Otro sorpasso de Terrassa, esta vez en Cáritas
La memoria 2008 de Cáritas Diocesana de Barcelona, Sant Feliu y Terrassa ha destacado el tremendo incremento de las personas atendidas durante el año en que estalló la crisis económica. En aquel ejercicio, la actividad de los profesionales y voluntarios de esta delegación diocesana ha resultado insustituible en la atención a aquellas personas más vulnerables: parados que ya no cobran subsidio, niños, inmigrantes, personas que malviven en pisos realquilados, familias mono-parentales, ancianos que viven solos, personas sin hogar, familias que ya no pueden pagar la hipoteca o que corren el riesgo del desahucio. La crisis es tan brutal que golpea y afecta a numerosísimos sectores sociales. La actividad de Cáritas Diocesana nos debe llenar de orgullo a todos los católicos y nunca serán suficientes los donativos (tanto económicos como de propia entrega personal) que les podamos conceder. Ciertamente es una de las instituciones de la Iglesia mejor valoradas y más eficaces en su labor social.
El terrible impacto de la crisis económica ha provocado que este año se haya hablado más que nunca de aquella Memoria, una vez efectuada su presentación. Sin embargo, ha habido un dato que ha pasado desapercibido: la increíble aportación de la diócesis de Terrassa.