(AP/InfoCatólica) La tendencia se observa en todo el continente. A medida que las empresas buscan sobrevivir en una era de intensa competencia, los impulsos proteccionistas aumentan para frenar el creciente desempleo, y los dignatarios intervienen, desde un presidente hasta el Papa.
El papa Benedicto XVI manifestó su apoyo moral a los 80,000 trabajadores de Fiat que este miércoles realizaron un paro nacional en protesta contra los despidos. El pontífice instó esta semana a tomar medidas para proteger los empleos.
"La crisis económica está causando la pérdida de numerosos empleos, y esta situación requiere de un gran sentido de responsabilidad de parte de todos, empresarios, trabajadores y funcionarios gubernamentales", dijo Benedicto XVI, al señalar el caso de la planta Termini Imerese de Fiat SpA, junto con una fábrica de Alcoa en Cerdeña, que también sería cerrada.
Hasta ahora, ni Fiat ni Alcoa han respondido públicamente.
"El Papa no vive en otro mundo, quiere mostrar que está atento a las necesidades de quienes se quedan sin trabajo, de los pobres y de los que sufren", dijo este miércoles el padre Federico Lombardi, sj, portavoz de la Santa Sede.