InfoCatólica / Espada de doble filo / Categoría: General

10.05.23

Nueva novela: Yo fui secretario de León XIV

Últimamente, me encuentro cada dos por tres con las mismas preguntas de los lectores: ¿y si las cosas siguieran igual de mal en la Iglesia en lugar de arreglarse? ¿Y si se pusieran aún peor? Son preguntas más que comprensibles en estos tiempos de crisis eclesial, sobre todo cuando uno va viendo que pasan los años y no parece que se vislumbre una solución en el horizonte.

Esas preguntas me preocupan tanto como a los lectores, así que he escrito una novela para hablar de ellas: Yo fui secretario de León XIV. Memorias de un futuro próximo.

En un futuro más o menos cercano, a cuatro o cinco desastrosos pontificados del presente, la Iglesia no solo no ha mejorado sino que ha ido cayendo más y más bajo, hasta el punto de que humanamente está agonizante, el Vaticano se encuentra en bancarrota y el papado está completamente desprestigiado. Claro que el mundo no está mucho mejor. El estancamiento del progreso, la desorientación moral y la crisis demográfica han hecho que Occidente pierda el liderazgo mundial y vegete en la irrelevancia, la desunión y el paganismo. Mientras tanto, en Oriente y África, tres grandes bloques guerrean entre sí de forma casi permanente.

Leer más... »

9.04.23

Las puertas del paraíso

La muerte y resurrección de Cristo han abierto lo que estaba cerrado. Las puertas del paraíso, custodiadas por un querubín con una espada de fuego para que ningún ser humano las traspasara desde el pecado de Adán, están ahora abiertas de par en par para los que siguen fielmente a su Señor.

¿Cómo no alegrarnos? Los barrotes se han quebrado, el cerrojo está roto y la prisión de la muerte ya no puede encerrarnos. Cristo ha resucitado, aleluya, aleluya. Verdaderamente ha resucitado, aleluya, aleluya.

Leer más... »

7.04.23

25.03.23

Poemas a la Anunciación

La Anunciación es uno de esos misterios colosales de los que se puede decir poco y uno siente que lo más apropiado es el silencio, la contemplación y la adoración. Donde la prosa no alcanza, sin embargo, quizá la poesía pueda balbucir unos versos que agraden a nuestra Señora en este día (tratándose de nosotros, sus hijos torpes, se contenta con poco, como buena Madre).

Traigo al blog dos poemas. Uno breve y delicado, como un suspiro de nostalgia hecho letra, escrito por un conocido comentarista del blog, el capitán Haddock. El segundo, más modesto, lo escribí yo en recuerdo del día dichoso en que visité la basílica de la Anunciación en Nazaret.

Animo a los lectores a que, en honor de Santa María y de la Encarnación de nuestro Señor, escriban otros poemas sobre la Anunciación en los comentarios, ya sean de cosecha propia o ajena.

Leer más... »

5.12.22

Pidamos el rocío de lo alto

Pocas cosas hay mejores para orar que los textos litúrgicos. Con ellos, podemos rezar con la oración de toda la Iglesia y desde su propio corazón. De algún modo, la oración se nos hace más fácil, porque vamos a favor de la inmensa corriente de súplicas de toda la Iglesia y porque todo lo que oímos esos días en la liturgia resuena con el mismo espíritu, haciendo patente que nuestra oración es parte de una música más amplia que se eleva hacia Dios.

En ese sentido, me permito proponer a los lectores que, cuando tengan tiempo, recen un rato en este tiempo de Adviento con el himno Rorate coeli, repitiéndolo despacio y saboreando cada palabra. Es un texto maravilloso, que va desgranando las súplicas del Profeta y, con él, las de todo el pueblo de Israel y de la Iglesia a lo largo de los milenios.  Al rezarlo, se hace evidente que no rezamos solos, sino que lo hacemos con nuestros padres, los padres de nuestros padres y una larga cadena de voces que clamaban a Dios que enviara al Justo como el rocío que cae del cielo, que no recordase nuestras culpas y que mirase la aflicción de su pueblo.

Leer más... »