La descafeinada procesión de la Merced
En el año 2003, después de 52 años sin celebrarse, el Cardenal Carles decidió recuperar la procesión en honor de la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona, coincidiendo con la conmemoración de los 800 años de la primera redención de cautivos por San Pedro Nolasco. No es una procesión que destaque por su belleza. Al revés, la Virgen es portada en una especie de mesa con varas, sin tan siquiera un paso, ni revestida con mantos, ni bajo palio. En los siguientes años del pontificado de Martínez Sistach (2004-2009) la procesión ha ido languideciendo paulatinamente. Sin embargo, nunca había llegado a los extremos de las presentes fiestas. En primer lugar, si siempre salía a la calle como colofón de las mismas, este año se ha celebrado el día 20, con anterioridad a que se hayan ni tan siquiera iniciado (el pregón oficial tendrá lugar el día 23). Además ha recortado su recorrido. Anteriormente, salía de la Basílica e iba por la Calle Ample hasta Vía Layetana y por ahí se dirigía hacia la Catedral. Este domingo abrevió por la Calle Avinyó hasta Ferrán. Así la veía menos gente. Total, todavía no estábamos en fiesta mayor.