El peligro de la espiritualidad sin Dios

En materia espiritual, dos datos se acentúan con el paso de los años en Occidente: descienden los fieles practicantes en la Iglesia católica y, al mismo tiempo, crece exponencialmente el interés por lo que muchos expertos han denominado “espiritualidad sin Dios”. A la hora de buscar respuestas que expliquen esto, lo mejor es tratar de situar su origen.

Así comienza Miguel Ángel Malavia su largo reportaje sobre la espiritualidad sin Dios que ha sido publicado en el último número de la revista Vida Nueva, como tema de portada (en la foto). Reproducimos a continuación el extracto que ha aparecido en la página web de este importante semanario religioso.

El sacerdote salesiano Jesús Rojano, director de la revista Misión Joven (ligada a la pastoral juvenil), se remite al concepto de “espiritualidad salvaje”, acuñado por la estudiosa francesa Françoise Champion, quien advierte que este es un fenómeno que ya se daba hace 2.500 años en ciertas ramas del budismo.

Para este docente del Centro de Enseñanza Superior Don Bosco, de Madrid, uno de los que mejor ha descrito la espiritualidad salvaje es el hoy papa Francisco: “En su libro-entrevista El Jesuita, de 2010, el entonces cardenal Bergoglio decía lo siguiente: ‘Creo que el nuevo siglo será religioso. Ahora, habrá que ver de qué manera. La religiosidad a veces viene acompañada por una especie de teísmo vago que mezcla lo psicológico con lo parapsicológico, no siempre por un verdadero y profundo encuentro personal con Dios, como los cristianos creemos que debe ser’. Por ahí van las cosas. Esa espiritualidad es demasiado narcisista y obsesionada por el bienestar exclusivamente personal. Además, se crea un Cristo a su medida y se pierde la experiencia comunitaria; como mucho, genera grupúsculos encerrados en sí mismos. Por fin, es poco comprometida con la justicia, poco samaritana. Ahora bien, muchas de las personas que están en esto han tenido experiencias de Iglesia poco ilusionantes y convincentes. Lo que lleva como causa al mal ejemplo que damos a veces los cristianos”.

Carolina Blázquez Casado, religiosa agustina en el Monasterio de la Conversión, en Sotillo de la Adrada (Ávila), considera que el aparente éxito de estas espiritualidades estriba en que se las puede tachar de “fáciles”, porque “no piden nada y se basan en un hedonismo del espíritu, es decir, en buscar aquello que nos hace estar bien; sentirnos pacificados en el ámbito psicológico-espiritual, pero sin relación con nadie ni compromiso con nada; quizás ocultan un miedo del hombre actual a un Dios y a un cristianismo que son vistos como carga, prohibición metódica y autoridad despótica”.

Autocrítica de la Iglesia

Esto lleva a una conclusión: la Iglesia debe hacer autocrítica y, además de constatar la existencia de un fenómeno por el que sus potenciales fieles caen en manos de una espiritualidad difusa, ha de presentar de un modo atractivo y cierto la posibilidad del encuentro personal con Dios en la comunidad eclesial. Algo que en sí forma parte intrínseca de la misión de la Iglesia, pero en lo que, desde hace décadas, se constata que hay errores que se deben hacer frente desde ya. Falla la comunicación, el modo en que se testimonia.

“El desapego institucional es una característica de nuestro tiempo”, dice Luis Santamaría, sacerdote de la Diócesis de Zamora y miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). Para él, “la Iglesia tiene que preguntarse: ¿he sido fiel al dirigir las miradas de la gente a Cristo o he sido autorreferencial? Está claro que la Iglesia no existe ni vive para sí misma, sino que es esencialmente misionera. Hace falta autocrítica, en clave de nueva evangelización: hay que hacer que la persona se pueda encontrar con Jesús y descubrir en Él la única fuente que sacia la sed de trascendencia del hombre”.

Diagnosticado el fenómeno, así como las dificultades de la Iglesia a la hora de hacerle frente, el siguiente paso es la reacción. Jesús Rojano pide partir de una cita de Pablo VI: “El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los testigos que a los maestros, o si escucha a los maestros, lo hace porque son testigos”. En este sentido, valora la fuerza de los gestos de sencillez y ternura del papa Francisco, que han asombrado al mundo. Algo que ve lógico, pues “hoy se evangeliza más con el testimonio de los hechos y la coherencia”.

Más sobre las características de la espiritualidad ‘New Age’, los riesgos que puede suponer para el individuo, la autocrítica desde la Iglesia, las posibles mejoras en su comunicación y la necesidad de que los evangelizadores estén evangelizados, en el reportaje completo, disponible sólo para suscriptores. Puede encontrarse, en papel, en el nº 2.845 de Vida Nueva. Del 27 de abril al 3 de mayo de 2013.

Además, la misma revista ha dedicado uno de sus comentarios editoriales a este tema, tal como lo reproducimos, íntegro, a continuación.

Sed espiritual… sin Dios

EDITORIAL VIDA NUEVA | En un tiempo en el que descienden los fieles en la Iglesia, tradicional eje de fe en Occidente, contrasta el fuerte aumento de prácticas esotéricas ligadas a la llamada “espiritualidad sin Dios”.

Surgida en torno a la New Age, el éxito de sus terapias de sanación física y mental, que apelan a una difusa energía universal (que todos podrían alcanzar desde su propio conocimiento), como el reiki, son todo lo contrario a lo que representa el cristianismo, cuyo fin es un encuentro personal con el Dios creador.

La Iglesia es consciente de que el auge de esta pseudoreligión estriba en que apela a valores “fáciles”, como el simple bienestar.

Frente a ello, el mensaje cristiano implica un esfuerzo que parte de la idea de fraternidad (al contrario del individualismo de la Nueva Era). Así, la respuesta eclesial ha de basarse en recalcar la fuerza de los auténticos testigos de la fe. Porque el primer mandamiento es el amor.

3 comentarios

  
Alf_3
Qué cierto es esto. Lo que para nosotros es 'roca sólida', a mucha gente, ni cosquillas le hace.
Tengo conocidos de 'buena voluntad', que buscan verdaderamente ayudarme, en los 'achaques' de mi edad y algunos otros aspectos; y me recomiendan: terapia sicológica, meditación curativa, yoga, etc.
Varias de estas técnicas modernas pueden tener algo positivo, cuando no se llega a consideraciones de tipo filosófico o religioso, que es dónde se encuentra que ellas parten de bases erróneas.
Ya no se busca comunicarnos, establecer diálogo con Dios, que también nos ayuda mucho para problemas fisiológicos, desde el momento de aceptar profundamente, Su Voluntad.
Me es triste ver a personas, especialmente jóvenes, a mi alrededor, que parecen felices con estas mentalidades, aunque en el fondo les sigue faltando 'algo'. Esto no les es suficiente, siempre quieren más, y siguen buscando por los caminos que ya han iniciado. No perciben que esos caminos se truncan, ya no hay mayores respuestas. Aunque tuvieron algunas al principio: hedonismo espiritual. No había oído este término, tan explícito.
Y se van 'vacunando' contra un Dios personal, Cristo Jesús.
Ya hay señaladas varias causas de los problemas de la Nueva Evangelización, ¿seremos capaces de dar respuestas eficaces, Señor nuestro?
27/04/13 9:55 PM
  
carlos
Estimados hermanos e hijos del Cuerpo místico.

Desde el concilio Vaticano "Existen espiritualidades"originadas por una mala interpretación del Concilio. Leer en el Osservatore,la homilia de Benedicto XVI al clero de Roma,ya renunciante, es decir reciente, cuando habla de concilio virtual. La fe en la Tradición Viva , fue sustituida por movimientos, voluntaristas, que hablan de virtudes humanas, seudopelagianistas, y se manifiesta que nuestra relación con el prójimó ha mejorado, cuando la realidad es que no existe sin una relación Personal, con Nuestro Señor Jesucristo, leer prologo de las Obras Completas de San Juan de la Cruz, por el Padre Crisógono. La espiritualidad del Carmelo Observante,que sigue a Santa Maravillas de Jesús, es una vacuna contra todo, la verdadera unión con El Señor, no nos Hace estar en la Palmera. Eso es lo que,nos acerca a la realidad.Pero atención acercarse al Señor tratandolo como che pibe, es un camino , equivocado.Santa Teresa de Jesús, acercarse a dios anonadandonos, nosotros nada ,EL todo ,el camino contrario es una verdadera barbarie. Camino de Perfección. Esta llena de barbaries ,la falta de Respeto al Santisimo,en todos los sagrarios del mundo,la banalización litúrgica,aparte de ser una falta gravisima,dificultan nuestra Unión con el Señor,y sin EL,nada podemos y se ve en la Iglesia,postconciliar,el apostolado,la nueva evangelización etc sin el SEÑOR,es imposible´.la unión con la Verdad,desplazando nuestro Yo,nos hará ser testigos creibles en el Mundo,luchando contra nosotros mismos hasta la muerte.Saludos.A Cristo por Maria con el Papa"
28/04/13 2:28 AM
  
rastri
_El peligro de la espiritualidad sin Dios,.. Imposible

-Y dado que Dios, siendo Él el infinito ser que toda dimensión ocupa; El ser sin Dios no es posible ni siquiera para Dios.

-El Hombre se puede suicidar sí; y dejar de ser en parte de lo que él sea vida; Más no se puede suicidar hasta dejar de ser creación en su totalidad; Porque la fuente desde donde mana su vida, ésta, desde un infinito profundo menor mana, al que el hombre nunca podrá llegar a agotar.

28/04/13 11:09 AM

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