José Antonio Sayés y su libro Comprender la Trinidad

Durante estos días estará a la venta en las librerías religiosas, el último libro de José Antonio Sayés Bermejo, titulado Comprender la Trinidad, editado por San Pablo.

Según he podido oír al propio autor en las tertulias de Lágrimas en la lluvia, donde es altamente apreciado, el libro pretende acercar al lector la inmensidad del Misterio de la Santísima Trinidad.

Este Misterio que llevó a San Agustín a pasear por la playa, meditando cómo sería explicable la hondura de tan importante revelación de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios y Tres Personas. En ese deambular el santo obispo de Hipona se encuentra un niño con una concha en la mano recogiendo agua de las olas discontinuas y vertiéndola en un hoyo labrado en la fina arena. El santo se detiene y pregunta al niño qué hace. Le responde con sencillez: Pretendo meter todo el mar en este hoyo. Agustín le dice que eso es imposible. El niño deja petrificado al santo: Más imposible es explicar el Misterio que tú estás pensando.

La ficha del anuncio del libro de José Antonio Sayés, dice lo siguiente:

“José Antonio Sayés, profesor de Teología Fundamental en la Facultad de Teología de Burgos, acaba de publicar Comprender la Trinidad, un libro que quiere ser un acercamiento al misterio de la Santísima Trinidad que permita a los seglares, y también a los religiosos y a los sacerdotes, acceder al misterio cristiano por excelencia y quizá el más impenetrable de todos.

Tras hacer un breve repaso de la visión que se da de la Trinidad en las Escrituras, en la Tradición y en la Teología, el autor se apoya en la Encarnación y en los conceptos de persona y naturaleza para ofrecer una comprensión más clara y pedagógica de este misterio. Se centra después en el Espíritu Santo, que no es solo la consecuencia del amor del Padre y del Hijo, sino que tiene también un papel activo en el seno de la Trinidad. Por último, analiza el concepto de la gracia, que considera unido al de la Trinidad, ya que no es algo que Dios da, sino Dios mismo que se nos da, presencia de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo en el hombre.”

He leído varias obras del profesor Sayés, a quien considero un hombre equilibrado en su método de trabajo y de investigación teológica. Se siente un eslabón de la cadena de la sana y Sagrada Teología, con una fidelidad al Magisterio de la Iglesia a prueba de bomba.

Me encanta su espíritu combativo por la Verdad, que no es suya, sino de la Iglesia Católica, depositaria de la Revelación Divina, quien Cristo, Camino, Verdad y Vida, encomendó, que a la luz del Abogado, el Espíritu Santo, ahondara sobre la totalidad de la Revelación, siempre bajo la interpretación fiel del Magisterio de la Iglesia del Señor.

Deseo que la obra del profesor Sayés tenga un gran éxito de ventas para que sus numerosos lectores nos acerquemos a Comprender la Trinidad, desde la lección de humildad que San Agustín recibió del Niño de la playa.

Para el Año de la Fe esta obra debe ser una buena herramienta de trabajo intelectual y pastoral para todos los que nos dedicamos desde la docencia, el pensamiento, el ambón, o los medios de comunicación a dar a conocer la doctrina de la Iglesia del Señor.

Para saber más hagan clic aquí.

Tomás de la Torre Lendínez

13 comentarios

  
Caminant
Será un libro a tener en cuanta,don Tomás.Creo que el P.Sayés es un peso firme de la Teología.A ver si me lo puedo "regalar"...
Un abrazo.
17/01/13 9:32 AM
  
rastri
Y así como el niño de la playa no podía meter en su hoyito todo el grande y ancho mar.

-Así Agusín, como limitado hijo de Dios, vio que él no podía embargar, medir y definir, la infinita inmensidad de Dios.

17/01/13 9:03 PM
  
Pepito
Ciertamente, la Gracia no es "algo" que Dios nos da, es decir, una entidad sobrenatural creada, como pensaba Santo Tomás, sino que es el mismo Dios que se nos da.

Me alegro de que este eminente teólogo J. A. Sayés se atreva a superar la concepción tomasiana "cosista" de la Gracia y defienda la concepción de Pedro Lombardo y otros teólogos que consideran que la Gracia es el mismo Espíritu de Dios, como por otra parte define el actual Catecismo, en el cual la Gracia es principalmente el Espíritu de Dios.

Poco a poco se van corrigiendo así algunas posiciones tomistas que, pese a la gran autoridad del Angélico, no por ello están exentas de error aunque sea de buena fe.
17/01/13 11:09 PM
  
gambino
Sobre Sayés y las cosas que dice... podéis verlo por vosotros mismos, dice cosas que no están muy de acuerdo con la "ortodoxia" católica.

Para muestra un botón:

Por ejemplo, cree que el Pentateuco no lo escribió Moisés, sino que cree en la hipótesis documentaria:

http://books.google.es/books?id=UZUwf86cMFkC&lpg=PA380&ots=PqcYF02tgs&dq=jose%20antonio%20say%C3%A9s%20sacerdotal%20g%C3%A9nesis&hl=es&pg=PA16#v=onepage&q&f=false

página 16:
Habla del "relato sacerdotal (P) que proviene del siglo VI aC" ... "el relato yahvista (J) que es anterior (siglo X aC)"
17/01/13 11:18 PM
  
gambino
Aquí tenéis otra muestra, en el programa de Lágrimas en la lluvia:

http://los-fallos-de-darwin.blogspot.com.es/2012/01/estupendo-debate-en-intereconomia.html

¡¡¡Dice que el monogenismo no aparece en el catecismo!!! ¿¿Cómo se concilia entonces el pecado original, Adán y Eva?????

Lo podéis escuchar vosotros mismos. Aquí copio y pego la transcripción:

1:15:20 (20:15)

SAYÉS:

Muy brevemente, es que ha salido ahí la cuestión del monogenismo o poligenismo (la provinencia del género humano de una sola pareja o de varias) la Humani Generis dijo "no se ve cómo se puede conciliar el poligenismo con la fe católica". Dijo que no se ve cómo se puede conciliar, pero no dijo "se ve que no se puede conciliar". Es decir, no dejó zanjada la cuestión, sino que abrió la posibilidad de que algún día se comprendiera. Y resulta que el monogenismo no aparece para nada en el catecismo. Ni una sola vez.

GAMBRA:

En el actual

SAYÉS:

Me vas a dejar en el catecismo. Yo estuve metido ahí en ese asunto, se discutió muchísimo y claro, parece que el monogenismo para mucha gente soluciona todo. Habríamos recibido de una primitiva pareja el pecado original, pero yo no he podido recibir el pecado original de mis padres que me engendraron porque no lo tenían, estaban bautizados. Por lo tanto el monogenismo no soluciona el problema. Y se comprendió que el pecado original que existe y que sigue creyendo la Iglesia, es algo que trasciende el tema del monogenismo-poligenismo. Y por eso el catecismo ya se ha desprendido definitivamente del tema del monogenismo. Nada más.
17/01/13 11:21 PM
  
Felipe de España
No dudo de la buena fe del padre Sayés, pero por desgracia cae en errores de bulto en cuestiones filosóficas principalmente; y todos sabemos que una mala fundamentación filosófica conlleva graves consecuencias teológicas. No me estoy refiriendo concretamente a su obra sobre la Trinidad porque no la he leído sino a otras. Niega por ejemplo la realidad de la potencia como co-principio constitutivo de los entes (Cfr. Cristianismo y Filosofía, págs. 73-74). No entiende que el no ser acto no significa necesariamente no ser nada. En este sentido incurre en el mismo error que Descartes que concebía la potencia como pura negación del acto. Se acerca de algún modo a la doctrina suareciana que distingue con distinción de razón, no real, la división del ente finito en acto y potencia. Consecuencia lógica pues, su oposición a la teoría hilemórfica como explicación de la multiformidad y composición ontológica de todas las cosas creadas. Cfr. Idem. pág. 135: "No vemos que haya que admitir en los cambios corporales dos coprincipios metafísicos (forma y materia prima). Todo cambio físico (incluso esencial) se explica por causas de tipo físico. [...] No es preciso ser hilemorfista para ser realista." Este inmanentismo filosófico conduce a consecuencias funestas tanto para la metafísica como para la teologia.

En otro lugar de la misma obra dice (pág. 335): "Estamos de acuerdo con Zubiri en que hay vías de santo Tomás que parten de una interpretación discutible (la del movimiento), pero la existencia de un orden objetivo es un hecho, y es también un hecho probado la contingencia...". No es de extrañar entonces la reducción por su parte de las pruebas de la existencia de Dios a tres, no aceptando alguna de las vías tomistas por discutibles. Es obvio que si algunas vías le parecen poco acertadas es porque o no las comprende bien o no encajan con su particular y equivocado modo de filosofar.

El P. Sayés debería estudiar la 24 tesís tomistas aprobadas y recomendadas por varios papas como doctrina segura y fiel al pensamiento de santo Tomás en lo que concierne a los principios metafísicos más fundamentales. La primera y quizá más importante reza así: "La potencia y el acto dividen el ente de tal manera que todo lo que es, o bien es acto puro o bien compuesto necesariamente de potencia y acto como principios primeros e intrínsecos." Si se niegan o tergiversan los principios filosóficos más elementales ello redundará inevitablemente en una elaboración teológica deficiente y pobre.

En pocas palabras, las obras de este autor hay que leerlas con bastante precaución.
17/01/13 11:36 PM
  
David
Buenas tardes padre.

Hay una duda que me entra, y no sólo sería con el p. Sayés, sino con todo católico que se dejara editar un libro por San Pablo.

Y es que no hace mucho estuve haciendo un pequeño estudio sobre las obras heterodoxas que vende dicha librería, y son muchas. ¿No deberíamos los católicos hacer una especie de boicot para que dejaran de vender esos libros que contienen veneno y dejen así de confundir a tantos fieles?

Dios le bendiga.
18/01/13 9:36 AM
  
Catholicus
Habría que hacer boicot a San Pablo, sí, por engañar al público y dar libros de herejes.

Pepito,
A quien los papas recomiendan sin pausa a seguir y estudiar es a Sto. Tomás. Es el Patrón de los estudiantes de seminarios. Nadie como Santo Tomás. Cosa distinta es que por ser tan superior mucho moderno quiera desbancarlo porque si no se quedan sin nada "novedoso" que decir. Cuestión de vanidad.

La moda esa de alertar sobre el supuesto peligro de "cosificar" la gracia y al mismo tiempo afirmar que no es participación divina creada sino el mismo Espíritu Santo es pueril. Obviamente el problema se traslada a cosificar al mismo Espíritu. Son tonterías y modas de los teólogos modernos ávidos de despuntar y traer otra "novedad".

Y el Catecismo jamás dice la tontería de que la Gracia sea el mismo Espíritu Santo. Porque la infunde el Espíritu y obviamente ya son cosas distintas.

La gracia santificante es creada y verdadera participación divina. Es la mejor y más aceptada definición.
18/01/13 12:42 PM
  
Catholicus
El monogenismo es depósito de la fe. Está tan claro en el Catecismo y en tantos cánones que no sé de donde sale que se ponga en duda.

Para colmo, la ciencia actual apoya esa misma idea. Todos de una misma pareja/familia. Es lo mayoritario hoy en día.

Fueron los díscolos holandeses los que quisieron llenar de herejías el Catecismo pero el Papa no tragó. Por eso hicieron su desviado catecismo propio lleno de herejías y novedades.

"Por lo tanto, por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron". (Rm 5,12).
"Si alguien no confiesa que Adán, el primer hombre, al transgedir el mandato de Dios en el paraíso, perdió la santidad y la justicia... sea anatema" (Denz. 1511)
"Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor, Cristo, el nuevo Adán..." (GS 22)

Yo insistiré hasta la extenuación que hay que estudiar las fuentes del Magisterio primero, porque los "teólogos" actuales, hasta los que quieren ser ortodoxos, están contaminados.

Estudiar y acudid a los grandes Doctores, que además de mejor teólogos eran santos.

No hay mejor garantía. ¿Para que perder el tiempo con los "actuales" que no son ni Santos ni Doctores?
18/01/13 1:02 PM
  
Catholicus
Pio XII HG :

"Los fieles no pueden abrazar una doctrina que afirma o bien que después de Adán han existido sobre la tierra verdaderos hombres que no descienden de él como primer padre de todos por generación natural, o que con el nombre de Adán se significa un conjunto de padres originarios La verdad es que no se ve como pueda conciliarse esta doctrina con lo que proponen las fuentes de la verdad revelada y las enseñanzas del magisterio de la Iglesia sobre el pecado original, que de un pecado verdaderamente personal cometido por un sólo Adán y qué, transmitido a todos los hombres por generación, se da en ellos como propio de cada uno". (Humanae Generis 30)

Dice claramente :"Los fieles no pueden abrazar"

Y claramente el problema no es solo el pecado original, sino la generación humana misma. El primer párrafo es clarito. El Papa habla de eso para ligarlo al pecado original. No se puede destrozar una verdad enunciada sin ni siquiera aportar una solución mejor con una mínima base en la escritura, y no meros "problemas".

El monogenismo es de fe o próximo de fe. Sayés cae en cercana herejía si sostiene o pone en duda eso sumando esas consideraciones sobre el pecado original que parecen negar la trasmisión del mismo por parte de bautizados. Y hay más cánones que apuntan a lo mismo desde hace muchos siglos.

Se repite constantemente en la Biblia que descendemos de UN UNICO Adán. Nuevo Testamento. Para destrozar eso se requiere algo claramente superior en su formulación.

Estoy cansado de elucubraciones de los teólogos modernos.


«Adán y Eva cometen un pecado personal, pero este pecado [...] será transmitido por propagación a toda la humanidad, es decir, por la transmisión de una naturaleza humana privada de la santidad y de la justicia originales. Por eso, el pecado original es llamado “pecado” de manera análoga: es un pecado “contraído”, “no cometido”, un estado y no un acto» (Catecismo, 404).
18/01/13 1:47 PM
  
gambino
Gracias Catholicus.

18/01/13 7:07 PM
  
Felipe de España
En mi opinión, creo que el problema principal de Sayés y el de tantos otros teólogos es que el "intellectus" fidei se les ha subido mucho a la cabeza. Quieren descubrir lo que nadie ha indagado todavía, corregir al mismo santo Tomás de Aquino, interpretar (en mayor o menor medida) creativamente el dogma o las verdades de fe para aparecer ante el mundo como ilustres y sapientísimos teólogos. Por ejemplo, en la contraportada de uno de sus libros, "Esencia del cristianismo. Diálogo con K. Rahner y H.V. Balthasar" se puede leer lo siguiente:

"José Antonio Sayés Bermejo (Navarra, 1944) Sacerdote, doctor en teología por la Universidad Gregoriana y profesor de Teología fundamental en la Facultad de Teología del Norte de España (Burgos).

Ha escrito más de cuarenta obras de teología y filosofía y es uno de los teólogos vivos más importantes de la Iglesia Católica. Ha destacado por sus prolíferas conferencias, su publicación de libros de manera casi anual y por sus artículos incisivos de defensa de la fe verdadera."

El resumen de la obra y pequeña biografía que podemos ver en el reverso de los libros suelen estar escritos por el autor de la misma.

No nos engañemos, la tentación y/o el pecado de la vanidad también está muy presente en los teólogos, incluso en los buenos teólogos.
18/01/13 11:46 PM
  
Felipe de España
Por otra parte y sin querer entrar en debate sobre el asunto, claro que el "monogenismo" no aparece en el catecismo, ni en el actual ni en los anteriores. Incluso me atrevería a decir que no lo vamos a encontrar en ningún documento eclesial en dos mil años de Magisterio. Me refiero obviamente al término, no a su significación. Para cualquiera que se haya informado un poco es evidente que la Iglesia ha enseñado siempre la doctrina del pecado original en clave monogenista. De hecho tan es así que es absolutamente imposible interpretarlo de otro modo por muchas vueltas que se le quieran dar. Curiosamente en el Concilio Vaticano I uno de los canones que quedó sin aprobar debido a su interrupción prematura afirmaba lo siguiente: "Si alguno negara que todo el género humano se origina de un único progenitor, Adán, sea anatema". A pesar de no contar con autoridad dogmática, sí nos muestra el sentir común de los padres conciliares respecto a esa doctrina. Dado que el pecado original y la Redención son los dos pilares principales sobre los que se fundamenta la fe católica, la posición del monogenismo no puede ser una cuestión opinable, sino algo tan íntimamente ligado a estas dos verdades de fe que el negarlo conduciría a una tergiversación del auténtico sentido del depósito revelado. Por ello es que se lo considera en teología un hecho dogmático, es decir, una verdad histórica que nunca fue definida formalmente por el Magisterio de la Iglesia pero que no puede ser rechazada sin caer en peligro próximo de herejía.

El problema es que el padre Sayés lo que señala es que la "doctrina" monogenista no está en el catecismo. Esto es pura ceguera o mala voluntad. Si vamos al Catecismo de la Iglesia número 390 leemos lo siguiente:

"La Revelación nos da la certeza de fe de que toda la historia humana está marcada por el pecado original libremente cometido por nuestros primeros padres (cf. Concilio de Trento: DS 1513; Pío XII, enc. Humani generis: ibíd, 3897; Pablo VI, discurso 11 de julio de 1966)."

Si consultamos las citas que nos presenta observamos que los textos son precisamente condenas a la posición poligenista y/o reafirmación del monogenismo:

«Es evidente que os parecerán inconciliables con la doctrina católica genuina las explicaciones que del pecado original dan algunos autores modernos, los cuales, partiendo del presupuesto, que no ha sido demostrado, del poligenismo, niegan más o menos claramente, que el pecado, de donde se ha derivado tan gran lluvia de males para la humanidad, fuera la desobediencia de Adán "primer hombre" figura del futuro (Gaudium et Spes n. 22; Cf. también n.13) cometida al comienzo de la historia. Por consiguiente, estas explicaciones no están de acuerdo con la enseñanza de la Sagrada Escritura, de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia, según la cual el pecado del primer hombre fue transmitido a todos sus descendientes, no por vía de imitación, sino de propagación, "reside en cada uno como propio", y es "muerte del alma", es decir, privación y no simple carencia de santidad y justicia, incluso en los niños apenas nacidos (Cf. Conc. Trid. ses. V can. 2-3)». (Discurso Pablo VI, 11 de julio de 1966).

Y es que basta con leer atentamente el Catecismo para darse cuenta de que en ningún momento prescinde de tal enseñanza sino que la enfatiza por activa y por pasiva:

Cat. Núm. 416 "Por su pecado, Adán, en cuanto primer hombre, perdió la santidad y la justicia originales que había recibido de Dios no solamente para él, sino para todos los humanos."
19/01/13 6:23 AM

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