(Asia News/InfoCatólica) El 13 de noviembre de 2013, durante una liturgia de la comunidad siro-malabar, el padre Thomas Pathickal, párroco de la iglesia, observó en la hostia consagrada la aparición del rostro de Cristo, como testimonio de su presencia real. La archidiócesis remitió el caso a la Santa Sede, que tras años de estudio ha concluido recientemente que se trata de un fenómeno sobrenatural.
El reconocimiento oficial tuvo lugar el sábado 31 de mayo, durante una multitudinaria celebración litúrgica presidida por el nuncio Girelli ante unos 10.000 fieles del distrito de Kannur. En su homilía, el prelado dio gracias a Dios por los milagros que han manifestado la presencia de Cristo en la Eucaristía a lo largo de la historia. «Cristo resucitado está presente en su Iglesia de muchas maneras —afirmó—, pero de forma especial en el sacramento de su Cuerpo y su Sangre». No obstante, monseñor Girelli también exhortó a interpretar este suceso extraordinario a la luz del camino que recorre la Iglesia siro-malabar, marcado en los últimos años por profundas divisiones en torno a la celebración de la Sagrada Qurbana, el rito eucarístico propio de esta Iglesia oriental.
Desde 2021, la decisión del Sínodo siro-malabar de imponer una modalidad litúrgica uniforme —con la celebración de la liturgia de la Palabra de cara al pueblo y la plegaria eucarística de cara al altar— ha provocado fuertes tensiones, especialmente en la archidiócesis de Ernakulam-Angamaly.
«El milagro de Vilakkannur —dijo Girelli— recuerda a la Iglesia siro-malabar que la Sagrada Qurbana es signo de comunión con Dios y de unidad entre los fieles, no de discordia. ¿Cómo ignorar que las divisiones que aún persisten entre el clero y los laicos contradicen la esencia de la Eucaristía, sacramento de unidad? Cristo en la Eucaristía es el centro de la vida cristiana, y por tanto, su celebración no debería ser causa de enfrentamiento».
El nuncio apostólico añadió que este milagro constituye «una gran bendición no solo para la Iglesia siro-malabar, sino para toda la Iglesia en la India». Y expresó su deseo de que «la iglesia de Cristo Rey en Vilakkannur se convierta en un lugar de reconciliación y unidad para la Iglesia siro-malabar, así como en un centro de peregrinación para la adoración eucarística en la India».
Por su parte, Jose Kavi, redactor jefe del portal católico indio Matters India, declaró a AsiaNews:
«La pequeña iglesia del pueblo de Vilakkannur ha encontrado su lugar en la historia eclesial como escenario del primer milagro eucarístico reconocido en la India».
La ceremonia de reconocimiento se celebró con gran solemnidad y, a pesar de la alerta roja por lluvias emitida para el distrito, no cayó una sola gota, lo que fue interpretado por algunos, incluido el arzobispo de Tellicherry, Joseph Pamplany, como un signo prodigioso más. Aunque hay voces escépticas que ven en el suceso una maniobra de la archidiócesis para atraer donaciones, la mayoría de los fieles cree firmemente que se trata de un milagro, porque —concluyen— «para el Señor no hay nada imposible».