No es casualidad
Un post brevísimo. Gracias a un programa llamado Statcounter, voy recibiendo información sobre las visitas del blog. No sólo el número, sino también otra información como el país y la ciudad del visitante, su itinerario y tiempo en el blog, etc. Entre esos datos, cuando el lector ha llegado a través de una búsqueda en Google u otro buscador, también puedo saber, a través de Statcounter qué palabras buscaba.
Ayer, echando un vistazo a los lectores que habían pasado por el blog, encontré una de esas búsquedas en Google que hizo que me parara en seco.
Y me conmovió. La lectora (supongo), procedente de México, había buscado en Google: “Métodos naturales para abortar de dos meses".
Una terrible tragedia ha pasado por este blog sin que nos enterásemos. Quién sabe el sufrimiento por el que estará pasando esta pobre chica, que acude en busca de ayuda a lugar más impersonal que hay, Internet. Y busca ayuda para matar a su hijo. Sólo pensarlo estremece. O quizás sea un novio, que quiere desacerse del niño que ha engendrado. O el padre de la chica que, estúpidamente, busca ocultar lo sucedido en lugar de defender al nieto que sería la alegría de su vejez. No lo sé. En cualquier caso, es terrible.
El artículo al que llegó la lectora o el lector, quizá providencialmente, fue “Aborto: Yo también fui cómplice“. Espero que, al menos, le diera tiempo a leer a Yolanda, que decía: “Tener hijos es lo mejor del mundo“. O a Winston: “El aborto es una tragedia“. O las llamadas a la comprensión de Ana MS y de Luis: “Torres más altas han caído” y “odiar el pecado pero amar al pecador“. O el mensaje de ánimo de Mauricio: “No tengais miedo“. O, ¿por qué no? lo que yo escribí: “Es cierto que tener hijos es dar la vida por ellos, pero los cristianos tenemos la promesa de Cristo de que el que pierde su vida la encontrará“. En fin, ciento y una frases que no me da tiempo a recoger. Dios se vale de las cosas más pequeñas para ayudarnos.
Y creo que lo menos que podemos hacer es recordar a esa madre y a su hijo en nuestras oraciones. No han pasado por aquí por casualidad.
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32 comentarios
Me has dejado sin habla...espero que las cosas que en ese post se dijeron ayude a esa persona a continuar adelante con el embarazo; si es así, pese a todos las dificultades que pueda tener, estoy segura de que no se arrepentirá de ello. Mis oraciones para ellos.
Un cordial saludo.
Para un artículo reciente estuve buscando información sobre las Fuerzas Armadas de los EE.UU. sin intención ni interés de enlistarme.
De todas formas, no creo que fue casualidad, como no fue casualidad para mí toparme con este blog hace tiempo en un momento providencial para mí. Eso nos debería de hacer pensar a todos sobre lo que dejamos en los comentarios, como muy bien me hace pensar este artículo.
Afortunadamente los pensamientos de Winston están bien fundamentados. Y las llamadas a la comprensión de Ana, y los comentarios de Yolanda resultaban muy positivos.
[Insultos gratuitos no, por favor]
[...]
Eran argumentos humanos y sinceros, [...]
Si realmente hay una mujer en México pensando en abortar, si realmente leyó aquel post y sus comentarios, si le sirvieron de algo y...si voviera a pasar por aquí, todas nuestras buenas palabras habrían perdio un altísimo porcentaje de credibilidad.
Si las palabras que decimos contra el aborto y a favor de la comprensión de la mujeres en apuros no las acompañamos de una ayuda efectiva y, encima, damos los espectáculos que damos por un colegio de más o de menos, por unas aulas separadas o mixtas, por un canon de más o de menos, por una encíclica que sólo los muy sabios conocen, por una cuestión litúrgica en la que sólo los tiqusimiquis nos fijamos, por un malentendido que nos empeñamos en mantener, por una incapacidad de ser humildes y pedir perdón, por un teólogo que la mujer mejicana en apuros nunca conocerá seguramente, por una dureza de corazón que nos impide perdonar, por soberbias de quedar por encima y tener la última palabra, por querer ser el perejil de todas las salsas, por querer quedar como buenos cuando somos malos, por no saber callar a tiempo, por no medir el alcance de nuestras palabras cuando éstas, en vez de un buen ejemplo o dar una noticia edificante, hacen daño sin calcular cuánto ni a quién...
Espero que esa mujer, si el caso es como tememos, se llevara lo mejor de aquel post y no haya vuelto a mirar nuestras miserias, porque en ese caso sabrá que ninguna de nuestras buenas palabras valen gran cosa.
Si me leyera, querría pedirle en primer lugar perdón a ella, por el mal ejemplo que he dado ayer y otros días. Le rogaría que se quedara con lo beno de mí si ha visto algo. Le rogaría igualmente que sólo mirara lo mejor del resto de los participantes, por gruesas o aparentemente malintencionadas que hayan sido sus palabras. Le diría que,a veces, la ira esconde dolores y frustraciones que no la justicican, pero la explican y que nadie está libre de sengtir esas pasiones. Aunque todos estamos obligados a dominarlas. Que entienda, si puede, que hasta en los corazones más santos ha habido soberbia,cuánto más en estos pobres cristianos de a pie que a lo largo de la blogosfera parecen buscar el desencuetro más que el Reino.
Que mire antes que a otros a Winston Smith y a Christian.
Que nos perdone y que pìense que por encima de nuestras muchas miserias creemos firmenmente lo que decimos cuando nos oponemos al aborto en toda circunstancia.
Que los colegios mixtos o no, el canon 1072 o el párroco infiel de no sé dónde son a veces excusas para la ira. Pero valen muchísimo menos que su hijo.
Y que vea que en el tema del aborto sabemos estar de acuerdo y por algo será.Porque si lleva un hijo en su seno es porque tiene que vivir, que nos pida ayuda aunque esté lejos, alguien sabrá dirigirla donde sea posible ayudarla.
Y si, como piesa Lourdes, puede que sea una búsqueda casual en google que no tiene nada que ver con lo que sospechamos, mejor que mejor, pero al menos, nos ha hecho refelexionar a los que aquí nos tiramos los trastos a la cabeza. Y hasta eso se lo tendremos que agradecer a la "anónima buscadora mejicana de google"
Seguiré discrepando (lo contrario sería ir contra mi conciencia) de contenidos como el del post de ayer y temas similares. Pero aprovecho lo dicho más arriba para pedir perdón y ofrecerme a reparar como me indiquéis, si es que es posible, las ofensas que consideréis intolerables . Y aunque yo me haya sentido ofendida, bien pensado, qué más da después de lo que vemos por el mundo real y virtual. Ojalá todas las ofensas fueran sólo como las que recibo aquí (bueno, mejor que no, pero si ha de ser, que sean sólo éstas).
:)
Espero que sólo haya sido una búsqueda por motivos exclusivamente informativos, y no abortivos. A veces también alucino con las búsquedas que llevan al mío, y los lugares de procedencia.
Una manera de barruntar (que no saber) si ha sido un motivo u otro, es el tiempo de permanencia en la página, si es que el servicio informa de ello.
(no sé como va a salir este comentario, que estoy con una PDA)
Yo también ofrezco mis disculpas si ofendí o me excedí.
Dos personas íntegras que saben lo que dicen.
Y por cierto distingo: no sobran los cánones, ni las distinciones, ni las discusiones sobre liturgia, ni sobre colegios mixtos.
No hay que empobrecer la discusión para dar luz.
En todo caso, y me cabe máximamente, apagar los egos.
Lo intentaremos, Deo mediante.
a mí tampoco me considera Bruno "de interés" (quizá venga diciendo que sí, pero los hechos desmentirían las palabras) y, últimamnete aún menos: en el mejor de los casos me ignora. Espero hace días, inútilmente, respuesta a tres preguntas sencillísimas de hace tres o cuatro posts y el no tener tiempo (para ESAS tres preguntas, que no para luis u otros amigos "de más interés"). Y también yo he sufrido que tome claramente partido en discusiones contra mí. Pero, párate un momento a pensar: ...y, ¿qué más da?
Lo dicho en el anterior post acerca del tema de discusión, o de los demás participantes y sus ideas, y acerca de la deriva del blog, etc, más o menos lo sigo pensando pero... ¿y qué?
Lo que veníamos hablando mi peque y yo de regreso a casa es que no por eso hay que sumarse a la bronca. Que si nos sumamos a ella (aun con toda la razón del mundo, con nuestra dignidad herida, nuestra estima pisoteada, nuestro corazoncito dolido, etc etc etc... todo lo que tú quieras), aun así (y ya será menos), y aunque nos fastidie un montón admitirlo, no hay otro remedio que dejarlo pasar. Por tres razones:
1ª- Porque no puedes actuar sobre la conciencia de los demás: si no les da la gana de rectificar, nada les hará rectificar. Y en ese caso, sólo conseguimos cabrearnos más e inútilmente. Poco importa que o justo sea que "los otros" rectifiquen, sólo lo pueden hacer por decisión propia, nunca por insistencia nuestra. asun: no te van a pedir perdón, no van a rectificar; y si lo hacen, no será por tu empeño, será que el espíritu les ha tocado un poco el corazón, (el que lo tenga suficientemente sensible para notar el toque).
2º.- Porque damos un ejemplo penoso, deleznable. Cuando pasa por aquí un ateo, un agnóstico, un alejado, un dudoso o alguien en situación crítica que busca acogimiento... nuestro ejemplo destroza nuestra credibilidad. Da igual que nosostras pensemos que "más malos son ellos". Eso da igual. Si entramos al trapo, si exigimos airadamente reparación (total para nada) si se nos va la mano a nosotras también en la ira, sólo contribuimos a empeorar la imagen. Y a que eso que, al menos yo, tanto critico (la falta de credibilidad de los ultraortodoxos, el poner la ideología por delante de la persona, el sacrificar la caridad a la "verdad", el justificar los medios por el fin, etc ) también será culpa nuestra. Y trescientos comentarios de bronca por un colegio... meda igual que yo esté segura de tener la razón (y lo sigo estando), no puede ser: llega alguien en apuros y pensará que mejor se va a buscar quien le escuche en un programa de telebasura como el diario de patricia: aquí hay demasiado girigay entre nosotros, demasiado ruido como para escuchar a quien nos pueda necesitar.
3º.- Porque si seguimos en el tema de reivindicarnos, acabamos (y a veces incluso, empezamos, al menos yo, cuando me cabreo mucho con las cosas que escriben Bruno u otros empiezo yo la controversia agriamente) acabamos, decía, cayendo en exabruptos y descalificaciones tremendas, y ni nos damos cuenta: sólo notamos las descalificaciones de las que somos víctimas, y no notamos las que proferimos nosotras mismas. Notamos la falta de razón de los demás, pero no vemos cómo la acabamos perdiendo nosotras. Quiero decir que, obviamente, en una polémica, una persona siempre cree defender la idea correcta. Pero si la defendemos entrando en la dinámica de la ira y no la cortamos aunque tengamos que tragarnos toda la hiel del mundo (que no es tanta hiel, al fin y al cabo, prefiero ésta a otras peores) pues sólo contribuimos a extendender por toda la blogosfera la "bronca católica de progres y ultras". Pues no. Ni empezarla (je m´acsuse), ni continuarla, ni entrar al trapo, ni tan siquiera exigir reparación (je m´accusse; je les/vous accuse). Cuesta un montón y no puedo estar segura de ir a cumplirlo siempre, pero, venga, piénsalo; a lo mejor me estoy poniendo ya un poco pelma, pero es que no hay otra, asun.
Eran tres razones, dije, pero hay algunas más, al menos para mí. Mi hijo pequeño, el de 12 años, me recuerda y me insiste tantas veces en esto de lo que estoy hablando ahora, asun, y me recalca tanto el "aunque cueste", "aunque cuestae", "aunque cueste", que sería una vergüenza, como mínimo, no atender a sus razones, que, encima, son las mejores razones del mundo e inmejorablemente explicadas.
"""...me cabe máximamente, apagar los egos. Lo intentaremos, Deo mediante""".
Venga, no te baste con "intentarlo".
Tus razones sí me valen.
Eso había pensado yo ayer, y algo de eso intenté.
Lo malo es que he perdido totalmente la confianza en la buena fe de algunas personas.
Y ante eso, no sé qué hacer.
Intentarlo, lo intenté ayer. Confiando en que hubiera buena voluntad. De cara al futuro. Pero si lo que se pretende es utilizar métodos sucios para descalificar a la gente ¿Debo callarme?
Me lo pensaré, pero en principio creo que no. Ojalá me demostraran que me he equivocado. Rectificaría de mil amores si descubriera que después de todo hay buena fe en el blogger y todo se trata de una confusión. Pero no lo creo.
Así que me borrará, censurará parte de mis comentarios o los comentarios enteros, dirá que no es de interés que se calumnie o no... Y si se juega sucio, ¿qué debo hacer yo?
Estoy francamente muy afectada por este "descubrimiento". De todos modos me lo pensaré unos días, mientras veo lo que pasa.-
Un abrazo. A ti y a todas las personas de buena voluntad.
Cuandoalgunos de mis alumnos, favorables a la pena de muerte, me intentan rebatir mi no rotundo y en todos los casos a esa pena, me plantean el dilema consabido:
"Profe, ¿qué pensarías y qué harías si asesinan a un hijo tuyo?"
Yo les respondo que NO SÉ qué haría, es difícil imaginar esa situación si no se ha vivido. Les digo que, ciertamente, no sé qué haría, pero SÍ SÉ qué debería hacer. Es decir: si soy contraria a la pena de muerte ahora que nadie ha matado a ningún hijo mío, debo seguir siéndolo en toda cirsuntanscia, incluida ésa. Es más, sólo en un caso así tendría verdadera credibilidad mi negativa rotunda a ese castigo. Y es más, añado que sé que debería perdonar.
Pero no puedo asegurar que fuera capaz. A lo mejor me ciega tanto el odio que incluso paso de la justicia y mato yo al asesino, quién sabe.Pero incluso en ese caso sé, dsabría, que obro mal.
Pues bien, esto dirás que a cuento de qué viene. Me preguntas """si lo que se pretende es utilizar métodos sucios para descalificar a la gente ¿Debo callarme?""" y """Y si se juega sucio, ¿qué debo hacer yo?"""
Bueno, sé lo que hacemos y es que no respondemos con mansedumbre, ¿verdad? Y sé qué es lo que deberíamos hacer: primero, intentar reconvernir a los que nos ofenden con buenas maneras (buenas maneras incluye no usar sarcasmos, ironías mordaces, ni falsas dulzuras que huelen a milonga desde lejos, etc). Y si no nos escucha y no nos responde como un hermano, callarnos, poner la otra mejilla y, en último caso, marcharnos.
Como en el caso de la pregunta capciosa de mis alumnos, trampa saducea donde las haya, sé qué cosas NO deberíamos hacer y qué cosas SÍ deberíamos hacer.
Y lo cierto es que cumplir lo que sabemos que debemos hacer es dificilísimo, sobre todo si no ves acercarse ni medio milímetro a tu oponente. Bueno, pues tenlo por impío e ignórale tú. ¿Difícil? ¡A mí me los vas a decir, que me han dicho cosas tremendas y no me he callado y he respondido con tanta o más dureza!
Pero sé lo que debo y lo que no debo hacer y, aunque yo no sea precisamente un ejemplo (¿quién lo es por aquí?), no te puedo decir otra cosa.
Yo no estoy tan bruscamente decepcionada como tú porque lo veía venir. Y porque en el fondo creo que es más error que maldad. Error gordo y no insalvable, error culpable, pero error, no malicia.
Me explico.Hay quien sinceramente cree que el fin justifica los medios, aunque no se lo formule con esas odiosas palabras.Aunque signifique lo mismo, se lo formulan con otras palabras y ya parece santidad.Y lo creen de verdad. Y no sigo por este camino, porque empezaría a hacer lo que estoy diciendo que no debo hacer, asun.
No siempre hacemos lo que debemos, pero sabemos que debemos hacerlo. A ver si, reconociéndolo, conseguimos mejorar la práctica.
Recuerda que arriba te dije que no será por tu insitencia por la te te hagan justicia- A la viuda le hizo justicia el juez inicuo por su insistencia, pero los hay aún más duros que ese juez... Al menos eso veo.
En ese caso, como tengo que suponer buena fe en los demás, pido disculpas en lo que haya podido ofenderles.
Espero que todo vaya bien a partir de ahora en el blog.
Supongo que lo mejor es que nos centremos en el tema del post, en el que todos estamos de acuerdo.
De todas maneras, me voy esos días que dije.
Paz y bien a todos y hasta otra ocasión.
Que descanses estos dias de vacaciones y que conste que el dos de junio me acordé de tu Primera Comunión
Solo Dios puede transformar profundamente nuestro corazón. De buenas intenciones está lleno el cementerio.
A la joven mexicana no le va a salvar que hayan más o menos discusiones y debates. Le salvará el encuentro con la misericordia de Dios. Ya decía San Pablo, que conocía bien al ser humano, : "Si os airais, no pequéis. Que no se ponga el sol..."
Nuestro temperamento puese ser modelado por la Fe, que lo transforma y nos da la posibilidad de ser "hombres nuevos" en Cristo. Esa belleza de Cristo es la que salva al hombre. Y es la que puede iluminar a esa mujer, sea cual sea el motivo por el que hizo esa búsqueda
Pues eso. Sed buenos, si podéis
Todo el dia, todos los dias, en todas partes, voluntaria o involuntariamente nuestra vida entera es observada por el mundo preguntando: ¿Donde esta tu Dios? ¿Donde esta ese Dios?
Que no lo tomemos en cuenta no quiere decir que no pase, si solo pensaramos antes de teclear en el "mundo virtual", abrir la boca en la "vida real", actuar o reaccionar ante lo que nos pasa, si nos acordaramos siempre que andamos cargando un nombre enorme que es CRISTIANO sobre nuestras cabezas, mucha mas gente podria tener una esperanza, un rayito de luz en medio de este gran caos que es la vida.
Si ser santo es solo para unos cuantos tipos con habilidades paranormales ¡apaga y vamonos! por que entonces el cristianismo no es para seres humanos reales es para extraterrestes. TODOS estamos llamados a ser santos, a luchar con todo lo que tenemos y pedir la ayuda de Dios para poder pelear por eso a pesar de nuestra naturaleza pecadora.
De acuerdo con que esa chica mexicana vivía una tragedia.
Pero ¿Cada vez que yo escriba aquí, un blogger va a poder averiguar qué otras páginas consulto?
Si busco una medicina para una determinada enfermedad, si compro un billete para viajar a un sitio, si reservo cama en un hotel, si participo en un determinado chat, si entro en la página de un partido político...
Pues vamos listos.
No es algo especial de este portal. Tu ordenador, a no ser que le ordenes específicamente lo contrario, envía información tuya a todas las páginas web por las que pasas. De todas formas, no te agobies. Una página web sólo obtiene información sobre la página web anterior en la que has estado justo antes y a la que vas justo después y no sobre el resto de tus andanzas por Internet.
Un saludo.
Estoy totalmente de acuerdo. Los cristianos no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo. En él hay que poner los ojos.
Pues claro que no nos predicamos a nosotros mismos. pero desde luego nuestra credibilidad cae bajo mínimos si el ejemplo del que acopañamos la predicación es el que es a veces.
Ahora me voy al chat de pederastas satánicos fuma yerba.
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