¿Serán pocos los que se salven?

Repasando los titulares de los medios de comunicación religiosos, me he encontrado hoy con un artículo del teólogo José Antonio Pagola titulado “Confianza sí, frivolidad no”. Y hete aquí que comienza bastante bien:

La sociedad moderna va imponiendo cada vez con más fuerza un estilo de vida marcado por el pragmatismo de lo inmediato. Apenas interesan las grandes cuestiones de la existencia. Ya no tenemos certezas firmes ni convicciones profundas. Poco a poco, nos vamos convirtiendo en seres triviales, cargados de tópicos, sin consistencia interior ni ideales que alienten nuestro vivir diario, más allá del bienestar y la seguridad del momento.

Es muy significativo observar la actitud generalizada de no pocos cristianos ante la cuestión de la “salvación eterna” que tanto preocupaba solo hace pocos años: bastantes la han borrado sin más de su conciencia; algunos, no se sabe bien por qué, se sienten con derecho a un “final feliz”; otros no quieren recordar experiencias religiosas que les han hecho mucho daño.

No está nada mal para venir de un teólogo que en uno de sus libros más populares ha convertido a Cristo en poco más que un profeta (ver arts del P. Iraburu). Precisamente ayer el P. Guillermo Juan Morado reflexionaba en su blog sobre la palabra “salvación”. Y se preguntaba:

¿Es posible la salvación? ¿Cabe esperarla? ¿Debemos aguardar una vida que sea plenamente vida? Para muchos, la vida cumplida y feliz se circunscribe al horizonte de la historia. La “salvación” sería, entonces, una vida buena, caracterizada por el bienestar, por el disfrute de la salud, de una posición económica desahogada y de una estabilidad emocional.

Obviamente, como señalaba el P. Guillermo, la salvación no es eso, sino:

El Evangelio abre un panorama más amplio. La salvación del hombre consiste en su apertura a Dios; en la comunión de vida con Él. Esta posibilidad de una existencia nueva es, fundamentalmente, un don de Dios. Un regalo que Dios nos ha hecho enviando a Cristo y haciéndonos partícipes de su Espíritu. La salvación como vida en comunión con Dios se inicia aquí, en la tierra, y encuentra su plenitud en el cielo.

Pagola hace referencia a un pasaje del evangelio de Lucas:

Según el relato de Lucas, un desconocido hace a Jesús una pregunta frecuente en aquella sociedad religiosa: “¿Serán pocos los que se salven?” Jesús no responde directamente a su pregunta. No le interesa especular sobre ese tipo de cuestiones estériles, tan queridas por algunos maestros de la época. Va directamente a lo esencial y decisivo: ¿cómo hemos de actuar para no quedar excluidos de la salvación que Dios ofrece a todos?

Pues bien, mucho me temo que Jesucristo sí responde directamente a esa pregunta. La respuesta quizás no es tan clara en el evangelio de Lucas como en el pasaje paralelo que aparece en el evangelio de Mateo. Veamos ambos:

Lucas 13,23-24
Le dijo uno: Señor, ¿son pocos los que se salvan? El le dijo: “Esforzaos a entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos serán los que busquen entrar y no podrán”

y

Mateo 7,13-14
Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espaciosa la senda que lleva a la perdición, y son muchos los que por ella entran.¡Qué estrecha es la puerta y qué angosta la senda que lleva a la vida, y cuan pocos los que dan con ella!

Las palabras de Cristo son una bofetada contundente contra esa buenismo pelagiano que tanto abunda hoy no solo en el mundo sino dentro de la propia Iglesia, por el cual se da por hecho que todo el mundo se va a salvar. No ya la gran mayoría. Eso no basta. Se cree que prácticamente todos se salvan… porque sí, porque eso de la condenación está muy mal visto y no parece concorde con esa imagen de un Dios Papá Noel, bonachón e indiferente ante el pecado que nos están vendiendo.

Mientras la mayoría creen que serán muchos los que se salvan, Cristo advierte de que son más los que andan en el camino de la perdición. Lo cual debería llevarnos a predicar el evangelio de tal manera que la gente reciba la gracia de la conversión. Eso supone alejar cualquier tentación de presentar un evangelio dulcificado, cómodo para los oídos de los incrédulos y de los propios creyentes.

Como dice San Pedro:
1ª P 4,17-18

Porque ha llegado el tiempo de que comience el juicio por la casa de Dios. Pues si empieza por nosotros, ¿cuál será el fin de los que rehusan obedecer al Evangelio de Dios?
Y si el justo a duras penas se salva, ¿qué será del impío y el pecador?

José Miguel Arraiz nos recordó en su último post una cita magistral de san Pío X, que no puedo resistirme a copiar entera:

Otra manera de hacer daño es la de quienes hablan de las cosas de la religión como si hubiesen de ser medidas según los cánones y las conveniencias de esta vida que pasa, dando al olvido la vida eterna futura: hablan brillantemente de los beneficios que la religión cristiana ha aportado a la humanidad, pero silencian las obligaciones que impone; pregonan la caridad de Jesucristo nuestro Salvador, pero nada dicen de la justicia. El fruto que esta predicación produce es exiguo, ya que, después de oirla, cualquier profano llega a persuadirse de que, sin necesidad de cambiar de vida, él es un buen cristiano con tal de decir: Creo en Jesucristo.

¿Qué clase de fruto quieren obtener estos predicadores? No tienen ciertamente ningún otro propósito más que el de buscar por todos los medios ganarse adeptos halagándoles los oídos, con tal de ver el templo lleno a rebosar, no les importa que las almas queden vacías. Por eso es por lo que ni mencionan el pecado, los novísimos, ni ninguna otra cosa importante, sino que se quedan sólo en palabras complacientes, con una elocuencia más propia de un arenga profana que de un sermón apostólico y sagrado, para conseguir el clamor y el aplauso; contra estos oradores escribía San Jerónimo:

“Cuando enseñes en la Iglesia, debes provocar no el clamor del pueblo, sino su compunción: las lágrimas de quienes te oigan deben ser tu alabanza” (Ad Nepotiam).

Así también estos discursos se rodean de un cierto aparato escénico, tengan lugar dentro o fuera de un lugar sagrado, y prescinden de todo ambiente de santidad y de eficacia espiritual. De ahí que no lleguen a los oídos del pueblo, y también de muchos del clero, las delicias que brotan de la palabra divina; de ahí el desprecio de las cosas buenas; de ahí el escaso o el nulo aprovechamiento que sacan los que andan en el pecado, pues aunque acudan gustosos a escuchar, sobre todo si se trata de esos temas cien veces seductores, como el progreso de la humanidad, la patria, los más recientes avances de la ciencia, una vez que han aplaudido al perito de turno, salen del templo igual que entraron, como aquellos que se llenaban de admiración, pero no se convertían.

San Pío X, Motu Proprio Sacrorum Antistitum

Necesitamos predicadores que hagan temblar nuestros corazones. El fuego de Dios a un fuego de amor que consume el pecado en quien obedece al evangelio a la vez que evita caer en el fuego eterno. Ese fuego al que acuden ya sin remedio los que se condenan. Cuanto más optimista sea el mundo respecto a la salvación, más necesidad hay de predicar sobre la posibilidad de la condenación. No tanto para que la gente viva en el temor de condenarse -aunque la atrición no es una plaga sino un instrumento de la gracia- sino para que se suscite en todos la alegría de saberse invitados a librarnos de semejante condena por el sacrificio del Hijo de Dios.

Al fin y al cabo, quien no se siente o se sabe condenado, ¿cómo va a querer salvarse? No robemos al mundo el mensaje claro y rotundo de Cristo. La puerta de la salvación es estrecha y pocos la cruzan. La que conduce a la perdición es amplia y muchos entran por ella. Somos pescadores de hombres. No dejemos que la gente muera predicándoles un evangelio falso.

Luis Fernando Pérez Bustamante

44 comentarios

  
Howard Lowe
“Cuando enseñes en la Iglesia, debes provocar.....su compunción” (San Jerónimo)
'Necesitamos predicadores que hagan temblar nuestros corazones......'
Exactamente; muy bien!
24/08/13 12:31 PM
  
Pedro F. Barbadillo
El domingo pasado se leyó el Evangelio de Lucas 12 en el que Cristo dice que "ha venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!".

¡Menudas frases! Y ni el cura de la iglesia a la que fui, que se prepara las homilñias y es ortodoxo, ni la wweb Evangeliodeldia, que recomendó un texto del CVII sobre la paz, las explicaron: paz, amor, prójimo...

A veces da la impresión de que los curas no son preparados en los seminarios o de que a algunos les gustaría borrar ciertos pasajes de los Evangelios.

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LF:
Iba a añadir algo a tus palabras, pero mejor te lo digo privadamente por Skype, :D
24/08/13 12:32 PM
  
Yolanda
buenismo pelagiano que tanto abunda hoy no solo en el mundo sino dentro de la propia Iglesia, por el cual se da por hecho que todo el mundo se va a salvar

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¡Hace falta valor para ceer que todo el mundo se va a salvar!... cuando lo obvio es que los que se van a salvar son los comentaristas de Infocatólica.

La puerta de la salvación es estrecha y pocos la cruzan: la cruzarán los comentaristas de Cor ad cor loquitur, que son muchísimos, sí, pero muy pocos comparados con el resto de la humanidad. La puerta de la condenación es amplia y la mayoría entra por ella: no hay más que ver que o son unos depravados, o disculpan a los depravados, no como los cultores de LFPB. Porque como el pecado más pecado y que más condena es el que atenta contra el 6º, y aquí nadie peca de eso (¡y menos aún si se es argentino!), pues todos salvos.

Qué suerte tienen en Infocatólica, que el Señor les ha hecho la puerta de la salvación a su medida y sólo a su medida.


(Lo siento, me los has puesto a huevo esta vez, tenía que sacara a pasear a RNA después de ver que el ser razonable no sirve de nada)


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LF:
¿Ya te has quedado a gusto?
Tú misma.
24/08/13 12:40 PM
  
Tomás Bertrán
Porque no eres ni frío ni caliente, te vomito.
El cielo se gana haciéndose uno violencia.
El "nada y guarda la ropa", el "mira hacia otro lado", el "vive y deja vivir", es una forma segura de condenarse.
En Cataluña se dice "o tot o merda". Traducido benévolamente "o todo o nada".
El pecado más grave que hay es pensar que a Dios se le puede tomar el pelo. O se está totalmente con Él, o no se está. Y añado, por si hay dudas, que quiere que estemos con Él a través de su Iglesia.
Un sacerdote me aseguró que me pasaría 300.000 años en el purgatorio, lo que agradecí sobremanera ya que me aseguraba la Salvación.
¡Ah!, y sin ánimo de asustar, como médico he asistido a más de una defunción que la muerte le ha cogido durmiendo y con una sonrisa. Y la familia contenta ya que decía que no se había enterado y que era una muerte dulce. Y me preguntaba y meditaba de qué narices sonreía cuando se estaba muriendo "sin enterarse". That's the question.
24/08/13 12:56 PM
  
Josafat
Yo no calificaría de buenismo pelagiano lo que es terror a la propia muerte y al despues. En ese sentido veo lógico confiar, aunque se este errado, en un perdón general.

Por otro lado el problema de la predicación del infierno es que no se ha adaptado a una audiencia propia de una sociedad opulenta. De nada sirve meterse con el hedonismo, la buena vida o la seguridad existencial porque estas ultimas son cosas buenas; la era de las epidemias, el hambre, las guerras... en suelo occidental acabaron tras 1945 ( con permiso de los Balcanes).

En una sociedad mercantilista como la nuestra hablaría del infierno utilizando símiles financieros, y teniendo en cuenta que actualmente el hombre se establece sus propias leyes de gobierno individual por lo que la imposición ya no funciona sino el dialogo.

Todo ello enmarcado en la esperanza de la amnistía, que obviamente no daría por ganada.

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LF:
Sospecho que lo que yo entiendo por buenismo pelagiano no es lo que entiendes tú.
Y por cierto, debieras repasarte lo que los padres de la Iglesia predicaron sobre el infierno a las "clases opulentas" de su tiempo. Y eran efectivos, créeme.
24/08/13 1:02 PM
  
Joan Antoni
Me permito recomendar para aquellos a aquien este excelente artículo abra el apetito, la pequeña pero magistral obra del P. Royo Marín titulada "¿Se salvan todos?" (BAC minor).
24/08/13 1:54 PM
  
Yolanda
LF:
¿Ya te has quedado a gusto?

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Hmmm, no del todo...

Me ha quedado recordar, respecto a la salvación y lo pocos que son los que se salvan, que las prostitutas nos precederán en el Reino de los Cielos y a lo mejor se cierra la puerta después de que ellas pasen y se nos queda fuera algún superultramegahipercasto pero soberbio, o mentiroso, o ladrón, o avaro, o borracho, o maldiciente,o estafador...

O aquellos que, eran MUY castos, pero mucho mucho mucho, y muy heterosexuales, más que nadie, pero vieron a los frágiles y marginados con hambre, y no les dieron de comer; con sed, y no les dieron de beber; o no acogieron al forastero (¡¡¡y hasta le quitaron la asistencia sanitaria y aplaudieron que se la quitaran!!!); o no visitaron enfermos ni cautivos...

Pero se creían salvos de antemano, no por buenismo pelagiano (no no no, pelagiansimo nunca, una persona decente no es ni buenista ni pelagiana, ¡qué ordinariez!) sino por soberbia descomunal, y cuando llegó el momento de cruzar la puerta, pasaron las prostitutas y ellos se quedaron gritando fuera: "Eh, Señor, que soy casto, y heterosexual... o casi".
24/08/13 1:54 PM
  
Luis López
Es cierto que las palabras de Jesús nos advierten que la salvación no se obtiene con sólo decir "Jesús, Jesús", sino sobre todo que es necesario "hacer su voluntad", y que hay un riesgo muy grande de oír las tremendas palabras de "no os conozco". Y que en este mundo que tenemos, es evidente que cada vez menos se hace la voluntad de Jesús.

¿Implica eso que la salvación se concederá, como gracia que es, a muy pocos? Me resisto a pensarlo, porque sería un tremendo fracaso de Dios (que desea que "todos los hombres se salven"), si la gran mayoría de los hombres y mujeres de este mundo engrosasen el tenebroso lugar donde habita el demonio.

Cada vez estoy más convencido de que el Purgatorio es el lugar donde más almas habitan, y que sólo los muy, muy malos, y los muy muy obstinados a no creer en la salvación única de Jesús, son los que se van directamente al infierno.

Pero -eso es lo terrible- no recuerdo haber oído en toda mi vida en la Santa misa un sermón sobre el Purgatorio, un sermón que nos conmueva al referir el tremendo padecimiento de aquellas almas salvadas, pero que no pueden acceder a Dios, hasta su completa purificación.
24/08/13 2:05 PM
  
Eduardo Jariod
Para el hombre contemporáneo la salvación es una idea anacrónica, casi una excentricidad. Incluso para no pocos católicos es una realidad imprecisa, algo así como un futuro muy lejano del que apenas cabe preocuparse, o una meta que se alcanza simplemente siendo "buenas personas" (no robar, no matar, llevarse bien con la gente, y cosas por el estilo).

Nadie sabe la cantidad, pero es evidente que todo camino con exigencias lo suelen recorren pocos, siempre una minoría. Y aunque la carga es ligera y el yugo suave, más suave y ligero es precipitarse al pecado, del que no estamos libres ninguno.

Entre la condenación y la salvación, el purgatorio. Es demasiado lo que en una vida necesita ser purgado para ser digno de contemplar la gloria de Dios. Entre el rechazo absoluto de Dios y su negación en pensamientos, palabras, obras y omisiones, y la santidad de su apertura franca en esta vida, queda el camino de nuestra humana mediocridad. Pidamos al Señor al menos que nunca dejemos de desear la perfección a la que Él nos llama.

Por cierto, qué bien sigue escribiendo D. Guillermo. En fin...
24/08/13 2:10 PM
  
Nazareno
Me examino en septiembre de escatología en ISCRD san agustin (Ciencias Religiosas). En el manual, de infierno, cielo, purgatorio y esas cosas, poco y mal. Teorías heterodoxas de teologos raritos, tres cuartos de manual.

Por suerte se lo que estudio, y ya no me confunden (con la ayuda de Dios). Pero me tengo que sacar la licenciatura antes de que venga Bolonia.

Gracias
24/08/13 2:14 PM
  
Gloria A.
Nazareno,

permite que te recomiende la "Escatología" de Alviar, en ed. Eunsa. No te defraudará. Hay muchas otras, como sabes, pero te aseguro que esa es excelente y en plena sintonía con el Magisterio eclesial.
24/08/13 2:57 PM
  
Eurípides
Editado:
Ni harto vino se cree usted que le voy a dejar participar en este blog.
24/08/13 3:16 PM
  
Alexander
mi novia anda leyendo "Cielo e infierno: verdades de Dios" (de María Vallejo Nágera y está encantada).

Me parece perfecto el post y estoy en total sintonía. El Evangelio no hay que edulcorarlo.

Eso sí, me parece a mí que el Cielo no hay que ganárselo como si la Salvación fuera fruto de un esfuerzo personal -que sin duda también hay que hacer-, sino más bien es una gracia que nos ha conseguido los méritos de la sangre de Cristo, que alcanzan a todos. Y en la adhesión a Cristo está la Salvación. Es decir, fe + obras.

Me parece que el dogma "extra eclesiam nulla salus" -o como se escriba convenientemente- está olvidado por muchos. Y eso hace que evangelizar sea claramente más complicado.
24/08/13 3:29 PM
  
Nicolas
Editado:
Como si nada, oiga, :)
24/08/13 3:34 PM
  
Pedro Luis Parets
¿Son muchos o pocos los que se salvan? Eso solo lo sabe Dios. Dejemos a Dios ser Dios, y no queramos fisgonear en asuntos que solo le corresponde juzgar a El. Pues solo El, tiene el pleno conocimiento y saber de la conciencia humana. El sabe perfectamente lo que hay dentro del corazón humano. No sabemos si son muchos o pocos los que se salvan, como tampoco sabemos con certeza, si en el infierno hay muchos o pocos. Solamente lo sabe Dios, que es el unico Juez Supremo. Nosotros esforcémonos en vivir el Evangelio y
estar siempre en gracia de Dios, que es lo que salva. Lo demás, ya lo sabremos a su debido tiempo, cuando nos presentemos ante Dios, Justo Juez y al mismo tiempo Padre bueno.
24/08/13 3:37 PM
  
Pacote
Editado:
No responda. Es mejor, créame.
24/08/13 4:23 PM
  
Francisco Javier
Dice San Pablo que a nosotros no se nos ha dado el poder de juzgar a los de fuera, sino solo a los de dentro.

Y también he de decir, que Cristo habla en esos pasajes de la Puerta o Senda estrecha de los que Caminan por la Senda de la Vida.

Yo coincido con Leonardo Castellani (nada sospechoso de Cura Progre) en que Cristo no habla de la Salvación en ese pasaje, sino de Caminar en Él (que es la Vida). Es decir, que los que encuentran la puerta estrecha son pocos... Porque pocos son los que viven VERDADERAMENTE según Dios. Pero en ningún momento está afirmando que SE VAYAN A SALVAR POCOS (y ahí también coincido con el Padre Guillermo).

Después, por supuesto que habrá muchos más que se salven. Porque si recordáis en San Mateo, los que se salvan dicen:

"Señor... ¿Pero cuándo hicimos esas cosas?"

Habrá muchos que se salvarán sin seguir el Camino de la Vida, pues nunca lo conocieron... Pero hicieron lo importante: Cumplir la Voluntad de Dios.
24/08/13 4:45 PM
  
Francisco Javier
Y por cierto,


La verdad es que el artículo de Pagola es buenísimo.

Es lo más católico que he leído de él hasta hoy sin dudarlo ni un segundo.

¡Pone en guardia a las falsas seguridades de muchos!

Y es cierto: se salvará el Justo-Publicano que no es digno ni de levantar la mirada del suelo... No el fariseo que simulaba la justicia y se creía por ello en posesión de ella ;)
24/08/13 4:51 PM
  
Luiscar
Para subir al cielo,Cristo me abrio las puertas y puso una escalera y al final de la escalera estaba EL en la Cruz ,moviendo mi corazon y mi corazon mis pies para correr hacia EL y cuando llegue ,abrace sus pies y me converti en rio de gracias ,porque por fin podia descansar en el mar de SU mirada y llenarme de lagrimas,y le dije;"GRACIAS ,SEÑOR ,POR GRACIA".

Porque uno no ama para salvarse,sino que ha sido salvado y por eso Ama.
Si primero no es regenerado el arbol,vanos son sus frutos.
Si antes no se crucifica el ego,el no querra perder su vida.Hay que atarle y clavarle por la fuerza del Espiritu.
Si no descansamos en Cristo,¿vamos a desgastarnos por SU Causa?.
Sin nuevo nacimiento no hay nueva criatura y sin nuevas criaturas,no hay nueva creacion,seguimos en el destierro.No hemos pasado del nº6(hombre caido) al nº 7 ,santificado y descansado de sus obras trabajosas hechas bajo maldicion.

Condenado ,purificado y salvado ,asi se siente todo convertido de las tinieblas a la Luz inefable.

Pues ya fuimos salvados en la redencion,estamos siendo salvados en la santificacion y seremos salvados en la glorificacion.
El que empezo la buena obra la acabara ,¿puedes creerlo? ; "Porque sois salvos por Gracia mediante la Fe...", "porque dudais ,hombres de poca Fe" poner; "los ojos en Jesus que es el Autor y Consumador de la Fe" y no os hundiries ,porque estareis encima de la Roca,ante la cual las tempestades chocan y arremeten con furia contra ella ,mas no se mueve,bian sabeis vosotros en quien habeis puesto vuestra confianza y nadie os puede aparatar de SU Amor.

Ahora bien,la confianza es la garantia y la esperanza
por ella persevera,porque sabe en Quien esta puesta.

Esto no es soberbia,es Fe en la Verdad,es Amor en humildad,sabiendo que nada podemos hacer y todo lo debemos esperar,rogando que nos de la Gracia para fortalecer nuestra voluntad de cooperar.
Paz.
24/08/13 6:00 PM
  
Ricardo de Argentina
Muy bueno el artículo porque explica la apostasía generalizada que padece la Iglesia. Porque si todos nos vamos a salvar, ¿para qué sirve la Iglesia? Entonces, a olvidarla.

En los edificios de las viejas iglesias de siglos ha, solía lucir grabado en el frontispicio lo siguiente : "SALVA TU ALMA". Pero ahora ni se predica esto, al contrario, en los funerales se canoniza ipso facto al protagonista, confirmando el "dogma" de la Salvación Universal Automática e Inmediata, ése que se creen a pie juntillas los buenistas.

Porque si como aseguró Rousseau el hombre es "bueno por naturaleza", entonces es que no queda otra: al Cielo y que pase el que sigue.
24/08/13 6:07 PM
  
Ricardo de Argentina
Veo que en la viñeta se hace referencia a la virtud de la Humildad como escalón para llegar al Cielo, y eso me ha hecho recordar una frase de un tratadito escrito por el P. Miguel A. Fuentes (IVE):
"Las almas que están en el Cielo no todas han sido de Confesores, Vírgenes o Mártires; pero todas han sido humildes."

Interesante para recordar.
24/08/13 6:18 PM
  
leibnitz
Muchas gracias por recordarnos las palabras de san Pío X. Todos los que aspiramos a ser discípulos de Cristo deberíamos tenerlas en cuenta.

Las mayorías tienden a estar actualmente divinizadas, y constituyen refugio grato para gran parte de la población española que debilitada en su Fe y muy afectada por el poder seductor del que hablara san Pablo, acude al seno de la corriente favorable multitudinaria donde se arrejunta bajo la ilusión inoculada por los oligarcas de que la cantidad hace la fuerza, de que Dios habla en la Historia a través de las mayorías conoceríamos lo que la evolución progresista marca hoy como liberador o como cavernario. Tan convencidos están algunos del protagonismo decisivo de las mayorías que llegarán a creer que el mismo Dios y su Iglesia deben plegarse a ellas. Nótese que así, el bien, el mal, la conciencia recta, la salvación, el Cielo, la Cruz, el Infierno, son entelequias a consensuar y convalidar "democráticamente", es decir, a decidir por las minúsculas minorías que piensan por delegación de muchos ilusos gregarios y que censuran tácitamente cosmovisiones alternativas legítimas. Y en estas estamos.

Jesús, confío en ti.



24/08/13 6:42 PM
  
Oscar
BXVI explicaba q el infierno es la ausencia total de amor en el corazón del hombre, de forma q A Dios no le quedaba ni un resquicio de amor por donde poder agarrar ese corazón y salvarlo. A mi me parece atinado. Aunque entiendo que la teoría es que se condena quien muere en pecado mortal. Si? Pero luego se añade lo del concilio de que aun así, no sabemos los medios de Dios para salvar al hombre, en esto podría encajar la explicación de BXVI
24/08/13 7:59 PM
  
Roberto
Cuando a Jesús le hacen esa pregunta responde otra cosa diferente. No habla de pocos o muchos sino de una puerta estrecha que hay que pasar. La salvación empieza aquí y ahora aunque tiene una proyección escatológica. En las catequesis, predicaciones, clases de religión, etc creo que se habla poco de la salvación ,damos por hecho de que todos nos salvamos aunque creo que la mayoría tendremos que pasar por una purgación importante antes.

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LF:
El asunto es que Cristo habla de los que pasan una puerta y los que pasan otra. La estrecha la pasan pocos y la ancha muchos.

Obviamente, cuando hablamos de miles de millones de personas, aunque los que pasen por la estrecha sean menos que los que pasan por la ancha, son multitud. De hecho, en el cielo se habla de una multitud incontable.
24/08/13 9:34 PM
  
Yolanda
Comentario de Joan Antoni
Me permito recomendar para aquellos a aquien este excelente artículo abra el apetito, la pequeña pero magistral obra del P. Royo Marín titulada "¿Se salvan todos?" (BAC minor).
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¿Éste, Joan Antoni?

Reseña de la editorial:

"Una vez más la BAC tiene la satisfacción de ofrecer a sus lectores una nueva obra del P. Royo Marín, uno de los más conocidos y admirados autores de nuestra colección. El éxito extraordinario de sus diecisiete obras anteriores —que han rebasado ampliamente, en su conjunto, la impresionante cifra de 600.000 ejemplares— colocan numéricamente al insigne dominico en el tercer puesto entre todos los autores de la BAC. En la que hoy ofrecemos a nuestros lectores brillan, una vez más, las características inconfundibles de su autor: claridad extraordinaria, orden admirable, seguridad doctrinal, estilo transparente y un discreto y controlado entusiasmo que contagia fácilmente al lector. La tesis fundamental, en tomo al gran número de los que se salvan, está tan vigorosamente demostrada que lleva al lector más exigente al pleno y absoluto convencimiento. Sus diez argumentos fundamentales se apoyan principalmente —como no podía me-nos de ser— en el gran dogma de la Redención universal de Cristo, que afecta a todo el género humano sin excepción, en la voluntad salvífica universal de Dios según el famoso texto de San Pablo: «Dios quiere que todos los hombres se salven y vengan al pleno conocimiento de la verdad» (1 Tim 2,4) y en otros muchos textos del Antiguo y Nuevo Testamento que el P. Royo recoge cuidadosamente y examina de acuerdo con la más severa hermenéutica bíblica moderna. Una obra, en fin, que está a la altura de cualquiera de las obras anteriores del P. Royo Marín publicadas por la BAC."


¿Cómo recomiendas este libro? lo veo tan... buenista,


24/08/13 9:56 PM
  
Mas
Coincido con Yolanda en que para salvarnos debemos mirar mas a corregir nuestros propios pecados que los de los demás, y en la lista que pone ella me identifico y creo que los catolicos "ortodoxos" pecamos más de fariseismo y sobervia que de otra cosa,y es terrible porque etos pecados junto con la hipocresía parece que son los que más detesta El Señor.
24/08/13 10:17 PM
  
Franco
LF, ¿Pagola se habra quemado los musculos escribiendo algo tan poco progre? :)
Ojala Yolanda tuviera razon al decir que se van a salvar los lectores de Infocatolica. Lo mas cerca que he estado de Cristo ultimamente es en esta pagina :(
24/08/13 10:53 PM
  
Néstor
Tenemos que trabajar en nuestra salvación con temor y temblor, porque nadie la tiene comprada. Por eso mismo conviene no cargarse encima con heterodoxias y actitudes eclesiales poco claras. En ninguna parte dice el Señor que la prostitución y otras yerbas sean un camino de santidad ni de salvación. Si lo fueran ya deberían haber surgido las congregaciones encargadas de cultivar los correspondientes carismas.

Saludos cordiales
24/08/13 11:05 PM
  
Pepito
Además del pasaje de Mateo 7,13-14, también está el de Mateo 22,1-14, de la parábola de los invitados a la boda.

En dicho pasaje se afirma claramente que "muchos (todos) son los llamados, más pocos los escogidos"

Dios quiere con voluntad antecedente que todos los hombres se salven, pero de hecho no todos sino sólo unos pocos se salvarán, a mi entender, salvo lo que diga el Magisterio cuando se pronuncie expresamente en este tema, si es que alguna vez se pronuncia.

Acerca de este tema hay diversas opiniones entre los teólogos. Como el Magisterio no se ha pronunciado expresamente sobre el tema, caben pluralidad de pareceres e interpretar en sentido literal, así como suena, el "pocos" de los que habla Jesús, como un número en todo caso menor de la mitad del total de la humanidad, sin que se pueda, naturalmente, precisar el número exacto.

Podría ser la mitad de la humanidad menos uno o menos X, no se sabe. Pero sí podemos estar ciertos, a mi juicio, por las palabras de Cristo, que serán pocos los salvados, pues el mismo Cristo nos dice que son pocos, es decir, menos de la mitad del total de humanos.

Por tanto, yo me inclino a pensar, salvo enseñanza específica del Magisterio, que son pocos los que se salvan, es decir, que del total de los llamados (que es toda la humanidad) son pocos los escogidos o salvados efectivamente.

Poco es aquella cantidad que no llega a la mitad del total de una magnitud dada. Lo que supera la mitad de una cantidad total se califica de mucho, lo que es la mitad exacta es ni poco ni mucho, y lo que es menos de la mitad se califica como poco.

Aunque como en ese menos de la mitad cabe también más y menos cantidad, no se puede saber a ciencia cierta cual ha de ser el número concreto de los pocos escogidos que se salven.

Por tanto se salvarán, a mi juicio, como máximo, la mitad menos uno del total de la humanidad, sin poder precisar desde luego el número exacto de los salvados.


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LF:
Muy fundamentalista y poco caritativo le veo, :)
24/08/13 11:35 PM
  
Federico Pazos
Editado:
Mejor no doy paso a su comentario, que se lía parda. Espero que lo entienda.
24/08/13 11:43 PM
  
Pepito
Pues sí, estimado Director, en este tema soy lo que se califica de "rigorista". Pero es que de momento es tema de libre opinión cómo se ha de entender el "pocos" que Cristo dice en el Evangelio.

Perdón, Luis Fernando, por este comentario tan seguido. Si lo consideras oportuno lo eliminas y santas pascuas, sin problemas. Pero con él acabo de explicar lo que me parece en este tema tan peliagudo del número de los salvados.

El libro del P. Royo lo tengo en casa y lo leo con frecuencia y siempre me pareció, como a Yolanda, un tanto "buenista".

Pero como sobre cómo ha de entenderse el término "pocos", que Cristo usa para revelarnos que "pocos son los escogidos", no ha recaído aún definición expresa del Magisterio, cabe libertad de opinión teologica al respecto y, por tanto, cabe que algunos entendamos por pocos una cantidad menor de la mitad del total de la humanidad, salvo, claro está, que el Magisterio diga otra cosa.
24/08/13 11:53 PM
  
Gregory
Discrepo en un punto, no se trata de una Evangelio falso porque no lo es sino más bien aguado, sin sabor ni vida, ya que no hace falta nada más de manera que :¿para qué la conversión? pero ciertamente que Cristo nos ha salvado nos toca vivir como discipulos cada día viviendo en fidelidad al Señor.
25/08/13 12:00 AM
  
Ano-nimo
Bueno, muy bien, ¿y qué pasa con los del purgatorio?. Pues si no lo he interpretado mal, cuando hablan de los que se salvan, son los que lo hacen directamente. Y los que se condenan, también. ¿Y los del purgatorio?, ¿no existe una tercera puerta?.

Así que siguiendo con los cálculos de Pepito, si los que se salvan directamente son la mitad menos 1 (50% -1), y teniendo en cuenta que Dios quiere que se salve la mayor cantidad posible por diversas vías, pues creo que los del purgatorio serían de esa mitad + 1 (50% + 1) que queda, tres cuartas partes + 2 (37,5% + 2), así que se condenarían el 12,5% - 2.

;)

Cordiales saludos.



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LF:
Todos los que están en el purgatorio están salvados. Sin excepción.
25/08/13 12:08 AM
  
Yolanda
pepito:

veo que alguien tan... no diría yo "rigorista" sino literalista como usted, tampoco sabe entender las ironías. Lo de que Royo Marín es "buenista" era una ironía. No lo he leído, sólo he leído la recensión de la BAC y, a juzgar por la frase que pongo en negrita, cabría llamare buenista según el criterio de LF. Y el suyo, claro.

Pero vamos, ¡Royo Marín buenista...! ¿Y todo porque no dice que se salvará, como mucho, la mitad menos uno?

¿De verdad les parece normal esta discusión?

Ande, léase el post de don Guillermo Juan Morado (no es sopechoso de buenismo, ya ve que LF comienza su post elogiando el de don Guillermo). El Evangelio no dice cuántos se salvan, ese cálculo suyo parece una broma; el evangelio no lo dice. Dice solo cómo salvarse. Cómo entrar por la puerta estrecha. Dice el cómo no cuántos.

Don Guillermo ha añadido el ejemplo de los santos para que nadie de desespere; si otros han podido, siendo grandes pecadores, yo puedo también.

Porque admitan ustedes, los "rigoristas", que si las cosas son como las pinta LF (o usted) es par desesperar. Y eso, en vez de fomentar la virtud, fomenta el vicio: total, si no me voy a salvar, ¿para qué ser bueno? ¿en qué creer si no tengo casi posibilidades de salvarme?



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LF:
El evangelio no dice el cuántos pero sí dice que por una puerta pasan más que por otra. Y eso no se puede negar.

Y por cierto, nadie PUEDE por sí mismo. Solo la gracia de Dios puede y nos hace poder. Si no, sería imposible salvarse.

Por eso hay que predicar también la gracia. Y tampoco se suele hacer.
25/08/13 1:06 AM
  
Isabel
Luís Fernando. Una vez más has hecho un comentario extraordinario, con el que estoy de acuerdo de principio a final.

Conozco a personas que aún sintiéndose cristianos, llevan una vida totalmente de espaldas al Mensaje Evangélico y viven tan tranquilos.
No sé si en el fondo han dejado de creer en la "Otra Vida" y se centran únicamente en lo que dices de vivir con plenitud la presente, o simplemente dan por hecho ese "buenismo" de un Dios que todo lo perdona, porque nos quiere tal y como seamos, y por lo tanto que no merece la pena el sacrificio de vivir según el Evangelio, porque esto incluye llevar la cruz, a veces muy pesada.

Un afectuoso saludo y ¡Gracias!
25/08/13 1:16 AM
  
Ramontxu
Lo de "extra ecclesia nulla salus" ya me parecía una puerta bastante estrecha, pero resulta que aún es más estrecha, que, además, hace falta... Bueno, eso no lo tengo claro. No sé si se trata de ser bueno o de ser ortodoxo. Quizá algún contertulio podría aclarármelo.

En cualquier caso, creo que a mí me va a resultar imposible.

Espero que admitas la ironía.
25/08/13 2:14 AM
  
Fray Nelson
A pesar de que comparto, por supuesto, la necesidad de predicar con seriedad la conversión, ¿por qué será que siempre queda la sensación que quienes hablan de los pocos que se salvarán implícitamente van dejando entender que ellos estarían entre esos pocos? Tal vez es sólo impresión mía.

Y otra cosa: producir la abundante sensación de que muchos, la mayoría, se condenará, no necesariamente empuja a la conversión. Con igual razón lleva a la desesperación, al cinismo, al desprecio de la religión.

Lo único sensato que conozco es:

1. Asegurar que el infierno NO está vacío porque lamentablemente ya están y estarán para siempre en él los ángeles caídos, y su caída no es menos dolorosa que de la creatura inteligente llamada "hombre."

2. Invitar a TODOS a la conversión; al arrepentimiento sincero con absoluta confianza en que sólo por misericordia y mediante la fe somos salvos.

3. Proclamar con vigor que sólo Dios es juez, y que sólo él sabe del destino eterno y las razones de ese destino para cada ser humano.

4. Admitir que en la Biblia hay lenguajes tajantes en la Biblia (como aquello de "Nínive será destruida en cuarenta días") que tienen al final carácter de advertencia... para no destruir a Nínive. Pero ello sólo lo descubre y disfruta el que atiende en serio el llamado.


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LF:
Dices:

Admitir que en la Biblia hay lenguajes tajantes en la Biblia (como aquello de "Nínive será destruida en cuarenta días") que tienen al final carácter de advertencia


Bueno, eso ocurre también con algunos posts, y sin embargo los que los escriben -obviamente sin ser inspirados por el Espíritu Santo- son tratados poco menos que de inquisidores, fundamentalistas, rigoristas, fariseos, mala gente, etc, etc.

Cosas que pasan, ya ves.
25/08/13 5:25 AM
  
Adriana Martinez
Me ha llamado mucho la atencion que la persona que ha cargado contra LF predique el amor al prójimo y la caridad y no haya sido capaz de suponer la buena fe del que ha redactado este post :D
Yo personalmente, lo agradezco, si que veo necesario que se predique mas sobre la posibilidad de condenación, donde dejamos los mensajes de Fatima por ejemplo , si dudamos de esta posibilidad? El infierno es una posibilidad, segura para todo aquel que rechace a Dios hasta el ultimo momento de su vida, y no ira alli porque Dios lo quiera o porque lo castigue, ira alli porque lo ha elegido voluntariamente.
Otra cosa que creo que no tenemos en cuenta cuando pensamos que todos seremos salvos, es la Justicia de Dios, que debe existir al igual que su Misericordia, olvidamos cuantas personas se han esforzado realmente por vivir honradamente, sirviendo al prójimo y a Dios, diciendo la verdad, practicando la castidad segun su estado, en fin, nada que no aparezca en los Mandamientos de Dios, olvidamos que si estas personas lo han hecho, y les ha costado, por que Dios nos iba a poner el liston mas bajo a nosotros? Por la época en que vivimos? Por que los tiempos han cambiado? Creo que no porque entonces el esfuerzo de aquellos no habria valido la pena.
Dios nos llama a cambiar de vida, a ser coherentes con nuestra fe, no es facil, nos cuesta horrores, pero para eso le tenemos a Él que siempre esta dispuesto a acogernos en el confesionario, en la Misa, o en nuestras oraciones privadas para darnos fuerzas y ayudarnos a llevar a cabo nuestra tarea.
Es bueno predicar sobre la el amor al projimo, sobre la caridad, etc, pero tambien urge que se predique sobre el rezo del Rosario (como ha dicho nuestro Santo Padre hace pocos dias ) , la visita frecuente al Santisimo, la Comunion y Confesion frecuentes etc. Si ponemos a Dios en primer lugar en nuestras vidas (como nos recuerda el primer mandamiento) , Dios se encargara de que nuestra actitud hacia el prójimo sea la del autentico seguidor de Cristo.
Un saludo LF y Feliz dia del Señor!

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LF:
Lo cierto es que voy a cerrar los comentarios en mis posts a partir de ahora. Así nadie especulará sobre las intenciones de lo que escribo. Al menos no públicamente.
25/08/13 11:00 AM
  
Isabel
En la Biblia hay muchos pasajes de lenguaje tajante. En el Antiguo y en el Nuevo Testamento. Muchos.

De ahí que el otro día comentaba yo en un post de ésta casa, que si Dios no tiene una inmensa compasión con nosotros ¿quién podrá salvarse? A mi juicio si Dios no nos aplica el Amor por delante incluso de la Justicia, se salvarían muy pocos, por no decir casi ninguno.

Pero ese lenguaje tajante en la actualidad no está "de moda", enseguida te tratan de fanático y otras lindezas. Y "que hay que perdonar (sin previo arrepentimiento y corrección del mal que se causa, etc".

He oído decir a un sacerdote, argumentos que nunca se me hubieran pasado por la cabeza que pudiera decirlos una persona que debería enseñar el Evangelio.

Pienso en el daño que pueden hacer estas predicaciones a tantas y tantas personas. Por eso el único que puede juzgar es Dios, que es el único que ve en el fondo del alma humana, y que conoce todas las situaciones por las que ha pasado.
Algunas no haber recibido la educación en la Fe apropiada.

Sobre el tema del purgatorio podría decir lo que pienso, pero no lo diré. Al fin y al cabo es una opinión personal. Y no quiero que se enfade conmigo Luis Fernando ni ninguno de vosotros.

Un afectuoso saludo.
25/08/13 11:02 AM
  
Isabel
Al ver el dibujo que ilustra el post de hoy, me he dado cuenta de que no lo había mirado sino por encima.
Las escaleras que suben al Cielo y que son la Justicia. Bien Cierto. Y al final la imagen del Cielo.
Las escaleras que suben al infierno, llenas de mentira, (uno de los pecados más frecuentes en esta sociedad y que tanto daño hace a tantas personas), y al final las llamas de infierno.

Una estampa muy simbólica.

Buenos días.
25/08/13 11:11 AM
  
Jorge
Me llevo las palabras de Pio X para la homilía de este domingo. Gracias.
25/08/13 11:16 AM
  
Editado
Editado:
No admitimos el uso de diferentes nicks por una misma persona.
25/08/13 11:55 AM
  
Ano-nimo
LF:

"Todos los que están en el purgatorio están salvados. Sin excepción".

¡Sí, sí...pero no directamente!. Tienen que estar el tiempo que sea en el Purgatorio, y eso ya no es directamente. Es como si yo para ir a Bilbao desde aquí, paro en Cuenca y me paso allí un año (y luego ya sigo a Bilbao); pues no, no voy directamenta Bilbao. Estar un año en Cuenca no es ir directamente a Bilbao. Pues esto lo mismo (Pepito habló de ir directamente).

Cordiales saludos.

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LF:
El tiempo que sea es menos que una gota en el océano comparado con la eternidad que les espera en el cielo.
25/08/13 12:13 PM
  
Luis Fernando
Durante un tiempo indeterminado, cerraré todos los comentarios en mi blog.
25/08/13 12:23 PM

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