Reflexiones sobre el origen del universo

Si Dios no existe, entonces Él no es el creador del universo. Por lo tanto, el universo no ha sido creado. Ergo, o bien el universo ha surgido espontáneamente de la nada, o bien es eterno.

La primera de ambas alternativas es evidentemente absurda, porque de la nada (por sí misma) no puede surgir nada. La nada no es, por lo que no puede ser la causa de ningún ser.

Mostraré con un ejemplo cómo, en su afán de rechazar a toda costa la existencia de Dios, algunos partidarios del ateísmo son capaces de sostener las afirmaciones más inverosímiles.

En uno de sus muchos libros de divulgación científica, el famoso escritor ateo Isaac Asimov propuso una teoría acerca del origen espontáneo del universo a partir de la nada, basada en una analogía con la fórmula: 0 = 1 + (-1). Así como el 0 “produce” el 1 y el -1, la nada –dice Asimov– pudo producir, en el origen del tiempo, un universo material y un “anti-universo” (o universo de antimateria).

Este razonamiento contiene al menos dos gruesos errores: 1) El ente ideal “cero” no es la causa del ser de los entes ideales “uno” y “menos uno". Una identidad matemática no es una relación causal entre números. 2) Además, no hay una verdadera correspondencia entre los tres números y los tres “entes” considerados: un ente real (el universo), un ente hipotético (el anti-universo) y un no-ente (la nada). De esa identidad matemática no se puede deducir lógicamente esa relación causal entre “entes”.

Veamos otro ejemplo. Algunos científicos ateos piensan que el universo ha surgido a partir de una “fluctuación del vacío cuántico” y que esta posible explicación volvería innecesaria la existencia de un Dios Creador. Esos científicos confunden el “vacío cuántico” con la nada metafísica. Si ese “vacío cuántico” es capaz de “fluctuar”, entonces es evidente que es algo, no nada.

Aquí se llega a palpar la diferencia entre el pensamiento científico y el pensamiento filosófico. Llega un momento (por ejemplo, tal vez al explicar el universo material a partir de una fluctuación primigenia del vacío cuántico, si esta teoría científica es verdadera, asunto sobre el que no me pronunciaré aquí) en que el método de la ciencia experimental no permite seguir avanzando en la búsqueda de respuestas a las cuestiones fundamentales. A partir de allí, para la razón natural, sólo queda abierto el camino de la filosofía. La ciencia experimental sólo puede encontrar las “causas segundas”. La filosofía, en cambio, plantea y aspira a resolver las cuestiones más radicales; por ejemplo: ¿Cuál es la causa primera de todo lo que existe? ¿Y cuál es su fin último? Una hipotética “fluctuación del vacío cuántico” será siempre una “causa segunda”, no una explicación última del universo material. También esa “fluctuación”, por ser un ente contingente, necesita una causa para existir. El filósofo, a partir de ese ente contingente (al igual que si parte de otro cualquiera), puede demostrar la existencia de una Causa Primera incausada, el Ser absoluto e incondicionado que llamamos “Dios”.

La nada, de por sí, nada explica y nada origina. Por lo tanto, el ateísmo debería desembocar lógicamente en esta conclusión: el universo es eterno. Examinemos esta idea.

La corriente de pensamiento ateo más difundida en la actualidad es el cientificismo o positivismo. La premisa básica del cientificismo es que el único conocimiento verdadero que el hombre puede alcanzar es el que proviene de las ciencias particulares. Éstas incluyen por lo menos a la matemática y a las ciencias naturales: física, química, astronomía, geología, biología, etc. Algunos cientificistas también consideran como fuente de verdadero conocimiento a las ciencias humanas: psicología, sociología, economía, política, historia, etc.

Ahora bien, ninguna ciencia particular prueba ni puede probar que el universo es eterno, sino que sólo puede suponerlo. Por consiguiente esta falsa suposición contradice el principio fundamental del positivismo.

Esta contradicción procede de otra contradicción mayor. Ninguna ciencia particular prueba ni puede probar que sólo el conocimiento de las ciencias particulares es verdadero. El positivismo es pues un sistema esencialmente auto-contradictorio, y por ende falso.

De por sí el positivismo implica el agnosticismo, porque las ciencias particulares no pueden probar ni la existencia ni la existencia de Dios. No obstante, muchos positivistas son ateos (y muchos ateos son positivistas), incurriendo así en otra gruesa contradicción.

En realidad, el positivismo está basado en falsos postulados de orden filosófico, no científico, cuya verdad se presupone sin ninguna justificación racional. El positivismo, que se presenta a sí mismo como la verdad científica, resulta ser solamente una filosofía falsa, y a menudo inconsciente.

La ciencia contemporánea no sólo no prueba que el universo es eterno, sino que incluso sugiere con mucha fuerza la idea de que el universo tuvo un comienzo absoluto en el tiempo. Una gran mayoría de los científicos actuales apoya la teoría de la Gran Explosión (Big Bang), que parece implicar dicho comienzo absoluto. Es verdad que, en rigor, aun suponiendo demostrada la hipótesis del Big Bang, la física no puede demostrar la creación del universo. Si, como parece, es verdad que la Gran Explosión fue el “tiempo cero” de nuestro universo, entonces lo que pasó “antes” de ese instante está más allá de los límites del conocimiento científico y sólo puede ser escudriñado por medio de la teología y la filosofía, que son ciencias universales, no particulares. Esto significa que su indagación, basada en sus propios métodos, diferentes de los métodos de las ciencias particulares, no se limita a las realidades intra-mundanas, sino que pretende alcanzar explicaciones últimas, por lo tanto trascendentes.

Además, como ha sido demostrado por Santo Tomás de Aquino, aunque el universo no hubiera tenido un comienzo en el tiempo, de todos modos tendría que haber sido creado por Dios. La creación no es sólo una acción pasada de Dios, ocurrida en el principio, sino una acción permanente de Dios que sostiene al universo en el ser. La relación entre Dios y el mundo es una relación ontológica de dependencia absoluta, unilateral y actual. El ser del mundo depende absolutamente de la acción creadora de Dios. El ser de Dios no depende del mundo en absoluto.

Santo Tomás de Aquino sostuvo que la no-eternidad del mundo no puede ser conocida por la razón natural, sino sólo por la fe en la Divina Revelación. No obstante, hoy en día resulta difícil concebir un universo eterno. La noción de evolución ha penetrado tanto en el pensamiento contemporáneo que fácilmente uno se ve impulsado a pensar que el universo, así como tiene un desarrollo comprobable, también tuvo un comienzo y tendrá un final.

Por otra parte, se puede sostener que la “eternidad” del mundo supone la existencia de un infinito actual, a saber: un tiempo infinito “ya transcurrido", por así decir. El infinito actual, o sea la presencia actual de una magnitud infinita, resulta no sólo inimaginable, sino incluso casi inconcebible. Si aceptáramos que el tiempo pasado es infinito, podríamos postular, por ejemplo, la posibilidad de la existencia de libros que se transmiten de generación en generación sin que nadie los haya escrito. Evidentemente, este concepto y otros similares resultan chocantes e inaceptables para la inteligencia humana. No en vano, al ver cualquier libro, inmediata y espontáneamente nuestras mentes aceptan sin duda alguna la existencia de su autor. Por razones como ésta, la gran mayoría de los pensadores sostiene que en el universo material sólo puede darse el infinito potencial (es decir, un crecimiento indefinido, que “tiende al infinito”), pero no el infinito actual. Y es que, simplemente, el “infinito” no es un número, sino una forma abreviada de referirse a una magnitud capaz de crecer indefinidamente, superando cualquier cota arbitraria.

Para seguir sosteniendo la eternidad del mundo, contra las cuasi-evidencias de la ciencia actual, los ateos cientificistas recurren a otra suposición gratuita: el universo es cíclico. Cada uno de sus infinitos ciclos comienza con una Gran Explosión, seguida de una fase de expansión del universo. Después de alcanzar un tamaño máximo, el universo entra en una fase de contracción, que termina con una Gran Implosión (Big Crunch). Cada Big Crunch es seguido inmediatamente por un nuevo Big Bang.

Además de las dificultades intrínsecas al concepto de “tiempo pasado infinito”, la teoría del universo cíclico tiene otras graves falencias: 1) Los cálculos de la masa total del universo llevan hoy a pensar que el universo se expandirá indefinidamente, por lo cual no habrá ninguna Gran Implosión en el futuro. Esto conduce naturalmente a pensar que tampoco ha habido “Grandes Implosiones” en el pasado, porque no tiene mucho asidero creer que la “gran oscilación cósmica” es infinita en el tiempo sólo hacia atrás, pero que estamos ubicados justo en el último punto de esa “semirrecta”. 2) Por último, lo que podría haber ocurrido antes de la Gran Explosión y lo que podría ocurrir después de una hipotética Gran Implosión escapan a nuestra ciencia experimental y se presta sólo a especulaciones sin mayores fundamentos. Por ende, no se puede demostrar científicamente que la Gran Explosión ha sido precedida por una Gran Implosión, ni que la hipotética Gran Implosión futura sería seguida por otra Gran Explosión.

En resumen, la tesis atea sobre la eternidad del mundo se presenta hoy como algo extremadamente frágil desde el punto de vista racional.

Daniel Iglesias Grèzes

56 comentarios

  
Julio
Con todo el cariño del mundo:Me hace gracia que un creyente califique algo como "inverosímil","absurdo",etc.Las teorizaciones cosmológicas no son proclamaciones de Dogmas desde la cátedra de Pedro,sino modelos explicativos que dan cuenta de resultados observacionales.Y acerca de los cuales existe mayor o menor consenso de la comunidad científica.Y si surge algún escollo,pues ala,a seguir quebrándose el coco.
Y recuerda,muchas personas nos damos cuenta de la diferencia que hay entre:manifestarse ante los demás como creyente,y serlo en tu fuero interno.


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DIG: Pareces no haber entendido mucho de mi artículo. Allí no presento ningún dogma, ni me baso en ningún dogma, sino que critico las dos alternativas posibles para un ateo: 1) La afirmación que dice que el universo surgió espontáneamente de la nada; 2) Y la afirmación que dice que el universo material es eterno.

¿Tienes alguna prueba racional de alguna de esas dos afirmaciones? Si no la tienes, parece que te basas en algún tipo de fe. Lo que no está tan claro es cuáles son los motivos de credibilidad de esa "fe" atea.
27/03/11 2:07 PM
  
Fran
Pues desde mi propia experiencia personal como creyente y como científico, a mi me parece que el artículo está bien planteado. No tengo ningún problema en disfrutar con la ciencia, que me intenta dar explicación a cómo funciona todo lo que me rodea, y la verdad, toda la creación muestra una belleza digna de admiración.
Toda la ciencia en su conjunto no me hace vacilar ni un ápice de mi fe, la cuál considero como un regalo inmerecido. Fe, que es de los pocos tesoros que tengo en mi vida y que no quiero perder.
Eso sí, lo que no voy a admitir es que la ciencia se constituya en algo que no es. No me puede pedir saltos de fe. A mi me enseñaron en los primeros cursos de enseñanza universitaria que la ciencia debía regirse por el método científico, por lo que discusiones sobre universos cíclicos, multiversos, etc.. siendo muy interesantes y desde luego válidas para escribir ciencia ficción, no son más que eso, discusiones u opiniones. La ciencia es una cosa y la fe otra. No pueden entrar en contradicción porque el objeto de cada una de ellas es diferente.
27/03/11 4:14 PM
  
Johan Liebhart
Si Dios no existe, entonces Él no es el creador del universo
Quien creó a dios???
La primera de ambas alternativas es evidentemente absurda, porque de la nada (por sí misma) no puede surgir nada Vaya entonces dios no existe....bonito artículo que se contradice nada mas empezar...
Si ese “vacío cuántico” es capaz de “fluctuar”, entonces es evidente que es algo, no nada
Entiende usted algo de física cuántica??? Si no, como se atreve a poner en entredicho esta afirmación teórica sin rebatirla adecuadamente.
la tesis atea sobre la eternidad del mundo se presenta hoy como algo extremadamente frágil desde el punto de vista racional
jajajaja, y la tesis religiosa es mas plausible???? :|
Le recomiendo el siguiente video...
http://www.youtube.com/watch?v=xjGjcNg9GQw&feature=player_embedded#at=26

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DIG: Tu pregunta "¿Quién creó a Dios?" revela que ni siquiera has empezado a entender lo que significa la palabra "Dios". Dios es el Ser Absoluto, totalmente incondicionado, que existe por Sí mismo. No necesitó ser creado, ni fue creado ni podría haber sido creado, porque es Dios.

El principio de causalidad no dice: "todo ente tiene una causa", sino: "todo ente contingente tiene una causa". Dios es un ser necesario, no contingente, por lo cual no se le aplica el principio de causalidad.

El principio de razón de ser dice que todo ente (incluso Dios) tiene una razón de ser. Pero hay dos clases de seres: el Ser Absoluto, que tiene su razón de ser en Sí mismo, y los seres relativos y causados, que tienen su razón de ser en otro ente (su causa).

Dios no surgió de la nada. Él es, simplemente, el Eterno, el mismo Ser subsistente. La nada no puede ser causa de nada. Negarlo es abandonar toda racionalidad.

En mi post, no rebato ninguna afirmación científica, sino malas elucubraciones filosóficas en torno a distintas teorías científicas.

¿Qué es más plausible? ¿Que todo sea absurdo o que todo tenga sentido? ¿Que este Universo bellamente estructurado en torno a elegantes leyes matemáticas haya surgido del Logos o del Caos y el Vacío?
27/03/11 4:44 PM
  
Julio
Antes que nada,acabo de ver en Libertad Digital la noticia de una "Semana Santa Atea" que se convoca en Madrid,como provocación soez.Leed la noticia.Como ateo que soy ME DAN GANAS DE VOMITAR de estos engendros.Yo soy un ateo que vivo con naturalidad,con normalidad mi increencia.A mí no me veréis jamás ni participando,ni aplaudiendo,ni tan siquiera disculpando a estos mamarrachos.Lo único que consiguen es que nos comparen con ellos.
Bueno,a lo que íbamos."Yo como científico no encuentro contradicción entre la ciencia y mi fe..."Muy bien,¿qué trabajos tienes publicados en Revistas científicas,los cuales además gocen de algúna adhesión entre quienes tienen la formación científica necesaria?Hijo,si sabes muy bien que el número de teístas entre cosmólogos,físicos,astrofísicos,etc no es que sea minoritario,es que es testimonial,si es que hay alguno.Hijo,dime qué persona con la debida formación científica en estas disciplinas puede concurrir en público diciendo:"sí,yo me creo que existe un Dios personal y creador,que por un acto de voluntad suya creó todo cuanto existe...."El conocimiento de cosas NECESARIAMENTE va referido a hechos intersubjetivamente observables.Y repito la frase con que cerraba mi anterior post:Tener convicciones es una cosa y sentir en tu interior la necesidad emocional fortísima de pertenecer a un grupo es otra.Y la religión católica se presenta ante el respetable como un conocimiento.Y no cumple uno solo de los requisitos para ser considerado como tal.


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DIG: Estimado Julio: Tu comentario está casi totalmente fuera de tema. El tema de este post es el de las concepciones ateas sobre el origen del universo. ¿Puedes aportar alguna prueba de que el universo surgió espontáneamente de la nada o de que el universo es eterno?

Por lo demás, es falso que el porcentaje de cristianos entre los científicos sea mínimo.
27/03/11 5:28 PM
  
Fran
Estimado Julio,

Por alusiones te voy a contestar a lo esencial. Para empezar, la solidez de nuestros argumentos no viene del número de adhesiones a ellos. Me da igual cuánta gente tiene fe o no la tiene. Eso no me da la razón ni me la quita. Yo sí que puedo decir "sí,yo me creo que existe un Dios personal y creador,que por un acto de voluntad suya creó todo cuanto existe". Pero entiende, que cuando digo esto, no lo hago como científico, sino desde mi fe. Como te tengo por instruído en filosofía y ciencia, sabes perfectamente que esta última no puede demostrar ni negar la afirmación entrecomillada anterior.
El campo de lo material es objeto de estudio de las ciencias y si tuvieramos que caracterizarlo por algo es porque no hay capacidad de elección. El universo se comporta como se comporta, dictado por unas leyes muy concretas. En cambio, en el ámbito de las creencias, lo que caracteriza al ser humano es su capacidad de elección. Puede creer o puede no creer, y el mismo acto de creer no es resultado de tener encima de las mesa una serie de pruebas o evidencias. Es una opción personal (que se desarrolla porque el objeto de nuestras creencias Dios no da la Gracia para ello).
Termino diciendote que tu última aseveración no es correcta: "Y la religión católica se presenta ante el respetable como un conocimiento". La religión en general no es un conocimiento sino una amalgama de creencias, prácticas y sistemas morales aplicables a individuos o grupos, y que en el caso de los católicos tenemos la fortuna de que nos introduce a una relación personal maravillosa con ese Dios Creador nuestro al que sentimos como un Padre amoroso.

Saludos :-)
27/03/11 5:56 PM
  
Fran
Errata: Donde escribí "porque el objeto de nuestras creencias Dios no da la Gracia para ello)"

quería poner "porque el objeto de nuestras creencias, Dios, nos da la Gracia para ello)"

Como era obvio. Perdón por el error.
27/03/11 6:04 PM
  
Julio
Estimado DIG:Solamente un monólogo no está fuera de tema.Pero vamos,que percibo la sutil invitación a no postear más.Concepciones ateas sobre el origen del universo:Estoy diciendo que ese es un tema acerca del que solamente puede hablar la comunidad científica,mediante una metodología científica,contrastándose dichos trabajos con la comunidad científica,hasta tanto surja otro modelo explicativo mejor.Con relación a lo bien que conoces el porcentaje de cristianos(yo había dicho teístas) entre la comunidad científica(no me vayas a hablar de un abogado,o de una ATS)danos el enlace con alguna encuesta realizada.Graciaaaaaaaaaaaaas.
27/03/11 6:04 PM
  
Faramir
Bien, Johan, ya se ha reído un poco y ahora le toca dejar de hacer el payaso de la clase y contestar a la pregunta: ¿cómo nace el universo?

¿Quién creó a Dios? Si pudiéramos elaborar el concepto de un ente superior a Dios, Dios sería alguien inferior y ese ente sería su creador. Como no lo tenemos, Dios está en la cima. Es filosofía... y desde luego no elaborada por mí.






27/03/11 6:14 PM
  
Julio
En fin,con esto termino que tengo que salir a la calle.Para Fran:Tu postura se aproxima bastante a la que yo creo única postura honesta en un creyente:"no puedo argumentar nada racional,pero siento algo dentro de mí tan fuerte,que no puedo abandonarla".Hombre,ya vamos avanzando algo con relación a considerarnos tarados mentales a los ateos.
Perdona que te diga,La Iglesia SÍ manifiesta ser depositaria y administradora de una Verdad revelada,es decir,conocimiento de Algo.Y la Iglesia SÍ manifiesta que Yo,católico practicante hasta los veintitantos años,estoy rechazando una verdad.
27/03/11 6:18 PM
  
Fran
Julio,

Yo no creo que seáis unos tarados mentales. Simplemente creo que tomásteis una decisión en algún momento de vuestras vidas (que no tomaría yo para mí). Solamente una apreciación: racionalmente, si se pueden dar argumentos (como algunos aparecidos en este artículo), pero no llegan hasta el final. Simplemente muestran un atisbo, una sombra de la Verdad (como cuando uno ve la belleza del orden en el universo o de las leyes físicas que lo rigen). En ese final lo que hay es un salto de fe, que uno da o no da.
En efecto, la Iglesia sí que manifiesta eso que dices. En ese sentido tienes razón. Yo me refería a que la religión no presenta un conocimiento de tipo científico. La causa última de lo que existe pertenece al ámbito de la Metafísica, Filosofía o Teología, dependiendo del enfoque que se quiera escoger.

Saludos
27/03/11 6:32 PM
  
Johan Liebhart
¿Qué es más plausible? ¿Que todo sea absurdo o que todo tenga sentido? ¿Que este Universo bellamente estructurado en torno a elegantes leyes matemáticas haya surgido del Logos o del Caos y el Vacío?
Le recomiendo que se lea "Escalando el monte improbable", de esta manera quizás pueda entender algo. Se aplica a la biología pero por abstracción se puede extrapolar a algo tan parecido a un ser vivo como es el universo en su conjunto.
http://www.agapea.com/libros/Escalando-el-monte-Improbable-isbn-8483105837-i.htm
ahora le toca dejar de hacer el payaso de la clase
Gracias, mi maestro es Leo Bassi, por si necesita a alguien que le enseñe.
¿Quién creó a Dios? Si pudiéramos elaborar el concepto de un ente superior a Dios, Dios sería alguien inferior y ese ente sería su creador
Ummm, le suena de algo lo de la pendiente resbaladiza....
27/03/11 7:06 PM
  
jorge
Estimado Daniel

Negar la existencia del infinito actual, es limitar la Sabiduría de Dios en tanto Creador.

Los números infinitos existen, más allá de la idea aristotélica de infinito potencial, que Santo Tomás adoptó.

Los números trascendentales, aquellos que hacer de los números reales un conjunto denso y continuo, son reflejo de magnitudes infinitas.

Que una magnitud sea infinita no significa que no pueda "estar en nuestras manos", pues basta ver un pequeño segmento de recta, el conocido intervalo [0,1], para comprender que el infinito existe "actualmente" y que es posible concebirlo y emplearlo con éxito tanto en la física como en la matemática.

La existencia de Dios como causa primera, implica necesariamente que la serie de contingencias sea infinita. Si la progresión de causas y efectos fuera finita, y que la causa primera de esa serie fuera Dios, habría una segunda causa inmediata después de Dios, pero esa "segunda" causa sería la primera causa contingente de toda la serie del Universo, y todo Universo podría explicarse por esa segunda causa, lo cual es absurdo.

De este modo la serie de contingencias del Universo es más bien infinita, con magnitudes y números infinitos que son más cercanos de lo que uno se pueda imaginar, y más propios de una Creación que refleje la inmensa Sabiduría de Dios.
27/03/11 8:49 PM
  
gringo
Señor Daniel Iglesias, tanto en sus artículos sobre evolución como sobre los dedicados al origen del universo, sinceramente creo que no demuestra ud. estar muy puesto en ciencias, y conste que yo apenas soy un neófito.
Los ateos ni tienen por qué decir que el universo surgió de la nada ni que sea eterno.
"Universo" es todo lo que existe desde el bigbang, y antes del bigbang no existía la nada, sino una tremenda acumulación de energía en un punto increíblemente pequeño. El Universo pues, nació de allí. Que no sepamos explicar bien en qué estado se encontraba lo anterior al universo no quiere decir que necesitemos recurrir a un Dios creador, porque eso sería responder a un misterio con un enigma: de la nada nada sale, pero hay un ser indemostrable empíricamente que es capaz de hacer lo que consideramos imposible, y así nos quedamos tranquilos. ¿No le parece un atajo intelectual algo tramposo?.
"Eterno" significa fuera del tiempo, y dado que el tiempo es una dimensión inventada por el hombre para explicar el Universo, lo que había antes del bigbang lo podemos considerar eterno, sin necesidad de ser creado ex nihilo.
La ciencia tiene sus límites, hay que admitirlo, y también hay que admitir que todo lo que está fuera del campo de estudio de la ciencia no es demostrable, sino opinable. En ese sentido lo mismo da la teoría de las cuerdas que las cinco vías de Sto Tomás.
Hoy en día decir que los rayos los provoca Zeus enfadado sobre el monte Olimpo no es ciencia, sino superstición.
Decir que todo lo que existe nació por puro cumplimiento de unas leyes naturales que cada vez comprendemos mejor es coherente y racional.
Aunque como suele ocurrir en ciencia cuanto más sabemos más preguntas nos hacemos.
Un saludo.
27/03/11 9:03 PM
  
Zardoz
Dice Daniel que de la nada no puede aurgir nada, pero Dios resulta que creó el Universo de la nada, vaya.
La Filosofía, la Teología y la Metafísica estarán muy bien para pasar una tarde de invierno charlando junto a la chimenea, pero pretender explicar el Universo con ellas es una inutilidad total.
A ver si algún día dejan de confundir los conceptos y las ideas, con la realidad. Decir que Dios es el ser absoluto que existe por sí y otras afirmaciones del mismo estilo, es algo gratuito de utilidad
cero para el conocimiento del Universo.
Es recurrente la citas a Tomás de Aquino y la obsesión por seguir considerando como pruebas irrefutables de la existencia de Dios lo que no pasan de ser un puro ejercicio mental y de malabarismo semántico, repleto de tautología y aderezado con ignorancia (que se le puede disculpar al de Aquino pero en ningún caso a los que le siguen reivindicando ).
Me hace mucha gracia leer a Daniel hablar de la nada metafísica; dígame Daniel, ¿donde podemos hallar esa nada?, en el mismo lugar donde encontraremos a Dios, en la imaginación de los que creen. Manda narices que diciendo lo que dice se atreva a llamar frágies e irracionales a las teorías que descartan la necesidad de un Dios creador.
Si quiere un consejo, documéntese mejor antes de ponerse a escribir sobre determinados temas, mientras no tenga clara la diferencia entre conocimiento y creencia seguirá metiendo la pata y haciendo el ridículo.




















28/03/11 1:01 AM
  
jorge
Gringo

El bigbang es sólo una hipótesis, y bien mediocre, aunque muy difundida lamentablemente.

Si el Universo tuvo un origen, y con el tiempo, no es posible de hablar de "antes" en sentido científico, pues toda idea de "antes" del origen será metafórica, más cercana a la poesía que a la ciencia.

Zardoz

Si Dios es fuera un ser absoluto y eterno, sería absurdo entonces que Él creara el Universo de la "nada". De su esencia ontológica, deviene la existencia del Universo.
28/03/11 1:43 AM
  
D1001
Le recomiento la lectura de Temas 63 de Investigación y Ciencia, de Michael S.Turner "El origen de Universo", donde explica científicamente, el desplazamiento al rojo, antes de la gran explosión (teorias), primeros momentos de la gran explosión.En fin un artículo en todo regla que hay que leer.
28/03/11 1:46 AM
  
Ricardo de Argentina
Zardoz, te equivocas de medio a medio.

La cosmovisión deísta es perfectamente coherente y racional. Cualquier ateo radical pero honesto reconoce esto, a condición, claro, que sepa razonar.
La cosmovisión deísta o creacionista no exige la Fe católica, para nada. Sencillamente acepta que es razonable que algo increado y espiritual haya creado el mundo material partiendo de la nada material.
Que se la comparta o no es otra cosa, pero aceptarla como una explicación lógica y completa lo hacen las personas honestas y decentes, creyentes o no pero que posean un mínimo de lucidez y rigor lógico.

Tú tratando de "ridículo" a Daniel, ¡tú justamente!, que ya con tu primera frase dejas al desnudo que ignoras la diferencia entre un ser espiritual y la materia, suenas patético.
28/03/11 1:58 AM
  
Pedro
Dice Daniel que de la nada no puede aurgir nada, pero Dios resulta que creó el Universo de la nada, vaya.



Cuando sostenemos que Dios creo ex nihilo el Universo, queremos decir, obviamente, ex nihilo sui et subiecti. O, lo que es lo mismo, que para realizar el acto de crear (propio de Dios e incomunicable) Dios no se valió ni de su propia sustancia, como si lo creado fuera una emanación de sí mismo, ni de materia prima pre-existente a la cual con-formó o dio nueva forma. No significa, pues que la nada fuera un pre-supuesto (lo es tan solo lógico, para que tenga sentido el acto de crear) ni material ni causal del acto creador. Cuando se dice que de la nada, nada sale, es cierto. Pero es que el crear no es un salir algo de la nada, por su propia virtud, sino un poner en la existencia, de la nada de ser creado, todo el ser de lo creado, todo él, por el ente creador. Por eso para crear tiene que haber un sujeto creante. No es pues el crear de la nada un crear sin sujeto creante, sino un crear sin nada de sujeto creado antes de la propia creación. Obviamente, si ni siquiera hubiera sujeto creante, no habría creación posible, como tampoco podría haber una escultura-hecha-por-mí, sin mí.
28/03/11 4:30 AM
  
Pedro
también hay que admitir que todo lo que está fuera del campo de estudio de la ciencia no es demostrable, sino opinable

Primero, habría que definir qué se entiende por ciencia. Segundo, hay cosas no opinables (no propiamente de-mostrables, pero sí mostrables), que no están dentro del campo de la ciencia. Ejemplo: El estado afectivo interno (su realidad) de un enamorado respecto de su amada. Yo puedo opinar sobre las manifestaciones externas del amante respecto de la amada; pero no puedo opinar sobre su íntimo estado afectivo porque es incomunicable per se, incluso aunque el afectado por ese estado intente narrarme cómo se siente. El sentir-se no es irreflexivo, no cabe un desenvolver esa reflexividad personal para lograr que, mediante comunicación, el estado afectivo del observador sea precisamente mi propio e interior estado afectivo.



Tercero, hay cosas dentro del campo de la ciencia (por ejemplo, los axiomas de una teoría formal axiomática, o, si estamos en presencia de una teoría T, supuesta consistente, la sentencia Con(T), que expresa la consistencia de T, no es demostrable en T. Y si admitimos un axioma A adicional a T, de tal forma que T+A es consistente, entonces, la sentencia Con(T+A) no es demostrable en T+A. Y así sucesivamente) que no son demostrables y sí opinables (por ejemplo, es opinable en Matemáticas si el Axioma de Elección, AE, debe ser un axioma de la Teoría de Conjuntos o no, por las consecuencias contra-intuitivas que implica). Es, por ahora, opinable, en Física Cuántica, la interpretación (en esencia es un problema físico-filosófico) del Postulado de la Medida de un observable (variable dinámica susceptible de medida, a la que se le asocia un operador lineal hermítico, sobre el espacio de Hilbert que le corresponde al sistema físico sometido a observación, de tal forma que dicho operador posee un sistema completo de autovectores o eigenvectores, con los correspondientes autovalores o eigenvalores reales, uno de los cuales nos dará la medida. Etc.).

Ergo: Ni todo lo de dentro del campo de la ciencia es no opinable y demostrable, ni todo lo no demostrable y opinable está fuera del campo de la ciencia. Reducir lo real y su intelección a lo real objeto de la ciencia (algo que la ciencia no define y que es su presupuesto práctico) es un reduccionismo estéril. Para empezar, casi todo el conocimiento verdadero que el hombre adquiere es a-científico. Y es este conocimiento el que sirve de estímulo y precede al propiamente científico.
28/03/11 4:33 AM
  
Pedro
Los números trascendentales, aquellos que hacer de los números reales un conjunto denso y continuo, son reflejo de magnitudes infinitas.


1º.- No se denominan "números trascendentales", sino trascendentes. Y ¿qué son estos? Permítanme una breve exposición matemática. Dado el cuerpo de los números reales (nos restringimos a este), se dice que un número real p es algebraico, si existe una ecuación polinómica (ecuación algebraica) con coeficientes enteros:

anxn + an-1xn-1 + ... + a1x + a0 = 0,

an ≠ 0, n mayor que 0,

de grado n, tal que p es raíz o cero de dicha ecuación.

Si el número satisface una ecuación algebraica de grado n, pero ninguna de grado menor, se dice algebraico de grado n.

Ejemplos: +√2 es un número algebraico, puesto que es raíz de la ecuación polinómica:

x2 + 2 = 0

Todo número real no algebraico se denomina trascendente. Ejemplos: π, e, sin 1, log 2, eπ, 2√2,



{10-n!: n = 1 ... ∞}

Etc.

La curiosidad aquí es que el conjunto de los números reales albegraicos es infinito numerable (contable), luego el de los trascendentes (a pesar de la dificultad general de demostrar su trascendencia) es infinito de la potencia del continuo: 2אo.

Es decir, que hay tantos números trascendentes como números reales, aun siendo un subconjunto propio de los mismos. Maravillas del infinito matemático. Si seleccionásemos al azar un número real, en el intervalo [0,1], con probabilidad 1 sería trascendente.

2º.- Aunque el conjunto de los números trascendentes es denso (respecto de la topología usual de R, hay que decirlo) en R, no forman un continuo (y no es muy exacto decir que hacen que R lo sea) en R, sino un conjunto con "huecos", dado que entre dos números trascendentes cualesquiera existe uno, y también infinitos, números racionales. Los racionales (una infinidad numerable) también son densos en R. Dado, en general, un espacio topológico (X,T), se dice que un subconjunto A de X es denso en X si para todo abierto no vacío de (X,T), U, se verifica que:

U ∩ A ≠ Ø

O, también, si el conjunto adherencia de A o de sus puntos adherentes, es X:

adh(A) = X.

Lo dejamos aquí.
28/03/11 4:35 AM
  
Pedro

y antes del bigbang no existía la nada, sino una tremenda acumulación de energía en un punto increíblemente pequeño


Punto, e increíblemente pequeño (al margen de la poco científica redacción, dado que lo "increíble" no es categoría físico-matemática, sino psicológica) son conceptos contradictorios. Punto es, según la clásica definición de Euclides, lo que no tiene partes. Un puro abstracto, útil, por supuesto. No existen, salvo en la imaginación modelizadora de teorías científicas, puntos de materia. Eso es una idealización, como cuando hablamos de masas gravitatorias o cargas puntuales (lo son, respecto de ciertas distancias intervinientes en el problema, en el sentido que sus dimensiones, su diámetro métrico es despreciable respecto de las distancias significativas del problema en estudio, etc., pero no literalmente) o de partículas puntuales, etc. Además, "punto" es un concepto matemático, no físico. Increíblemente pequeño podría definirse como más pequeño que lo que puede ser "creído" (digamos, imaginado). En todo caso, de diámetro no nulo. Pero un punto precisamente es lo que tiene diámetro nulo, para cualquier métrica que se considere: Dada cualquier métrica o distancia d en un conjunto X, se tiene que, para todo elemento x de X, d(x,x) = 0, y como, para cualquier subconjunto E de X, se verifica, por definición, que:

diám(E) = supx,y ϵ E {d(x,y)}

se tiene que

diám({x}) = 0, para todo punto x de X.

Ahora bien, si usted me dice que el sentido de lo "increiblemente pequeño" de un cierto objeto A es que, para todo ε › 0,

diám(A) ‹ ε, entonces se deduce que, precisamente (estamos trabajando en la relación de orden usual del cuerpo en los números reales):

diám(A) = 0

es decir, A se reduce a un punto.

Ahora, lo que más me ha gustado de su redacción es lo de "tremenda acumulación de energía".
28/03/11 4:38 AM
  
Pedro
Eterno no equivale a (no es, con un es definicional) "fuera del tiempo". Lo eterno es atemporal, ciertamente, pero esa no es su definición, sino una característica de lo eterno. Primero hay que definir (filosóficamente, porque eternidad, evo o eviternidad y tiempo son también categorías filosóficas, sobre todo eternidad y evo) qué es duración, porque eterno es una forma (la más eminente) de duración.

En sí misma, la duración no es sino la permanencia en el ser. Toda duración supone, un ser existiendo actualmente; mientras continúe en el ser, se dice que dura. No duran, pues, las cosas que existen tan solo en potencia o que han dejado ya de existir. Solo dura el ser realmente existente: es su existencia continuada.

La duración del ser absolutamente inmutable en su esencia y en su operación se llama eternidad. Sólo Dios es eterno en este sentido. Pero la inmutabilidad divina no es signo de pasividad o estaticidad, sino al contrario. Como Dios es la Perfección Absoluta y solo Ella, todo cambio en Él sería o para alcanzar alguna perfección que no tuviera, o para incrementar alguna existente o para perder alguna, las tres imposibles de acontecer porque entonces no sería Dios, sino otra cosa. Pero que Dios sea Omniperfecto no significa que sea omnivolente, cosa que algunos confunden.

La duración del ser inmutable en su esencia, pero no en su operación, se llama evo. Es el caso de los ángeles.

La duración del ser mudable en su esencia y en su operación se llama tiempo. Tal es la situación de las cosas corpóreas.´

Según estas definiciones (la de Eternidad es la clásica de Boecio: interminabilis vitae tota simul et perfecta possesio), la eternidad (lo eterno) tiene tres características:

Carente de principio y de fin.
Carente de sucesión.
Carente de cambio o mutación.

Lo eterno se predica propiamente de Dios, y Dios es su propia Eternidad: el Eterno. No tiene sentido, pues, ni siquiera plantearse si el Universo es eterno. ¿Existe o puede existir desde siempre y para siempre? Para contestar a esa pregunta, científico-positivamente, habría que definir físicamente qué es "siempre".
28/03/11 4:41 AM
  
Pedro
El conocimiento de cosas NECESARIAMENTE va referido a hechos intersubjetivamente observables


Si tal fuera cierto, no habría conocimiento de lo subjetivamente observable, o bien este conocimiento sería de lo irreal, lo que es absurdo.

En efecto.

Si para que una cosa (algo) sea susceptible de conocimiento o, más aún, si para considerar a una cosa como real, fuera necesario que fuese intersubjetivamente cognoscible (observable), intersubjetivamente experienciable, entonces, la propia experiencia personal de una cosa real, no sería real, por no ser intersubjetivamente cognoscible o experienciable.
Luego estaríamos en presencia de una colección de cosas irreales (las respectivas experiencias/conocimientos/observaciones de una cosa real, intersubjetivamente cognoscibles/experienciables) como fundamento de la experiencia/conocimiento de la realidad de una cosa, lo cual es un monumental absurdo.

Ejemplos de conocimiento de cosas que no va referido a un hecho intersubjetivamente observable, y que sin embargo existen, son reales, tiene realidad: Todos los estados mentales o afectivos, internos, de un individuo consciente, que son absolutamente intransferibles como tales (esto es, no intersubjetivamente observables). Etc.

El principio invocado para denotar realidad en lo sujeto de experiencia o conocimiento (o afirmación de su existencia) constituye, pues, una petitio principii.

Y como este principio es invocado por los ateos de pelaje vario, precisamente para negar realidad a la experiencia de Dios (supuesta no intersubjetivamente observable, que es suponer demasiado), al conocimiento que de Dios tienen los teístas, y en consecuencia, de la negación de esa experiencia (o conversión en fantasma, alucinación o mito) se induce la negación de la realidad divina, dicho principio es inaplicable para ese fin.
28/03/11 4:42 AM
  
Pedro
Entiende usted algo de física cuántica??? Si no, como se atreve a poner en entredicho esta afirmación teórica sin rebatirla adecuadamente.



La Física (en particular, Física Cuántica), es una ciencia de lo material, de la materia y su circunstancia. El llamado "vacío cuántico" es, dicho con palabras no físicas (si desea lo desarrollamos técnicamente, volvemos a la Física) una particular circunstancia o estado de la materia, no la ausencia total de esta o la inmaterialidad absoluta. Y como la nada es la ausencia total no solo de entes o cosas, sino de propiedades, la nada no puede ser el vacío cuántico. Pero es que la acción de crear supone la nada absoluta de lo creado (pues el crear, en propiedad, es la posición en la existencia de todo el ser de lo creado, sin que haya materia prima preexistente de la que proceda), y como el vacío cuántico no es la nada absoluta, el vacío cuántico, ni la Física Cuántica que lo explica, pueden ser origen o principio explicativo del acto de crear. Además, para que haya ciencia de la materia ha de haber materia previa que se sujete a las leyes de esa ciencia. No fue primero la Física, viviendo en un etéreo universo de las ideas (había la nada previa, luego la nada de ideas en particular, entre otras razones porque las ideas se poseen por entes ideantes), y después, una materia inexistente, sujetándose a esas leyes, comienza a existir. Si había leyes físicas de la materia, no había nada, sino algo) o del vacío cuántico, a todo el Universo. Eso es imposible, no solo metafísicamente (y físicamente), sino lógicamente.
¿Cómo puede haber leyes físicas de la materia sin materia que se comporte según esas leyes que han sido deducidas de esa misma materia, pre-inexistente? Un absurdo.

Es decir, que en las teorías de creación ex nihilo del universo, desde la nada-vacío cuántico, se cometen al menos estos errores:

1º.- Identificar la nada con el vacío cuántico.
2º.- Presuponer que hay leyes de la materia sin esta.
3º.- Desconocer qué es el acto de crear, que supone siempre una nada previa de lo creado (y, en el caso del propio Universo, una nada salvo el Creador increado, no siendo el Universo una emanación o sustancia derivada del Creador), un sujeto creante y un posterior al acto objeto creado.

Etc.



Pero ¿qué es el vacío cuántico? ¿Son admisibles las teorías de creación cuántica ex nihilo del Universo, como la canónica, la de Hartle-Hawking?
28/03/11 4:46 AM
  
Pedro
Ahora bien, ninguna ciencia particular prueba ni puede probar que el universo es eterno, sino que sólo puede suponerlo. Por consiguiente esta falsa suposición contradice el principio fundamental del positivismo.

Así es; pero la eternidad del universo es un imposible, no solo metafísico, sino lógico. Dado que lo eterno es imutable, por definición, el Universo sería inmutable, si eterno, lo cual es absolutamente falso, estando como está en continuo cambio o transformación. Pero esta es propiedad de toda materia.
Lo eterno solo se puede predicar, en rigor filosófico, de Dios mismo, afirmando no solo que Dios es eterno, sino que es la Eternidad misma.

En consecuencia, no solo ninguna ciencia ni argumento puede probar la eternidad del Universo, sino ni siquiera suponerlo.

Ahora bien, en cierto sentido, los conceptos lógico-matemáticos (sobre todo algunos) participan de cierta propiedad de lo eterno. Por eso se dice, de forma impropia pero significativa, que las verdades matemáticas (por ejemplo, el teorema de Euclides sobre la infintud numerable de números primos), son eternas. Hay algo divino en ellas, lo que permite en buena lógica intuir detrás la Inteligencia Divina. Así le ocurrió a Cantor.

Luego, si me permite, una pequeña puntualización. Cuando en la Teoría Axiomática de conjuntos (ZFC) se definen los números naturales (el conjunto de ellos siendo el conjunto inductivo1 mínimo), de esta forma recursiva:

0 = Ø
1 = {0} = {Ø}
2 = {0,1} = {Ø, {Ø}}
3 = {0,1,2} = {Ø, {Ø}, {Ø, {Ø}}}
...

n = {0, 1, 2, ... , n-1}

.....

se observa que todos ellos se definen partiendo del conjunto vacío (o el 0). Aunque predicáramos una relación causal (al menos, definicional) entre el 0 y el resto de los números naturales, aun así el 0, ó Ø, sería distinto de la nada, porque la nada si puede definirse lo es precisamente por carecer de propiedad alguna (no siendo esta carencia y su expresión verbal, a la vez, propiedad alguna, sino la expresión de no tenerlas, que necesariamente ha de formularse en un lenguaje). Es decir, que si denotamos a la nada mediante el símbolo Ξ, entonces se verifica que, si φ es una variable de propiedad:

/\φ (¬φΞ),

donde el símbolo /\ es el cuantificador universal.

Sin embargo, como Ø se define así:

Ø = {x : x ≠ x}

el conjunto vacío tiene precisamente esta propiedad:

/\xϵØ (¬(x = x))

con lo que no puede ser la nada, ni identificarse con ella. Así, el argumento de Asimov queda refutado.

Si Asimov incurre en este error es por desconocimiento, tanto de la Matemática (también, en una de sus obras, confunde un teorema matemático con una conjetura o una proposición indecidible en ZFC: la hipótesis del continuo, cuando afirma que 2o = ﬡs(0)), donde s(0) indica el siguiente de 0, como de la Filosofía, porque en otro caso sabría cómo se define la nada.

_____________

1Se dice que un conjunto X es inductivo si y solo si

Ø ϵ X & /\x ϵ X (x U {x} ϵ X)

Es decir que un conjunto inductivo es aquel que tiene entre sus elementos al conjunto vacío y al siguiente de cada uno de sus elementos. Y entonces se define al conjunto de los números naturales, mediante:

N = {X : X conjunto inductivo} = Conjunto inductivo mínimo.

28/03/11 4:51 AM
  
Julio
Para Pedro,por alusiones:El conocimiento de cosas va referido NECESARIAMENTE a hechos intersubjetivamente observables:Sí,sí,si yo puedo tener todo mi mundo emotivo,psíquico,experiencial,onírico,etc,que no es experienciable por los demás,vale,pero¿eso es objeto de conocimiento para el resto de habitantes del planeta Tierra?Estamos hablando de conocimiento de cosas que tengan pertinencia intersubjetiva.Por mucho Santo Tomás,por muchas piruetas dialécticas,¿puedes probar ante los escépticos que existe ese Dios,además con toda esa caracterización de Potencias,Atributos,etc?Ah,se me olvidaba,que nos tiene que tocar Él con su gracia divina.
28/03/11 5:36 AM
  
Ricardo de Argentina
¡Uf Pedro, que nos abrumas....
No obstante gracias por tu despliegue de sabiduría científica, filosófica y teológica, que me ha tonificado las neuronas.
Pero por sobre todo, y eso es lo más importante, ha servido para mostrar y demostrar la diferencia entre la humildad del que realmente sabe y la soberbia del que sólo se lo cree.
28/03/11 5:44 AM
  
Zardoz
Ricardo, la cosmovisión cristiana es tan racional como otras tantas basadas en otros dioses distintos al vuestro, es una cuestión de creencias y mitología no de razón.
Pedro, puede ahorrarse el despliegue de erudición y limitarse a contestar concretamente lo que se pregunta en vez
de sepultar su falta de respuestas en toda esa parafernalia que tanto impresiona a Ricardo y que finalmente no aporta ninguna respuesta.
Le repito la cuestión ¿donde podemos encontrar esa nada metafísica que supone la ausencia de todo?, ¿hay alguna prueba de que tal estado exista, haya existido o pueda existir realmente, o se trata de un mero concepto, de una idea que hay que creerse como creen en Dios?.






28/03/11 6:52 AM
  
Johan Liebhart
http://labellateoria.blogspot.com/2006/10/vaco-cuantico-vaco-fractal.html
Explicaciones varias sobre el vacío cuántico......
28/03/11 8:59 AM
  
Jose AB
A Pedro ya le conocemos por sus intervenciones en el blog del Padre Fortea hace unos años donde nos abrumaba a todos con sus fórmulas con las que intentaba demostrar lo indemostrable.
En cuanto al artículo: pues pasa lo de siempre, después de basar el razonamientos en principios filosóficos abraza teorías científicas como el Big Bang (que no dejan de ser teorías) para apoyar creencias.
Filosóficamente no se puede rechazar la idea de un universo infinito. ¿Porqué recurrir a la existencia de un ser "infinito" para explicar la existencia del universo? Tendríamos el mismo problema. ¿pórqué es Dios infinito? ¿Quién creo a Dios?.. no creo que nadie haya podido hasta ahora formular una linea de pensamiento en la que se demuestre la existencia de Dios mirando a las cosas "creadas". Les animo a visitar mi blog sobre esta discusión (que conste que soy creyente).
http://mi-huerto.blogspot.com/2008_08_01_archive.html
28/03/11 9:00 AM
  
Johan Liebhart
teorías científicas como el Big Bang (que no dejan de ser teorías)
Le recomiendo que antes de hablar sobre algo que no sabe, se documente y bien, a no ser que quiera parecer un integrante mas de la familia Phelps.
Le recomiendo este artículo de la wikipedia : http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_cient%C3%ADfica.
Filosóficamente no se puede rechazar la idea de un universo infinito
Si se puede rechazar, si el universo fuera infinito, habría infinitas estrellas con la consiguiente ausencia de noche y por los efectos observados desde la tierra se demuestra que asi no es.
28/03/11 9:41 AM
  
Jose AB
Si se puede rechazar, si el universo fuera infinito, habría infinitas estrellas con la consiguiente ausencia de noche y por los efectos observados desde la tierra se demuestra que asi no es
Pero por favor, hombre! ¿me está argumentando usted que el universo no es infinito porque..... sería siempre de día?
Filosoficamente nada se opone a la idea de un universo eterno. Tampoco es incorrecto decir que el uiverso es infinito y no existen "bordes". ¿Dónde sitúa usted los bordes de la existencia?
28/03/11 10:07 AM
  
Johan Liebhart
Pero por favor, hombre! ¿me está argumentando usted que el universo no es infinito porque..... sería siempre de día?
Creo que no ha comprendido el trasfondo de mi argumentación, si el universo fuera infinito habría infinitas estrellas, con lo cual el cielo nocturno sería un continuo de estrellas.
Tampoco es incorrecto decir que el uiverso es infinito y no existen "bordes"
Un globo tambien es infinito ya que no tiene bordes y podrías dar vueltas y vueltas y no parar jamás.
¿Dónde sitúa usted los bordes de la existencia?
A que se refiere???
28/03/11 10:16 AM
  
Jose AB
Cuando me refiero a que el universo pudiera ser infinito lo hago utilizando el concepto contrario de finito, o sea lo contrario de limitado. Ahora bien, la limitación puede ser en el espacio o en el tiempo. Que el universo no tiene límites es algo que se puede deducir por lógica: ¿Cúal es la frontera material entre lo existente y lo no existente? ¿Podríamos viajar hasta los los límites del universo? Y al llegar a ellos ¿podríamos asomarnos a la nada?
Esto es lo que quería expresar diciendo que el universo es infinito, que no tiene límites. Y si hablamos de que el espacio puediera ser ilimitado, ¿qué hace que el tiempo no lo sea? La única posibilidad de aceptar la no eternidad del universo sería la demostración de la existencia de un principio y el BigBang bien pudiera haber sido como Stephen Hawkings y otros astrofísicos defienden, un suceso puntual de expansión en un ciclo eterno de contracciones y expansiones de la materia. El mismo Santo Tomás admitió que no era posible demostrar que el universo no fuera eterno. Y se refería a la revelación como fuente cierta para afirmar la no-eternidad de la materia.

28/03/11 10:49 AM
  
Johan Liebhart
Pues si, tienes razón Jose AB, estoy totalmente de acuerdo contigo.
28/03/11 10:52 AM
  
Jose AB
Me parece incorrecto el argumento de infinito=infinito número de estrellas. ¿Y por qué no de agujeros negros? o de materia interestelar?
Precisamente, si el universo fuera como usted dice, un globo, y fuera limitado ¿no sería entonces cuando la luz no podría escapar y sería siempre de día?
28/03/11 10:52 AM
  
Johan Liebhart
Tu mismo te respondes Jose.
28/03/11 11:16 AM
  
Jordi
UNIVERSO ESPONTÁNEO Y ETERNO

"El tema de este post es el de las concepciones ateas sobre el origen del universo. ¿Puedes aportar alguna prueba de que el universo surgió espontáneamente de la nada o de que el universo es eterno?"


1. El universo es eterno

Existen teorías que propugnan que el universo es eterno, el modelo cíclico, que es un eterna repetición de la gran explosión inicial y el gran colapso final.

es.wikipedia.org/wiki/Modelo_c%C3%ADclico
en.wikipedia.org/wiki/Conformal_Cyclic_Cosmology


2. El universo surgió espontáneamente

Esta opinión la sostiene Stephen Hawking:

"Dado que existe una ley como la de la gravedad, el Universo pudo y se creó de la nada. La creación espontánea es la razón de que haya algo en lugar de nada, es la razón por la que existe el Universo, de que existamos. No es necesario invocar a Dios como el que encendió la mecha y creó el Universo".

- es.wikipedia.org/wiki/Stephen_Hawking
- El Gran Diseño: es.wikipedia.org/wiki/El_gran_dise%C3%B1o


3. La creación espontánea de Hawking

Se trata de una curiosa reviviscencia de la venerable teoría biológica de la generación espontánea en la cosmogonía moderna:

es.wikipedia.org/wiki/Generaci%C3%B3n_espont%C3%A1nea
en.wikipedia.org/wiki/Spontaneous_generation
es.wikipedia.org/wiki/Origen_de_la_vida#La_cuesti.C3.B3n_de_la_generaci.C3.B3n_espont.C3.A1nea:_de_Arist.C3.B3teles_a_Pasteur


4. Universo, evolución y azar

El azar y la espontaneidad parece que forman parte de las modernas teorías del origen y desarrollo de la vida:

es.wikipedia.org/wiki/Origen_de_la_vida#De_las_mol.C3.A9culas_org.C3.A1nicas_a_las_protoc.C3.A9lulas

Pero a pesar de que el azar sí existe, observo dos objeciones en las explicaciones del origen y evolución neodarwinianas de la vida (y del universo al azar espontáneo):

a) No hay un modelo estadístico que lo apoye

b) No hay un experimento científico que lo reproduzca

En efecto, son necesarias tantas casualidades para que nazca el universo afinado y ajustado a la vida (átomos, moléculas, ADN...), que lo hacen estadísticamente imposible. Y los experimentos existentes no han creado ni vida ni tampoco han desarrollado evolución.


*** A Pedro: tus explicaciones, por intensidad y extensión, exceden de los conocimientos del común de los lectores, por lo que los hacen más propios de un blog científico. Te rogaría, pues, que te sitúes en un nivel divulgativo para una mayor comprensión.
28/03/11 1:10 PM
  
Jose AB
Para una mejor explocación de la discusion sobre la luz de las estrellas y el universo finito o infinito ver "Paradoja de Olbers" en Wikipedia.
28/03/11 1:43 PM
  
gringo
Como no sabemos cómo ocurrió, pues debió hacerlo Dios.
Ea, dejemos el telescopio y vámonos a rezar.
28/03/11 1:43 PM
  
Beatriz
"Ea, dejemos el telescopio y vámonos a rezar."

El padre George Lemaitre rezaba y era científico.
28/03/11 4:28 PM
  
Ricardo de Argentina
Zardoz, la acientífica descalificación que intentas, sólo a ti te descalifica.
La "parafernalia" de Pedro demuestra que él está a años luz del nivel pretendidamente "científico" del que te pavoneas.
Y ni que hablar de tu nivel filosófico... A ver, vete tú a buscar la "nada" y avísame cuando la encuentres...

¡Por favor!
28/03/11 5:24 PM
  
Beatriz
"Hijo,si sabes muy bien que el número de teístas entre cosmólogos,físicos,astrofísicos,etc no es que sea minoritario,es que es testimonial,si es que hay alguno."

Hay una larga lista de científicos creyentes, tanto católicos como protestantes, pero como me da flojera transcribirla, publico el enlace de una conferencia del astrofísico Neil DeGrasse Tyson donde responde que el 40% de los científico norteamericanos son creyentes.

http://www.youtube.com/watch?v=TPBl5zEp3jo&feature=player_embedded
28/03/11 5:24 PM
  
Beatriz
"George Lemaitre, hizo eso, no esperar que dios le revelase el conocimiento sobre el universo e investigarlo por su cuenta, su condición de sacerdote es secundaria en comparación con el hombre de ciencia que fue."

Lo que quiero decir es que se puede ser científico y creyente y ser muy productivo en esa área tanto como sacerdote.
28/03/11 5:38 PM
  
Jordi
"...Si Dios no existe, entonces Él no es el creador del universo. Por lo tanto, el universo no ha sido creado..."

RELACIÓN ENTRE CIENCIA, RELIGIÓN Y MORAL

Las concepciones ateas sobre el origen del universo, la vida, las especies y el hombre pueden ser idolatría: sustituyen a Dios y crean la moral y la filosofía del relativismo.

La Biblia y el Catecismo dan unas pautas:


1. La Sabiduría creadora de Dios

a) Dios crea al universo, la vida y el hombre

- Génesis 1


b) Las preguntas científicas de Dios a Job

- Job 38 y 39


c) Dios se da a conocer a través de su creación

- Sabiduría 13 a 19, critica a la idolatría y a la divinización de la naturaleza

- Romanos 1, sobre la Ira de Dios


d) El sentido del hombre en la creación

- Eclesiástico 17, el hombre en la creación

- Hechos 14, en los apóstoles en Listra


e) El Catecismo de 1997 habla de la Creación, el Creador y la creatura: su sentido, su fin, las relaciones entre ellos...


2. ¿El azar y la espontaneidad como idolatría?

Cuando se dice que el azar es el único fundamento de la creación (universo, vida, especies, hombre), negando la existencia de Dios, entonces esto es idolatría, como dice el 2114 del Catecismo: el idólatra es el que aplica a cualquier cosa, en lugar de a Dios, la indestructible noción de Dios.

Además, hay que tener en cuenta que el azar y lo espontáneo, para ser científicos, necesitan de una explicación estadística y de un experimento observable.


3. Los científicos sabios que se convierten en necios

Sabiduría 13 y Romanos 1 dicen que Dios se puede conocer por lo visible; no reconocerlo por lo observable conduce al pecado, y persistir en no reconocerlo, al castigo.

A los que son sabios y no reconocen a Dios por la creación, Salomón y San Pablo los llaman "necios".

Puede parecer un argumento débil en forma de insulto que quiere evitar todo diálogo, pero la necedad de no reconocer a Dios en lo creado se basa en el pecado contra el primer mandamiento, la fe en Dios: "No habrá para tí otros dioses (el azar, la ciencia) delante de mí".

En Sabiduría y Romanos se indican unas muy interesantes desviaciones morales del hombre que toma al mundo (la ciencia) como ídolo sustituto de Dios: se crea la moral y la filosofía del relativismo, y el hombre se cree Dios de sí mismo con capacidad de decir lo que está bien y mal.

La gravedad de la idolatría, antigua o moderna, mitológica o científica, es muy grave:

SAN PABLO
Romanos 1

- necios
- corazón insensato y entenebrecido
- impureza
- homosexualidad femenina y masculina
- mentirosos
- servidores de lo creado
- injusticia
- perversidad
- codicia
- maldad
- envidia
- homicidio
- contienda
- engaño
- malignidad
- difamación
- detractores
- enemistad con Dios
- ultrajadores
- altaneros
- fanfarrones
- ingeniosos para el mal
- rebeldes hacia los padres
- insensatos
- desleales
- desamorados
- despiadados


SALOMÓN
Sabiduría 13

- necios por naturaleza
- desgraciados
- equivocados en el conocimiento de Dios
- impuros
- asesinos a traición
- adúlteros
- robo
- fraude
- confusión
- ingratos
- contaminadores de almas
- homosexualidad
- desorden matrimonial
- adulterio
- libertinaje
- frenéticos en la diversión
- profetas de mentiras
- injustos
- perjuros


Unos, por no creer en el Altísimo, creen en el Bajísimo: el mundo, el hombre y el demonio.
28/03/11 6:14 PM
  
asrone
Clarificador:

Els problemes de les modernes cosmologies físiques i la Creació
(página 30)

http://www.poblet.cat/pfw_files/cma/Content/Revista_Poblet/Revista_Poblet_015.pdf
28/03/11 7:36 PM
  
Vicente Carreño Gil
"Tu mismo lo has dicho supuestamente lo dijo un tal jusucristo (primo o hermando de Jesucristo) pero Jesucristo no lo dijo."

Johan,
No existía tal nombre de "Jesucristo" en aquella época, de la misma manera que existía el nombre de "José", de "Simón", de "Rut", de "María..." (O más bien, sus correspondientes versiones hebreas.) Sí que existía el nombre de "Jesús", como el autor del libro del Eclesiástico. El nombre de "Jesucristo" se compone del nombre propio "Jesús" más la palabra griega "cristo" que significa lo mismo que la palabra hebrea "Mesías": "El ungido".

O sea, que, cuando nos referimos a "Jesucristo",sólo podemos referirnos a una sola persona.
28/03/11 7:38 PM
  
Juan Carlos
Las pruebas de Dios son argumentaciones filosóficas dentro de la reflexión teológica. Parten de la experiencia y mediante el principio ontológico de causalidad, demuestran la necesidad de admitir una condición absoluta de la experiencia. Dichas argumentaciones no tienen por finalidad resolver problemas empíricos locales perfectamente definidos. Estos argumentos tratan de analizar la consistencia de la realidad espaciotemporal como realidad autofundada o autoexplicativa. La naturaleza de su constitución epistemológica y desarrollo es, pues, más afín a una metateoría o metasistema científico que a una teoría de primer orden sobre aspectos concretos de la experiencia.

Filósofos como Platón, Aristóteles, San Agustín o santo Tomás sabían muy bien que una cosa es ir de la naturaleza a Dios y otra cosa explicar un problema técnico o fenoménico concreto. Ambos son conocimiento, pero no son el mismo tipo de conocimiento. Carece de sentido homologar la argumentación teísta a una hipótesis química, biológica o atmosférica; y no solamente porque es un error epistémico, sino porque no existe fundamento histórico de esa intención atribuible a ningún filósofo que haya considerado la teología natural.
28/03/11 9:03 PM
  
Santi Hurtado
Mientras los creyentes se empecinen en mezclar argumentos metafísicos, teológicos y filosóficos, con la experiencia material, es prácticamente imposible un debate constructivo.
No se puede basar un dialogo con pretensiones de seriedad, rigurosidad y racionalidad en lo que son puramente creencias, sentinimientos íntimos y personales que por muy respetables que sean y por muchos que sean los que los experimentan, no forman parte de la realidad objetiva y no pueden ser probados ni empiricamente, ni de ninguna otra forma. Bueno, si hemos de ser exactos, sí es posible identificar una buena parte de los procesos químicos y eléctricos que producen ese tipo de experiencias neurológicas ( y que nadie se ofenda que no pretendo llamarles locos, ni nada por el estilo, simplemente constato algo que está ampliamente estudiado y demostrado ).
Si a ustedes les parece serio contraponer a las pruebas científicas, que gustarán más o menos y que intentan explicar con más o menos éxito lo que percibimos y experimentamos en nuestra relación con el Universo,las sensaciones y creencias personales,es que no tienen ningún interés real en conocer nada. Si esperan que nos quedemos callados mientras pretenden dotar de la misma o incluso superior validez probatoria que a la Ciencia y su metodología, a lo que solamente se soporta en testimonios sin otra prueba que el acto de fe de creerlos veraces,o a lo que dicen unos textos que ustedes consideran sagrados,arbitrariamente, sin más, por que así lo establece la tradición y el dogma ( ambos inventos humanos ), que además de incongruentes y contradictorios tanto a nivel histórico, como geográfico y no digamos vistos desde la Física, la Químca, etcétera, consta de forma fehaciente que han sufrido modificaciones sustanciales a lo largo de la historia tanto debidas a errores en las traducciones, como de forma totalmente intencionada para, hablando en plata, arrimar el ascua a la sardina de cada una de las confesiones que reclaman su propia versión de los textos como la única correcta y verdadera.
Con estos cimientos tan sólidamente asentados en el puro e inconsistente barro, no pueden esperar que en un debate serio, sus planteamientos se tomen como tales, por mucho que pretendan dotarlos de autoridad con el sello de Santo Tomás, San Agustín, el propio Jesús ( que, lamentablemente, no consta que dejará nada escrito de su puño y letra, en el supuesto de que el personaje que aparece en el NT haya existido tal cual )o , su comodín preferido, la Revelación que lo sitúa todo fuera de cualquier duda convirtiendo lo que toca en incuestionable.
Para Ricardo de Argentina, le recuerdo, por si no se ha enterado, que los únicos que tienen fruición por la nada son ustedes. Ningún cientifico actual de los que tienen peso específico en el avance de la Física, Astronomía o Cosmología, habla de la nada como estado previo al Big Bang. Son ustedes los que afirman que Dios creo todo de la nada, una nada metafísica y una tanto o más metafísica, ya que esta es la única disciplina del conocimiento capaz de tragarse casi cualquier cosa.
Del Big Bang, tenemos pruebas, restos "fósiles" en forma de la radiación de fondo de microondas. De sus efectos también tenemos pruebas, una de ellas es la expansión del Universo comprobada por el corrimiento al rojo de las galaxias. Y así podríamos seguir bastante más. Y frente a estas pruebas ¿qué tienen ustede?, un libro viejo y manipulado, y los testimonios de gentes que dicen sentirse en contacto, hablar, ver a Dios, Jesús y la Virgen.
¡Por favor!
28/03/11 10:02 PM
  
Jordi
Comentario de Juan Carlos
"Las pruebas de Dios son argumentaciones filosóficas dentro de la reflexión teológica. Parten de la experiencia y mediante el principio ontológico de causalidad, demuestran la necesidad de admitir una condición absoluta de la experiencia..."

Las pruebas de Dios suelen partir de la creación y sus creaturas para llegar a su Creador.

www.aciprensa.com/apologetica/existencia.htm

En este enlace se pueden ver las tres vías de las pruebas sobre la existencia de Dios:


1. Las cinco vías de Santo Tomás de Aquino

Movimiento, causalidad, contingencia, perfección y gobierno


2. Las tres vías de la Biblia

a) Conocimiento por medio de la creación

- Sabiduría 13

b) Conocimiento por los grados de perfección

- Romanos 1

c) El testimonio de la conciencia

- Romanos 2: "...los preceptos de la Ley están escritos en sus corazones, siendo testigo su conciencia con los juicios que...les acusan o les defienden..."


3. La experiencia personal de Dios
28/03/11 10:09 PM
  
Juan Carlos
Desde luego que ciencia y filosofía son perspectivas autónomas, pero se encuentran relacionadas.

Adoptan diferentes puntos de vista, pero la ciencia se apoya en unos supuestos filosóficos que constituyen sus premisas necesarias, y la filosofía debe contar con los conocimientos científicos, para garantizar que nuestra interpretación acerca de las condiciones de posibilidad e implicaciones de la experiencia ordinaria es correcta.
28/03/11 10:34 PM
  
Juan Carlos
Y un último apunte meramente científico.

El cosmos inflacionario, actualmente llegando a ser el cosmos normativo, es gigantesco, con dominios individualizados a través de la forma en que se rompieron las simetrías. Ahora bien, la inflación de cualquier tipo apropiado necesita mucha afinación y funciona sólo bajo una específica teoría unificada. Este modelo no evita que el universo tenga un comienzo, aun cuando sea eterno en el futuro, ni da cuenta de cómo fue ese comienzo. Estas palabras son elocuentes: “Puesto que los otros universos de bolsillo estarían demasiado lejos para observarlos nunca, el concepto de inflación eterna no conduce a predicciones directamente verificables.....En particular, cualquier hipótesis sobre el origen el cosmos se divorcia totalmente de la cosmología basada en la observación. Incluso con único episodio de inflación, esencialmente toda la evidencia de lo que sucedió antes de la inflación se borra.....Puesto que las propiedades del universo observado están determinadas por la física de la inflación, no nos dicen nada acerca de qué existió antes de la inflación. La cuestión de cómo comenzó todo sigue siendo filosóficamente importante, y podría ser posible aún formular razonamientos persuasivos para justificar alguna teoría en concreto.Sin embargo, si la inflación eterna es correcta,será imposible lamentablemente verificar estos razonamientos mediante la observación.” (Alan H. Guth, El universo inflacionario, Editorial Debate, 1ª. Ed., 1999)
28/03/11 11:02 PM
  
Juan Carlos
Y de ninguna manera pueden aceptarse expresiones como:

”Si a ustedes les parece serio contraponer a las pruebas científicas,que gustarán más o menos y que intentan explicar con más o menos éxito lo que percibimos y experimentamos en nuestra relación con el Universo,las sensaciones y creencias personales,es que no tienen ningún interés real en conocer nada.”

La fe dogmática no interfiere con la legítima libertad de los católicos para emprender investigaciones científicas, para cumplir sus deberes ciudadanos o para desempeñar cualquier otra forma de actividad que ayude al progreso y al saber. Los católicos son libres de explicarse cómo se estructura y funciona el mundo en tales términos. Desde luego, la forma en que se obtiene y el modo en que se aplica el conocimiento científico cae en el terreno de lo moral, un terreno extracientifico, aunque algunos científicos, sin embargo, no se constriñen a la ciencia en los términos que ellos mismos la han definido.
29/03/11 2:18 AM
  
Francisco
Los científicos comúnmente niegan que exista Dios. Esta conclusión se puede decir que no es imparcial e menos irrefutable. En efecto, es verdad que no hay evidencias plenas de su existencia ya que los argumentos filosóficos clásicos que intentan probarla, verbi gratia el del primer motor que dio origen a todo el movimiento del universo, el del sumo ser eterno que sostiene en la existencia a todos los seres contingentes, u otro que intenta probar la existencia de un “ser necesario” ordenador del universo, atribuídos a Tomás de Aquino y a Aristóteles, no explican con más amplitud ninguna característica del sujeto del que se está haciendo referencia, es decir de Dios, sólo infieren que debería de existir. Sin embargo gracias a esa misma falta de evidencias no se puede afirmar ni tampoco negar absolutamente su existencia, y entonces los académicos de la “ciencia” son tan autoritarios e dogmáticos cuando alguno afirma tajantemente que Dios no existe, como lo sería por ejemplo el papa al afirmar categóricamente que sí existe Dios.

Emanuel Kant por su parte menciona en su “Crítica de la Razón Pura” que la constitución de nuestros conocimientos acerca de las cosas externas a nosotros está dada con elementos independientes, fuera de nuestra experiencia, de donde emana la subjetividad. Kant plantea que los juicios de cualquier persona aunque pretendan ser universales son sintéticos a priori en los cuales la síntesis del predicado y del sujeto de sus proposiciones, formadas por conceptos preexistentes hechos a priori también, no proceden de su experiencia ni del análisis de sus términos sino de la estructura de las facultades del raciocinio del hombre. Son entonces entidades subjetivas que imputamos a las cosas, como las categorías de espacio y tiempo que provienen de las estructuras de nuestro intelecto según Kant y que le son necesarios para entender las impresiones sensibles que tenemos del mundo que nos rodea, a las cuales no forzosamente podemos atribuirles una existencia real (aunque los físicos modernos sí le atribuyen existencia al tiempo, por ejemplo, y especulan sobre el origen de éste con la teoría del “big-bang” y hasta dicen que con ella demuestran que no existe Dios). Así pues nuestros juicios y raciocinios dependen de los conceptos de que se parta para realizarlos, por lo que son variables. Eso que llamamos realidad se amolda al intelecto humano, dice Kant. También decía que no alcanzamos el gnomen (conocimiento) de las cosas, sino el faignomen, un conocimiento aparentemente claro y objetivo por estar basado en la experiencia la cual sin embargo depende mucho de los conceptos previamente abstraídos en nuestro cerebro. El autor llega a la conclusión de que no conocemos las cosas en sí sino que solamente nos formamos ideas a priori sobre ellas (cabe señalar que la teoría de Kant se vio sustentada mucho después con datos empíricos etnográficos de la antropología cultural, la cual demostró que cada grupo tiene culturas diferentes y eso implica que exista en cada uno de ellos un conocimiento o visión del mundo particular.

Así pues nuestro conocimiento es parcial y relativo, entonces el conocimiento considerado como “científico” no puede ser universal ni el no científico pues parten de ideas prefabricadas, e tampoco se puede decir que el conocimiento teológico de los clérigos sea superior al de los “laicos” sino que hablamos simplemente de diferentes interpretaciones de eso que consideramos la realidad, no obstante las elites como los académicos, los clérigos, o las clases dominantes imponen generalmente a las masas sus conceptos, los cuales son los que se consideran “universales”, de mayor autoridad, y constituyen culturas dominantes, y los conceptos que no gozan de ese mayor consenso forman culturas subalternas cuyo rango de influencia es de menor alcance entre la gente.

Ejemplos de conceptos impuestos como verdades comprobadas gracias al autoritarismo de las elites científicas, aunque no lo sean, son los relacionados a la teoría atómica y los referentes a las energías eléctrica y atómica.

El concepto de átomo por ejemplo fue inventado a priori en la filosofía presocrática pues le encontramos ya en la filosofía de Leucipo y Democrito alrededor de los años 460-370 a. C., muchos siglos antes de que naciese la moderna “ciencia”. Para estos pensadores el mundo consiste en multitud de corpúsculos diferentes en forma y tamaño, los átomos, que en combinación orgánica originan los diversos cuerpos. Leibnitz entre el siglo XVII y XVIII d. C. desarrolló a priori la idea de las mónadas, sustancias simples sin extensión esencialmente activas que componen el mundo corpóreo. El concepto actual de átomo sintetiza ideas de los atomistas y de Leibnitz, pues los átomos conforman la materia del mundo y estos se supone que tienen actividad interna. Si bien los filósofos atomistas griegos pensaban que los átomos eran indivisibles, los nuevos "científicos" piensan que el átomo está dividido en numerosas partículas que se pueden liberar y cuya energía es la que genera la actividad interna de los átomos, y del átomo provienen según los científicos las llamadas energía atómica y eléctrica. El concepto moderno del átomo se comenzó a consolidar a partir de las ideas de Dalton que creía que los átomos se diferencian por peso y tamaño, y lo aplicó a priori al análisis químico, pero siempre fallaba en sus demostraciones. Igualmente a priori se han fabricado diversos modelos atómicos (respecto a modelos conceptuales “científicos” creados a priori resalta la anécdota dentro de la historia de la química orgánica acerca de Friedrich August Kekulé que a partir de haber soñado una sierpe mordiéndose la cola inventó a priori, aunque los científicos creen que “descubrió”, el modelo de la estructura del benceno en forma de anillo al cual se le atribuye dentro de la dicha “ciencia” una existencia real, aunque no se sabe si exista en verdad, es decir, se confunde el ser con el pensar).

La teoría atómica moderna se ha sustentado a partir de fenómenos físicos aislados descubiertos incluso algunos por accidente, y no en base a una experimentación sistemática para comprobarla, sin embargo se enseña en las escuelas como una “verdad comprobada”. Uno de esos fenómenos es el de la existencia de una energía emitida por ciertos materiales que conocemos por radiactivos, energía a la cual se le ha llamado atómica. Otro fenómeno se descubrió gracias a experimentos con ciertos gases: cuando algunos de ellos son sometidos a baja presión atmosférica conducen la electricidad y emiten luz. En base a este fenómeno funcionan, por ejemplo, las lámparas fluorescentes. Thomson notó que los rayos X (descubiertos fortuitamente a partir de acercar ciertos materiales a los tubos de descarga eléctrica) lograban que algunos gases también condujeran electricidad pero a presión normal. Él pensó que los rayos X cargaban eléctricamente a los gases y por ello sometió estos rayos a un campo magnético, el cual se sabe que afecta a las corrientes eléctricas. Los rayos X resultaron afectados por el magnetismo lo que supuestamente demuestra que tienen relación con la energía eléctrica. Al buscar su origen consideró a priori que esa energía no podía provenir sino del átomo. Otro experimento con un tubo de descargas eléctricas al vacío en el cual se pone una hélice que se mueve a la hora de la descarga hace suponer que existen partículas individuales que componen a la misma las cuales se cree que tienen masa y se les ha denominado electrones. De todo lo anterior deducen los hombres de "ciencia" que los rayos X e otros tipos de rayos luminosos están relacionados con la actividad de las partículas del átomo. Estos fenómenos son un hecho pero se detectaron aisladamente y hasta por accidente, como dijimos. Al tratar de entender el origen de esa energía misteriosa que emana de los materiales radiactivos, y el de esa energía que conocemos como “electricidad” que se relaciona de un modo u otro con los experimentos que mencionamos hechos con gases, Rayos X y tubos de descarga al vacío, se ha asociado el origen de dichos fenómenos con el concepto de átomo, pero esto ha sido sólo a nivel mental, a nivel de las ideas, mas no sabemos si esa asociación exista en la realidad porque no hay certeza de que exista el átomo ya que sólo es un concepto creado por el hombre y nadie ha visto ni al átomo ni a sus supuestas partículas internas, e todo lo que se cree saber de este corpúsculo es por inferencias o deducciones indirectas, como las de índole matemática, espectros de luces de colores o el mencionado experimento de la hélice. Se trata solamente pues de explicaciones a priori imputadas a fenómenos aislados entre sí, de los cuales, por lo tanto, no se ha podido alcanzar un conocimiento más profundo, y por ello no se han podido deducir nuevos conocimientos de la teoría atómica, verbi gratia, una planta nucleoeléctrica a pesar de darse a entender en su rimbombante nombre que funciona a partir de la teoría atómica, simplemente trabaja en base al calentamiento de agua con la energía misteriosa que llaman radiación, la cual naturalmente se halla en barras de uranio y es aumentada su potencia con la “fisión” (término que simplemente significa rajar en latín). Si bien se logró aumentar la potencia de la radiación con la famosa ecuación de Einstein de E=mc², se supondría que se puede aplicar también a toda la materia pues se cree que toda ella se forma de átomos, pero en realidad sólo se ha podido extraer energía “atómica” aumentada, como la de las bombas “nucleares”, de materiales radiactivos por naturaleza como el uranio o de materiales que se han inducido a ser radiactivos exponiéndoles a los que lo son por naturaleza. Para llevar a cabo la dicha “fisión” se exponen simplemente por ejemplo los materiales radiactivos a rayos luminosos, ondas que llaman electromagnéticas que no obstante los científicos suponen que son descargas de protones y neutrones porque asocian los diferentes colores de los rayos con las energías de las supuestas partículas subatómicas pero, como hemos dicho, a éstas nunca nadie las ha visto. Si la “fisión” del núcleo del átomo fuese verdad podría “fisionarse” el núcleo de los átomos de cualquier material e podría obtenerse energía “atómica” de toda la materia e no sólo de los materiales radiactivos por naturaleza o inducidos ¿digan si no? (entonces la dicha ecuación de Einstein no describe fielmente la realidad, por ello cabe agregar aquí que las matemáticas no son mas que un sistema lógico, un conjunto sistemático de ideas o conceptos creados a priori de los que no tenemos certeza plena que les corresponda algo en el mundo real pero se los imputamos a las cosas que nos rodean, especialmente los conceptos referentes al espacio y tiempo que como hemos dicho, según Kant, son los básicos para procesar en nuestra mente las impresiones que tenemos de las cosas que vemos a nuestro alrededor y por ello son esenciales para el análisis matemático, amoldando así el mundo que nos rodea a las estructuras de la nuestra mente. Los científicos no obstante nos han pintado muy diferente a las matemáticas haciéndonos creer que reflejan fielmente la realidad. Una persona para demostrarme la “universalidad” de las matemáticas dijo que “1+1=2, aquí y en china”, diciendo que esto es un principio matemático universal. Yo le respondí que “ansí es, siempre y cuando se use un sistema de operaciones con la misma base numérica, pero si en China por X causa cambiasen la base 10 por la de 2, o numeración binaria usual para el lenguaje de los ordenadores, entonces 1+1=1”. Ansí mismo las magnitudes en matemáticas se pueden cuantificar en diferentes unidades, y según la base de cada sistema se hacen los cálculos propios. Ejemplos de esas diferencias lo miramos en las escalas de longitud, pues no es lo mismo utilizar las pulgadas que los centímetros ya que pertenecen a sistemas diferentes. Para que un sistema sea compatible con otro deben hacerse conversiones. Las matemáticas conducen pues a conocimientos relativos que nosotros los creemos reales por la fe que tenemos en la elite científica mas no porque algo real les corresponda y, al igual que el silogismo aristotélico o método lógico empleado en la metafísica u ontología, harto criticado por los filósofos de los siglos XVI al XVIII, las matemáticas pueden conducir a crear fantasías acerca del mundo que nos rodea. Ansí por ejemplo los físicos a través de las matemáticas han creído inferir la existencia del átomo y creen que han obtenido el “peso atómico”, la “masa atómica” y hasta han calculado su número de electrones, pero nunca han logrado mirar a dicho corpúsculo y menos a las mentadas partículas subatómicas. Tal vez confunden el ser con el pensar y el método experimental se está amoldando a las especulaciones matemáticas. Están llegando a conclusiones parecidas a las que los “científicos” critican de los filósofos quienes, sin haberle visto, creyeron deducir en forma apodíctica la existencia de Dios por medio de ciertos trucos de la lógica aristotélica, cosa que abordaremos un poco más adelante con mayor detenimiento. El relativismo al que conducen las matemáticas trae como consecuencia, verbi gratia, que las teorías de la física cuántica contradigan a las de la física clásica, como sucedió dentro de la filosofía antigua cuando las doctrinas de una escuela de pensamiento contradecían a otra u otras. Ansí tenemos que el principio de la filosofía clásica de que un cuerpo no podía ocupar sino un solo espacio en un determinado intervalo de tiempo, ahora la física cuántica, que más bien ya raya en la metafísica u ontología, lo desmiente sosteniendo por medio de las matemáticas que un cuerpo puede ocupar varios espacios a la vez, quizá potencialmente, aparte del lugar que ocupa realmente en un momento determinado. Los físicos cuánticos aseguran también que la materia aunque se vea sólida, por ejemplo una pared, sus átomos tienen espacios vacíos por lo que incluso podrían ser atravesadas bajo ciertas circunstancias por otros cuerpos sólidos. También hablan de los viajes en el tiempo que no es mas que un concepto o idea que por convención utilizamos y que nuestra mente necesita para organizar el mundo que nos rodea pero no existe en realidad, así por ejemplo asociamos la vejez con el paso de los años pero en un documental plantearon que en realidad, aunque hagamos esa asociación a nivel mental, no se sabe a ciencia cierta qué causa el envejecimiento y están tratando de encontrar su origen en los mismos “genes” por ejemplo. Ansí pues la ciencia moderna está llegando a conclusiones tan contradictorias como las que hubo en la filosofía, algo ansí como cuando la teoría de Heracleitos de Éfeso del devenir y luego la del ser en acto y ser en potencia de la metafísica aristotélica transformaron el principio de contradicción de que una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo. Pero ninguna de esas elucubraciones ha podido verificarse ¿o sí?). En conclusión podemos decir que la “ciencia” a partir de la experimentación ha podido controlar esa energía que llaman radiación que existe naturalmente en ciertos materiales, energía que también llaman atómica, pero tal vez no ha podido explicar bien a bien su naturaleza a pesar de la muy elaborada teoría atómica a la cual debe su nombre.
29/03/11 5:10 AM
  
gringo
Vicente Carreño Gil:

Pues si me permites,

La Biblia sí es un libro con pretensiones científicas. En base a la Biblia se obligó a Galileo a retractarse, en base a la Biblia los protestantes y los infocatólicos niegan la evolución, y en base a la Biblia ya ve que en este post el blogger niega diversas teorías sobre el origen del universo o su eternidad.


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DIG:

1) Según la doctrina católica, la Biblia no es un libro de ciencia.

2) Una golondrina no hace verano. Ya basta de abusar del caso Galileo. El error de unas autoridades eclesiásticas en ese caso no autoriza a afirmar la existencia de una incompatibilidad esencial entre el espíritu científico y la fe católica.

3) Yo soy católico y no niego la evolución. Sí niego el evolucionismo materialista.

4) En este post no niego ninguna teoría científica con base en la Biblia. Presento argumentos puramente racionales contra falsas especulaciones filosóficas de algunos científicos.
29/03/11 1:56 PM
  
Daniel Iglesias
Al volver a entrar en InfoCatólica después de unos días muy ajetreados, me encuentro con este espacio de comentarios totalmente desvirtuado por discusiones violentas sobre temas totalmente ajenos al de mi post. No tengo más remedio que cerrar los comentarios y borrar los que están fuera de lugar o son ofensivos. Tal vez el cierre de los comentarios sea permanente, pues veo que hay varios lectores que no pueden resistir la tentación de utilizar este espacio de un modo inapropiado y contrario a las reglas del blog.
30/03/11 11:54 AM

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