Sistach excluye al pueblo de la beatificación del Dr. Samsó (I)
Nuestro n.s.b.a. Arzobispo Titanic Sistach avanza inexorablemente hacia su iceberg. Algunos piensan que mejor que se la pegue, pues se lo tiene bien merecido. Así se pondrá de manifiesto delante de todo el mundo su verdadero carácter. El último petardo de esa autosuficiencia insultante que humilla a quien le quiere dar una mano sin esperar nada a cambio. ¿Quien pagará los platos rotos a parte de su mitra? ¿Quiénes serán las víctimas colaterales? Los feligreses de Mataró convocados a la beatificación del próximo 23 de enero de quien fue su arcipreste de 1919 a 1936. Desde el inicio de su pontificado el Santo Padre Benedicto XVI dispuso que las beatificaciones tengan lugar en las diócesis de origen. Uno de los principales motivos de esta disposición es que con ello se facilita la asistencia de los feligreses a dichas celebraciones, especialmente la de aquellos sin recursos ni posibilidades de desplazarse a Roma. ¿Como ha reaccionado Sistach? La noticia de la beatificación del Dr. Samsó le desencajó. En un primer momento interpretó la noticia como un “marrón”, es decir como un problema. En un primer momento pensó que mejor celebrar la beatificación de una manera discreta, “sense aixecar la llebre” (sin ruido, de manera desapercibida). Interpretó que la beatificación del Dr. Samsó era un motivo de división de la diócesis. Un argumento que siempre utiliza para despachar todos los asuntos espinosos que le obligan a tomar partido. El párroco de Santa Maria, Mn. Joan Barat, otro agraciado del pesebre nacional-católico, llegó a proponer celebrar la beatificación el mismo día de las Santas Juliana y Semproniana, el 27 de julio, como una parte mas del tradicional Oficio de Fiesta Mayor, pues,¿“qui vindrà”? (¿quien va a venir?).