Marcelo Van: Camino de los altares
Desde la publicación de las obras de Marcelo Van al español este religioso vietnamita ha empezado a ser muy conocido y su devoción está en auge. Su proceso de beatificación está abierto y el primer postulador fue el cardenal Van Thuan. El P. Álvaro Cárdenas asegura «Marcelo Van va camino a los altares, cuando se le conozca dará que hablar».
¿Quién es Marcelo Van?
Van fue un religioso vietnamita que murió en un campo de prisioneros comunista después de una vida llena de sufrimiento y muchas gracias del Señor. Santa Teresita del Niño Jesús se le apareció en más de una ocasión y lo adoptó como «su hermanito» , y fue su hermana espiritual en todos los sentidos. Le enseñó el camino al Cielo, el camino de la infancia espiritual y Van lo siguió al pie de la letra.
Nació en una familia pobre de Vietnam y desde pequeño ya sufrió desprecios de su padre, le pegaba por las noches. Siendo niño su deseo de ser todo de Dios se manifestó muy claramente y dejó su casa para irse a una casa parroquial a ayudar al párroco en todo lo que hiciera falta. Ahí también fue perseguido y torturado por uno de los catequistas ya que envidiaba la vida de piedad de Van. Se fue al seminario menor y fue ahí donde se encontró con santa Teresita del Niño Jesús.
El camino de la infancia espiritual
Van, a pesar de todos los sufrimientos, conservó siempre su alma de niño, su inocencia y pureza de corazón y buscaba en todo agradar a Dios. Su relación con Dios era como la de un niño con su padre, transparente, directa, espontánea, etc. Y con la Virgen igual.
Van quería ser santo, pero entre todos los santos no encontraba a ninguno que se ajustara a él. Los caminos que recorrieron eran demasiado difíciles para un chico como él. Se veía muy nada para soportar los sufrimientos de los grandes santos, le parecía imposible llegar a serlo. Hasta que la Virgen le mandó a Santa Teresita que fue en su ayuda. Entonces cayó en sus manos su Historia de un alma. Tenía 14 años. Desde entonces, no se separó jamás de su camino.
Santa Teresita le hace descubrir tres grandes cosas: Primero, el amor absolutamente gratuito de Jesús. Así aprende a dejarse amar por Él con un corazón de niño. Segundo, su Amor infinitamente Misericordioso. Y aprende confiadamente a dejarse perdonar. Y tercero, su Amor de mendigo, que reclama de nosotros el pobre amor de nuestro corazón. Además, Teresita le introduce también en la actitud de ofrenda.
Fue ella quien le comunicó que debía renunciar a su deseo de ser sacerdote y quien le reveló su vocación: tener, como ella, una vida oculta para ser apóstol del Amor Misericordioso de Jesús por la oración y el sacrificio; vivir escondido en el corazón de Dios para ser así la fuerza vital de los apóstoles misioneros.
Misión de Marcelo Van
El P. Álvaro Cárdenas asegura que: «La misión de Marcelo Van es la de ser apóstol escondido del Amor Misericordioso, continuando en la tierra y en el cielo -como le indicó el mismo Jesús- la misión de Santa Teresita. Van hizo de su vida una ofrenda total de sí mismo al Amor Misericordioso, y unido íntimamente a Jesús, también una ofrenda total a Él por la salvación de los hombres, no sólo de su querido Vietnam, al que tanto amaba, sino de todos los hombres. Como lo hizo antes Santa Teresita, Van hizo su propio acto de ofrenda al Amor Misericordioso para que el Reino de su Amor llegara sin tardar al corazón de todos los sacerdotes y de todas las almas.»
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