(Heraldo de Aragón/Agencias) La Eucaristía ha sido celebrada por el arzobispo de Zaragoza,Vicente Jiménez Zamora, los obispos de la provincia eclesiástica y los arzobispos eméritos Ureña y Moliner.
A través de la bula Romanus Pontifex del papa Juan XXII, Zaragoza alcanzó el rango de sede metropolitana de la que dependen las otras diócesis sufragáneas de Aragón, excepto Jaca que pertenece eclesiásticamente a la archidiócesis de Pamplona.
Esto, en palabras del Arzobispo «es motivo para dar gracias a Dios, para sentirnos miembros de esta diócesis y para corresponder a la llamada que el Señor nos hace de ser un evangelio vivo y alegre».
Mons. Jiménez ha apostado por una Iglesia «participativa, en diálogo con el mundo», que sea «casa y cosa de todos», una Iglesia «en salida y de puertas abiertas», que «escuche y acompañe», la Iglesia «que el mundo necesita».