InfoCatólica / Espada de doble filo / Categoría: General

13.05.15

Lo confieso, leo a mis hijos cada noche

Por fin me decido a dejar a un lado la vergüenza, salir del armario y decirlo públicamente: cada noche, leo a mis hijos algún libro durante un buen rato. Ya está, lo he dicho. Después de rezar con ellos y antes de que se duerman, pasamos un rato muy agradable adentrándonos, por ejemplo, por las páginas de El Hobbit, Harry Potter, Chitty-Chitty-Bang-Bang, la historia de sus santos respectivos o las numerosas y soporíferas entregas de la serie Torres de Malory (a petición de las niñas, claro).

Mal que le pese a Adam Swift y Harry Brighthouse, tengo intención de seguir haciéndolo y no me siento culpable en absoluto por ello.

Leer más... »

5.04.15

Noche de milagros y de gloria

Valga este tercer soneto como felicitación de esta Pascua de Resurrección para todos los lectores.

¡Cristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado!

El mundo ha cambiado para siempre, ya nada es igual. El Señor ha vencido y nosotros hemos vencido en Él. Como signo de esa victoria de su Esposo, la Iglesia se viste de luz resucitada en la Vigilia Pascual, como una novia que se adorna con sus joyas, adornada con oro de Ofir, rebosante de alegría y de belleza. ¡Y nosotros, aunque parezca mentira, estamos invitados a la boda!

Leer más... »

2.04.15

El beso de Judas

Retomo la costumbre de los versos en Semana Santa, pensando que a nadie le viene mal un pequeño sacrificio antes de que llegue la Pascua de resurrección.

Así pues, ofrezco a la caritativa paciencia de los lectores un sonetillo sobre aquel beso terrible, que quizá dolió más a Nuestro Señor que todo lo demás que sucedió en su Pasión.

Leer más... »

23.03.15

Mi santo favorito

[Con ocasión de la memoria litúrgica de San Dimas, recupero este post de hace siete años]

El otro día, nos preguntaban en el magnífico blog los Sarmientos de la Vid sobre nuestro santo favorito. No tuve que pensarlo ni un segundo: mi santo favorito siempre ha sido el Buen Ladrón, San Dimas. Me gusta especialmente este santo, porque después de haber sido toda su vida un ladrón y probablemente un asesino (literalmente un “malhechor", dice el Evangelio, alguien que ha hecho el mal), bastó que se volviera hacia Cristo en el último momento de su vida, al borde de la muerte, en el patíbulo, para que recibiera el perdón y la misericordia de Dios. Más aún, bastó para que el mismo Cristo le prometiera ir al Paraíso con él, para entrar en el número de los santos y para que hoy, nosotros, podamos tenerle como ejemplo. Un santo como San Dimas es, para mí, un signo claro de que Dios me quiere gratuitamente, de que no tengo que ganarme el amor de Dios, sino que ya como pecador Dios me ha elegido para salvarme y para ser su hijo. Dios es el único que me quiere gratis, sin exigir nada a cambio, regalándome su gracia para que pueda dar frutos de vida eterna. Así quiso a Dimas, porque ¿qué podía esperar de un ladrón crucificado? Quizás el Señor estaba pensando en él y en mí cuando dijo: No he venido a salvar a los justos, sino a los pecadores.

Leer más... »

30.01.15

Inclinación antes de comulgar

Hace poco, un lector me preguntó si la Iglesia recomendaba hacer una inclinación antes de comulgar, porque un sacerdote le había asegurado que no era así. Es triste pero muchos sacerdotes, aunque sean buenos sacerdotes, no conocen bien el Misal ni las disposiciones de la Iglesia sobre la liturgia. Están sobrecargados de trabajo y parece que siempre hay cosas más urgentes que hacer.

Como el tema es interesante, porque estamos muy necesitados de incrementar nuestro respeto y espíritu de adoración ante Cristo presente sacramentalmente entre nosotros, reproduzco en el blog mis conclusiones sobre el tema de la inclinación previa a la comunión.

Leer más... »