Allá que te va la Juana...
Me lo contó el domingo por la mañana:
- No sé ni cómo estoy aquí.
El caso es que el sábado por la mañana se fueron su hija y ella a arreglar la iglesia para estos días. Como siempre. Es su costumbre. Y mira por donde que si agarra esta caja, que si cuidado con eso… un pie por aqui y otro por alla… que allá que te va la Juana. Cayó todo lo larga que es. Noventa años por los suelos. Milagros de la Virgen del Socorro y san Andrés, los ángeles que andaban rondando. Alguna magulladura sin mucha importancia, algún moratón, pero los huesos nada.
- Creí que me había abierto la cabeza, pero ya sabe que la tengo dura…
- No, mujer…