(Actuall/InfoCatólica) El caso se remonta al año 2012 cuando cuatro mujeres se pusieron en contacto con el grupo provida Operación Rescate para informar que Douglas Karpan estaba quebrantando la ley. Además, Cheryl Sullenger, vicepresidenta de Operación Rescate, recibió algunas fotos que hizo con su móvil la ex-asistenta de Karpan, Deborah Edge en las que se veía a algunos de los abortos que aparecían con el cuello cortado o roto y de los que afirmaba que habían nacido vivos.
Dos de los colegas de Edge, Gigi Aguliar y Krystal Rodriguez, también describieron las escenas infernales que tuvieron lugar en la Clínica de Mujeres Aaron de Houston en 2011, y en otras dos clínicas abortistas administradas por Karpen en Texas. Los testimonios aseguran que el doctor usaba técnicas horrendas para matar a los niños que, por su avanzado tiempo de gestación, salían del seno materno todavía vivos.
El caso fue llevado ante un gran jurado, que declinó procesar a Karpan. Posteriormente Operación Rescate conoció que el jurado estaba contaminado por comunicaciones impropias entre el fiscal del distrito y el abogado defensor, que eran amigos de la infancia. Posteriormente el abogado donó 25.000 dólares a la campaña política del fiscal del distrito, según afirma LifeNews.com.
Operación Rescate siguió insistiendo durante los años posteriores ante nuevas evidencias y finalmente acudieron al fiscal general Jeff Sessions solicitando abrir una nueva investigación. Finalmente el pasado 11 de mayo el fiscal pudo responder a la organización provida afirmando que el FBI iba a comenzar esa investigación.
«La carta que recibí del departamento de Justicia es alentadora», ha afirmado la vicepresidenta de Operación Rescate. «Las fotos mostraban heridas infligidas a esos bebés que no habían podido ser hechas dentro del seno materno. Después de haber acudido personalmente en Pennsylvania al juicio contra Kermit Gosnell, que fue condenado por matar a bebés vivos después de abortos fallidos, sabía que no podía cejar en el empeño de lograr que enjuiciaran a Karpen por crímenes similares», ha señalado Cheryl Sullenger.