6.12.08

A Francisco y Ana

Acabo de celebrar una Eucaristía para dar gracias al Señor por los cincuenta años de matrimonio de Francisco y Ana. Han estado presentes sus hijos y sus nietos. Todos han participado como han podido.

Francisco y Ana se casaron cuando la ciudad pasaba de ser un pueblo grande para llegar a parecer a una capital de provincia. Vivieron largos años en el castizo barrio de la Magdalena, en el caso antiguo, donde nacieron sus tres hijos. Francisco ha trabajado siempre en las labores del campo. Es un gran conocedor de los olivos de bordean el caserio de la ciudad. Tambien es un conocedor de las viejas y desparecidas salinas de tierra interior, que explotaron los antepasados desde los romanos. Ana siempre ha estado en las misiones hogareñas, donde ha sabido hacer raíces cúbicas para sacar adelante la casa. En la cocina tradicional es una experta. De modo singular en la elaboración del alfajoz, un producto tipicamente navideño de origen morisco.

Con el paso del tiempo fueron situándose mejor: compraron una casa en un barriada más llana, fueron casando a los hijos, quienes fueron colocándose y trayendo cuatro nietos todos varones.

Todos han participado en la ceremonia. Es de resaltar la oración de los fieles elaborada leida por los nietos. Y la acción de gracias escrita y leida por la hija mayor.

En la celebración hemos rezado por esta familia feliz y contenta, sabiendo destacar cómo la fidelidad matrimonial, que hoy es un valor en baja, se puede mantener siempre que el amor sea el fuerte lazo que una a un hombre y una mujer en la vida matrimonial. La ayuda de Dios ha sido básica para que Francisco y Ana, estén hoy tan contentos y sigan dando gracias al Señor por todos los dones recibidos.

Ojalá el Señor conceda una larga vida a Francisco y Ana junto a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Es el mejor regalo que han podido recibir hasta hoy. Que el Señor se lo conceda.

Tomás de la Torre Lendínez

5.12.08

Nuevo lugar para confesar

Mientras en muchos templos se mantienen funcionando los lugares de confesión a tope. Mientras en otros son sustituidos por confesar cara a cara. Mientras en otros sitios se da la absolución colectiva de modo irregular. Surgen ahora los nuevos templos de la confesión.

He participado en la bendición y apertura de una sucursal bancaria. Han acudido los principales jefes de la corporación. Durante la copa posterior a la bendición, el director general me ha comentado cómo los nuevos lugares que las personas buscan para confesarse son las mesas de los funcionarios de la entidad bancaria.

Los clientes de esta “nueva confesión” son de una edad media alta, desde los cincuenta y tantos para arriba. Son igual hombres que mujeres, aunque abundan más los primeros. Se acercan a la mesa del funcionario a quien le preguntan cómo va el ritmo de seguridad de sus ahorros bancarios a plazo fijo, o en plan de pensiones. Cuentan sus preocupaciones de la economía doméstica. Plantean cómo sacar el tipo más alto de intereses a sus dineros. El funcionario escucha atento al cliente. Le muestra el estado de su cuenta. Sugiere alguna modificación, que es dialogada entre las dos personas. De paso, los problemas hogareños salen a relucir: el pago de los estudios de un hijo en la universidad; la separación matrimonial de una hija que se ha venido a vivir con los niños a la casa paterna; las situaciones depresivas de una esposa que lucha por llevar la economía casera con lo menos posible, reinventando recetas culinarias de la abuela de los años cuarenta cuando se padecía hambre en todas las casas….

El paciente funcionario solamente mira el reloj de la pantalla del ordenador que tiene delante. Nunca trata de acabar la “confesión", que suele prolongarse una media de treinta minutos por cliente.

La persona encargada de explicar la concesión de hipotecas inmobiliarias está ahora en un paro técnico. Los directivos le han formado para que informe sobre las subastas de gangas de apartamentos playeros, que es donde más se está notando la morosidad y la intervención de las propiedades hipotecadas.

Un sector social que no acude a confesarse en los nuevos templos de descargar las conciencias es el que no tiene dinero, el parado, el inmigrante, el desahuciado….

La crisis económica está preocupando a muchisima gente. La Iglesia sigue estando en el mismo sitio, sus puertas están abiertas, los sacerdotes estamos al servicio de los fieles, pero la gente prefiere las entidades bancarias, los nuevos lugares de confesión.

El director de la sucursal que he bendecido se ha ofrecido para lo que desee. Yo le he hecho la oferta de la confesión sacramental cuando él lo necesite.

Tomás de la Torre Lendínez

4.12.08

La familia estorba

La Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Pontificia de Salamanca, junto con la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de alumnos, la Unión Iberoaméricana de Asociaciones de Padres de Familia y Padres de alumnos, y Fundación Telefónica, a través del Centro EducaRed de Formación Avanzada, ofrecen el primer Master en Familia, Educación y Tic que se imparte en España, estructurado conforme a las directrices que actualmente se aplican en la Comunidad Europea.

Se trata de un título de postgrado, de carácter eminentemente práctico que se va a desarrollar hasta el próximo mes de junio. El programa ofrecerá a los cuarenta alumnos matriculados la posibilidad de adquirir las competencias necesarias para hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías en el ámbito familiar, en las asociaciones de padres, en la resolución de conflictos y en el liderazgo dentro de la formación de padres y madres.

Entretanto, el cardenal de Madrid, monseñor Rouco, convoca a las familias a la celebración de una Eucaristía, el dia 28 diciembre, en la plaza de Colón de la capital de España, con motivo de la Fiesta de la Sagrada Familia, donde se espera un buen número de personas madrileñas y de otros puntos de España.

Como, el cardenal no pide permiso a los de siempre para hacer lo que cree conveniente en favor de la familia, ya ha empezado el tan-tan de los de siempre: una concentración como la del año pasado, un encuentro nostálgico, una provocación al pensamiento único, un peligro para la democracia y la libertad…….y otras muchas más lindezas.

Parece que la familia solamente interesa al sector que la pisotea con leyes injustas, con imposiciones de mayorías, con viejas recetas laicistas, con abortos libres, con divorcios rápidos, con suicidios asistidos y con todo lo sea hundir el núcleo familiar.

La Iglesia, mientras, debe estar callada. Metida en sus tempos y sacristías. Pues no es así la Iglesia organiza el primer master dedicado a la familia. Y además convoca a las gentes de todo tipo y color a la celebración de una Misa para resaltar el papel de la familia cristiana, en el marco de la Fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret.

Si esto se hiciera en el interior de la catedral de la Almudena, a lo mejor, las voces en contra sería menos. Pero, como la Iglesia toma la calle, se asienta en la plaza de Colón, y allí, centro de otras misas celebradas por Juan Pablo II, va a celebrar una Misa por las familias y su futuro, entonces esto no gusta, esto es una demostración de fuerza que no debe hacerse, ya que “la fe es algo íntimo que no debe demostrarse por la calle".

Pues, se van a comer un florón, los medios de comunicación de siempre dirigidos por los de siempre. La Misa se celebrará y se concentrarán miles de españoles para rogar alto y claro por el futuro de la familia cristiana en una sociedad absolutamente en contra de la familia normal y corriente: padre, madre e hijos.

Además, se contará con la presencia del Papa Benedicto XVI, como el año pasado, a la hora del Ángelus, desde Roma, quien hablará a todos los presentes. Y esto es lo que hay. La libertad de los hijos de Dios nunca la arriconarán los de siempre.

Tomás de la Torre Lendínez

3.12.08

El Portapaz

Parece que se nos va a Roma el cardenal Cañizares a presidir la Congregación del Culto Divino y los Sacramentos. Toda la Liturgia de la Iglesia dependerá de sus manos. El antecesor en el mismo cargo, cardenal Arinze, ha afirmado que el Papa ha consultado con todos los obispos del mundo para ver que opinan sobre trasladar el rito de la paz antes del ofrecimiento del pan y del vino. La base evangélica de este cambio es clave: Cuando estes ante el altar, si te acuerdas que tienes algo contra tu hermano, deja la ofrenda allí, ve a ponerte en paz con él, y vuelves a presentar la ofrenda al Señor.

El rito de la paz, tal como hoy lo hacemos en la misa ante el pueblo, nacida de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, se ha convertido bastante en una aparente manera de realizar “un poco teatro". Me gusta observar a los celebrantes que solamente imparten la paz a los acólitos; o a los que bajan del altar para saludar a los primeros situados en la fila de bancos; y a los que se pasean por todo el templo repartiendo abrazos o saludos con la mano, cual estrellas deportivas.

En la Eucaristía de espaldas al pueblo, según las normas del Concilio de Trento y restaurado por el Papa Benedicto XVI, llamandose “rito extraordinario", la paz se impartía desde el celebrante, al diácono, al subdiácono, a los ministros menores y acólitos, con el beso del Portapaz, una pieza maestra del arte litúrgico, en plata o bronce, realizados por maestros de orfebrería. Tan importante era esta pieza litúrgica que se tomaba con un paño de hombros para llevarla a ser besada. Aquella y esta bella liturgia de la paz era más sobria, menos espectacular, más reposada.

¿Qué ocurrirá con la reforma que tiene pensada sobre el rito de la paz el Papa Benedicto XVI?. Ya lo veremos. Es casi seguro que será el cardenal don Antonio Cañizares quien tenga que coordinar desde su cargo romano toda la pedagogía que necesitarán los celebrantes y las comunidades para acoger el posible cambio, quitándole el “bullicio” que hasta hoy supone el rito de la paz tal como ha salido de la reforma del Vaticano II.

Ojala, el Papa, tan amigo de rescatar piezas de arte antiguas, proponga que vuelvan los Portapaz, simbolo de la paz de Cristo para todos los hermanos que comparten el sacramento de la Eucaristía, centro y cumbre de la vida cristiana.

Tomás de la Torre Lendínez

2.12.08

Andalucía, agria y dulce

Por las tierras andaluzas tenemos casi un millón de parados. Pero no pasa nada. La gente “confía” que los padres del régimen saquen todo bien “como siempre", para quedarnos donde siempre en la cola de Europa. Estos días ha comenzado la recogida de la aceituna. Han llegado millares de personas. Duermen en los albergues, que están llenos. Cáritas grita para que abran los polideportivos, pero la mayoría de los municipios se lo piensan, ya que pueden ensuciar sus excelentes instalaciones. Estas son las situaciones agrias de Andalucía ahora.

Sin embargo, para el puente festivo inmediato se anuncia la anual muestra de dulces navideños hechos por manos monjiles, que “endulzarán” las Navidades de todos los que puedan acercarse a adquirirlos. Con la venta de estos dulces se aliviarán un poco las estrechas y pobres economías de los conventos de clausura de esta Andalucía de ahora.

La artesanía conventual de confección de dulces se ha mecanizado en cuanto a contenidos y presentación. Producen lindezas exquisitas sin azúcar para que los diabéticos puedan comer estas glorias salidas de los hornos conventuales. La limpieza e higiene es total. La información de los ingredientes de los dulces aparecen reseñada, así como su fecha de caducidad.

Estas próximas Navidades serán las únicas que no podrán contar los comensales con un excelente postre, realizado durante cinco siglos en el monasterio, cuyo patio conventual acompaña como ilustración este artículo. Son las Yemas de Santa Úrsula, cuya fabricación tuvo su origen en dos religiosas procedentes de Cuzco, en Perú, que las llevaron al monasterio donde profesaron allá por la segunda mitad del siglo XVI. Desde entonces se han vendido en Santa Úrsula y se han realizado en este convento. El secreto de la fórmula de la confección se lo pasaban las monjas de generación en generación.

Ahora, desde mayo pasado, el monasterio permanece cerrado a cal y canto. El número de religiosas disminuyó por la muerte de varias en pocos meses. Y los superiores agustinos decidieron que se sumaran a la casa existente en Villafranca del Bierzo, donde allí están. ¿Harán allí, en pleno camino de Santiago, las Yemas de Santa Úrsula?. Lo desconocemos.

Pero por Andalucía se echará de menos en las mesas navideñas este postre dulce hecho con el esmero de tantas manos de religiosas consagradas al Señor en pobreza, castidad y obediencia. Fruto de este voto salieron de estas tierras, ¿para volver algún día de nuevo?. Lo desconocemos.

Mientras, esta es Andalucía: agria con parados y pobres a porrillo, y dulce con las glorias dulces hechas en el silencio de los claustros andaluces de ahora.

Tomás de la Torre Lendínez