Si el cura empieza tirando la toalla, apaga y vámonos
En poco tiempo, dos casos. El primero, en vivo y en directo. Reunión de sacerdotes. Uno de ellos, hablando de su parroquia, con miles y miles de habitantes, nos dice que es una parroquia “con poco que hacer”. ¿La razón? Pues que entre los que se van a la parroquia de Santa Veneranda, los que acuden a la de San Serenín y los que tienen a sus hijos en el colegio de las madres gundisalvas, apenas hay unos cientos que acudan a su parroquia. Por tanto poco trabajo: las misas, algunos niños y poca cosa más.
El otro me lo cuenta un feligrés. En su parroquia apenas se abren las puertas y el párroco difícilmente pasa en ella más de una hora al día. Salvo la estricta hora de las misas, “campo de soledad, mustio collado”. Y el caso es que está en una zona de paso rodeada de oficinas y otras posibilidades como para dar un poco de marcha. Nada. La ocurrencia del párroco es que como la parroquia no tiene vida quizá fuera mejor su supresión, mientras va agonizando lentamente.
Las parroquias son como son y cada una está llamada a dar servicio allá donde se encuentre. Hay parroquias plagadas de gente joven que te exigen dedicarte de manera especial a niños, padres y familias. Las hay en zonas de oficinas que piden estar, un horario amplio de misas, confesiones y atención espiritual, y otras que tendrán sus características propias. El párroco, cuando llega, tendrá que ver cómo dar vida, atender, hacer que crezca a comunidad cristiana, procurar que Jesucristo sea conocido y amado.
Eso se llama ilusión: llegar a la parroquia y empezar a trabajar con alegría contagiosa, ver qué necesita la comunidad, olvidarte de ti mismo y estar, atender a cada persona, acoger las sugerencias, inventar, ser creativos, ver cómo ayudar a los de siempre a fortalecer su vida cristiana, animar a los tibios, atraer a los alejados, convertir al no creyente, colocarte al lado de los que sufren. Para eso faltan horas de estar y de trabajar.
Es verdad que en muchas ocasiones uno piensa que nada se hace. Cuántas horas de despacho aparentemente baldías. Cuántas de confesionario sin nadie que acuda. Esas misas cuidadas de cada día con tres o cuatro personas. Convocatorias que no atraen a nadie. No pasa nada. Milagrosamente, poco a poco, la parroquia se anima, se hace de Dios, comienza a dar signos.
Lo malo es llegar a una parroquia diciéndote que basta con atender a unos pocos que aparecen o que vamos a ir tirando sin hacer nada porque, total, mejor era que desapareciera. Así no tiene sentido. Si un sacerdote ejerce su ministerio convencido de que no merece la pena estar ahí, de que es suficiente con ir tirando, y que todo consiste en “atender” (¿qué querrá decir ”atender”?), apaga y vámonos. Porque si yo soy feligrés de una parroquia que celebra las misas corriendo, donde el párroco no está nunca, los confesionarios crían telarañas y las puertas permanecen cerradas salvo rara excepción, pues mejor me busco otra cosa. Y eso sin contar con ese despectivo “para cuatro viejas que vienen” quizá proclamado por el mismo sacerdote firme partidario de la opción por los pobres, pero nada proclive a atender a las cuatro pobres viejas. Misterios.
Da igual una parroquia de pueblo o gran ciudad. Lo mismo da feligresía joven o más madura. No importa el nivel económico. Allá donde va el señor cura, a por todas. A anunciar a Cristo muerto y resucitado, a celebrar la liturgia, a estar con todos y de manera singular con los pobres. Pero siempre alegre, siempre optimista, siempre feliz. Si uno comienza tirando la toalla… no merece la pena ser cura.
31 comentarios
Yo conozco a dos curas que no creen en Dios. Me lo han dicho ellos mismos. Y la verdad es que no los veo muy animados, ni muy optimistas. Dicen que siguen de curas porque no saben hacer otra cosa.
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Jorge:
Terrorífico. Y a la vez muy triste.
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Jorge:
Terrorífico. Y a la vez muy triste.
06/12/13 5:49 PM
Un artículo para quitarse el sombrero. Merece ser el prólogo o capítulo inicial de su próximo libro.
06/12/13 6:38 PM
Supongo que el cura que no está en la Parroquia estará rindiendo en otro lugar. ¿No?.
Porque no hacer nada en una Parroquia que "no tiene futuro...", es como envolver el talento en el pañuelo y devolverselo tal cual al Señor cuando venga. Y entonces... ¿qué pasará?
Aunque también a los laicos nos tocará rendir cuentas de lo que no hacemos en la Parroquia. Que el Señor, que recoge donde no siembra, nos mire con misericordia.
(Nota: Pongamos nuestro escaso talento en el "banco", pero aquí hay un problema: ¿qué se entiende por "banco" con respecto a nuestras responsabilidades en la Parroquia?)
Porque no hacer nada en una Parroquia que "no tiene futuro...", es como envolver el talento en el pañuelo y devolverselo tal cual al Señor cuando venga. Y entonces... ¿qué pasará?
Aunque también a los laicos nos tocará rendir cuentas de lo que no hacemos en la Parroquia. Que el Señor, que recoge donde no siembra, nos mire con misericordia.
(Nota: Pongamos nuestro escaso talento en el "banco", pero aquí hay un problema: ¿qué se entiende por "banco" con respecto a nuestras responsabilidades en la Parroquia?)
06/12/13 6:38 PM
He conocido Sacerdotes que son verdaderos entusiastes de su trabajo pastoral, de la misma forma que he conocido otros que son verdaderas "matas de quejas" y de desmoralización unos son pacientes que los achaques de algunos de sus feligreses otros para nada a unos les invito a no caer en la acedia a los otros a orar y tener paciencia.
06/12/13 6:55 PM
He llegado a distinguir tres tipologías de sacerdotes y religiosos en España: los ordenados antes de la Guerra Civil (1936), los ordenados después de la Guerra Civil (nacional-catolicismo franquista: 1940-1975) y los ordenados desde la Transición (1975) hasta la actualidad. Dejando de lado las "ovejas negras" y las honrosas excepciones que confirman la regla, de entre los tres estadios, los primeros y los últimos me parecen de una mayor calidad vocacional. Pero que Dios les ilumine a todos...
06/12/13 7:21 PM
Bueno, digamos que son tiempos muy recios; que somos de carne y hueso; que la fe es una conquista siempre en peligro de perderse; que las parroquias no alcanzan a ser siquiera el oasis en una travesía desértica en apariencia sin fin; que ahí está el silencio de Dios o la sordera nuestra; que en demasiadas ocasiones todo se hace muy cuesta arriba; que...
Malo es el cura funcionario, el cura negligente, vago o que elude el esfuerzo; sí, pero más allá de peculiaridades personales, el entorno es realmente duro. No podemos pedir a los demás una fortaleza heroica, ni menos aún ponernos a nosotros como modelos. Yo no diré lo de Wert, que solo tira la toalla cuando sale de la ducha. Yo muchas veces la he tirado; solo que no tardando la recojo. Y vuelvo a empezar. Al cura, como al soldado el valor, se le supone la fe. Pero luego está la batalla de cada día, y nadie es libre de que le atenace el miedo o el desfallecimiento.
Soy de los que piensan que las parroquias no sirven como lugares propicios para vivir la fe en comunidad. Sí, por supuesto, para impartir los sacramentos. Debería bastar con los sacramentos, ¿no?; me puede decir alguien. Sí, debería bastar... Y así estamos. No podemos perdir a las solas personas, por muy ministros de Dios que sean, que se enfrenten o revitalicen por puños (aunque sean puños orantes) lo que es un erial.
Perdone el tono pesimista. Sé que la Iglesia vencerá al final de los tiempos. Pero me da que no lo veremos nosotros.
Malo es el cura funcionario, el cura negligente, vago o que elude el esfuerzo; sí, pero más allá de peculiaridades personales, el entorno es realmente duro. No podemos pedir a los demás una fortaleza heroica, ni menos aún ponernos a nosotros como modelos. Yo no diré lo de Wert, que solo tira la toalla cuando sale de la ducha. Yo muchas veces la he tirado; solo que no tardando la recojo. Y vuelvo a empezar. Al cura, como al soldado el valor, se le supone la fe. Pero luego está la batalla de cada día, y nadie es libre de que le atenace el miedo o el desfallecimiento.
Soy de los que piensan que las parroquias no sirven como lugares propicios para vivir la fe en comunidad. Sí, por supuesto, para impartir los sacramentos. Debería bastar con los sacramentos, ¿no?; me puede decir alguien. Sí, debería bastar... Y así estamos. No podemos perdir a las solas personas, por muy ministros de Dios que sean, que se enfrenten o revitalicen por puños (aunque sean puños orantes) lo que es un erial.
Perdone el tono pesimista. Sé que la Iglesia vencerá al final de los tiempos. Pero me da que no lo veremos nosotros.
06/12/13 7:21 PM
Hombre, Eduardo J., todo lo que dice es muy humano pero también es humano el ser creativo, y una parroquia es la casa de todos, se imparten los sacramentos y las experiencias y vivencias de la fe. Es como si usted me dijera que mejor cerremos los domicilios particulares porque comer normalmente se come fuera y a veces hasta dormir también porque nos sentimos solos. Si no se da vida en una parroquia claro que se muere. Si se fomentaran los actos de piedad: novenas que hay para todos los gustos, sobre todo en estos tiempos difíciles y de apostasía; grupos de oración, Exposición del Santísimo, lecturas bíblicas, lectio divina, atención a los necesitados, una liturgia respetuosa, ete, etc... S. Antonio en Lisboa predicaba a los peces, pues nosotros aunque tengamos que predicar a las musarañas, paciencia que ya se acercarán los fieles cuando vean nuestro celo. Por tener los templos cerrados muchos se quedan sin el consuelo del Sagrario y el consejo de una persona en momentos difíciles. Mire si hay tarea. levante el ánimo, hombre.
06/12/13 8:02 PM
Los sacerdotes son los predilectos de la Virgen María. Los feligreses debemos ponernos a su entera disposición y ayudarles en todo lo que podamos. Sobre todo rezar por ellos. Yo he cogido la costumbre de, durante la Misa, cuando el sacerdote está comulgando, pedir por él, sea el sacerdote que sea, y así agachando la mirada, preservo la intimidad que en ese momento tiene con Nuestro Señor.
06/12/13 8:54 PM
A mi me contaron que cuando el cura de Ars llegó a Ars, sólo UNA persona iba a misa el domingo. Cuando murió, solo UNA persono NO iba a misa el domingo. No se hasta que punto será verdad, pero que se merece ser el patrón de los parrocos, se lo merece.
06/12/13 9:10 PM
Gracias por su preocupación, Anacoreta. Mi ánimo no está mal; lamento haber dado una impresión contraria. En cualquier caso, no trataba de hablar de mi ánimo. Una de las cosas por las cuales la gente más se aleja de la Iglesia es por la trivialización que se realiza, aun de forma involuntaria y con la mejor intención, por ciertas sensibilidades acendradamente católicas del sufrimiento humano. "Usted, rece, confiese, comulgue, acuda a retiros...; y ya verá cómo se le pasa. Levante el ánimo, hombre." Así, no, mire; así, no.
06/12/13 9:12 PM
Efectivamente, si un sacerdote se conforma con "ir tirando" o "total, lo que acuden son cuatro viejas", (término despectivo y feísimo donde los haya), mejor que se dedique a otra cosa. Para Dios no hay viejos, jóvenes o de mediana edad, sino almas igual de valiosas unas que otras. Él Señor, no hace acepción de personas y menos por la edad. Ya sabemos que especialmente en los tiempos que vivimos la juventud es un valor en alza, y que todos los colectivos se vuelven locos por atraer a la juventud "el futuro"; pero también sabemos que "la juventud es una enfermedad que se cura con la edad", y se cura demasiado pronto, porque los años pasan demasiado veloces. Como dice Job en un lamento; "Mis días corren como una lanzadera".
Conozco la parroquia de un pequeño pueblo de la comarca del Temple, en Granada. La iglesia está siempre cerrada, solo se abre para la hora de la única misa dominical que hay, unos pocos minutos antes de que empiece. Llega un sacerdote que atiende otros pueblos además de este, y que hace la Eucaristía super rápida y al menos a mí me lo parece, sin ganas, como el funcionario que cumple con un fastidioso deber. Resultado: Cada vez va menos gente a oír misa, porque he escuchado que este sacerdote se nota que no se le ve interés y no "transmite", y muchos acaban desinteresándose y dejando la iglesia.
También he escuchado que la Iglesia debería de esforzarse en formar buenos oradores.
En Granada hay una iglesia preciosa que pertenece al Convento de los Ängeles, en la calle Molinos, la conozco bien porque está al lado de dónde han vivido mis padres hasta su muerte, y a donde yo viví desde los once años hasta los diecinueve que me casé. Pero he seguido yendo hasta que murió mi madre ha hecho ahora siete años. En esa iglesia, (muy bonita y cuidada, como todas las que atienden las monjas), había y no sé si seguirá habiendo un sacerdote mayor que tenía el don de la oratoria. Daba gloria bendita oírlo hablar. Desgraciadamente esa cualidad no la tienen muchos sacerdotes. Por eso creo que es importante una buena formación de los actuales seminaristas en oratoria. Un buen orador, atrae siempre. Y no hay nada comparable a atraer personas hacia Dios.
Un saludo afectuoso.
Conozco la parroquia de un pequeño pueblo de la comarca del Temple, en Granada. La iglesia está siempre cerrada, solo se abre para la hora de la única misa dominical que hay, unos pocos minutos antes de que empiece. Llega un sacerdote que atiende otros pueblos además de este, y que hace la Eucaristía super rápida y al menos a mí me lo parece, sin ganas, como el funcionario que cumple con un fastidioso deber. Resultado: Cada vez va menos gente a oír misa, porque he escuchado que este sacerdote se nota que no se le ve interés y no "transmite", y muchos acaban desinteresándose y dejando la iglesia.
También he escuchado que la Iglesia debería de esforzarse en formar buenos oradores.
En Granada hay una iglesia preciosa que pertenece al Convento de los Ängeles, en la calle Molinos, la conozco bien porque está al lado de dónde han vivido mis padres hasta su muerte, y a donde yo viví desde los once años hasta los diecinueve que me casé. Pero he seguido yendo hasta que murió mi madre ha hecho ahora siete años. En esa iglesia, (muy bonita y cuidada, como todas las que atienden las monjas), había y no sé si seguirá habiendo un sacerdote mayor que tenía el don de la oratoria. Daba gloria bendita oírlo hablar. Desgraciadamente esa cualidad no la tienen muchos sacerdotes. Por eso creo que es importante una buena formación de los actuales seminaristas en oratoria. Un buen orador, atrae siempre. Y no hay nada comparable a atraer personas hacia Dios.
Un saludo afectuoso.
06/12/13 9:24 PM
Acabo de leer el comentario de Ramontxu, y me ha parecido como a usted Padre, ¡terrorífico y muy triste!
¿Que es lo que van a transmitir esos sacerdotes a los demás? Muy probablemente hacer que pierdan también la Fe, porque esos estados morales y anímicos acaban por transmitirse. Esa falta de fe en quién tendría que transmitirla se capta.
Ese hecho además de terrorífico y muy triste, es muy grave.
¿Que es lo que van a transmitir esos sacerdotes a los demás? Muy probablemente hacer que pierdan también la Fe, porque esos estados morales y anímicos acaban por transmitirse. Esa falta de fe en quién tendría que transmitirla se capta.
Ese hecho además de terrorífico y muy triste, es muy grave.
06/12/13 9:33 PM
Yo soy una de las cuatro viejas,padre, y muy consciente de que para una parroquia lo que cuenta es que vayan muuuchos jóvenes y que nosotras estaríamos mejor en nuestra casa haciendo calceta. " Esas viejas a las que nadie hace caso y vienen aquí y encima se enamoran del cura", eso se lo he oído a un sacerdote. O una de esas viejas que van a la iglesia " porque tienen miedo a la muerte", " porque se aburren".Y si preguntas algo es que eres una pesada.
Yo voy a Misa temprano,me coloco en un rincón donde no se me vea y no bajo a la Adoración que hay por la tarde porque no quiero que me vea mi párroco,me da la impresión de que le " bajo el nivel".
Tiene bemoles la cosa. Y luego, te mueres y en el funeral dicen que has sido un siervo bueno y fiel, que has mantenido la fe y que te sentabas en no sé qué sitio ( que, por supuesto nunca fue el tuyo)
Yo voy a Misa temprano,me coloco en un rincón donde no se me vea y no bajo a la Adoración que hay por la tarde porque no quiero que me vea mi párroco,me da la impresión de que le " bajo el nivel".
Tiene bemoles la cosa. Y luego, te mueres y en el funeral dicen que has sido un siervo bueno y fiel, que has mantenido la fe y que te sentabas en no sé qué sitio ( que, por supuesto nunca fue el tuyo)
06/12/13 9:39 PM
Ya está bien de ese rollo de jóvenes y viejos, de mujeres y hombres, de pobres y ricos. Lo importante es que en la misa se guarde silencio cuando habla el sacerdote, como en el cine se guara silencio durante la proyección de la película; que no haya un murmullo general, que la feligresía no esté dispersa. Cuando vas al cine está callado porque sabes que si hablas no te enteras de la película y no dejas que se entere el vecino. La misa no es tan fácil de comprender, es una película muy difícil de entender. Esa capacidad de enterarse es un don del Espíritu Santo. Mucha de la gente que va a misa no se entera de nada, pero mantiene una actitud de silencio y recogimiento porque sabe de la importancia de la Eucaristía. Si unos señores se ponen hablar hacen la función de Satanás porque impiden a los feligreses escuchar a Dios que les está hablando a través de su ministro, que es el encargado de oficiar la misa. Por tanto, es importante que todo el mundo sepa que va a misa y cómo tiene que comportarse; igual que si vas al cine, al teatro, al fútbol o al bar sabes al lugar que vas.
Otro particular son los sacerdotes. Los españoles somos muy dados a la crítica, a rajar de los demás: los políticos son chorizos, los banqueros, usureros; etcétera. Hacemos autocrítica, sí, al vecino; no nos aplicamos a nosotros el cuento, no pensamos si somos buenos feligreses o malos. De todo esto ya habló Ortega en "La España Invertebrada".
Es cierto que hay curas muy buenos y curas muy malos, pero es lo que tenemos. Tenemos que confiar en el Espíritu Santo y rezar por nuestros sacerdotes, animarles, seguir sus consejos y no hacer nosotros de curas laicos. Vemos los defectos de los curas y pasamos por alto lo que hacen bien; nos falta muchas veces la comprensión que ellos sí tienen con los feligreses.
Todo esto que cuento a mi también me pasa, debo reconocer que soy el primero en "rajar" del cura, aunque cuando me doy cuento intento controlarme.
Otro particular son los sacerdotes. Los españoles somos muy dados a la crítica, a rajar de los demás: los políticos son chorizos, los banqueros, usureros; etcétera. Hacemos autocrítica, sí, al vecino; no nos aplicamos a nosotros el cuento, no pensamos si somos buenos feligreses o malos. De todo esto ya habló Ortega en "La España Invertebrada".
Es cierto que hay curas muy buenos y curas muy malos, pero es lo que tenemos. Tenemos que confiar en el Espíritu Santo y rezar por nuestros sacerdotes, animarles, seguir sus consejos y no hacer nosotros de curas laicos. Vemos los defectos de los curas y pasamos por alto lo que hacen bien; nos falta muchas veces la comprensión que ellos sí tienen con los feligreses.
Todo esto que cuento a mi también me pasa, debo reconocer que soy el primero en "rajar" del cura, aunque cuando me doy cuento intento controlarme.
07/12/13 12:10 AM
"..etc... S. Antonio en Lisboa predicaba a los peces, pues nosotros aunque tengamos que predicar a las musarañas, paciencia que ya se acercarán los fieles.."
De verdad que sí, Anacoreta. Que si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. Y clientes para malos negocios, no, porque porque la confusión de la mala con la buena "mercancía", si se extiende más de lo debido, terminará perjudicando el consumo de la buena.
No sé en que testimonio oí que un sacerdote en una parroquia en la que nadie pisaba la Iglesia, decidió hacer su vida diaria delante del Santísimo, incluído comer y dormir. Me perdonarán que no me acuerde de lo jugoso de la trama de la historia, pero al final, El Señor respondió y con creces.
Por otra parte, la Gospa en Medjugorje lleva muchísimos meses diciendo en sus mensajes que hay que rezar por los sacerdotes y QUE NO LES JUZGUEMOS, que son predilectos y su Hijo les ha dado una función especial, aunque les veamos como les veamos.
De verdad que sí, Anacoreta. Que si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. Y clientes para malos negocios, no, porque porque la confusión de la mala con la buena "mercancía", si se extiende más de lo debido, terminará perjudicando el consumo de la buena.
No sé en que testimonio oí que un sacerdote en una parroquia en la que nadie pisaba la Iglesia, decidió hacer su vida diaria delante del Santísimo, incluído comer y dormir. Me perdonarán que no me acuerde de lo jugoso de la trama de la historia, pero al final, El Señor respondió y con creces.
Por otra parte, la Gospa en Medjugorje lleva muchísimos meses diciendo en sus mensajes que hay que rezar por los sacerdotes y QUE NO LES JUZGUEMOS, que son predilectos y su Hijo les ha dado una función especial, aunque les veamos como les veamos.
07/12/13 12:20 AM
Hay que tener en cuenta que una parroquia es más que el mero recinto del Templo y sus instalaciones parroquiales.
Si un sacerdote tiene pocos feligreses que acudan al Templo, pues que predique el Evangelio fuera del Templo, en las plazas, parques o calles de la parroquía.
Si los parroquianos no van al Templo, que el Sacerdote vaya a buscar fuera del Templo a los parroquianos.
Si un sacerdote tiene pocos feligreses que acudan al Templo, pues que predique el Evangelio fuera del Templo, en las plazas, parques o calles de la parroquía.
Si los parroquianos no van al Templo, que el Sacerdote vaya a buscar fuera del Templo a los parroquianos.
07/12/13 12:42 AM
Yo me pregunto, D. Jorge, ¿qué hacen todo el día esos sacerdotes tan desmotivados o desocupados porque nadie les demanda?.
Les sugiero que permanezcan en la iglesia (edificio), y comprueben si todo funciona o se necesita algún bricolage; está todo limpio, y si no coger la bayeta del polvo, la escoba y la fregona, permaneciendo allí por si viene alguien y poder atenderlo; si hay un pequeño jardín, atenderlo para que no parezca un yermo. Y cultivar las almas que le fueron confiadas, que son todas, y habla y sobre todo escuchar.
¿Y no hay nada que hacer?. ¡Por favor!
Les sugiero que permanezcan en la iglesia (edificio), y comprueben si todo funciona o se necesita algún bricolage; está todo limpio, y si no coger la bayeta del polvo, la escoba y la fregona, permaneciendo allí por si viene alguien y poder atenderlo; si hay un pequeño jardín, atenderlo para que no parezca un yermo. Y cultivar las almas que le fueron confiadas, que son todas, y habla y sobre todo escuchar.
¿Y no hay nada que hacer?. ¡Por favor!
07/12/13 9:06 AM
“..Una de las cosas por las cuales la gente más se aleja de la Iglesia es por la trivialización que se realiza, aun de forma involuntaria y con la mejor intención, por ciertas sensibilidades acendradamente católicas, del sufrimiento humano… Así, no, mire; así, no.”
Así no. Cediendo en la doctrina sobre, por ejemplo, anticoncepción, porque el que consulta a la Iglesia está “abrumado” por el “sufrimiento”, no.
Sensibilidades acendradamenbte católicas que trivialicen el sufrimiento.. ¿Dónde se ha visto eso?
Así no. Cediendo en la doctrina sobre, por ejemplo, anticoncepción, porque el que consulta a la Iglesia está “abrumado” por el “sufrimiento”, no.
Sensibilidades acendradamenbte católicas que trivialicen el sufrimiento.. ¿Dónde se ha visto eso?
07/12/13 10:41 AM
Sí, Asturiano Creyente.
Creo que es como eso de ser fieles en lo poco – en realidad la fidelidad en lo mucho es siempre también don de Dios y no es en la cantidad sino en el amor con que se hace- , es decir, trabajar en el trabajo de Dios, que en este contexto lo veo como el que El nos acerca, las almas que El nos acerca y, sino, trabajar para El teniendo todo limpio y preparado para Su hora, e incordiándole constantemente ante el Sagrario en las horas de estar sentado o acostado, que sería creo yo, algo que haría pensar al Señor..
Creo que es como eso de ser fieles en lo poco – en realidad la fidelidad en lo mucho es siempre también don de Dios y no es en la cantidad sino en el amor con que se hace- , es decir, trabajar en el trabajo de Dios, que en este contexto lo veo como el que El nos acerca, las almas que El nos acerca y, sino, trabajar para El teniendo todo limpio y preparado para Su hora, e incordiándole constantemente ante el Sagrario en las horas de estar sentado o acostado, que sería creo yo, algo que haría pensar al Señor..
07/12/13 10:52 AM
-¡Ya!
-Y yo me pregunto que si al final no sería tan malo que el Obispado, en beneficio de todos, se decidiera a poner en evidencia a ciertos curas, mediante ese reloj de trabajo y su correspondiente fichado; Como tantas empresas lo hacen para controlar la entrada y salida de sus empleados.
-Porque la verdad es que, curas los hay, que no se ganan el "triste sueldo que reciben". Y esto,...desanima al mejor intencionado.
-Como el dicho dice: -No si yo en Dios si que creo. En quien no creo es en los curas.-
-Claro esto también me resulta un tanto extraño, pues pienso yo: -¿Se puede creer en lo que por su ausencia -aquí los curas- se desconoce?
-Y yo me pregunto que si al final no sería tan malo que el Obispado, en beneficio de todos, se decidiera a poner en evidencia a ciertos curas, mediante ese reloj de trabajo y su correspondiente fichado; Como tantas empresas lo hacen para controlar la entrada y salida de sus empleados.
-Porque la verdad es que, curas los hay, que no se ganan el "triste sueldo que reciben". Y esto,...desanima al mejor intencionado.
-Como el dicho dice: -No si yo en Dios si que creo. En quien no creo es en los curas.-
-Claro esto también me resulta un tanto extraño, pues pienso yo: -¿Se puede creer en lo que por su ausencia -aquí los curas- se desconoce?
07/12/13 11:04 AM
Comparto el comentario de "una vieja"y siento lo mismo.He sido catequista varios años ,pero en un año,en el momento de inicio de la catequesis, me quedé esperando,que por lo menos me dieran las gracias(el cura y el grupo de catequesis).Estimo que el "olvido" es por la edad.Las iglesias estan vacías por culpa de los viejos .
07/12/13 11:18 AM
Don Jorge, quería hacerle una pregunta. En una ocasión leí que, al menos en tiempos antiguos, existían las "parroquias de castigo". Según me dice, serían templos situados en poblaciones muy aisladas, o con un marcado carácter anticlerical, a la que se enviaban a párrocos que habían merecido algún tipo de reproche por parte de sus obispos. Me gustaría saber si esto es cierto. Saludos y gracias de antemano por su atención.
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Jorge:
Así era. Con una consecuencia nefasta: que había parroquias que no conseguían saber lo que era un cura "medio normal".
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Jorge:
Así era. Con una consecuencia nefasta: que había parroquias que no conseguían saber lo que era un cura "medio normal".
07/12/13 11:20 AM
Creo, Pepito, que el Señor no ha llamado a sus sacerdotes por valientes y atrevidos; sí, quizá, por lo contrario, para que brille Su Gloria.
Además un sacerdote no puede abandonar a sus “pocos” ferigreses que le necesitan, en los que principalmente Obedece al Señor, Quien no puede mandarle dejar empantanada la parroquia – la total, como usted dice- para ir a buscar lo que El Señor quizá no le mande buscar: hay más instrumentos del Señor -–ferigreses, por ejemplo, aunque sean “viejas” ( y recuerdo, por favor.. a ver eh.. lo de la burra de Balaám y lo de “si estos callan…las piedras…”)- que - ahora me viene a la cabeza que habrá momentos en que se predique en catacumbas y ahí difícilmente se accederá por la predicación de palabra de un sacerdote- trabajarán en la viña del Señor atrayendo almas.
Además un sacerdote no puede abandonar a sus “pocos” ferigreses que le necesitan, en los que principalmente Obedece al Señor, Quien no puede mandarle dejar empantanada la parroquia – la total, como usted dice- para ir a buscar lo que El Señor quizá no le mande buscar: hay más instrumentos del Señor -–ferigreses, por ejemplo, aunque sean “viejas” ( y recuerdo, por favor.. a ver eh.. lo de la burra de Balaám y lo de “si estos callan…las piedras…”)- que - ahora me viene a la cabeza que habrá momentos en que se predique en catacumbas y ahí difícilmente se accederá por la predicación de palabra de un sacerdote- trabajarán en la viña del Señor atrayendo almas.
07/12/13 11:30 AM
Dice Raúl:
"..Las iglesias estan vacías por culpa de los viejos."
Qué casualidad. Precisamente en Bilbao, las parroquias con mayor afluencia de gente, incluída de jóvenes, son aquellas en las que los sacerdotes son viejos y "carcas".
"..Las iglesias estan vacías por culpa de los viejos."
Qué casualidad. Precisamente en Bilbao, las parroquias con mayor afluencia de gente, incluída de jóvenes, son aquellas en las que los sacerdotes son viejos y "carcas".
07/12/13 11:42 AM
Xaberri:
Comprensión no quiere decir cesión en nada. En nada fundamental (doctrina, dogma, moral, liturgia, etc.). Pero hay que saber escuchar; pero hay que saber ponerse en el lugar del otro; pero no hay que tener lo primero en mente el juicio moral; pero hay que intuir al menos por qué alguien vive de determinado modo, qué es lo que le ha ocurrido, por qué cosas ha pasado, etc. Esto lleva mucho tiempo, sí, pues a la asistencia se le debería añadir el acompañamiento. Lo de la dirección sin acompañamiento no tiene sentido. Un sacerdote que no escuche, podrá perdonar, dar la comunión, predicar, bautizar, confirmar, dar la unción de enfermos, etc., y todo ello con perfecta adecuación, y seguirá sin escuchar. Al hombre del medievo o incluso al del XVIII todavía lo de escucharle era una excentricidad; para el hombre contemporáneo, una necesidad. Y no por ello es un "blandengue", un hombre sin fe, un pecador que odia a Dios y no lo busca, etc.
Y esto, lo comprendo, es demasiado para una párroco, para una parroquia y para las sensibilidades que suelen poblarla. Sin embargo, mientras no seamos capaces de esto, apelando tan solo a la fe y nada más con aguerridos discursos, seguiremos repitiendo errores y aislándonos, seguiremos ahondando la sima que habitamos en Occidente.
Por atenerme a los católicos practicantes, no creo equivocarme demasiado si digo que un 90% de ellos o tal vez más no quieren saber nada de su parroquia más allá de la misa de los domingos. Este no es un dato baladí. Puede que ese 90% largo de feligreses estén equivocados, y que los que se pasan en la parroquia todo el día o colaboran con asiduidad, posean una espiritualidad y un conocimiento de Dios muy superior a aquellos. Pero ni a mí me lo parece, por lo general, ni al titular de este blog, en cuyo espacio nos describe descarnadamente los personajes que las suelen poblar.
Como ve, Xaberri, no hablo de cesión en absoluto.
Comprensión no quiere decir cesión en nada. En nada fundamental (doctrina, dogma, moral, liturgia, etc.). Pero hay que saber escuchar; pero hay que saber ponerse en el lugar del otro; pero no hay que tener lo primero en mente el juicio moral; pero hay que intuir al menos por qué alguien vive de determinado modo, qué es lo que le ha ocurrido, por qué cosas ha pasado, etc. Esto lleva mucho tiempo, sí, pues a la asistencia se le debería añadir el acompañamiento. Lo de la dirección sin acompañamiento no tiene sentido. Un sacerdote que no escuche, podrá perdonar, dar la comunión, predicar, bautizar, confirmar, dar la unción de enfermos, etc., y todo ello con perfecta adecuación, y seguirá sin escuchar. Al hombre del medievo o incluso al del XVIII todavía lo de escucharle era una excentricidad; para el hombre contemporáneo, una necesidad. Y no por ello es un "blandengue", un hombre sin fe, un pecador que odia a Dios y no lo busca, etc.
Y esto, lo comprendo, es demasiado para una párroco, para una parroquia y para las sensibilidades que suelen poblarla. Sin embargo, mientras no seamos capaces de esto, apelando tan solo a la fe y nada más con aguerridos discursos, seguiremos repitiendo errores y aislándonos, seguiremos ahondando la sima que habitamos en Occidente.
Por atenerme a los católicos practicantes, no creo equivocarme demasiado si digo que un 90% de ellos o tal vez más no quieren saber nada de su parroquia más allá de la misa de los domingos. Este no es un dato baladí. Puede que ese 90% largo de feligreses estén equivocados, y que los que se pasan en la parroquia todo el día o colaboran con asiduidad, posean una espiritualidad y un conocimiento de Dios muy superior a aquellos. Pero ni a mí me lo parece, por lo general, ni al titular de este blog, en cuyo espacio nos describe descarnadamente los personajes que las suelen poblar.
Como ve, Xaberri, no hablo de cesión en absoluto.
07/12/13 12:15 PM
Yo no he tomado ninguna palabra que aluda a comprensión. Y por ahí no iba mi argumentación.
07/12/13 12:36 PM
Raúl: hay 'viejos' que se olvidan, y también hay quien cree que se le debe de agradecer algo sólo por que lo ha hecho -me imagino que piensa que lo ha hecho bien-. "Dios se lo pague": este deseo, que es un hecho, está bien sabido antes de hacer nada. El agradecimiento de los demás es otra cosa.
07/12/13 2:09 PM
Felicidades, Jorge, por este texto. Totalmente de acuerdo. El presbítero tiene como misión "estar con la gente" para anunciar el Evangelio y cuidar de la variopinta comunidad que le haya tocdo. Pero eso supone, evidentemente, "estar". Un fraternal abrazo.
10/12/13 9:57 PM
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