(Ical) Mons. Berzosa confesó que al recibir la invitación del Santo Padre Benedicto XVI a aceptar el ejercicio del ministerio episcopal en esta diócesis civitatense, escuchó en su interior el eco “del comprometido mensaje del ya próximo beato Juan Pablo II, cuando en el año 1982, manifestó: sed sacerdotes de cuerpo entero y al servicio de la Iglesia universal; allí donde os necesite”.
Asimismo, mostró su interés por fomentar un “diálogo sincero con el arte y las nuevas tecnologías de comunicación y creatividad de hoy”, por lo que apostó por seguir ampliando nuevas y realistas iniciativas, ya que opinó que la localidad de Ciudad Rodrigo, “de tan bellos e históricos monumentos, no puede quedarse anclada solo en la nostalgia de un pasado”.
Por su parte, el actual obispo de la diócesis de Sigüenza-Gudalajara y anterior obispo de Ciudad Rodrigo, Atiliano Rodríguez, recordó durante sus palabras de bienvenida a monseñor Berzosa, que “esta diócesis, pequeña en población, es grande en vitalidad espiritual, vocacional y apostólica” y su interés porque siga “compartiendo las alegrías y esperanzas, las angustias y tristezas de las buenas gentes de esta comarca salmantina”.