Washington pretende obligar al clero a romper el secreto de confesión para casos de abusos de menores

La Iglesia ya ha advertido que los sacerdotes no pueden cumplir esa ley

Washington pretende obligar al clero a romper el secreto de confesión para casos de abusos de menores

A partir del próximo 26 de julio, los ministros religiosos del estado de Washington estarán legalmente obligados a informar sobre cualquier sospecha de abuso infantil, aunque esta haya sido revelada en cualquier tipo de comunicación espiritual confidencial. Mons. Thomas Daly, obispo de Spokane, ha recordado que un sacerdote no puede quebrantar bajo ninguna circunstancia el secreto de confesión.

(InfoCatólica) El estado de Washington (Estados Unidos) ha aprobado una de las leyes más estrictas del país en lo que respecta al deber de denuncia del clero ante posibles casos de abuso infantil. La nueva legislación, identificada como SB 5375, fue firmada por el gobernador Bob Ferguson el pasado 2 de mayo y establece que cualquier miembro del clero deberá informar a las autoridades si tiene motivos razonables para sospechar que un menor ha sido víctima de abuso o negligencia. Esta obligación se extiende incluso cuando la información haya sido obtenida en el contexto de una confesión sacramental o cualquier otra forma de comunicación espiritual confidencial.

La ley entrará en vigor el próximo 26 de julio y pone fin a una exención que, hasta ahora, permitía a sacerdotes y otros líderes religiosos abstenerse de comunicar este tipo de hechos cuando les eran revelados bajo secreto confesional. Con esta modificación, Washington se convierte en uno de los pocos estados del país que no reconoce ninguna forma de privilegio clero-penitente a efectos de denuncia obligatoria.

Según el nuevo texto legal, la comunicación con las autoridades deberá realizarse «en cuanto sea posible», y en ningún caso más allá de 48 horas desde que surja la sospecha fundada. El incumplimiento de esta norma se considerará un delito menor grave, lo que puede conllevar penas de hasta un año de prisión y multas de hasta 5.000 dólares.

La legislación fue impulsada por la senadora demócrata Noel Frame, natural de Seattle y superviviente de abuso sexual infantil. Frame defendió que el objetivo de la norma es cerrar una peligrosa laguna legal que, en su opinión, permitía a determinadas instituciones religiosas encubrir situaciones de abuso sin repercusión legal. La parlamentaria recordó que reportajes de investigación recientes, centrados en los Testigos de Jehová y otras comunidades religiosas, pusieron de manifiesto casos de abusos que no fueron denunciados por haber sido conocidos exclusivamente en el ámbito de la confesión.

El proyecto de ley fue aprobado tras años de debates legislativos infructuosos y varias propuestas fallidas. Versiones anteriores planteaban excepciones para preservar el secreto de confesión o fórmulas de compromiso como el «deber de advertencia», que tampoco prosperaron. Finalmente, la versión adoptada en 2025 optó por eliminar por completo cualquier exención al deber de denuncia.

La Iglesia se opone

La reacción de la Iglesia Católica ha sido especialmente crítica. El obispo Thomas Daly, de la diócesis de Spokane, aseguró que ningún sacerdote puede quebrantar el sigilo sacramental, ni siquiera bajo amenaza de prisión. Por su parte, la Conferencia Católica del Estado de Washington ha expresado su rechazo a la nueva norma, argumentando que vulnera el derecho constitucional al libre ejercicio de la religión garantizado por la Primera Enmienda. Según el Derecho Canónico, el secreto de confesión es absoluto e inviolable, y su violación conlleva la excomunión automática.

Cárcel o excomunión

Los detractores sostienen que esta ley pone a los sacerdotes en una situación imposible: obedecer la ley del Estado y arriesgarse a ser excomulgados, o mantenerse fieles a su compromiso religioso y enfrentar consecuencias penales. Además, alertan de que esta obligación podría desincentivar la confesión y dificultar la labor pastoral, sin que ello garantice un aumento real en los niveles de protección infantil.

Argumento absurdo de los defensores

En cambio, los defensores de la ley subrayan que los líderes religiosos ocupan posiciones de confianza similares a las de maestros, médicos o trabajadores sociales, todos ellos obligados legalmente a reportar sospechas de abuso. Argumentan que permitir excepciones para el clero supone una desigualdad ante la ley y favorece entornos opacos que pueden propiciar el encubrimiento. La realidad es que ningunas de esas profesiones están protegidas por la Primera enmienda. Y en el caso de los abogados, el attorney-client privilege protege las comunicaciones confidenciales entre el abogado y el cliente con el propósito de obtener asesoramiento legal. Esto significa que el abogado no puede revelar lo que el cliente le haya dicho, ni puede ser obligado a testificar sobre ello, mientras esa comunicación esté protegida por el privilegio.

Desde el ámbito jurídico, algunos expertos han señalado que, aunque la nueva ley obliga al clero a reportar sospechas, no elimina necesariamente el privilegio de no testificar en un juicio sobre lo confesado, según se desprende de la legislación estatal vigente. Esta distinción podría ser clave en eventuales impugnaciones judiciales.

Acabará en la Corte Suprema

En el contexto nacional, la decisión de Washington marca un giro notable. Hasta ahora, el estado ni siquiera incluía expresamente al clero entre los profesionales con obligación de denuncia. Tras la aprobación de la SB 5375, se sitúa entre el reducido grupo de territorios —como Texas, Oklahoma o Rhode Island— que imponen este deber sin reconocer exenciones confesionales.

Aunque el gobernador Ferguson, católico practicante, ha manifestado su respeto por la confesión —recordando que su propio tío fue sacerdote jesuita—, defendió la ley como una medida «directa y necesaria» para priorizar la seguridad de los menores. Todo apunta a que el debate legal y moral en torno a esta medida se prolongará en los tribunales, llegando finalmente a la Corte Suprema

14 comentarios

Natanael
Estoy seguro que la mayoría se dará cuenta que el secreto de Confesión ante un Sacerdote es sagrado. Creo que son normativas infantiles que pretenden lo imposible. Y ni siquiera pueden hablar con él penitente de sus pecados fuera de la confesión.

El santo que se negó a revelar una confesión y fue asesinado fue San Juan Nepomuceno ( mártir ). Martirizado por no violar el secreto de confesión. Confesor de Sofía de Baviera, la esposa del rey de Praga, Wenceslao, el rey, que tenía ataques de cólera y de celos, ordenó al sacerdote que le revelara los pecados de su mujer. Este secreto, también llamado sigilo sacramental, es una obligación inviolable para los sacerdotes en la Iglesia Católica, según la Pontificia Universidad Católica. Violarlo conlleva la excomunión. Considerado el patrón de los confesores y predicadores. Se convirtió en un símbolo de la importancia del secreto de confesión y de la integridad de los confesores. Ay¡¡ de los sacerdotes que hablan después de la confesión a propósito del mismo tema confesado o como argucia, y con ello se creen en la libertad de revelarlo, si mueren se condenan.
5/05/25 12:53 PM
Josep
No es posible.
5/05/25 1:01 PM
Marta de Jesús
Gracias a Natanael por su información formativa.

Lo de los abusos es una excusa. Los principales impulsores del sexo entre adultos y niños, de dar a conocer a los niños prácticas sexuales contrarias a lo dispuesto por Dios, también conocido como pederastia, claros casos de abuso y corrupción de menores, son los lobbys abecedario y no veo que estén tras ellos ni remotamente. Venden una justicia social y una ética que no son tales o muy parciales. Una autorrealización que es rebelión contra lo creado, osea, autodestrucción. Muy bien que no les apedreen. Pero a santo de qué han considerado oportuno darles poder y justificaciones para pervertir las mentes y los cuerpos de nuestros hijos? Con los mayores que estamos más hechos no pueden tan fácilmente.

El mundo va hacia la pérdida de la intimidad por la creciente obsesión por la seguridad y el mundo feliz. Y eso no será lo peor, pues después deriva en excusa. Perder la intimidad da pie a la posibilidad de que los enemigos puedan atacar fácilmente. No sé en qué lugar nos deja eso a los católicos y nuestro sacramento. Bueno, sí lo sabemos. En persecución.
5/05/25 1:44 PM
Antonio José L.
Leyendo el título había creído que era el gobierno de Trump. Es que por "Washington", sin más, debe entenderse eso: el gobierno de Estados Unidos.
5/05/25 5:04 PM
Atinasio
¿Y qué pasaría en el caso de que el sacerdote no conociera la identidad del que se confiesa? ¿Cómo tendría que actuar según esa ley?
5/05/25 5:39 PM
Pedro de Madrid
Si eso sigue adelante otras naciones, entre ellas España, harán leyes blasfemas iguales contra la iglesia
5/05/25 5:42 PM
Ángel Manuel González Fernández
Lo primero e importante de la confesión es el arrepentimiento: si no hay arrepentimiento lo demás sobra.
-"Padre he matado a mi suegro y lo he incinerado para borrar pistas.
-Hijo ¿estas arrepentido de tu gran pecado?.
-Muy arrepentido, Padre, muy arrepentido.
-Pues hijo, yo te absuelvo de tu pecado, pero vete ahora mismo a la policía a confesar tu crimen.
-Padre, quédese sentadito, y lo que le he dicho ni una palabra a nadie".
Si una persona comete un robo, entiendo que arrepentido vaya a un sacerdote y le de lo robado para que lo devuelva; ahora bien, cuando hay violencia, sangre o muerte, quien de verdad esté arrepentido lo primero que debe hacer es ir a la policía y después pedir un sacerdote para que le confiese.
Si no hay arrepentimiento, ni en su caso reparación, el confesionario sobra.
5/05/25 6:19 PM
Ángel Manuel González Fernández
También existe el llamado "secreto profesional".
Como el de ese periodista que un no identificado asesino en serie le relató con pelos y señales sus asesinatos.
Y lo mismo los abogados, que saben que sus "clientes" son criminales y ladrones, y con el cuento del "secreto profesional", hacen todo lo posible y lo imposible para que sus "clientes" sean tenido por un inocentes angelitos.
El secreto de confesión y el secreto de profesión, no deben convertirse en el secreto que ampara y protege la mentira, la violencia, el robo, la sangre y el crimen de los no arrepentidos.
5/05/25 6:54 PM
Ángel Manuel González Fernández
Sobre lo que se ha convertido la confesión y el arrepentimiento, hace años nos contaba un sacerdote profesor y catedrático de Derecho Canónico, la "curiosa" conversación con otro sacerdote.
Resulta que ese sacerdote tenía un "cliente" que todos los sábados se confesaba, para ir todos los domingos a comulgar con su mujer y sus cuatro hijos en fila. La confesión era siempre la misma: que iba todos los viernes sin falta a un prostíbulo de lujo.
El sacerdote profesor nos dejó que el que quisiera comentar algo que lo hiciese. Y las opiniones fueron todas por la falta e irregularidades de la confesión y la validez del sacramento.
Entonces alguien preguntó al profesor si ese sacerdote era también cliente del prostíbulo, y el profesor contestó que el sacerdote no se lo dijo y que él no se lo preguntó, pero que lo pensó.... (Los puntos suspensivos son las carcajadas que soltaron los alumnos).
5/05/25 8:21 PM
María
Mejor sería que defendieran al niño desde el vientre en vez de promover y legalizar el asesinato de los gestantes.
¡¡Hipócritas!!
5/05/25 9:53 PM
Guillermo PF
Esas cosas se confiesan en comisaría, no en donde no pueden ir a ninguna parte.
6/05/25 12:02 AM
Álvaro Sibaja Fernández
En realidad la culpa la tiene la Iglesia por no apartarse por completo de toda colaboración con todo Estado que no obedezca los Diez Mandamientos de la Ley de Dios como Norma fundamental suprema. Lo mismo da si el Estado de que se trate se identifique a sí mismo como libre, soberano, democrático, popular, autoritario, hereditario, fascista, nacionalsocialista, comunista, o lo que sea. Si el Estado en cuestión rechaza la obediencia al Creador de todas las cosas, la Iglesia Católica debe abandonar todo tipo de colaboración con dicho Estado, a pesar de que las llamadas constituciones políticas de esas desprestigiadas organizaciones humanas afirmen que son soberanas, independientes, seglares, pacíficas, bienhechoras, modernas, originarias o lo que sea.
Con demasiada frecuencia observamos a las Conferencias Episcopales de casi todo el mundo, sobre todo en época de elecciones, dirigirse al pueblo para que salga a votar. Antiguamente, daba consejos acerca de cómo escoger el mejor candidato, pero prácticamente todos los mencionados Estados mandaron la Iglesia a callarse. En vez de aprovechar el oportuno tapabocas para no volverse a meter en enredos, continuaron metiéndose en lo que nunca debieron meterse. Por esa colaboración, varios de los 50 estados que conforman los EEUU, le exigen ahora a la Iglesia que comunique a la justicia todo lo que escuchen en Confesión que pudiera interesarle por el momento.
6/05/25 2:21 AM
maru
Por qué Washington no se mete con los ritos , con la doctrina de los musulmanes? Estos causan verdadero daño, porque le quitan la vida a los que no piensan como ellos. Nos enteramos un día sí y otro también de las masacres que hacen. La última en Nigeria en Semana Santa. Por qué no les reclaman a ellos? Aquí la cuestión es ir solo contra la Iglesia Católica que, por cierto es la única que habla de Dios misericordioso (,previo arrepentimiento, claro) y no de un Dios violento y criminal.
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LF
Esa ley afecta a todos los ministros de todas las religiones, no sólo a los sacerdotes católicos.
6/05/25 10:10 AM
maria
Si eso ocurriera, desaparece la Iglesia. O los que lo llevaran a cabo serían apartados de ella.
Eso es imposible, por más que lo intenten
6/05/25 6:46 PM

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