La Iglesia no debe dar ruedas de prensa sin preguntas

En las relaciones entre los medios de comunicación y los partidos políticos ha nacido una novedad: las ruedas de prensa sin preguntas. Acuden los profesionales, reciben una nota que ha sido leída por el político de turno y a la calle. Este asunto tiene muy enfadados a los periodistas, ya que se ven utilizados de recaderos, más que de notarios de la actualidad.

Todo este problema se puede encontrar publicado pulsando aquí.

O, también, pinchando aquí.

Las redes sociales están jugando un papel de gran importancia en este asunto, que nadie sabe cómo terminará.

¿Piensan, ustedes, amigos lectores, si la Iglesia, algún obispo, un portavoz episcopal, hiciera una rueda de prensa sin preguntas?. ¿Dónde mandarían a la Iglesia Católica?.

Las acusaciones de miedo a la libertad y a la verdad informativa serian de tamaño descomunal. Pero como la mayoría de los grandes medios de comunicación tienen excesivos puntos en común con los partidos políticos, los profesionales solamente se desfogan en las redes sociales, pero no parten el nudo gordiano, porque saben que les va en ello su propio alimento.

Algún periodista, a titulo personal, en la radio y en la prensa escrita se ha quejado de este invento, tan inútil, también, en estos días electorales. De aquí no ha pasado la situación. Ni pasará.

En la Iglesia, por la propia experiencia personal, cuando se convoca una rueda de prensa acuden pocos trabajadores de los medios informativos que les gusta intercambiar puntos de vista con el obispo diocesano, por ejemplo. Si este obispo se apuntara a la moda de la rueda de prensa sin preguntas no iría absolutamente nadie.

Yo pienso que este rifirrafe pasará dentro de poco. Los políticos y los periodistas tienen intereses comunes de gran alcance, donde media la propia publicidad institucional o de empresas cercanas.

Desde aquí, llamo la atención a que ningún portavoz episcopal se apunte a esta manía de ruedas de prensa sin preguntas. El resultado sería lesivo para la propia Iglesia que desea comunicar su información al Pueblo de Dios y a todos los ciudadanos.

Tomás de la Torre Lendínez


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Lean, por favor:

Punto singular en las monjas de Iesu Communio


Blog del padre Tomás

http://hal2.blogcindario.com/2011/05/00084-punto-singular-en-las-monjas-de-iesu-communio.html

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3 comentarios

  
Daniel Tirapu
Las comparaciones , dicen, son odiosas. Pero una vez más, D. Tomás da usted en la diana. Quines son oscurantistas, opacos, poco trasparentes, dictatoriales??? Los que no admiten preguntas incómodas. Cristo y s u Iglesia están para responder a las preguntas de todo hombre y mujer y aunque duela, la Iglesia contesta. Demos razón de nuestra esperanza. Muy bueno
08/05/11 12:12 PM
  
Luis I. Amorós
Digo yo que quién convoca ruedas de prensa es el obispo tal o la conferencia episcopal pascual. "La Iglesia" es comunidad de amor y maestra de la Palabra de Dios. Conduce a los hombres a la vida eterna, y todo lo que tiene que decir está resumido en el Catecismo. No se dedica a dar "conferencias de prensa".
08/05/11 9:22 PM
  
exmilitante
Yo creo que esta es una cuestión de exceso, de omnipresencia de periodismo. Parece que falta el periodismo pero es un efecto de sobreabundancia. No hay que preocuparse, es un signo de lo que ha llegado a ser el periodismo. Su obligación es informarnos de todo lo que ocurra, y la mera presencia de periodistas, sea en una guerra lejana o en cualquiera asunto vecinal, nos asegura de que la cosa funciona bien. Tiene que haber periodistas hasta en la sopa para que estemos contentos de lo mucho que sabemos sin necesidad.

Voy a poner cuatro ejemplos explicados brevemente y un falso contraejemplo. Los casos que puedo mencionar de ruedas de prensa con periodistas presentes pero mudos son ceremonias de periodismo. Por supuesto se respeta y se asegura el ritual de la rueda de prensa como presentación de información porque hay periodistas. Por ejemplo lo hacen algunos entrenadores y futbolistas muy famosos; también el líder de la oposición reconfortante Mariano Rajoy que no quiere líos, sólo busca soluciones de futuro; algunos ministros socialistas de los más importantes y ciertos mascarones de los que organizan estos partidos terroristas que legaliza el Tribunal Constitucional. Forman un conjunto variado y muy bien relacionado con el periodismo. En ninguno de estos casos hay peligro para el periodismo ni para nadie. Lo que hay es una relación tan estrecha con el periodismo que no hace falta nada más, ni decirla.

El líder reconfortante Mariano Rajoy (la oposición que todos quisiéramos tener) y los ministros socialistas (el poder que sobrellevamos) llevan en su actuación pública una política de medios. La compenetración tan llamativa entre periodismo y política es una marca de nuestro periodismo postnixoniano y en España está exageradísma. Todos los políticos piensan en sus periodistas y ponen el dinero necesario en mantenerlos a pesar de que sea una ruina. El nacionalismo y, sobre todo, el socialismo han sido decisivos en la orientación del periodismo español, en concreto debemos al socialismo la creación de Televisión Española como medio de partido y el sostenimiento de Prisa durante unos treinta años, nada menos. Lo que los políticos van haciendo con cada televisón autonómica está a la vista de todos, toneladas de estupidez periodística pero de aquí, de la nuestra, a la medida.

Lo de los entrenadores y futbolistas es trivial. El odioso fútbol no sería nada de lo que es sin el periodismo, lo que pasa es que hay tantísima demanda de información que algunos superestrellas del fútbol se pueden dar este respiro pero lo interesante es que no fueran a las ruedas de prensa y que los periodistas se las apañen solos. A veces da la impresión de que en los contratos de los futbolistas hay una nota según la cual están obligados a salir en el periodismo cuando lo diga el periodismo además de meter sus estúpidos goles.

Lo del terrorismo es un fenómeno de los que se llaman sociales. Ahora no se ve tanto porque no hay atentados pero en otros tiempos la cosa era obvia: el terrorismo y el periodismo son fenómenos diarios y diurnos, no hay ocultamientos. El terrorismo escoge llevar su política por vías distintas a la guerra y tiene que hacerse social, su vía de acceso es el periodismo. En cuanto se produce el atentado, el terrorista se esconde y pone la televisión para ver el resultado: la sangre pasa a tinta continua. A un atentado bien cruel, sigue siempre el periodismo, es una extraña "rueda de prensa". Hay quien dirá que no hay causalidad y que una cosa, el crimen, no es causa de otra, el periodismo, o al revés. Pues vale, pero se siguen mutuamente y no se piensan por separado. Como es una cosa "social" habría que analizar un montón de factores para ver si son hechos estrictamente relacionados que van objetivamente un con otro pero, de salida, el periodismo pretende ser la compañía de cualquier cosa que pase y no es raro que terminen pasando cosas con la finalidad de hacerse periodismo. El terrorismo busca su acceso político por el periodismo mediante el abuso del crimen y no es raro que los políticos terroristas, por su costumbre, sigan convocando periodistas como ellos desean, son tipos importantes legalizados por el Tribunal Constitucional y tampoco, como los futbolistas o los actores de cine, van a renunciar a su efecto en el periodismo.

Y ahora va un contraejemplo de rueda de prensa. Es el exceso de periodismo visto del revés, cuando el periodismo obliga a una rueda de prensa porque le conviene. Ocurrió durante los años de la telebasura de Telecinco contra José María Aznar. Losantos los comentó a medias en su programa de la Cope. Entonces murió un cámara de televisión de Telecinco en la guerra de Irak donde no había tropas españolas que fueron después. Losantos dijo que esta era una consecuencia de la política del periodismo que forzaba a sus profesionales a buscar imágenes violentas para llenar los telediarios de cadáveres con los que acusar a Bush. Entonces el periodismo español se empeñó en cargarnos con el nombre de "Bush" a todas horas por aquí y por allí, todo era Bush. Uno de los catalanes de la telebasura, Sardá, salido de Televisión Española o de TV3 o de las dos, llamaba "hijo de puta" a Bush en su programa mirándonos a los ojos, y tenía mucha audiencia. Ahora con las guerras de Libia, Líbano, Afganistán, los periodistas se aburren y están menos interesados aunque hay soldados españoles.

El caso es que aquel profesional de la televisión hizo algo raro y un soldado americano le mató en plena guerra. Fue un accidente laboral y el responsable es la empresa de periodismo. Esta que cuento no fue la versión oficial del periodismo sino que la culpa de esta muerte fue de Aznar, ¿por qué? que se lo pregunten a Telecinco. El asunto del cámara muerto se aprovechó contra Aznar y ocurrió lo siguiente: los fotógrafos del Congreso de los diputados son unos privilegiados, para que el periodismo esté a gusto y pueda trabajar en condiciones les dejan corretear a su aire por todo el Congreso. Estos fotógrafos aprovecharon su posición en el Congreso para montar una protesta contra Aznar, se pusieron unas ropas de denuncia y le dieron la espalda a Aznar cuando iba a hacer un discurso en el Parlamento. ¿Qué otro grupo profesional puede llevar sus protestas laborales al Congreso de los Diputados y salir en la televisión en directo?. ¿Qué hizo la presidenta del Congreso? Nada. Lo normal es que les hubiera retirado la acreditación a todos los fotógrafos y durante unos días hubiésemos estado libres de sus inútiles y redundantes fotos de marras. Pero como son periodistas, los señores y señoras políticos y políticas del PP no se atrevieron a echarles del Congreso. Fue una rueda de prensa a la fuerza donde los periodistas hicieron lo que les dio la gana y no les pasó nada, nos clavaron su rollo anti-Aznar impunemente con el mayor impacto que pudieron.

Y para terminar, ¿quiénes están obligados que dejar preguntar a los periodistas?. Los que todavía no han llegado a la cumbre y aún necesitan que los periodistas les empujen y quieren ir de humildes y simpáticos cuando nos ofrecen información innecesaria pero quienes están más que unidos al periodismo, pueden permitirse una licencia periodística, un falso silencio y no se nota nada. No nos libramos del periodismo y estos grandísimos hipócritas de las ruedas de prensa testimoniales menos que nadie; de hecho ellos, los grandes, los importantes, sean políticos, futbolistas, terroristas, actores son muy responsables de que no paremos de tragar periodismo. Ellos necesitan al periodismo para ser lo que son.
10/05/11 5:10 PM

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