Año del Señor de 2019
Poco a poco hemos ido perdiendo muchas cosas sin darnos cuenta. Una a una, quizá parezca que no tenían importancia, pero lo cierto es que, en conjunto, ayudaban a vivir cristianamente y su ausencia dificulta la vida según la fe.
Estos días, por ejemplo, escuchamos (y decimos) por todas partes “feliz año nuevo”, “feliz año 2019”. Antiguamente, sin embargo, nunca se habría hablado del año 2019. Se habría dicho “año del Señor de 2019”, anno Domini, año del Nacimiento del Señor o algo similar.
¿Un simple detalle? Puede ser, pero era un detalle que volvía el tiempo de cara a Dios, que nos recordaba que los años, los siglos y los milenios no pasan porque sí, de forma impersonal y sin rumbo, sino que la historia del hombre y del universo tiene un principio, un final y, sobre todo, un centro: un niño pequeño nació pobremente en un pueblecillo desconocido, Dios se hizo carne, y ya nada será nunca igual.
Hablar del año del Señor no solo hacía referencia matemática a los años transcurridos desde el nacimiento de Jesús. También era una profesión de fe en que cada uno de esos años era del Señor, era propiedad de Cristo y estaba en sus manos. Cristo es el Señor de la Historia y nada pasa sin que Él lo permita de modo que forme parte de su designio de amor para nosotros.
Es decir, justo lo que necesitamos recordar, porque, al empezar el año, cada uno estará en una situación distinta. Sin duda muchos se encontrarán agobiados por la crisis que sufre la Iglesia, que ciertamente es muy grave; algunos tendrán problemas, miedos o sufrimientos personales y otros distintas esperanzas puestas en el año que nace. No sabemos qué sucederá durante los próximos doce meses: alegrías grandes y pequeñas o sufrimientos también grandes y pequeños, comedias o tragedias… En 2019 nacerán niños, se celebrarán matrimonios y, casi con toda seguridad, algunos de los lectores del blog o quizá el propio bloguero mueran este año.
Lo que sabemos de cierto es que, ocurra lo que ocurra, el año es del Señor y está en sus manos, no en las nuestras. ¿Vienen alegrías, comedias, triunfos, nacimientos y celebraciones? Bendito sea el Señor. ¿Vienen lágrimas, tragedias, fracasos, muertes y duelos? Bendito sea el Señor. En la vida y en la muerte, somos del Señor. Es su año: que Él haga lo que quiera con nosotros, porque sabemos que todo sucede para el bien de los que aman a Dios.
Para este año, que es de Cristo y no nuestro, sea nuestro lema el de la misma Madre de Dios, cuya fiesta celebramos: hágase en mí según tu palabra. O el de Santa Maravillas de Jesús: lo que Dios quiera, como Dios quiera, cuando Dios quiera. O el de San Ignacio: todo para mayor gloria de Dios. La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza sean de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
¡Feliz y santo año del Señor de 2019 a todos los lectores!
37 comentarios
El Enemigo prefiere que nos olvidemos del Señor y que intentemos luchar “con nuestras propias fuerzas” una vida que, cualquier reflexión sincera nos indica que nos supera en todos los aspectos.
Solo queda reconocer nuestra pequeñez y agradecer a Dios el tiempo que tenemos “para convertirnos y creer en el Evangelio”.
¡Feliz año del Señor 2019!
Oro Dominum ut valeas proximo anno MMXIX
" FELIZ AÑO DEL SEÑOR " : 2.019 .
¿Será una coincidencia? No lo creo, lo que me parece es que como ciervos que van a la Fuente estamos ya más que hartos de aguas turbias y, cada uno de nosotros, vuelve a la Verdad y con él van otros. Al dar las gracias a esa persona le he dicho que a través de él Jesús y su Santa Madre me han enviado la primera buena noticia del año.
Ahora tu salutación acrecienta en mi la sensación de esperanza.
¡FELIZ AÑO DEL SEÑOR DE 2019!
" Que el Señor te bendiga y te proteja, ilumine Su rostro sobre tí y te conceda su favor
El Señor te muestre Su rostro y te conceda la paz" (Números 6, 24-25)
¡Feliz y santo año del Señor de 2019!
Un magnífico acierto introducir al Señor de la historia y de la trascendencia siempre,señor de cielo y tierra.
Que para todos lleguen bendiciones y que la Sagrada Familia de Nazaret sea modelo permanente de nuestras familias.
Tal como ya nos exhortaba J. Navascués que nos reafirmemos el sentido de la Navidad con FELIZ Y SANTA NAVIDAD, DIOS HA NACIDO (en vez del hueco "felices fiestas"), me regocija poder decir también FELIZ AÑO DEL SEÑOR 2019 para toda la gran familia de Infocatólica.
Un abrazo a todos.
ilumine su rostro sobre ti
y te conceda su favor.
El Señor te muestre tu rostro
y te conceda la paz”.
-que es el jefe de este blog-
se hace saber a comadres
y compadres que aquí son:
Ha entrado dando empujones
nuestro dos mil diecinueve
que ocho mil y setecientas
y sesenta horas tiene.
Parece ser que es posible
mejorar la calidad
de cada una de ellas,
pues tienen tal natural
que podemos convertirlas
en horas de etrernidad.
Por ti mismo no podrías
lograrlo nunca jamás,
pero si sabes vivirla
con Gracia y gracia, verás
que cuando te toque ir
al barrio de los callados,
encontrarás que en el cielo
tu horario eternizado
allí te estará esperando
pues te lo tienen guardado.
Ahora hagamos cuentas
de lo que se puede hacer:
A poquico que a diario
te recites un rosario
y luego vayas a Misa,
ya tienes seiscientas horas
apuntadas allí arriba,
pues en la Misa se une
la Liturgia de la tierra
con la del cielo, y ocurre
que como esta es eterna...
a la de la tierra asume.
Más de dos mil novecientas
horas en sueño invertidas,
que al estar jalonadas
por las tres Avemarías
y ofrecimiento de obras
al despertar cada día,
seguramente que adquieren
algún toque de "eternía".
Dos mil horas de trabajo...
mira qué buena ocasión
para vivir santamente
como tu mismo Señor,
ayudándole a que vaya
el mundo un poco a mejor.
Con eso rondarás ya
cinco mil quinientas horas
de tiempo perieternal.
Y con que te comprometas
en algún voluntariado,
en la Adoración Perpetua,
y eches alguna mano
en la Parroquia, y acudas
a formarte un poco más,
mandas al cielo quinientas
horas del cupo anual.
Como además, sé muy bien
-y no necesito datos-
que estás hecho un perillán
repletico de pecados
que te debes acusar,
entre examen de conciencia,
guardar cola, confesar
y cumplir la penitencia,
treinta horas pasarás
en la Divina presencia
abiertas a lo eternal.
Tres mil horitas te quedan:
¡Ëchale creatividad!.
Es tiempo que te da Dios.
Es tiempo de Eternidad.
Si te ha gustado, espero
que reces por mí un poquico.
¿Que no te gustó?, no dudes
en echar un rezadico
por mí, para que me quede
calladico y callandico.
"El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz". Núm. 6, 24-26. (para todos nosotros, el mejor deseo). (gracias, Ana María, Martinhe y Pedro1).
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
Dulce Corazón de María, sed nuestra salvacion.
PD. Pido al Señor Jesús que todos los que somos lectores de InfoCatólica estemos aquí durante este año 2019 y durante muchos más y que ninguno de nosotros dejemos esta vida, aún tenemos mucho que crecer y santificarnos con la ayuda de este portal :)
Yo recuerdo de niño a la portera de mi casa diciendo "Vaya usted con Dios" a lo que se respondía "quede usted con Él" todo se simplificó luego en el "Adiós".
Soy profesor universitaio y saludo a mucha gente cada día dentro y fuera de la Universidad y es muy triste ver que ya casi todo el mundo dice "Hasta luego". Es cierto que no me atrevo mucho a decirlo pero más de una vez he contestado "Ah, ¿es que hemos quedado?"
Sobre todo aquí en España, FELIZ AÑO DEL SEÑOR 2019
Felicitaciones, InfioCatólica!
Hoy en el mercado, después de comprar, una persona me dijo, "feliz año nuevo", yo ya le había dicho "Feliz Navidad", porque aún estamos en estas fechas hasta la Santa Epifanía. Si alguien me dice, "feliz año 2019", A lo que suelo responder Feliz en Cristo Jesús, no son los números sino es Señor es quien nos da la verdadera felicidad.
Tampoco entro en batalla con aquellos que hacen mención de la fecha. Yo solo lees deseo una felicidad en Cristo Jesús.
Muchos que comienzan con ese "feliz año nuevo", terminan diciendo: "ha sido un mal año".
Cuando estamos con el Señor, vencemos las antiguas costumbres, nuestro hombre viejo siempre quiere estar ahí, dominándonos en todas las costumbres del mundo, pero dejándonos transformar por Cristo Jesús, sí, feliz año en Cristo Jesús, pero trabajar por la felicidad, porque el tentador siempre anda fastidiando a las almas que quieren ser felices. La oración y la confianza en la Santísima Madre de Dios, mantiene alejado al perturbador de los corazones.
Siempre a mayor gloria y alabanza a Dios que es bendito por los siglos de los siglos. Amén.
José Luis (OFS)
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