Visc a Poble Sec (Vivo en Pueblo Seco)

Me ha sublevado un artículo que ha escrito el profesor Toni Nello en el subvencionado portal Catalunya Religió. Se titula "Visca Poble Sec" y pretende hacer una laudatio de la organización parroquial del barrio. He vivido mucho tiempo en la frontera de Pueblo Seco, en el mismo Paralelo y conozco perfectamente sus realidades eclesiales. Evidentemente, el sacerdote Toni Nello (doctor en teología moral por la Gregoriana y profesor de la Blanquerna, en la cátedra Ramón Llull, que dirige el Doctor Salvador Pié Ninot) no vive en el barrio, ni ha vivido nunca ni piensa vivir. Así lo reconoce, al inicio de su texto. Sin embargo, por el hecho de acercarse cada domingo, celebrar una misa y departir con algunos de los feligreses, considera que lo conoce suficientemente y se lanza a arengar a las masas con un "Visca Poble Sec".

El artículo del doctor Nello representa un cuadro idílico de un barrio mestizo, en el que se cruzan razas, creencias y culturas. Con ese panorama bucólico soslaya el profesor que el distrito se ha convertido en un terrible guetto, absolutamente marginal, diezmado por las drogas y la delincuencia. Obvia el gran número de personas, en especial matrimonios jóvenes y de mediana edad, que han huido de sus calles, en los últimos años, en búsqueda de un hogar algo más tranquilo. Ignora que en sus hacinados y envejecidos bloques solo han quedado aquellas personas de mayor edad, a las que resulta imposible acceder a una nueva vivienda, por las razones que sean. Desconoce que el distrito se ha convertido en una mezcolanza de geriátrico y lúmpen. Se cree el profesor que por acudir un domingo cada semana conoce el barrio. ¡Vana ilusión!.

El ejemplo del cura Nello es muy típico del progre-pijismo que, una vez cruza la Diagonal , descubre el paraíso del buen salvaje rousseauniano. Pero jamás se irán a vivir a la calle Blai o a la Calle Piquer. ¡Que pregunten allí como se encuentran los que son del barrio de toda la vida y todavía no han marchado!

Aunque todavía es más alucinante el ideal paradisíaco que representa el doctor Nello de las parroquias del barrio. Nos habla de las virtudes de una catequesis única. ¿Catequesis única? ¡Si no hay catequistas! ¡Ni niños! Las últimas confirmaciones en la parroquia de Lourdes (¡hace dos años!) se impartieron a tres jóvenes. Compárese con los 28 de San Juan María Vianney, de las que hablé en mi artículo de 29/6/2010. O de las 20 de la parroquia de San Juan Bautista del barrio de El Fondo de Santa Coloma de Gramenet que relaté en mi artículo de 13/4/2010. Barrio, por cierto, tan similar al de Poble Sec, como supongo que pudo leer Nello en las páginas centrales de este domingo en La Vanguardia (sé que la compra) en el extraordinario reportaje de Luis Benvenuti, titulado "El entorno Biutiful".

Nello, Llisterri, Romeu… Dios los cría…

La realidad es absolutamente contraria a como nos la explica el profesor de Blanquerna. Ignoro si conoció a Mossèn Comín, pero hasta hace diez años (no hablamos de los tiempos del Congreso Eucarístico) el barrio vibraba con la procesión de la virgen de Lourdes, que eliminó su amigo Joan Cabot. Después han asimilado la parroquia de Sant Salvador d’Horta (la iglesia de los barraquistas de Montjuich) de la que era rector Mossèn Foraster, nada menos que desde el año 1964 y que se resistía abandonar hasta que la enfermedad pudo con él. Se resistía, evidentemente, por temor a lo que venía después. Pobre mossèn Foraster, al que despidieron con una misa, publicitada como "Comiat d’en Francesc Foraster". Le habían quitado hasta el apelativo de mossèn. Y es que en el territorio progre de Poble Sec no hay mossens. Solo en Joan, en Toni, en Jordi o en Josep. Y pensar que Cabot se sacó de encima al bueno del padre Basilio García Junquera, porque había demasiados curas. Para que luego viniera el doctor Yglesias o el doctor en teología moral (¡moral!) Toni Nello. Que contemple el deplorable estado de Santa Madrona. Templo que abre uno de cada dos días laborables. O las paredes desvencijadas y corroídas por la humedad de la iglesia de Lourdes. Eso que Mossèn Comín dejó quince millones de pesetas en sus arcas, preparadas para restaurar el templo.

Pero la realidad (aunque no se atreva a decirlo claramente) de la que saca pecho Toni Nello es que aquel barrio se ha convertido en un falansterio progre, en el que no hay mossens, ni confesores, ni procesiones. Si la última fiesta de Lourdes se publicitó de manera vergonzosa, cuatro días antes del 11 de febrero y la mayor parte de actos eran en la Hospitalidad. Ese es el verdadero motivo de gozo de Toni Nello, porque el doctor en teología moral (los años que tardó en sacarse el doctorado en Roma) no se corresponde con sus melifluos escritos en Catalunya Religió, sino con estas perlas que les enlazo de sus intervenciones académicas, de las que nos puede dar fe cualquiera que haya acudido a sus clases. Incluso a sus misas. Este es el verdadero personaje. Quien lo conoce puede dar fe.

Oriolt