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29.07.11

[DE] Capitulo 26: La Decoración del Altar (I). El frontal o antipendio

Frontal S. Ambrosio de Milán

 

A la decoración del altar concurren, según la tradición litúrgica de la Iglesia, tres elementos:

a ) El frontal o antipendio b) El baldaquín c) Las cancelas

El frontal .

Podemos suponer con fundamento que, dada la veneración en que era tenido el altar en la Iglesia antigua, se actuó muy luego la idea de rodearlo de una cierta elegancia y riqueza. El Líber pontificalis habla de altares de oro y de plata erigidos en las primitivas basílicas romanas por la solemnidad de Constantino; se sobrentiende que debían de ser altares recubiertos con láminas de oro y plata trabajadas a cincel. Ciertamente, no todas las iglesias podrían tener altares tan pomposamente ricos. Empero, debía de ser bastante general la costumbre de envolverlos con telas preciosas. Ya a principios del siglo VI vemos adornado con ricos paños purpúreos, simbolizando la realeza de Cristo, el altar reproducido en el famoso mosaico de San Vital, de Rávena (c.150). En el siglo siguiente, tenemos noticia de un coopertorium orlado con rico galón de oro, regalo del papa Benedicto II (+ 685), para el altar de las basílicas de San Valentín y de Santa María ad Mártyres, de Roma. En el siglo VIII, los ejemplos se multiplican; se enriquece el altar con esculturas de mármol, esculpidas según el estilo rudimentario de la época, como vemos en la iglesia de San Martín, en Cividale del Friuli’ (Udine, Italia); también se envuelven en lienzos pintados o recamados, como el que recuerda el Líber pontificalis, donado por León IV (+ 855) a la basílica de San Lorenzo: vestem de serico mundo cum aquilis, habens tabulas ex auro textas III ex utraque parte, habentes martyrium praedicti martyris depictum et imago praedicti praesulis (1). Una miniatura del bendicional de Ethelwold (s.X) muestra un altar elegantemente adornado con un rico paño de terciopelo.

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27.07.11

Nuestro cardenal vive en Mátrix

La hipótesis mas ficticia, alocada, absurda se nos presenta como posible, al intentar justificar el obrar de nuestro pastor, sin atender a las hipótesis aducidas hasta el día de hoy. Es por ello, que presentamos a nuestros detractores, para que vean lo absurdo de su pensamiento, y a los que nos siguen con agrado, para que se reafirmen en lo expuesto con anterioridad, una nueva hipótesis que paso a formular: Nuestro cardenal vive en Mátrix. Vive en un mátrix que le hacer percibir una realidad paralela a la que usted y yo percibimos. Es por eso que a usted y a mí nos parece absurdo cierto obrar del cardenal; pero a él y a sus seguidores, personas conectadas al mismo sistema informático que el cardenal, les parece de lo más normal.

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26.07.11

La dificultad de nombrar buenos obispos


Los nombramientos episcopales de estos últimos años son ciertamente esperanzadores. El panorama de obispos en el mundo católico ha cambiado substancialmente para bien, sólo hace falta mirar a España (Cataluña incluída) para darse cuenta de que hace unos años dejaba mucho que desear y en cambio ahora, sin ser la panacea, luce en general mucho más y mejor. Y los pocos obispos anclados en una época que afortunadamente no volverá, como el cardenal de Lisboa o n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach, tienen los días contados y es más que probable que serán substituidos por personas con otro talante en la linea de nuestro Romano Pontífice Benedicto XVI.

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24.07.11

Por un hombre blanco, cristiano y al parecer “de derechas”

Noruega: Una respuesta fanática y anticristiana a la ideología progresista de la desvinculación social

Nada justifica un asesinato y menos para un cristiano, excepto los limitadísimos casos de legítima defensa que -con sumo cuidado y precaución milimétrica- describe el Magisterio de la Iglesia, como es el caso de no existir otra fórmula que el tiranicidio para frenar asesinatos en masa en el caso de gobernantes que vulneren sistemáticamente el principal de los derechos humanos que es la vida.

No justificar en el sentido moral una atrocidad como la de Noruega no significa que no se pueda analizar que causas llevan a una sociedad o a unos individuos a actuar de una determinada manera. Tenemos que emanciparnos de la coacción de mucho “progresista” que quiere hacer pasar todo intento de descripción como justificación. Esta coacción intelectual paraliza cualquier análisis racional alternativo al suyo para provocar al final un auto-acomplejamiento en aquellos que ven o vemos las cosas de otra manera. No plantearse los problemas en toda su crudeza es, a parte de engañoso, la mejor garantía que acaben explotando a la larga con consecuencias aún más perniciosas.

La tragedia de Noruega del pasado viernes, en pura descripción, es la siguiente: un noruego autóctono, Anders Behring Breivik(en la fotografía) asesina a los jóvenes asistentes a la escuela de verano del Partido Laborista (social demócrata, Det norske Arbeiderparti ) porqué identifica a este partido como el principal promotor en su país de la ideología del multiculturalismo, la cual según el asesino, ha sido la superestructura ideológica que sustenta la progresiva disgregación y desvinculación de la nación noruega.

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22.07.11

[DE] Capitulo 25: El altar-sagrario y el altar portátil (II)

Prospecto Altar Mayor del Duomo de Monza

 

El que inició un serio movimiento para colocar permanentemente sobre el altar el Santísimo Sacramento fue Matteo Giberti, obispo de Verona (1524-1543). En su Catedral erigió un nuevo Altar Mayor y colocó en el centro el Sagrario para que fuese como “el corazón en el pecho y la mente en el alma”. Además en el curso de las visitas pastorales a su diócesis recomendó que las parroquias hiciesen lo mismo. El sagrario debía ser de madera o de otro material sólido, fijado de manera estable sobre el altar, cerrado con cerradura para evitar robos sacrílegos. La iniciativa de Giberti que gozaba de fama en la Italia septentrional encontró favorable acogida en otras diócesis. La primera de todas, Milán con San Carlos Borromeo a la cabeza, que mandó trasladar el Reservado desde la sacristía donde se custodiaba, al Altar Mayor: donde hizo construir un fabuloso Tabernáculo.

En Roma Paulo IV se mostró favorable a tal novedad y trabajó por su introducción en las iglesias de la diócesis de Roma, recomendando su uso en las demás diócesis.

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