(Fides) «La petición de la población está basada en lo que confirma monseñor Juan José Aguirre, obispo de Bangassou», asegura el imán Oumar Kobine Layama, líder de la Plataforma de Confesiones Religiosas de Centroáfrica (PCRC), que ha participado en una delegación proveniente de la capital Bangui encargada de llevar a cabo una investigación sobre la situación en Bangassou y su entorno.
La delegación estaba formada por personalidades de la política y la administración estatal así como por representantes de la sociedad civil. Como denunció a la Agencia Fides Mons. Juan José Aguirre, obispo de Bangassou, los soldados de la MINUSCA desplegados en la zona «son de gatillo fácil». Y cuando son víctimas de emboscadas responden disparando indiscriminadamente incluso hacia los civiles.
«La población es testigo y víctima de las acciones cometidas en Bangassou por los militares del contingente marroquí», subraya el imán Layama. «La población no quiere que el contingente permanezca en Bangassou porque han fracasado en su misión de proteger a los civiles. Son inactivos y, sobre todo, pasivos cuando les atacan los milicianos. Según los testimonios de algunas personas, los militares marroquíes son los responsables de varios asesinatos porque disparan a quemarropa sobre los civiles a los que confunden con milicianos», continua el imán.
Bangassou y su entorno están en el centro de las escaramuzas entre los séléka y los anti-balaka desde que se retiraron los militares ugandeses y estadounidenses enviados a la zona para dar caza a Joseph Koni, jefe del Lord’s Resistance Army (LRA). Desde hace meses la catedral de Bangassou acoge a unos dos mil musulmanes amenazados de muerte por los anti-balaka.