(Fides/InfoCatólica) "Se trata de predicadores cristianos protestantes, a menudo improvisados, de credo evangelista y pentecostal, que no tienen respeto por las demás religiones. Su predicación y su lenguaje son típicos, según este sacerdote, de las sectas: ‘El Islam es el mal’, ‘arrepentíos, o iréis al infierno’.
Esto da lugar, entre la población, a la ira y el odio, que luego explotan en forma de violencia anti-cristiana”, dijo el religioso. Según él, esto es lo que ha sucedido en Temanggung, donde Antonius Richmond Bawengan, un cristiano acusado y encarcelado por blasfemia, “no ha dudado en difundir material ofensivo contra el Islam” (unos tratados evangelísticos).
“Por otra parte, señala el P. Suseyto. hay grupos extremistas islámicos, de ideología wahabí, que constituyen la otra cara del problema. Ambos son grupos pequeños, pero cuando el fanatismo choca entre sí, toda la sociedad y todos los creyentes sufren las consecuencias”.
La Iglesia católica, en medio del conflicto
En sus declaraciones a la Agencia Fides, el sacerdote también ha dicho que estos grupos de derivación cristiana protestante están llevando a cabo una masiva gran campaña de proselitismo en Java Occidental y Central, y en toda Indonesia, provocando la reacción de los grupos radicales islámicos. La Iglesia católica se encuentra en medio, continuando el diálogo fructífero con las principales organizaciones musulmanas de Indonesia, como Nadhlatul Ulama (60 millones de miembros) y Muhammadiyah (40 millones), que han mostrado siempre el rostro pacífico del Islam.
Por desgracia, señala el p. Benny Suseyto, con estos grupos ni siquiera se puede entablar un diálogo constructivo, ya que "no poseen un control y se niegan a asistir a las sesiones oficiales de diálogo interreligioso", precisamente como la de los últimos días, en ocasión de la “Semana para la Armonia entre las religiones". En cualquier caso, concluye el padre Suseyto, "el gobierno está ausente y no hace nada para detener a estos extremistas, ni para proteger los derechos humanos y tutelar el espíritu de la Pancasila, que está en la base de la coexistencia pacífica entre las religiones”.