¿Federico condenado?. Y las lecciones éticas de Gabilondo

Según recoge el diario El País, Federico Jiménez Losantos ha sido condenado por el Tribunal Supremo acusado de ofender al periodista Martín Benitez. La noticia de la sentecia es confusa o es una mentira más del diario de Prisa.

Por otra parte, el periodista Gabilondo ha presentado un libro donde reparte gratis clases de ética periodistica, pero a la vez regala estopa a todos los profesionales que le hicieron sombra: Antonio Herrero, Luis del Olmo, Federico y Carlos Herrera.

La condena a Federico es excesivamente confusa. La he encontrado solamente en el diario de la mañana. ¿Es verdad?. No lo sé. Si algún lector tiene alguna aportación que hacer a esta situación se lo agradezco que lo deje escrito en algún comentario.

Quien desee leer todo este embrollo puede pulsar aquí.

Mientras, el señor Gabilondo, ahora situado en un paro obligado por el cierre del canal televisivo, donde estaba antes, ha escrito un libro donde propone una ética periodistica que parece no haber llevado nunca, y reparte gratis estopa a sus contricantes en los años de la radio. A todos los tiene grabados y calificados como gente que no tenía ideología sino “ansia de notoriedad”.

La noticia se puede leer pinchando aquí

Ayer por la mañana Federico le contestó, desde esRadio, a Gabilondo recordándole sus aportaciones a la teoría del 11 de marzo de 2004, y la tensión que se hacía necesaria en las elecciones de 2008 para ganar el actual inquilino del palacio de La Moncloa.

Creo que mundo de la comunicación y sus guerrillas particulares animan el cotarro periodistico español tan peligrosamente exarcerbado, siempre, en las visperas electorales como las que estamos viviendo en estos meses previos a la convocatoria de la urnas. Así sabremos separar la paja del grano y elegir libremente a quien queramos.

Tomás de la Torre Lendínez

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Lean, por favor: Los patinazos de los obispos

Blog del padre Tomás

http://hal2.blogcindario.com/2011/03/00032-los-patinazos-de-los-obispos.html
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1 comentario

  
exmilitante
El señor Gabilondo no está en el paro, es consejero de Prisa y si quisiera podría trabajar de colaborador en cualquiera de los medios que estén dispuestos a asumir su magisterio.

Sin embargo parece que el obispo Gabilondo ha dedicido pasar de la homilía a la categoría, o sea del periodismo corriente al dogma periodístico. Ese dogma se llama "prisaico". El paraíso prisaico fue un paraíso para periodistas creado dentro del polanquismo como gran justificación de todas sus marranadas. Lo prisaico es la máxima creación del periodismo español dentro de la clase de periodismo postnixoniano que es el periodismo dominante. Ese paraíso formal se las daba, y sigue, de pontífice del periodismo y ha imbuído a sus miembros del espíritu pontificante sobre lo que es o no es periodismo del bueno. El periodista Gabilondo va de pontífice del periodismo. Esta clase de pontífices sólo se dan dentro de lo que son o han sido prisaicos y hay variedad entre éllos. Es verdad que hay otros pontífices de periodismo, más rateros, como el gran Pedro J, que van aparte porque son prisaicos sin serlo. Si eres periodista en España, tienes que ser prisaico de alguna manera, pura o impura.

Hay que fijarse en que el pontífice Gabilondo se centra en el ser del periodismo, lo que es el periodista y su oficio y cómo gasta su mejor verborrea en decorar sus ilusiones de periodismo. Véase cómo aparta el periodismo del polanquismo o de cualquier formación dentro de la que se crea periodismo. Da igual si el periodismo trabaja para el Frente de Juventudes o para la extrema izquierda, lo que vale es el periodismo por sí solo y nos olvidamos del resto. Esta es la gran mentira prisaica, es el dogma prisaico en su pureza y el prisaico Gabilondo ha decidido dejarse la vida en defender el dogma. Por otro lado, yo creo que Gabilondo ha seguido su ética periodística, la cuestión es que una ética y una mentira de tomo y lomo. Está creada para justificar al polanquismo como si no lo hiciese. Menudas éticas.

El caso es que el profesional Gabilondo ha perdido la batalla como periodista de masas. Mientras duró el polanquismo, Gabilondo fue uno de sus rostros famosetes y un triunfador en el periodismo. Cuando el polanquismo cae, la creación empresarial y cultural que daba forma a un frente tan extenso que iba del Rey a la extrema izquierda, con la caída del polanquismo, el periodista Gabilondo ha fracasado en su telediario de Cuatro. El mundo prisaico sin el polanquismo no demuestra nada pero dejo la pregunta: ¿puede haber periodismo sin lo que es el polanquismo?. En un engrudo de nacionalismo cerrado, como Cataluña, el periodismo está tan unido a cualquier otra cosa catalana que no hace falta que exista un Polanco que los reúna. Y en un mundo de competencia estricta, "libre", entre periodistas, ¿no habría una situación de Gran Polanco como mano invisible del periodismo?. Gabilondo no quiere saber nada de estas cosas pero sabe muchísimo y se las calla. Menudo ético. Y está por discutir la influencia del periodismo sobre la acción y el pensamiento político en España porque el periodismo ha sido el intelectual orgánico del régimen hasta ahora. Los desastres y ocurrencias políticas de ZP se han gestado en "El País", incluyendo la renovación del polanquismo para salvarlo de su eventual decadencia.

Y termino señalando a otro prisaico, otro que va de pontífice de periodismo pero de forma diferente a la de Gabilondo, sin embargo viene bien para entender lo prisaico en el periodismo, tanto monta. Se trata de Arcadi Espada, de él no se puede decir que sea el rostro humano del polanquismo ni la suma hechura de lo prisaico como lo es Gabilondo, pero Espada estuvo en Prisa y salió mal. A pesar de todo se llevó consigo el espíritu prisaico. El objetivo de Arcadi Espada es el periodismo de Prisa, parecerá raro pero es que no hay otro. Él habla del periodismo "actualmente existente", lo que José María Aznar llamaba "fácilmente reconocible", el único periodismo que cabe, pero nunca se refiere directamente a lo prisaico. Arcadi Espada es como un prisaico más puro porque admite que lo prisaico ha metido mucha falsedad en el periodismo. Lo malo es qu esa maldad periodística queda circunscrita a unos cuantos asuntos que le preocupan a Arcadi Espada y que, si no eres muy creyente en el periodismo, te aburren. A la vez, admite el valor que tuvo lo prisaico y sus héroes en el periodismo español son gentes de Prisa. Él trata de imitar y representar lo bueno de lo prisaico. Además Espada es consciente de los problemas generales del periodismo de los que Gabilondo no quiere saber nada; para Gabilondo el periodismo podrá con todo y se impondrá siempre si es periodismo de verdad, más mentiras de Gabilondo. En todo caso Gabilondo y Espada son de la misma estirpe pontificante prisaica, uno más amargado que el otro. Son diferentes y no lo son y hay que ver estas cosas juntas.

Personalmente estas cosas del pontificio me suenan a jerga de clérigos periodistas porque tengo otra perspectiva del periodismo, nada favorable. No me interesa arreglar ni recuperar al periodismo, ya tiene gente muy lista dentro que trabajan al día por el periodismo y, además, hay más periodismo que Prisa, y esa parte también hay que contarla porque el periodismo tratará de resurgir su malvada ética por cualquier vía. Por ejemplo la telebasura que es prisaica a medias; en los años de Aznar compitió la telebasura compitió con éxito en ser ultraprogre con la misma Prisa como ahora hace el grupo de Roures cuyas estrellas televisivas salen de la telebasura de Telecinco y venían de la Televisión Española felipista. La telebasura respeta formalmente la parte del periodismo establecido por Prisa; sin embargo en el paraíso prisaico no cabe la telebasura porque no se considera buen periodismo, los prisaicos viven encerrados en sus dogmas de periodismo y les cuesta reconocer que el periodismo sigue sin éllos y que el periodismo es otra cosa más rastrera que sus elevadas mentiras. En fin que reconozco lo prisaico pero nada más. Sin embargo no está claro que mucha gente lo reconozca, y lo tienen delante. Incluso Aznar lo "fácilmente reconocía" pero nunca se ha atrevido a nombrarlo, es otra de la presuntas valentías que se le atribuyen en falso a José María Aznar, un fácilmente valiente y un pequeño desastre si no fuese porque delante hay otro desastre mucho peor y mayor, el que canta Gabilondo orgullosamente, su querido periodismo.
05/03/11 8:44 AM

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