(CNA/InfoCatólica) Los líderes católicos de Minnesota han respondido con oraciones y llamados a la paz tras los tiroteos que, según las autoridades, tuvieron motivación política y dejaron dos muertos y dos heridos entre legisladores del estado.
Melissa Hortman, expresidenta de la Cámara de Representantes de Minnesota, y su esposo, Mark, fueron asesinados a tiros en la madrugada del sábado en su domicilio en Brooklyn Park. Ese mismo día, el senador estatal John Hoffman y su esposa, Yvette, fueron también víctimas de un tiroteo en su casa de Champlin. Ambos fueron intervenidos quirúrgicamente y se espera que se recuperen.
La policía indicó que se enfrentó al sospechoso en la casa de los Hortman, pero este logró huir a pie. En el vehículo del atacante se halló una lista con posibles nuevos objetivos, entre ellos el gobernador del estado, Tim Walz, y la congresista Ilhan Omar.
El sospechoso seguía prófugo en la tarde del sábado.
«Debemos hacer todo lo posible por recuperar un sentido de civilidad»
Ese mismo sábado, el arzobispo de Saint Paul y Minneapolis, Mons. Bernard Hebda, emitió una declaración en la que pidió «a todas las personas de buena voluntad que se unan a mí en oración por el eterno descanso de la expresidenta de la Cámara de Minnesota, Melissa Hortman, y su esposo, así como por la pronta recuperación del senador John Hoffman y su esposa».
«También les ruego que recen por los miembros de las fuerzas del orden que arriesgan sus vidas para capturar al autor, o autores, de esta violencia que ha sembrado el terror en nuestras comunidades», añadió. «No existe justificación alguna para cometer una violencia tan absurda, especialmente contra quienes sirven al bien común desde la función pública».
Hebda describió a Hortman como «una servidora pública honorable» que mantenía reuniones periódicas con los obispos católicos del estado.
«Aunque no coincidíamos en algunos temas, colaborábamos buscando puntos en común en beneficio del bien común», señaló.
En cuanto al senador Hoffman, añadió que «siempre ha sido generoso con su tiempo, reuniéndose con los obispos siempre que acudimos al Capitolio. Es un firme defensor de los más vulnerables, y Minnesota sigue necesitando su liderazgo».
«En este tiempo de miedo e incertidumbre, debemos confiar aún más en nuestro Dios amoroso, y eso comienza con la oración, tanto personal como comunitaria», concluyó el arzobispo.
También el sábado, Jason Adkins, director ejecutivo de la Conferencia Católica de Minnesota, expresó estar «profundamente entristecido e indignado» por los tiroteos, describiendo a Hortman como una legisladora colaboradora y a Hoffman como «un defensor de los vulnerables» y «un amigo».
«Recurrir a la violencia en la vida pública nunca es aceptable y solo engendra más violencia», afirmó. «Lamentablemente, como sociedad, hemos adoptado cada vez más la violencia como medio para resolver los problemas, porque hemos perdido el sentido de la dignidad de cada persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios».
«Hasta que no recuperemos una conciencia más profunda de nuestra humanidad común y fraternidad, seguiremos viendo el colapso tanto del discurso cívico como de la capacidad de nuestro proceso político para mediar los conflictos y alcanzar el bien común», añadió.
En una declaración el sábado, el gobernador Tim Walz señaló: «No somos un país que resuelva sus diferencias a punta de pistola».
«Una y otra vez hemos demostrado en nuestro estado que es posible discrepar pacíficamente, y que el debate público civil fortalece nuestra convivencia. Debemos mantenernos unidos contra toda forma de violencia —y hago un llamado a todos para que se unan a ese compromiso».