Nueva Acrópolis logró censurar unas horas información que revela su realidad sectaria

El pasado 6 de agosto, la asociación española RedUNE (Red de Prevención del Sectarismo y del Abuso de Debilidad) publicó en su web una recopilación de documentos críticos con la secta esotérica Nueva Acrópolis, que ha sido calificada por el Parlamento Europeo como “movimiento neofascista” y ha sido incluida en el informe de la Asamblea Nacional de Francia sobre sectas (año 1995).

Una secta que “amordaza la libertad de expresión”

Sin embargo, ayer, 8 de agosto, ese apartado de la web desapareció de forma repentina. Cuando desde RedUNE se pusieron en contacto con Webnode, la empresa donde está alojada la página, sus responsables contestaron que lo hicieron a requerimiento de los representantes de la web oficial de Nueva Acrópolis.

De esta forma, señalan desde RedUNE“Nueva Acrópolis amordaza la libertad de expresión, pretendiendo ocultar a la sociedad española sus verdaderos orígenes y flirteos con el Neofascismo”. Porque lo que hizo la asociación fue publicar documentación “en la que se demuestran estas relaciones, bajo el señuelo de entidad cultural legalmente constituida.

El presidente de RedUNE, Juantxo Domínguez, aclara que “estas documentaciones circulan libremente en la Red y además son materiales a los que en su momento tuvo acceso el Parlamento Europeo para declarar a Nueva Acrópolis como grupo sectario. Igualmente en otras páginas de Latinoamérica y de expertos en la materia sectaria aparecen los mismos textos”.

El derecho a informar

De esta forma, “se ha dañado gravemente nuestra credibilidad como entidad en defensa de los Derechos Humanos de las víctimas de grupos intolerantes y con derivas sectarias. Y por otro lado la libertad de expresión y de información, la cual ha sido reconocida a RedUNE por el Tribunal Supremo, ha sido pisoteada en perjuicio de una información veraz”, afirma Domínguez.

El presidente de RedUNE se refiere a una reciente sentencia del Tribunal Supremo de España, en la que revocó la condena impuesta a la asociación antisectas (así como a un canal de televisión) por haber informado sobre un pseudoterapeuta.

Según la sentencia, no existió intromisión ilegítima en este caso en los derechos del demandante al prevalecer las libertades de expresión e información ante el interés general de las informaciones sobre personas que se atribuyan poderes curativos y se lucren con su actividad.

Nueva Acrópolis y su actividad en España

El pasado 7 de agosto, el blog de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) publicó un artículo que muestra cómo la secta esotérica Nueva Acrópolis, a través de una de sus pantallas, la Escuela del Deporte con Corazón, ha organizado las I Olimpiadas Internacionales del Voluntariado, que tienen previsto celebrarse del 17 al 26 de agosto en Chinchilla de Montearagón (Albacete), con el soporte del Comité Olímpico Español (COE) y de la Real Academia Olímpica Española (RAOE).

Fue justamente un día después de la publicación de la información crítica por parte de RedUNE, coincidiendo así en desenmascarar a la secta y sus actividades deportivas y culturales en España. De hecho, RedUNE difundió en su propia web el artículo publicado por la RIES, dando eco así a una información que, en estos momentos, no ha sido atendida por ningún medio de comunicación.

La documentación censurada

La publicación que estuvo unas horas fuera de circulación se titula “Nueva Acrópolis: de la apariencia a la realidad” y, tras una introducción en la que se afirma su carácter sectario a pesar de una pantalla de asociaciones culturales, se ofrecen los vínculos a varios documentos de interés, que reproducimos a continuación.

No sólo aparece material que la secta pueda considerar “crítico” o de sus enemigos, sino documentación propia del grupo, como extractos del Manual del dirigente escaneado. Se trata de un libro escrito por el fundador de la secta, Jorge Ángel Livraga Rizzi, de carácter totalmente interno, tal como puede leerse en su introducción: “este Manual no está dedicado a publicarse externamente, y ni aún entre los componentes de Nueva Acrópolis que no tengan responsabilidades directivas”.

Junto al Manual del dirigente, RedUNE también ofrece escaneado el Reglamento para miembros, mecanografiado, que se aclara que es “confidencial”.

Además se publica un extracto de la Sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid (año 2000), en la que se lee que Nueva Acrópolis “se halla dotada de un rígido sistema de organización y disciplina de corte castrense, ha hecho propio el saludo a la romana, practica el adiestramiento en el manejo de la espada y de otras armas y hace uso de uniformes y de una parafernalia similar a la propia de conocidas organizaciones totalitarias.

Otro documento se titula La secta destructiva Nueva Acrópolis. Manual, y su autoría se debe al pseudónimo de Lancelot. A lo largo de 22 páginas se describe el funcionamiento del movimiento, y el autor asegura que se trata de una secta, además de señalar que la sociedad debe “estar más enterada de la realidad, para impedir que Nueva Acrópolis continúe percibiéndose como una casta con derecho de predominio.

También se ampara en un pseudónimo, esta vez el de Juliano el Apóstata, el responsable del libro El gran engaño. La verdad de Nueva Acrópolis y Lidia Pérez López. Su objetivo es “alertar sobre una organización que hoy en México tiene secciones incluso para niños de 10 años de edad”, y que llega a “destruir a sus familias y sus vidas particulares”. Para ello ofrece información detallada a lo largo de más de 130 páginas.

La documentación la completan un reportaje traducido de la prensa holandesa (“La aristocracia fascista de Nueva Acrópolis”), un reportaje del semanario español Tiempo (“La Comunidad de Madrid subvenciona a una secta nazi”), un artículo del diario La Vanguardia (“La Policía cree que no podrá encontrar pruebas contra Nueva Acrópolis, una secta nazi según un ex adepto”) y la denuncia del periodista Pepe Rodríguez contra los líderes de la secta por tenencia ilícita de armas.

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