(ACi Prensa/Infocatólica) La elección del nombre León XIV por parte del nuevo pontífice ha sido interpretada como un gesto de fuerte carga simbólica. Según explicó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, esta decisión establece un vínculo directo con el legado de León XIII, autor de la encíclica Rerum Novarum (1891), considerada el punto de partida de la doctrina social moderna de la Iglesia.
«Claramente la elección del nombre León XIV es una referencia clara a la moderna doctrina social de la Iglesia comenzada con la Rerum Novarum. La encíclica de León XIII que el Papa hizo en ese tiempo», afirmó Bruni ante los periodistas acreditados en el Vaticano. Subrayó, además, que no se trata de una elección neutra ni casual, sino de una evocación explícita del compromiso social de la Iglesia.
El portavoz del Vaticano destacó también la conexión del nuevo Papa con los desafíos contemporáneos, especialmente en el ámbito laboral ante el avance de las nuevas tecnologías: «Y claramente hace referencia a las personas, a su trabajo y a los retos que enfrentan los trabajadores en un tiempo de inteligencia artificial».
Este posicionamiento enlaza con las advertencias del Papa Francisco respecto al uso ético de la inteligencia artificial. Durante su pontificado, Francisco alertó sobre los posibles efectos perjudiciales de una aplicación irresponsable de esta tecnología. En una de sus intervenciones más recordadas, instó al G7 reunido en Italia a promover una «algorética», es decir, principios éticos para el desarrollo, uso y gestión de la inteligencia artificial.
Asimismo, el Papa emérito centró su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2024 —celebrada el pasado 1 de enero— en las implicaciones de las nuevas tecnologías. En su escrito señaló: «Si agravan las desigualdades y los conflictos no pueden considerarse verdadero progreso», haciendo alusión a los riesgos que suponen fenómenos como la desinformación, capaces de alimentar el terrorismo o alterar procesos democráticos.
El Papa de la doctrina social moderna
León XIII, quien ocupó el solio pontificio entre 1878 y 1903, es considerado el iniciador de la doctrina social moderna de la Iglesia. Su encíclica Rerum Novarum, publicada el 15 de mayo de 1891, abordó por primera vez de forma sistemática la cuestión social desde la perspectiva católica. En ella, el Papa defendió el derecho de los trabajadores a condiciones laborales justas, al salario digno y a la formación de sindicatos, al tiempo que rechazó tanto el liberalismo económico sin restricciones como el socialismo radical. Este documento sentó las bases del compromiso de la Iglesia con la justicia social y ha inspirado posteriores encíclicas sociales a lo largo del siglo XX y XXI.