Entrevista a la Hna. Marie de la Sagesse Sequeiros sobre el libro Santa Juana de Arco
La Hermana Marie de la Sagesse Sequeiros es argentina y reside en Francia desde hace años. Además de religiosa, es abogada y, desde que tiene uso de razón, ha venido estudiando vida y obra de Santa Juana de Arco.
Acaba de publicar un estudio en español que, además de estar excelentemente escrito en la lengua de Cervantes, cuenta con fuentes documentales inhallables. Fuera de ello, como su intención es también la de divulgar a la santa francesa, ha escrito este libro sin la pedantería de las academias. Se lee de corrido, de un tirón nomás.
Presentamos aquí la entrevista que nos concediera para “Que no te la cuenten” y auguramos un éxito editorial de esta obra completamente original.
P. Javier Olivera Ravasi
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Santa Juana de Arco. Reina, virgen y mártir. Primer estudio documental en español a la luz de sus procesos
Entrevista a la autora
Hna. Marie de la Sagesse Sequeiros, S.J.M.
P. Javier Olivera Ravasi: Mucho ya se ha escrito acerca de Juana de Arco hasta nuestros días. Me pregunto, sin ánimo de ofender: ¿tiene sentido un nuevo libro acerca de esta santa y guerrera?
Sor Marie de la Sagesse: Bueno, a propósito de la doncella de Orleans muchos historiadores afirman que nunca se dirá lo suficiente, “de Ioanna nunquam satis”. Esto ya sería una buena razón para comenzar con un nuevo libro puesto que su figura es inagotable. Aparte de algunas razones personales que me motivaron a hacerlo, y que enumero en el prólogo, creo que poco y nada de todo el gran tesoro bibliográfico sobre santa Juana está traducido al español. Por eso, al escribir de nuevo sobre ella, poco diré que no haya sido publicado en Francia, intentando poner al alcance de un lector hispanohablante las mejores obras de los historiadores galos que más ahondaron en su misterio… sin poder agotarlo totalmente.
P. Javier Olivera Ravasi: Si le preguntamos a un mortal común y silvestre quién fue Juana de Arco, muy probablemente nos dirá que se trataba de una bruja o algo así… La historia y la leyenda negra se han mezclado con el correr de los siglos ¿es hoy el momento de separar el trigo de la cizaña?
Efectivamente, como ud. dice, las leyendas negras sobre ella son infinitas y siguen perdurando y aumentando día a día debido a que su controvertida figura “da para todo”, y es cierto… Ella configura un abanico de riquísimas facetas sintetizadas en una simple campesina que encarnó virtudes y vocaciones aparentemente opuestas de una manera tan armoniosa como nadie lo ha hecho hasta el momento.
No debe por ello extrañarnos que esa conjunción de facetas “opuestas” diera ocasión a que haya sido malinterpretada por distintas banderas según su mayor conveniencia: desde el nacionalismo galicano que la redujo a una figura meramente patriótica, hasta las peores hordas feministas que la enarbolan como vanguardia del lesbianismo.
Incluso con una mirada superficial y atrevida podría alegarse que la Iglesia “se equivocó” al canonizar a una “bruja”, dejándonos como ejemplo a imitar a una mujer que, disfrazada de varón, hizo la guerra para terminar sus días en una hoguera como la peor de las herejes. Como si fuera poco, fue la Inquisición quien la mandó matar, y después de cinco siglos la misma Iglesia viene a declararla ¿¡santa!?
Palabras más, palabras menos, es lo que cualquier desinformado podría plantear a la hora de escuchar el dulce nombre de “Jeanne d’Arc”. A pesar de que existe una innumerable y excelente bibliografía francesa que desmiente mito por mito las calumnias historiográficas.
P. Javier Olivera Ravasi: Ud. menciona que habría en Juana “vocaciones aparentemente opuestas” ¿a qué se refiere?
Sor Marie de la Sagesse: Habiendo pasado su infancia “escondida” en una pequeña aldea donde ayudaba a su padre en el campo, de pronto esta niña deja su “vida oculta” para iniciar, junto con unos pocos seguidores, la admirable misión de salvar a su patria del yugo inglés en tan solo tres años.
Además, siendo una simple pastorcita en el campo de batalla dio ejemplo de virilidad y de audacia como pocos soldados -siempre la primera en ir adelante en las ofensivas y muchas veces la última en cubrir la retaguardia-, lo que dejó admirados a los capitanes más experimentados de la época.
Tampoco debemos olvidar que con solo 18 años se convirtió en capitana de un ejército de casi 10.000 hombres al que llevó a la victoria gracias a una excelente estrategia militar. Finalmente sentó las bases de la paz luego de una guerra centenaria y consiguió la unidad política de una patria que estaba dividida por interminables guerras civiles.
Podría decir que la doncella guerrera fue una verdadera mística en acción, con una insólita mezcla de vocación activa y contemplativa que le hacía, en pleno combate, retirarse a rezar en soledad y añorar volver a su hogar para hilar junto a su madre; pero cuando terminaba sus oraciones, estaba dispuesta a seguir “a punta de espada” la obra que Dios le había encomendado.
Fue en el mejor momento de su misión militar que la heroína resultó traicionada por los suyos y vendida al enemigo para ser sometida a un juicio inicuo en el que se la calumnió y ultrajó miserablemente. Debió defenderse sola frente a un numeroso tribunal eclesiástico irregular que ya la había condenado de antemano. Finalmente, la Pucelle morirá en la hoguera perdonando a sus enemigos y rogando por ellos.
P. Javier Olivera Ravasi: ¿Cuál fue la misión que Dios le encomendó?
Sor Marie de la Sagesse: Podríamos decir que Juana tuvo una doble misión, a nivel terrenal: “liberar a Orleans y consagrar en Reims al Delfín como legítimo rey” y, en el plano sobrenatural: “declarar a Jesucristo verdadero Rey y Señor de Francia, y a los reyes franceses como sus lugartenientes”.
De hecho, el levantamiento del sitio de Orleans y la seguidilla de victorias no fueron más que la condición necesaria para llegar a la catedral de Reims y consagrar a Carlos VII como lugarteniente del Rey del cielo, punto culminante de su misión. Este fue el objetivo real y superior por el que combatió hasta dar su vida: restaurar el orden político poniendo a Jesucristo como verdadero señor de Francia. Gloriosa epopeya que terminaría con el derramamiento de su sangre, y que la volvió una adelantada en la lucha por el reinado social y político de Cristo Rey, es decir, una verdadera “cristera francesa”.
Por eso su misión es admirablemente sagrada, política y laica, con una particular inspiración que se distingue de las otras por su objeto civil y patriótico. Si Dios ha inspirado a la doncella guerrera, se debe admitir también que Él ha apoyado implícitamente la legitimidad del concepto de patria, e incluso más, el empleo de la fuerza en el litigio entre naciones, respetando ciertas condiciones como la legítima defensa o la guerra justa, una vez agotadas las instancias diplomáticas.
P. Javier Olivera Ravasi: Entonces es una santa política o eclesialmente incorrecta…
Sor Marie de la Sagesse: La vocación de Juana o, mejor dicho su camino de santidad, fue una misión política que constituye lo que los estudiosos llaman con una expresión griega un “hápax”, algo expresado una sola vez, un hecho único. Pues fue la única vez en 2000 años que Dios, por una intervención directa, salvó un poder. No hay santo alguno -y menos, santa- en toda la Historia de la Iglesia que deba ser honrada como salvadora de la patria por un inmediato mandato divino cumplido hasta la muerte, y muerte de hoguera. Mons. Delassus, gran estudioso de la doncella, nos recuerda: “Ninguna nación moderna tiene en sus anales una figura comparable a la de Juana de Arco, heroína, santa y mártir…” Y Pierre Virion llega a afirmar justamente que: “Dios ha hecho de ella la gran santa política para los tiempos de las naciones”. ¡Qué maravilla pocas veces meditada!
P. Javier Olivera Ravasi: ¿Y por qué a Francia?
Sor Marie de la Sagesse: Nuestro Señor Jesucristo como soberano de todos los reyes, tiene necesariamente una política, y una política sobrenatural donde ha asignado a cada pueblo una misión -unas más importantes que otras según el beneplácito de la Divina Providencia- siendo la de Francia, la de ser la “Hija mayor de la Iglesia”, título indiscutido desde el bautismo de Clodoveo y que hasta el momento no ha sido conquistado ni por Estados Unidos ni por Rusia, ni menos aún por el imperio chino, y que tampoco perdió a pesar de su posterior infidelidad. Una nación verdaderamente privilegiada para cumplir una vocación primordial como nuevo Israel que reivindica para sí el Salmo “No hizo nada semejante a ninguna otra nación”. Por eso mismo Dios al enviarle a Francia una Juana de Arco para salvarla de un peligro “in extremis”, la proveyó con medios proporcionales a su elevada misión.
Acá ya estamos haciendo teología de la Historia. Y justamente esta cosmovisión nos permite no solo comprender con exactitud la misión de la doncella a la luz de la política divina, sino también considerar el valor sagrado de los países, de las culturas y de las lenguas.
P. Javier Olivera Ravasi: En el título de su libro ud. galardona con tres apelativos a la santa francesa: ¿por qué?
Sor Marie de la Sagesse: Porque Juana tuvo tres cualidades que pocas veces se han dado en la Historia de la Iglesia: virgen, reina y mártir. Estas aureolas se dieron unidas en una sola y misma persona, en el lapso de 19 primaveras. La Iglesia la canonizó como “virgen” por haber practicado esta virtud en grado heroico, no sólo en el campo de batalla rodeada de hombres, sino sobre todo como prisionera de guerra… El título de “reina” lo dejo en suspenso para que lo lean en mi trabajo y el de “mártir” es una corona merecida que todavía no le ha sido otorgada de manera oficial, pero que la santa francesa merece por varias razones expuestas por los mejores historiadores. Incluso hay quienes han pedido otro “justo título” para ella… el de “doctora de la Iglesia”… y eso que Juana no escribió nada de puño y letra, más que su sola firma.
P. Javier Olivera Ravasi: ¿Qué fuentes históricas existen sobre Juana de Arco?
Sor Marie de la Sagesse: En cuanto a los documentos históricos, jugamos con mucha ventaja, pues, al decir de una historiadora, Colette Beaune, “el caso de Juana es fundamentalmente atípico. Es la mujer mejor documentada de toda la época medieval”. La mayoría de los historiadores de buena fe que se han interesado por la pastorcita francesa está de acuerdo en admitir que de ningún otro personaje del siglo XV se está mejor informado que sobre Juana de Arco, pues las fuentes y documentos históricos de primera mano son abrumadores, lo que hace casi imposible tergiversar su vida, salvo para quien tenga una posición ideológica tomada de antemano.
A modo de enunciación podemos empezar por cuatro procesos jurídicos lo cual no es poco decir:
1) El primero fue llevado a cabo en Poitiers (1429), cuando el Delfín Carlos encomendó a un tribunal imparcial de clérigos que la interrogasen con el fin de saber si la niña estaba inspirada por Dios o por el diablo (sólo se conservan las conclusiones de ese proceso y algunas declaraciones).
2) Al poco tiempo, y ya prisionera de sus enemigos, se llevó a cabo el proceso de condenación en Rouen (1431), donde Juana fue sentenciada por el obispo francés Pierre Cauchon y más de 60 canónigos a morir en la hoguera por “idólatra, herética, apóstata y relapsa”. El texto se conserva íntegro y es el más conocido e importante.
3) A 20 años de su muerte, el rey Carlos VII comenzó en París una investigación para rever el inicuo proceso llevado a cabo por sus enemigos, que terminó con la apertura del proceso eclesiástico que la rehabilitaba de su condena (1455-1456). En aquella inolvidable ocasión, más un centenar de testigos oculares prestaron declaración acerca de la joven.
4) Finalmente tenemos el proceso de canonización iniciado recién en 1870, el cual terminó con la declaración de la santidad de Juana de Arco el 16 de mayo de 1920 en la Basílica de San Pedro.
A ello debemos sumar más de treinta crónicas contemporáneas de distinto tipo, escritas por gente que la conoció personalmente, ya sean amigos o enemigos. Además del rubro epistolar, no menos importante, pues existen más de cien cartas que hablan de las hazañas de Juana, algunas incluso dictadas por ella misma y muchas otras de altos dignatarios que hablan sobre la doncella, como por ejemplo el rey Carlos VII, el rey inglés Enrique VI, su regente Bedford, el duque de Borgoña Felipe el Bueno, etc.
En fin, la lista de fuentes es interminable y podríamos seguir, con referencias no sólo al ámbito francés o inglés, sino también de toda Europa. Es decir, fuentes de primer nivel y de renombrados personajes de la Cristiandad ya que, a decir verdad, el Occidente conocido se interesó por el misterioso caso de una doncella de 17 años que dio vuelta la historia de Francia y de Inglaterra.
P. Javier Olivera Ravasi: Usted dijo que ella misma “dictó” cartas. ¿Existe algún escrito atribuido a la doncella?
Sor Marie de la Sagesse: Juana no ha dejado nada escrito por sí misma. Lo único que sabemos de fuente directa nos viene por sus declaraciones y por los testigos oculares. En efecto, ella fue una campesina iletrada que no sabía ni leer ni escribir -sólo recién al final de la campaña militar aprendió a firmar con su nombre-. Sin embargo, la “ignorancia” en ese aspecto no implicaba que fuese ruda o inculta, ya que la instrucción religiosa dada por su madre se conformaba perfectamente con el cristianismo popular de su tiempo. A los 17 años, ya tenía formada una sólida vida interior; de hecho, su aparente “analfabetismo” le permitió afrontar con seguridad cualquier inconveniente adverso y enfrentar sola a un tribunal de doctores y universitarios de la Sorbona.
P. Javier Olivera Ravasi: Es decir que las fuentes más importantes las proveyeron sus propios enemigos…
Sor Marie de la Sagesse: Exactamente. La gran paradoja es que la principal fuente histórica que se utilizó para su canonización fue…¡el proceso de condenación por cismática y hereje!, un extenso interrogatorio hecho por sus “enemigos capitales” -al decir de la misma doncella- que abarca todas las etapas más importantes de su breve trayectoria: desde la irrupción que hacen en su vida las voces celestiales en Domrémy, pasando por la liberación de Orleans y la coronación del rey Carlos VII en Reims, hasta su captura en Compiègne como prisionera de guerra, llegando hasta la prisión y muerte en la hoguera de Rouen.
Sin duda el preciado texto es la primera fuente “escrita” del via crucis joánico; relatado por ella misma y sellado con su sangre, ya que sus declaraciones fueron volcadas directamente a las actas del proceso por notarios de oficio. Éstos, sin darse cuenta, hicieron las veces de amanuenses o “evangelistas”, dejándonos por escrito sus maravillosas hazañas en documentos públicos, firmados y rubricados por escribanos.
P. Javier Olivera Ravasi: Y del lado de los “amigos” de Juana ¿qué documentos existen?
Sor Marie de la Sagesse: Contamos con las minuciosas declaraciones del proceso de rehabilitación donde nada menos que 120 testigos oculares, ya sean familiares, campesinos, nobles, amigos, soldados y sacerdotes nos han dejado de manera patente las inagotables facetas de su vida oculta, política, eclesial y mística, testimoniando etapa por etapa, con el inapreciable valor de haber tenido trato directo y cotidiano con ella.
Por eso las actas oficiales de los dos procesos constituyeron un material histórico excepcional con todo el “pro y contra” que eso implique. Los textos están a nuestro alcance con buenas traducciones que nos permiten hacer una exégesis a fondo, mostrándonos una Juana de Arco más viva que nunca. Es allí donde podemos ver toda la realidad exterior de su epopeya y la vida íntima de un alma pura, la delicadeza de su conciencia y el sufrimiento personal. Ella está “ahí” hablando con sus voces, comandando a sus soldados, defendiendo su virginidad y refutando al tribunal. “Ahí” podemos verla y escuchara, leerla y releerla, sin jamás agotar la riqueza de su exquisita personalidad.
Pero atención no todo es color de rosa, hay que advertir que tanto el proceso de condenación como el de rehabilitación estuvieron viciados seriamente… Y eso que, desde el punto de vista humano, las actas oficiales eran casi “invulnerables”, por estar autenticadas con tres notarios eclesiásticos que eran las máximas autoridades de la época para fijar y dar fe pública a los documentos en cuestión.
P. Javier Olivera Ravasi: ¿Por qué lo dice? ¿Qué problemas tienen los documentos de los procesos?
Sor Marie de la Sagesse: Se debe prestar mucha atención pues, lamentablemente, las respuestas de Juana fueron muchas veces -durante el transcurso del proceso y, sobre todo, después de su muerte- cambiadas, falsificadas o directamente omitidas de mala fe, como surge del mismo texto y de las quejas de la acusada al tribunal.
En el caso del proceso de Rouen no debemos olvidar el hecho de que quienes tomaban nota de sus respuestas no eran santos evangelistas inspirados por el Espíritu Santo, sino amanuenses de enemigos encarnizados que buscaban de cualquier modo condenarla como bruja. Por supuesto que para llevar a cabo tal prevaricato, los notarios tuvieron la venia del obispo Cauchon, limitándose a cumplir servilmente sus órdenes.
Sin embargo y a pesar de la “fe de erratas” enemiga, nos resta “algo” en lo que podemos apoyarnos con confianza y ese algo es mucho, muchísimo. Por eso, como abogada que soy o, mejor dicho, como abogada del diablo que me gustaría ser en este caso, creo que todo el material disponible de los procesos, testimonios, crónicas, cartas de la época, etc. etc., nos permite tener una exacta idea de su persona y, lo más importante, de su misión providencial.
P. Javier Olivera Ravasi: Hablábamos antes de las “leyendas negras” ¿cuáles son las que debió padecer la heroína y santa francesa?
Sor Marie de la Sagesse: Desgraciadamente hoy en día existe una “versión oficial” de sus hazañas, reproducida por muchos de sus hagiógrafos y por casi todas las películas que se han filmado acerca de ella. Un “relato único” mostrando una Juana de Arco muy distinta de lo que fue en verdad.
Para poner un ejemplo, la serie televisada “Joan of Arc” que recomiendan algunos franceses como “muy buena y fiel a su vida”, interpretada por la actriz Leelee Sobieski, aun siendo respetuosa, naturaliza hechos claves y tergiversa su vida con tres leyendas negras: la doncella aparece mintiendo en las declaraciones del proceso; es abusada por los soldados ingleses en la prisión; y abjura frente a todo el mundo, arrepintiéndose de su misión divina. A pesar de que si uno lee las declaraciones de Juana -sin las salvedades que el obispo Pierre Cauchon les hiciera- en ningún momento ella se desdice o contradice de sus afirmaciones.
Una gran infamia inventada post mortem fue el supuesto “abuso” que habría sufrido en prisión por parte de los soldados ingleses… Por eso en una de las últimas versiones cinematográficas, interpretada por la ucraniana Milla Jovovich, como si no fuera suficiente un abuso perpetrado contra la doncella, inventaron otro por parte de los borgoñones a Catalina de Arco, su hermana menor. Ése sería el móvil principal de todo el posterior actuar de Juana: vengar el honor de su hermanita. Un disparate mayúsculo.
Y la verdad es que ninguna de las dos violaciones ocurrió: aunque los ingleses intentaron realmente sobrepasarse con la virgen guerrera, no lo lograron, pues ella defendió valientemente su cuerpo de cualquier tipo de felonía haciendo mérito hasta el final al sobrenombre de “Pucelle” (virgencita) que le habían dado sus voces.
A pesar de todo lo que se haya dicho y se continúa diciendo, la Iglesia la canonizó como “virgen” por vivir su castidad en grado heroico. No obstante, como sus enemigos no pudieron concretarlo en la realidad, quisieron hacerlo en la ficción.
Quizás fue justo esta la causa inmediata de mi libro: la indignación de ver cómo las películas modernas habían manchado lo más íntimo de su pureza virginal. Su voz desde el cielo clamaba justicia y reparación por el ultraje cometido y por otro peor…
P. Javier Olivera Ravasi: ¿Otro ultraje peor? ¿a qué se refiere?
Sor Marie de la Sagesse: Sí, pues el abuso mancha el cuerpo, pero existe otra leyenda de la historia oficial más grave que mancha su alma y es la supuesta “abjuración”. Para quien haya leído algo sobre ella o visto cualquiera de las películas, aún la más “histórica” de Ingrid Bergman, siempre se encontrará una Juana que al final de sus días “se quiebra” arrepintiéndose públicamente de su misión. Según dicen, el 24 de mayo de 1431 ella habría renegado de todo lo dicho y hecho, admitiendo al tribunal haber sido “engañada” por unas voces que no provenían de Dios; así habría reconocido también haber engañado a todos los franceses que la habían seguido…
La mayoría de los historiadores, incluso los católicos favorables a la santa, tratan de justificar su “caída” como un error humano en el que cualquiera podría haber tropezado si tenemos en cuenta todas las circunstancias del caso. Además, de ser cierta esta falta menor, quedaría completamente lavada ya que, a los pocos días -siempre siguiendo la versión oficial- ella se habría arrepentido de la abjuración… puesto que sus voces celestes le habrían reprochado semejante traición. No obstante toda la cadena de suposiciones y arrepentimientos, el tribunal debía juzgar con los elementos que contaba al momento, es decir: si Juana había “reconocido” el fraude, debía morir.
P. Javier Olivera Ravasi: ¿Quién denunció estas mentiras?
Sor Marie de la Sagesse: Refutar la gran mentira oficial de la abjuración y las consecuencias que de ella se siguen, no fue nada fácil ni evidente… debieron pasar más de 500 años hasta que apareciese la persona indicada: el coronel francés Charles Boulanger quien, a mitad del siglo pasado, publicó un revolucionario libro con un título bastante enigmático: 7 de Julio 1456, entierro del affaire Juana de Arco: “Triunfo de la Universidad de París”, que lamentablemente tuvo una tirada de sólo de 2000 ejemplares amén de sufrir el boicot del silencio; de hecho hasta la fecha no ha sido reeditado ni traducido. Este libro es una respuesta categórica a la catarata de falsedades. Él fue el primer historiador en demostrar la inocencia absoluta de Juana y su constante indefectibilidad frente a las amenazas y torturas, probando la falsedad de su abjuración con un rigor científico avasallador: Juana de Arco jamás renegó ni se arrepintió de su misión, por el contrario, fue fiel a sus voces y se mantuvo invicta hasta el final.
P. Javier Olivera Ravasi: ¿Algún mensaje que quiera dar a aquellos que irán a leer su libro?
Sor Marie de la Sagesse: Sí, gracias. Los invito a adentrarse en la “la historia más bella del mundo”, como le gustaba decir al filósofo liberal Alain. Historias bellas y análogas existen y muchas; basta con recordar a “Antígona” o “Ifigenia…”, ambas admirables, pero que no dejan de ser una ficción teatral. El drama de Juana de Arco, por el contrario, es real, al punto que Charles Péguy no exageró al ver en la heroína francesa una perfecta imitación de la Virgen y sobre todo de Nuestro Señor: “La pasión de Juana es una de las más perfectas imitaciones de la Pasión de Jesús” -decía.
En efecto, la historia de la Pucelle es la más bella del mundo, pero además es verdadera.
Sor Marie de la Sagesse Sequeiros
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10 comentarios
Con los años, al leer la biografía novelada de Mark Twain, observé que era bastante parecida a lo que el juego planteaba.
Que interesante el bien que puede hacer a la evangelización un juego del estilo para jóvenes rebeldes, en el que se pueda exaltar el espíritu caballeresco de la época y a los mayores exponentes.
Peroi
Lástima que eso sea prácticamente imposible en el mundo de hoy. Sin embargo, quiero agradecerles por hacer todo lo que pueden por hacer que la Verdad se oiga.
'Gloriosa epopeya que terminaría con el derramamiento de su sangre, y que la volvió una adelantada en la lucha por el reinado social y político de Cristo Rey, es decir, una verdadera “cristera francesa”.'
Verdad tan grande como un templo. Para aquellos que quieran minimizarla argumentando que ambos bandos (franceses e ingleses) eran cristianos, a diferencia que en la guerra cristera de México:
En mi patria, en ambos bandos, prácticamente TODOS los soldados eran católicos, unos espontáneos que luchaban por la religión, otros víctimas de una política de leva que los reclutaba entre los que recibieron tierras en la repartición de las hacienda mexicanas, gran desastre económico. Por supuesto, la diferencia eran los JEFES y lo que perseguían.
Pero recién gracias a este blog estoy descubriendo la fascinante obra de Dios que es esta santa, y el fascinante papel de Francia en la historia de la salvación.
En cuanto a lo de reina, me parece que en otra entrevista publicada en este blog podemos recibir una pista:
«Juana tiene la legitimidad sobrenatural; posee el arte de la política, el arte militar y el arte jurídica, las tres prerrogativas del rey. Y ella instala la santidad en el corazón de estas tres instancias que son todo, menos santas.»
Saludos cordiales.
De todos modos, me llama la atención esa visión antigua de sufrir abusos sexuales: como si sufrir en el cuerpo una agresión injusta causase un daño irreparable en el alma.
Creo que es igual de virtuosa la persona que defiende al 100% su castidad. Consiga defenderse de una agresión o no. Incluso podría tener más mérito en este caso, por el mayo sufrimiento recibido.
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Puede ser, el tema es que, históricamente, Santa Juana guardó su castidad a pesar de los intentos de abusos. Es decir: murió virgen. PJOR
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