La secta que recoge ropa usada (2)
Después de la información que hemos ofrecido, reproduciendo lo que dice la propia “ONG Humana”, veamos en esta segunda parte algunos datos sobre la organización y, sobre todo, sobre el grupo Tvind, que está detrás de Humana.
Hace unos años, el medio digital El Plural publicó un artículo en el que revelaba lo que se esconde detrás de Humana. Según informaba, la Red de Ciudadanos Preocupados por Humana (entidad ya desaparecida) y diversos organismos estatales denunciaron una secta disfrazada de ONG. Se trata de las ONGs españolas Humana y Fundación Pueblo Para Pueblo, que son utilizadas como pantallas caritativas fraudulentas del grupo Tvind, considerada una secta destructiva. Estas supuestas ONGs, además de recoger ropa usada con el pretexto de enviarla a países en vías de desarrollo, se dedican al apadrinamiento de niños.
La denuncia de la Red de Ciudadanos Preocupados por Humana explicaba que la ONG Humana, ahora Fundación Pueblo para Pueblo, está financiada por la secta Tvind, que tiene su base en Dinamarca. Estas denuncias se vienen produciendo desde hace casi dos décadas, ya que numerosas ONGs alertaron sobre los dudosos procedimientos que Humana empleaba para sufragar supuestos proyectos de ayuda en el tercer mundo.
Los hechos, según Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) que fue consultado en este reportaje, son que “Humana funciona como aparato financiador de Tvind. Hace muchos años que este grupo firma convenios con ayuntamientos españoles y otros organismos para instalar contenedores donde la gente deja la ropa usada”. Estas prendas serían teóricamente enviadas a países del Tercer Mundo con fines benéficos.
Pero la realidad es diametralmente distinta: “Las remesas tienen varios destinos”, explica Santamaría. “Una parte se consigna a cupos de catástrofes; otra se recicla; una tercera va a parar a tiendas de segunda mano españolas; y la cuarta es la más nociva de todas, porque se envía a África para comerciar con ella, produciendo un grave daño a los endebles comercios locales”, como denuncian algunas instituciones textiles. Según Santamaría, Tvind es “una secta destructiva, pero sin contenido religioso explícito”.
Según los expertos que la conocen desde dentro, utiliza las técnicas de desmembramiento de la personalidad para fines lucrativos. “La Fundación Pueblo para Pueblo es hoy la pantalla pública de Tvind en España. No se sabe a cuántos españoles han podido captar en todo este tiempo”, aseveró. Humana legalizó sus estatutos en Cataluña en 1987. Desde entonces sus relaciones con las organizaciones benéficas no han sido precisamente fluidas. Jamás participó en actividades conjuntas con las otras ONGs catalanas. UNICEF declaró explícitamente en ese momento que ninguna vinculación les unía con Humana.
Fue en 1993 cuando se denunció por primera vez que Humana era una secta. Sucedió en el congreso internacional sobre grupos totalitarios y sectarismo que congregó a numerosos expertos internacionales en Barcelona. Finalmente, ante las reiteradas denuncias que se produjeron en los últimos años, Humana decidió cambiar de nombre. Ahora se llama Pueblo para Pueblo y han reconducido su actividad al apadrinamiento de niños.
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