Jóvenes en Santiago de Compostela

Artículo publicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 25

Durante todo el fin de semana en Santiago de Compostela más de diez mil jóvenes españoles y europeos están reunidos haciendo una peregrinación ante el Apóstol.

Es un gesto con el fin de ganar las gracias espirituales propias del año santo compostelano. Y a la vez, es un anticipo de lo que ocurrirá en agosto del año próximo cuando se celebre la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, donde se juntarán
jóvenes del todo el mundo. Acontecimiento que se espera que supere todos los cálculos posibles.

Junto a la tumba del Apóstol, los jóvenes de España han encontrado siempre fuerzas para mantenerse en su vida cristiana. Es recordable aquella peregrinación de los años cuarenta, organizada por Acción Católica, donde muchos españoles vieron allí, en Compostela, muy clara su vocación al matrimonio o a la vida consagrada. He hablado con un cura que en aquellas fechas decidió entrar en el Seminario porque encontró que el Señor le llamaba a ser cura en la Iglesia Católica.

Otras generaciones, más jóvenes, han estado por Santiago, después, con ocasión de los viajes del Papa Juan Pablo II. Está en la retina de todos la estancia papal en la capital gallega en el año 1989, celebrando otra Jornada Mundial de la Juventud. Algunos encontraron allí su vocación dentro de la Iglesia también allí.

Los que hoy acaban su peregrinación, de la diócesis de Jaén, han estado presentes más de doscientos jóvenes, han tenido serios ratos de oración, de intercambio de experiencias y de gozo espiritual en la celebración de la Eucaristía. Algunos obispos han acompañado a sus
jóvenes para demostrar que el pastor está siempre donde están sus ovejas más jóvenes llenas de ansias de vivir su compromiso cristiano.

Ahora, a la vuelta, a la vida cotidiana estos jóvenes deben contar sus experiencias espirituales y humanas a sus amigos, y así convertirán en verdad indiscutible aquella de hace muchos siglos: el mejor pastor del joven cristiano es otro joven cristiano. El fin de esta misión es ir consiguiendo animar a otros chicos más para que el verano próximo el Papa Benedicto XVI, en Madrid, se encuentre con los dos millones de personas jóvenes que las mejores previsiones están barajando en la lenta preparación.

Los demás, padres, educadores, sacerdotes y catequistas, estaremos en la misión de siempre: seguir sembrando en los corazones juveniles que Cristo, Camino, Verdad y Vida es el único motivo de ser luchadores en la caminata cansina, que, a veces, se convierte la vida de las personas que buscamos ser mejores cristianos a diario. La herramienta para atornillar todas las piezas de la persona es la oración al Señor, siempre llena de perseverancia recordando las palabras del Señor: Todo lo que pidáis a mi Padre os lo concederá. Y yo añado: Si tenemos la fe suficiente en que es Cristo quien opera en nuestras vidas haciéndonos capaces de mover montañas.

Tomás de la Torre Lendínez

Los comentarios están cerrados para esta publicación.