"En el principio fue el Hijo"
“Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y los granos de arena de la playa” (Génesis)
¿Cuál es el fin de la asociación política? La conservación y la prosperidad de sus miembros. ¿Y la señal más segura de que se conservan y prosperan? El número y el poblamiento. No vayáis pues a buscar en otro lugar esta señal tan discutida. Dejando todo lo demás igual, el gobierno bajo el cual, sin recursos extranjeros, sin naturalizaciones, sin colonias, los ciudadanos se extienden y se multiplican más, ES INFALIBLEMENTE EL MEJOR. Por el contrario, un gobierno bajo el cual un pueblo disminuye y desfallece, ES EL PEOR. Calculadores, ahora es la vuestra: contad, medid, comparad. (Jean-Jacques Rousseau, EL CONTRATO SOCIAL)
Es de ver y de admirar cómo se movilizan todos los animales que esperan un HIJO para recibirlo: unos hacen largos viajes para depositar los huevos donde el sol los incube y los vea nacer; otros construyen nidos para darles cobijo; otros excavan madrigueras para poner las crías a salvo. Observad a las madres en todas las especies, cómo defienden a sus hijos; ved cómo se afanan las hormigas para poner a salvo las larvas ante una situación de peligro. En unas especies se basta la madre para recibir a sus hijos y defenderlos de los peligros; en otras, las menos, les ha preparado un padre para contar con su ayuda. Es que del éxito en la recepción de los HIJOS, de su seguridad y del triunfo en la tarea de criarlos, depende la supervivencia de toda la comunidad.