Nuestra relación con la Santísima Trinidad


En el Evangelio del Domingo de la Santísima Trinidad, Jesucristo manda bautizar: “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt. 28, 19).

Si las palabras se quedan cortas intentando expresar el amor humano, mucho más ante el amor divino, expresado para los hombres por Dios en una Palabra: Jesucristo.

Él es nuestro ejemplo de lo que debe ser nuestra relación con la Santísima Trinidad.

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Fragmentos de “Es Cristo que pasa” por San Josemaría Escrivá

“Para concretar, aunque sea de una manera muy general, un estilo de vida que nos impulse a tratar al Espíritu Santo- y, con El, al Padre y al Hijo- y a tener familiaridad con el Paráclito, podemos fijarnos en tres realidades fundamentales: docilidad —repito—, vida de oración, unión con la Cruz.

“Docilidad, en primer lugar, porque el Espíritu Santo es quien, con sus inspiraciones, va dando tono sobrenatural a nuestros pensamientos, deseos y obras. El es quien nos empuja a adherirnos a la doctrina de Cristo y a asimilarla con profundidad, quien nos da luz para tomar conciencia de nuestra vocación personal y fuerza para realizar todo lo que Dios espera. Si somos dóciles al Espíritu Santo, la imagen de Cristo se irá formando cada vez más en nosotros e iremos así acercándonos cada día más a Dios Padre. Los que son llevados por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios.[…]

“Vida de oración, en segundo lugar, porque la entrega, la obediencia, la mansedumbre del cristiano nacen del amor y al amor se encaminan. Y el amor lleva al trato, a la conversación, a la amistad. La vida cristiana requiere un diálogo constante con Dios Uno y Trino, y es a esa intimidad a donde nos conduce el Espíritu Santo. ¿Quién sabe las cosas del hombre, sino solamente el espíritu del hombre, que está dentro de él? Así las cosas de Dios nadie las ha conocido sino el Espíritu de Dios. Si tenemos relación asidua con el Espíritu Santo, nos haremos también nosotros espirituales, nos sentiremos hermanos de Cristo e hijos de Dios, a quien no dudaremos en invocar como a Padre que es nuestro.[…]

“Unión con la Cruz, finalmente, porque en la vida de Cristo el Calvario precedió a la Resurrección y a la Pentecostés, y ese mismo proceso debe reproducirse en la vida de cada cristiano: somos—nos dice San Pablo—coherederos con Jesucristo, con tal que padezcamos con El, a fin de que seamos con El glorificados. El Espíritu Santo es fruto de la cruz, de la entrega total a Dios, de buscar exclusivamente su gloria y de renunciar por entero a nosotros mismos.”

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Oración a la Santísima Trinidad por la Beata Isabel de la Trinidad (1880-1906)
Redactada el 21 de noviembre, 1904, tras pasar una noche ante el Santísimo

¡Oh, Dios mío, Trinidad a quien adoro! Ayudadme a olvidarme enteramente para establecerme en Vos, inmóvil y tranquila, como si mi alma estuviera ya en la eternidad. Que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Vos, ¡oh mi Inmutable!, sino que cada minuto me haga penetrar más en la profundidad de vuestro misterio. Pacificad mi alma, haced de ella vuestro cielo, vuestra morada amada y el lugar de vuestro reposo. Que no os deje allí jamás solo, sino que esté allí toda entera, completamente despierta en mi fe, en adoración total, completamente entregada a vuestra acción creadora.

¡Oh, mi Cristo amado, crucificado por amor, quisiera ser una esposa para vuestro corazón ; quisiera cubriros de gloria, amaros… hasta morir de amor ! Pero siento mi impotencia y os pido os dignéis « revestirme de Vos mismo», identificad mi alma con todos los movimientos de la vuestra, sumergidme, invadidme, sustituidme, para que mi vida no sea más que una irradiación de vuestra vida. Venid a mí como Adorador, como Reparador y como Salvador.

¡Oh, Verbo eterno, Palabra de mi Dios! quiero pasar mi vida escuchándoos, quiero hacerme dócil a vuestras enseñanzas, para aprenderlo todo de Vos. Y luego, a través de todas las noches, de todos los vacíos, de todas las impotencias, quiero miraros siempre y permanecer bajo vuestra gran luz. ¡Oh, Astro amado!, fascinadme para que no pueda ya salir de vuestra irradiación.

¡Oh, Fuego consumidor, Espíritu de Amor!, «descended a mí » para que se haga en mi alma como una encarnación del Verbo. Que yo sea para El una humanidad complementaria en la que renueve todo su Misterio. Y Vos, ¡oh Padre Eterno!, inclinaos hacia vuestra pequeña criatura, «cubridla con vuestra sombra», no veáis en ella más que al «Amado en quien Vos habéis puesto todas vuestras complacencias».

¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo! yo me entrego a Vos como una presa. Encerraos en mí para que yo me encierre en Vos, mientras espero ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestras grandezas.


Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]
: ¿Cómo muestra Jesús lo que debería ser nuestra relación con la Ssma. Trinidad? ¿Cómo expresaría su relación con la Ssma. Trinidad? ¿Qué le ayuda a comprender un poco mejor ese gran misterio?

Mañana –La fe en Dios– “Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra” (Mt. 28, 18)

17 comentarios

  
Luis López
ML, una humildes reflexiones. Que Dios sea a la vez único (una sola naturaleza divina) y trino (tres Personas) lo exige la propia sustancia de la divinidad. Dios es Amor, y el amor por esencia exige comunicarse. Antes, durante y después de nuestro mundo Dios vive en la comunicación íntima de amor "con" el Hijo "en" el Espíritu Santo. Dios es Padre, y muestra el amor en la Creación; Dios es Hijo y muestra el amor en la Redención (muere hecho hombre porque sólo "muriendo por", Dios puede mostrar hasta qué punto nos ama, hasta el final); Dios es "Espíritu Santo" porque es el que sostiene con Amor toda la fábrica de nuestro universo y el corazón de cada hombre.

Hay una figura que me gusta mucho: tres cerillas unidas en una misma llama (una llama de amor que arde en tres personas). San Agustín hablaba de las Memoria, la Inteligencia y la Voluntad -las tres potencias del alma- para explicar un misterio tan fascinante. Todo es poco, todo es inefable.

Cuando Jesús nos recuerda "Como el Padre me ama, así os he amado yo", y nos manda "Amáos los unos a los otros como yo os he amado" nos está diciendo lo que la Trinidad: una unidad que vive eternamente en el amor". ¡Benditos sean los que nos precedieron y ya contemplan ese inefable misterio cara a cara!
08/06/09 12:49 PM
  
Norberto
ML
Me ayudan mucho el Prólogo del Evangelio de S.Juan y la Anunciación en Lc 1.Mi relación con Ssma. Trinidad es cercana,casi familiar,trato de vivir en el Espíritu,con la ayuda inestimable de María, que sabe bien cómo ayudar.Ayer emití,con la ayuda de Theresita,la renovación del Acto como Víctima al Amor Misericordioso.
08/06/09 12:52 PM
  
Norberto
Según S. Agustín la Trinidad es :
Amante (Padre), Amado (Hijo), Amor (Espíritu Santo)
Por cierto preciosa la catequesis del Papa al respecto con una frase que lo comprende todo:
«La prueba más grande de que somos hechos a imagen de la Trinidad es esta: solo el amor nos hace felices»
08/06/09 12:59 PM
  
Ana
Si de verdad hiciéramos las cosas en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo sería todo diferente, hacerlo por la Santísima Trinidad por amor, no por nuestra propia estimación ,que en pequeñas dosis no es mala.
de acuerdo con Roberto en que es preciosa la catequesis del Papa. dios es amor y nosotros creados a su imagen y semejanza solo el amor nos hace felices.
En cuanto a la pregunta me ayudó cuando era pequeña ña explicación del carbonero cuando mostró su delantal al teólogo que lo interrogaba ,doblado en tres pliegues
08/06/09 5:45 PM
  
María Lourdes
Luis López, muchas gracias por la interesante reflexión. Dios siendo una Trinidad completa no nos necesita para nada, pero aquí estamos, amados infinitamente sin poder comprender por completo cómo puede ser que un Dios infinito se vuelque por completo por unas criaturas como los seres humanos.

Por su referencia a S. Agustín me acuerdo de una oración hecha popular por S. Ignacio de Loyola en la que uno ofrece al Señor su entera libertad, su "memoria, entendimiento y voluntad" diciendo "Tu Gracia y Tu amor son toda la riqueza para mí. Concédemelos, Señor, pues nada más deseo". No hay mejor muestra de amor que cumplir los mandamientos del Señor, como nos recuerda. Un saludo.
08/06/09 10:45 PM
  
María Lourdes
Norberto, Santa Gertrudis Magna describió en su libro de revelaciones una visión celestial de la Virgen María como un lirio con tres pétalos como símbolo de su relación con la Ssma. Trinidad. Ante esa visión dijo la santa: "Salve, blanco lirio de la refulgente y siempre serena Trinidad, deslumbrante Rosa celestial..".

Nuestra Madre le dijo: “Si alguno me saluda con devoción y me llama Blanco Lirio de la Santísima Trinidad, Fúlgida Rosa del Paraíso, yo haré ver en él lo que puedo obrar por la Omnipotencia del Padre, qué recursos me suministra la Sabiduría del Hijo y cómo ha llenado de Misericordia mi Corazón la Benignidad del Espíritu Santo…”

La Virgen María, como Hija de Dios Padre, Esposa del Espíritu Santo y Madre de Dios Hijo, muestra una relación entre Creador y Criatura que sólo Dios mismo podría haber ideado.
08/06/09 11:01 PM
  
María Lourdes
Ana, con esa oración, como ya sabe, comenzó admirablemente el P. Iraburu su blog. Un maravilloso ejemplo a seguir.

Zenit recoge aquí en español la catequesis del Ángelus del Papa Benedicto XVI en el domingo de la Ssma. Trinidad, al que creo se refiere Norberto, por si alguien quiere leerlo completo: http://www.zenit.org/article-31470?l=spanish

La imagen de los tres pliegues lo oí por primera vez en una película sobre S. José de Cupertino, en la que el santo, de muy poca educación, explicaba así con sencillez la Ssma. Trinidad a un eclesiástico de alto cargo en un humilde establo. Creo que se trata de una licencia poética de los productores de la película, pero muestra cómo Dios se revela a los humildes de corazón, a los más pequeños.
08/06/09 11:07 PM
  
azahar
Norberto, espero que haya pasado un feliz día de santo, aunque sea con retraso.

María Lourdes, a falta de leer más despacio su post, sólo desearle a su hija un feliz cumpleaños y a sus papás felicidades también por darle la vida.

También quería pedir una oración por mi sobrinito Víctor. Ha nacido prematuramente, con siete meses de embarazo y se encuentra en la incubadora. A su madre le han tenido que practicar una cesárea porque el bebé se ahogaba. Sus posibilidades de vida son del 90%, lo cual nos tranquiliza, pero hay que esperar diez días para poder ofrecer un diagnóstico seguro. Gracias.

09/06/09 1:45 AM
  
Norberto
Azahar
Muchas gracias,pediré en la misa de hoy por tu sobrinito.
09/06/09 7:20 AM
  
Ana
Pediré por el sobrinito.Ya lo hicimos por otro bebé y por una embarazada con riesgo de perder al bebé.Es muy buena cosa la comunión de los santos
09/06/09 5:04 PM
  
María Lourdes
Azahar, acabo de volver de Misa. Pedí por Víctor y toda su familia. También espero que la madre se esté recuperando bien y que vuelva al cabo de los diez días para decirnos que Víctor ya está fuera de peligro. Les acompaño en espíritu.

Muchas gracias por felicitar a mi hija, que cumple dos hoy. Un saludo a toda su familia.
09/06/09 7:14 PM
  
María Lourdes
12.06.09 @ 16:31
Comentario de: : azahar [Visitante] [copiado de otro artículo en que lo dejó]
María Lourdes, Ana y Norberto: Muchas gracias por vuestras oraciones.

El bebito está estable. Ha perdido un poquito de peso, sólo pesa 600 grs. Pero va progresando, gracias a Dios.

La madre está muy afectada. No poder tocarlo, ni sentirlo es una dura prueba.

Muchas gracias y saludos.
12/06/09 4:36 PM
  
María Lourdes
Azahar, me alegro de todo corazón por Víctor y doy gracias a Dios. En poco tiempo seguro que otros que le vean no le podrán distinguir de otros que hayan sido más pesados al nacer.

Ánimo a la madre y al resto de la familia por el gran testimonio de su amor por Víctor. Que el Señor le tenga al bebé en brazos de su madre muy pronto. Saludos a toda la familia.
12/06/09 4:43 PM
  
Elvira López
Me gusta mucho la reflexión de Luis. Queridos hermanos cada día crece mucho más mi devoción, mi fe a la Santisima Trinidad. Hermanos cómo creen que debemos santiguarnos? ¿A la ligera? ¿Por salir del paso? ¿Haciendo cualquier garabato en nuestra cara? NO Debemos santiguarnos con mucha reverencia, porque estamos llamando al mismo DIOS y es un acto de gran significación y de gran contenido. Estamos invocando a la SANTISIMA TRINIDAD.
17/07/10 6:52 PM
  
María Lourdes
Elvira, antes que nada, siento mucho que no le haya contestado hasta ahora. He estado ausente del blog un par de meses debido a obligaciones familiares y también a causa de dificultades conectándome al Internet.

Muchas gracias por haber dejado su comentario, animándonos a todos los que pasamos por aquí a dirigirnos al Señor en la oración con la debida devoción y respeto. Creo haber leído una cita de un santo (no me acuerdo de quién) que comentaba cómo cuanto mejor conocían los santos al Señor, cuanto mayor respeto y reverencia mostraban hacia Su Persona. Un saludo, y espero que siga contribuyendo sus reflexiones al blog.
21/08/10 12:17 AM
  
ALFONSO
Yo quiero pedir a la Santísima Trinidad, que, mi hermana Ascensión, que, tiene alzeimer muy avanzado, mejore.
Que me desaparezca el bulto del estomago, que, vuelva a ver y oir bien.
Que me toque esta noche la lotería.
Si tuvierams Fe de verdad, hariamos como dice el Evangelio: Pedir al Padre en Nombre de Jesús, y, saber, que ya está concedido. Buscar primero el Reino de Dios, y, lo demás se nos dará por añadidura

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Alfonso, me gusta lo que cita de las Sagradas Escrituras sobre buscar primero el Reino de Dios. Le tendré presente en mis oraciones. Un saludo.
03/03/11 6:07 PM
  
Alfonso Vásquez Restrepo
Desde niño me enseñaron a amar La Santísima Trinidad, misterio insondable, pero abrigo la esperanza de que en el Reino de los Cielos si podremos comprenderla hasta donde sea posible. Considero que la mejor definición de Dios nos la dio San Juan: "DIOS ES AMOR" y por tanto, podemos estar tranquilos y felices confiando siempre en su misericordia infinita y dando cumplimiento a su Gran Mandamiento, EL AMOR.

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Alfonso Vásquez Restrepo, sí, muchos santos soñaban con el Cielo, suspirando por el momento en el que se verá a Dios cara a cara. ¡Qué gran misterio!, como comenta. Claro que tenemos que tener en cuenta también lo que nos recuerda Jesucristo: "“No todo el que me diga: 'Señor, Señor', entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial” (Mt 7,21). Por eso tenemos también que poner de nuestra parte para hacer posible ese encuentro celestial con Quien más nos ama.

Muchas gracias por haber dejado su comentario. Siento mucho haber tardado tanto en publicarlo.
05/06/12 1:53 AM

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