Patria y Virgen

Ayer visité con mi familia la basílica de la Virgen de Luján, cerca de Buenos Aires, un punto de peregrinación muy significativo para Argentina, que tiene en ella a su patrona.

Dicen que durante los primeros años del siglo XVII en un traslado entre Brasil y Argentina, viajaba una pequeña imagen de la Virgen María muy sencilla. Soprendió a los que estaban allí que sin obstáculos a la vista, en un momento del camino el carro quedó completamente quieto, la imagen parecía decir que ese era su lugar. La Virgen quiso pararse allí, y quedar siempre para ser luz de tierras que abrían entonces sus ojos a Dios. Eligió ser una más y llegar en un carro, ubicándose en los inhóspitos campos argentinos, donde tantos igual que ella llegaban entonces. La Virgen de Luján quiso ser luz e interceder por sus hijos argentinos ante Dios.

Ha sido una alegría poder visitar la basílica, y las impresiones han sido muy buenas. Pero muchas veces los sitios de peregrinación a imágenes, son lugares donde existe el peligro de que la gente caiga en pecado de idolatría. Ante una imagen los católicos debemos benerar lo que representa, más allá del material físico de la estatua o la pintura en sí, y saber que en realidad es solamente Dios quien actúa, y la Virgen y los santos quienes interceden ante Él. No es la imagen en sí misma la que realiza el favor, sino Dios por la intercesión de aquellos a quienes rezamos.

Más allá de esa observación, que por desgracia forma parte de una realidad frecuente, no queda sino sentir envidia de los argentinos. La Virgen de Luján no es en vano patrona de Argentina. La basílica y sus alrededores rezuman patriotismo por los cuatro costados. La bandera nacional preside en el altar junto a la del Vaticano, y tiras celestes y blancas caen de la cúpula central. En las capillas laterales abundan jaculatorias preciosas de oraciones por la Patria.

Creo que el amor es el motor del mundo, y el amor a la Patria es un amor imprescindible. Saber además ser humildes y encomendarse a la Virgen para caminar juntos hacia la verdad como nación, es un ejemplo que a día de hoy -y viniendo yo de España- no puede sino admirarme.

Desde Buenos Aires, Argentina

Javier Tebas
[email protected]

ORACIÓN POR LA PATRIA A NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofende,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén .

Conferencia Episcopal Argentina

3 comentarios

  
Yolanda
¡¿Estás en Buenos Aires?! ¿Y no has pensado en visitar al insigne luis?
Pásalo bien, no paras, eh.
16/08/09 12:39 PM
  
Manuel Morillo
Magnífico artículo y mucha envidia por el patriotismo de los católicos argentinos.
Quizá en una época de mundialismo o de aldeanismo y de estados laicos sea bueno juntar los símbolos religiosos y nacionales.

Pero eso de colocar la bandera nacional junto a la vaticana en el altar a mi sigue sin gustarme.

Primero, porque la bandera del Vaticano no es la de la Iglesia, es la de un estado (que me parece estupendo que exista para dar libertad a la Iglesia), pero es que además la bandera exceptuando en algunos países suele ser el símbolo de estructuras estatales que nacen del anticristianismo (imagínate la bandera de francia, la que simboliza la revolución en un altar, y quien dice la de Francia dice la de la mitad de los países hispanos, con gorros frigios, estrellas de cinco puntas y los colores de la bandera estadounidense)

Hablando de Estados UNidos, es precisamente allí donde empiezan a ponerse las banderas en las iglesias en los altares de las iglesias católicas, para responder a la acusación de que los católicos eran infiltrados que defendían los intereses del vaticano frente a los del Estado norteamericano)

(Las banderas en los templos de países protestantes no representan más que la realidad de que las iglesias nacionales locales no son más que una parte obediente del Estado -las cabezas de esas "iglesias" son o han sido los manarcas respectivos-)
18/08/09 10:34 AM
  
Miriam de Argentina
Manuel: le cuento como Argentina que soy que el color de nuestra bandera es celeste y blanco porque el gral. (y abogado)Manuel Belgrano(su creador) era ferviente católico y tomó los colores del manto de la Virgen (esto está documentado) y el dato no es menor. La bandera fue bendecida y ofrecida a la Santa Madre. Nuestros padres de la patria fueron profundamente católicos, sino mire al ilustre San Martín, se quedará sorprendido (ofreció su bastón de mando a la que él había declarado Generala del ejército: Ntra.Sra. de la Merced. Es una pena que no podamos decir lo mismo de la mayoría de los políticos actuales...

Aquí siempre en los altares están las dos banderas. Y como argentina, me encanta!
21/08/09 5:02 PM

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