una relación de textos con sus intervenciones).
Culpas de pocos y del pasado … reparación de todos
Aunque solo hubiera un caso de pedofilia de un sacerdote ya sería repugnante, así como lo son un solo caso de incesto o un infanticidio. De los datos, de los documentos y las respuestas se observa que el Papa invita a la Iglesia en su conjunto a hacer un esfuerzo para tomar sobre sus hombros y reparar las faltas de unos pocos. Mientras tanto, un informe reciente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos revela que el número de denuncias de presuntos casos de abuso infantil por parte del clero ha alcanzado su nivel más bajo desde 2004 (desde que se comenzó a registrarlos). Es una señal de que la “política” de Benedicto XVI está haciendo efecto. De hecho, la mayoría de las acusaciones que están apareciendo en los medios de comunicación, son casos viejos, sustancialmente cerrados y conocidos desde hacía tiempo: la plaga de la pedofilia es una tragedia del pasado, que se está batallando con eficacia..
Confusiones mediáticas: el hermano del Papa, el caso de Munich y el sacerdote de Milwaukee
Hasta ahora han sido mostrados algunos casos de pedofilia que de alguna manera parecen tocar al Pontífice.
- El primero es el de dos casos de abusos que se produjeron en Regensburg alrededor del año 1958, que parecían implicar al hermano del Papa. En realidad ambos casos eran conocidos, jurídicamente cerrados y referidos a un período diferente de la dirección del coro de Georg Ratzinger desde 1964 a 1994 (véase el artículo citado anteriormente de Tornielli, explicando los dos casos).
- El segundo es el caso de un pedófilo en la Archidiócesis de Munich y Freising, donde Ratzinger fue arzobispo en esa época. El caso se remonta a 1980. Surgió en 1985 y fue juzgado por un tribunal alemán en 1986. El tribunal observó, entre otras cosas, que la decisión de aceptar al sacerdote en la Archidiócesis en cuestión no se produjo por el cardenal Ratzinger y ni siquiera la había conocido (este episodio se explica en un artículo de Massimo Introvigne ya citado ).
- El tercer caso es el de un sacerdote acusado de pedofilia en la diócesis de Milwaukee en los años 70. Los documentos dicen que la Congregación para la Doctrina de la Fe (de la que era entonces prefecto Ratzinger) fue consultada 20 años después de los hechos e invitó a mantener el sacerdote fuera de la actividad pastoral, a pesar de que habían pasado tantos años sin evidencia de nuevos delitos y a pesar de que la misma justicia civil había cerrado el caso (aquí la explicación completa).
23 comentarios
Los delitos (de momento presuntos)no prescriben por que se pida perdón o por que se prometa "tolerancia cero" a partir de este momento. La sociedad pide transparencia, las víctimas necesitan satisfacción y la ley tiene la obligación de proporcionársela, al menos en la medida que puede hacerlo. La obligación de los delincuentes (también presuntos)que quieren poner a salvo su nombre y su futuro, y especialmente en este caso, debería ser la de colaboración absoluta y la de asumir "todas" las responsabilidades que puedan derivarse (si es que finalmente las hay). Desde luego, en ningún caso debería adoptarse la actitud de tratar escurrir el bulto por el vil método de ofrecerse como victima propiciatoria (otra vez).
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Ratzinger/escondio/caso/elpepusocdmg/20100328elpdmgrep_4/Tes
Cuando presentamos estadísticas, con fines apologéticos, tenemos que tener en cuenta cuanto menos dos cosas:
Primera, una clara definición del grupo medido. Hay una clasificación (psiquiátrica) que distingue dos subgrupos: pedofilos y hebefilos. El primer subgrupo es, por lo general, más reducido que el segundo. Creo que ya todos tenemos claros que sería reduccionismo banal, mencionar sólo al primer subgrupo.
Segunda, las personas con conocimientos y experiencia en el área del Derecho saben bien que muchos delitos no se denuncian. Las razones de la omisión de denunciar son diversas. Tratándose de abuso sexual de menores, creo que ya todos podemos suponer, razonablemente, tanto las motivaciones generales como específicas de índole eclesial, que llevan a omitir la denuncia. De manera que existe una “cifra negra”, que es la de los delitos cometidos y no denunciados. Al tratarse de una “cifra negra”, no se la conoce con certeza, sino que se conjetura sobre ella en base a distintos indicios.
- Cifras “blancas”:
País: EE UU.
Grupo cuantificado: sacerdotes a c u s a d o s de abuso sexual de menores, sean casos de pedofilia y efebofilia.
Período: 1950-2008.
Acusados: 5600 sacerdotes.
Proporción: es el 5,1 % de los 109.694 sacerdotes activos desde 1950.
Fuente: USCCB
- Cifras “negras”:
Las estadísticas se actualizan todos los años. Varios especialistas (Sipe et al) calculan que cuando se terminen los estudios, y la recepción de datos, el resultado será que aproximadamente del 9% de los sacerdotes activos en los EE UU desde 1950 abusó al menos una vez de un menor.
Cordiales saludos.
El comentario de Mario es el ejemplo de la campaña mediática emprendida: los casos de pederastia son presuntos, sin embargo la ocultación por parte de los obispos es cierta. ¿Cuáles son las pruebas?: pues que lo dice El País.
Vamos a ver; cuando se habla de presunto delincuente, es precisamente por que existen denuncias e indicios suficientes para pensar que alguien pudo incurrir un delito. Si las pruebas hubieran sido presentadas ante un tribunal que hubiera fallado en ese sentido, hablaríamos de delincuentes, sin presunción, independientemente del rango en la actual jerarquía, que ocuparan los inculpados, etc, etc. Hablaríamos de pederastas y hablaríamos de encubridores o cómplices ¿No?
Pues bien. Todo eso a pesar de que lo cuente el País y también la prensa del mundo entero.
Por ofender los sentimientos religiosos y por incitar al opdio estos tipos deberían responder en los Juzgados.
De todas formas, sólo venía a colocar otro enlace que puede resultar esclarecedor, aprovechando que procede de la acera de enfrente.
http://blogs.periodistadigital.com/religion.php/2010/03/27/ante-lapederastia-autoinculpacion
Te dejo la locución por si tienes tiempo de escucharla.
http://www.facebook.com/home.php#!/video/video.php?v=1390590129264&ref=mf
De todo esto, lo que me queda claro es que se han empecinado en desacreditarnos como sujetos de diálogo, es decir, no les interesa que tengamos autoridad sobre temas morales de gran trascendencia para la humanidad.
Como si de nosotros dependiera la existencia de la Ley Natural.
Que se ahoguen en su propia miseria. Eso deberíamos dejar que suceda a ver si aprenden.
Basta leer el informe Jay, encargado por la Conferencia de Obispos Norteamericana
Introvigne, como lo demostró con Marcial Maciel y con la TFP, es un negador profesional, y flaca apologética se hace así. No es así como se defiende la Iglesia, creo que a la larga es contraproducente.
http://www.usccb.org/nrb/johnjaystudy/
El artículo que presenta aquí Juanjo da números y datos concretos de casos juzgados por los Tribunales. En ningún caso que yo sepa ha habido encubridores ni cómplices. Esa es la derivada que trata de hacer la prensa no solo nacional sino también internacional, y el objetivo último es atacar al Papa. Y puede usted seguir presentando pruebas tan sólidas contra el Papa con el diario La Repubblica:
http://www.laiglesiaenlaprensa.com/2010/03/la-repubblica-y-el-secretario-del-papa-un-mal-d%C3%ADa-lo-tiene-qualquiera.html
Porque, digo yo: ¿si estos horribles crímenes deslegitiman a la Iglesia, por qué no van a legitimarla tantísimas personas que, desde dentro de la ella se dejan la piel y la vida por los demás? Pero, ¡vaya por Dios, mire usté...! Estas cosas no son noticia.
En lo que le quito la razón es en que el cristianismo sea algo molesto o incómodo. No, mire. Ya se que a ustedes les encanta repetirlo, pero, y no se ofenda por lo que voy a decir, la verdad es que ni siquiera es incómodo o molesto, o en todo caso lo será para algún que otro creyente ortodoxo que se descubre tendencias demasiado mundanas. Para la inmensa mayoría, creyentes y no creyentes, el cristianismo, especialmente si no tenemos en cuenta su gran poder económico, es hoy poco mas que anecdótico y residual.
Me parece muy oportuno lo que dice. Está claro que los casos de delito en la Ic son un porcentaje pequeñísimo frente a la gente que trabaja desde ella, que hacen un trabajo objetivamente bueno,se esté de acuerdo con ella o no.
Y,respecto sobre lo que leo en posts o comentarios, permítanme que les recuerde una frase que me dijo un ganadero cuando una vaca me pegó una patada,"no culpes a la vaca por ser vaca". Los medios críticos con la Iglesia están haciendose eco masivamente de las noticias de pederastia. Es lógico. Con el tiempo iremos sabiendo hasta qué punto llegan estas noticias. A los medios de comunicación hay que saber "traducirlos",y tomarlos con justa prudencia. Desgraciadamente,el sensacionalismo y el amarillismo cada vez son más fuertes. Pero no por ello hay que matar al mensajero.
Respecto al post en sí,los casos de abusos pueden ser muchos o pocos. Pero la noticia,o el punto de mira es más la ocultación de los hechos,que los casos en sí. Nadie en su sano juicio va a decir que en la IC hay un porcentaje elevado de abusadores per se. Perturbados y criminales los hay en todos los estamentos y organizaciones. Lo grave es que la IC ocultara la basura debajo de la alfombra hasta que ésta desbordó. Y ahí estoy de acuerdo con Mario.
Pero también es cierto que los laicistas han utilizado un problema mínimo (en número) para atacar a la Iglesia como isntitución, para desprestigiarla y desautorizarla haciéndola quedar como una creadora de pederastas y degenerados. Por eso también es importante que salga a la luz que la pederastia no es cosa generalizada y que las estadísticas de la incidencia de este crimen en la Iglesia no son superiores a las del mundo secular. Ya que el que esto salga a la luz ahora (cuando son casos que se extienden en el tiempo y la mayoría ya han sido esclarecidos) y en tromba es una estrategia para atacar a la Iglesia.
El problema es que los que quieren denigrar y perseguir toda la “Iglesia Catolica” son muchísimos más y bien organizados en un poderoso ejercito que quiere dominar todo el mundo (el gran sueño de los poderosos de siempre y del Nuevo Orden Mundial).
Eche el freno,Alberto Lucarelli...
Lo que más se le critica a la IC es el ocultamiento de los crímenes,no los crímenes en sí. Parece razonable pensar que las altas instancias de la jerarquía debían de haber actuado de otra manera. Sobre todo cuando se está demostrando que conocían bastantes casos de los relatados, y que,además de ser casos de pecado grave(según su propia doctrina),eran hechos criminales que debían ser denunciados ante las autoridades civiles.
Abusos de autoridad los hay y habrá en todas las instituciones/organizaciones/empresas, pero si el Director de la Guardia Civil sabe que un subordinado suyo ha violado a una compañera debe denunciarlo. Si lo oculta y se descubre,deberá dimitir enseguida. Y por supuesto,será un gran escándalo para la Benemérita,que verá minada su credibilidad.
Por supuesto que hay medios poderosos en contra de la Iglesia. Pero este afán victimista por desviar el tema cada vez me convece menos. Señores,lo que se está juzgando ante los ojos de la opinión pública es la actitud de las altas autoridades eclesiales,que conociendo una serie de horrendos crímenes, los ocultaron. Que quede claro. No se juzga en ningún momento que el señor Pepito,que da la casualidad que es cura,haya cometido un delito,y que por tanto es como si la IC entera lo haya cometido también.
Por favor...
Creo que hay algo que nos une. Posiblemente los dos no seamos fanáticos religiosos pero nos une una gran preocupación por la decadencia moral que está invadiendo como un cáncer toda la sociedad actual, incluidos algunos rincones de esa organización humana que es la “Iglesia Católica”. Este cáncer se está difundiendo como una metástasis llegando incluso a contaminar alguna parte del cuerpo de ese gendarme (Iglesia Católica) que es el núcleo del sistema inmunológico. Podemos coincidir en el diagnostico: “el gendarme está infectado con el cáncer dominante en la sociedad”. Pero, posiblemente, no coincidimos en la terapia, porque la poderosa campaña contra la “Iglesia Católica” no está dirigida a salvar el enfermo y a sanearlo eliminando la escoria de los corruptos (meno del 0,004%), está dirigida a matar todos los 99,996 gendarme (que es el verdadero propósito oculto de la campaña).
Echamos un freno a la utilización espuria de los pocos casos de “perversos criminales” y de algunos “encubridores equivocados”.
Por favor…. por el bien de la humanidad.
No se minimiza los casos de pedofilia diciendo que es un sector infimo de la iglesia la que comete abusos. Lo que se hace es responder a los que dicen que la iglesia esta conformada por pederastas, mero disparate.
También es un toque de atención ya que existen agrupciones civiles de pederastas que luchan por sus derechos y no veo que alguien levante el dedo acusador. El ejemplo es la agrupación NAMBLA,cuyos militantes llegaron a estar en las filas de ILGA,organizacion que lucha por los derechos de los gays y lesbianas.
Nunca se condenó al poeta beat Allen Ginsberg por ser pederasta, además de gay. Lo primero es condenable, lo segundo obvio que no.
Tampoco se condena a Afred Kinsay, el cientifico del sexo que también tenía una gusto sexual por los niños y hasta llegó a escribir un libro sobre la sexualidad de ellos. ¿Cómo llegó a los dtos que expone? ¿Inventando o abusando de varios?
Nadie minimiza los casos dentro de la iglesia, pero generalizar acusando gratuitamente y "olvidando" a los luchadores porlos derechos de los pedofilos, que estan insertados en agrupaciones por los derechos de los gays, es un crimen peor...
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